Capítulo 8: Lady... ¿Noir?
La atracción volvió a tambalearse, logrando que Chloé gritara de nuevo. Marinette apenas podía ver nada fuera, las luces del parque de atracciones se habían apagado todas al mismo tiempo, y la oscuridad de la tarde-noche hizo que se percatara de lo tarde que era.
― No veo nada... ―murmuró Chloé asustada.
Eso tenía sus ventajas. Si nadie la veía, podía transformarse en Ladybug y capturar el akuma sin que Chloé lo viera. Pero se daría cuenta en seguida que no estaba en la cabina, y no podía arriesgarse.
― Marinette... ―murmuró Tikki desde su pequeño bolso.
― No puedo, Tikki... Chloé... ―Intentó localizarla a duras penas. Incluso aunque esperara, la cabina no iba a aguantar mucho más. No podía quedarse de brazos cruzados. Tenía que hacer algo. Y si no podía hacerlo como Ladybug―, Chloé ―lo haría como Marinette―. Esto no aguantará. Tenemos que salir de aquí.
― No puedo. Adrien volverá con ayuda. O Ladybug llegará para salvarnos, estoy segura.
Quizás Adrien sí llegara con ayuda, pero dudaba que pudiera salvarlas de esa cabina que caería en cualquier momento a tiempo. Por otro lado, estaba completamente segura de que Ladybug no llegaría para salvarlas.
― Chloé. No podemos esperar que nos rescate nadie. Tenemos que salir. Ya. ―ordenó obligándola a incorporarse.
― ¡No puedo! ¡Tengo miedo a las alturas, no puedo! ―gritó asustada. Marinette suspiró.
― ¿Entonces por qué te has subido a la noria?
― No es asunto tuyo.
Ignorando a la chica, se subió al asiento y se deslizó hacia arriba igual que había hecho Adrien minutos antes. Estaba tan oscuro que apenas podía ver nada, pero de todos modos se giró y le tendió una mano a Chloé.
― No sé si preguntaros si necesitáis ayuda. Al parecer os apañáis bastante bien.
Ese tono engreído lo habría reconocido en cualquier lado. Se volvió hacia él, posado sobre uno de los barrotes de la noria como el gato que era. Apenas podía verlo, pero estaba segura de quién era.
― ¡Yo sí necesito ayuda! ―se escuchó a Chloé gritar.
Marinette terminó de sacarla justo a tiempo. La cabina se descolgó, rompiendo los barrotes, y en cuestión de segundos, pasó de estar de pie encima de la cabina a bajar de la noria cargada a hombros de Chat Noir como si fuera un asaco de patatas.
Chloé bajó tan deprisa como fue capaz, dejándose caer al suelo sin dejar de temblar. Marinette, bajó también, pero permaneció de pie.
― Eso de salvarte empieza a ser una costumbre, Princesa. Quizás tengo que empezar a cobrarme los rescates ―Marinette suspiró.
― Pero los héroes lo hacen porque tienen un gran corazón ―aseguró con una sonrisa fingida.
― Bueno, no está de más que se les recompense por... ―pero Marinette no lo dejó terminar, de hecho llevaba rato preocupada por otra cosa.
― Adrien... ―murmuró. Chat Noir abrió los ojos de par en par, enmudeciendo.
― ¿Qué?
― Un amigo nuestro, ha salido antes de la cabina para intentar buscar ayuda...
― ¡Ah, sí, el chico ese! Me lo he encontrado mientras subía. Me ha... dicho que estabais allí, por eso he ido a rescataros. Pero antes lo he dejado en un lugar seguro ―apuntó―. Será mejor que vosotras hagáis lo mismo. Esto no es seguro. Yo me encargaré de esto, no te preocupes por nada. Este tipo de dos caras no tiene nada que hacer contra mí.
Marinette sonrió incómoda. Claro, claro. El fantástico Chat Noir iba a encargarse de todo. Como siempre... Claro. Pero en algo tenía razón, tenían que irse. Sobre todo ella.
― Gracias, nos pondremos a salvo ―aseguró. Chat Noir se despidió con dos dedos, y de forma exagerada, brincó hacia el tejado de la casa del terror, directo hacia la montaña rusa.
― Siempre igual... ―suspiró. Luego miró su bolso, donde Tikki acababa de salir―. Es nuestro turno, Tikki ―miró hacia un lado y hacia otro y corrió hacia la casa del terror. Aunque estaba todo muy oscuro, era mejor no transformarse delante de todo el mundo.
― ¡Tikki, transfórmame!
***
El parque de atracciones se había convertido en un completo caos. La gente actuaba de forma muy extraña, y no solo la gente, sino también las cosas. Aunque apenas podía ver algo por culpa de la falta de luz, se percató que alguien había cambiado la madera pesada de algunos puestos de comida por la paja de los tejados, por lo que a causa del peso del tejado se había derrumbado por completo. Las luces, razón por la que el parque entero se había quedado a oscuras, habían sido substituidas por peluches, y el lugar donde deberían estar estos, había un montón de bombillas rotas.
Y así sucedía también con las personas. Al llegar a la noria estropeada, pudo ver la razón por la que se había descontrolado. El hombre que se ocupaba de ella se estaba comportando como un niño, jugando con los cables y tocándolo todo.
― Esto no me gusta...
― Te veo muy apagada, My Lady, ¿quieres que le dé un poco de luz a la situación?
Ladybug pudo ver a Chat Noir enfocándola con una linterna. ¿De dónde la habría sacado?
― Vaya, creo que pudo decir que me alegra verte ―aseguró brincando hasta llegar a su lado.
― Yo puedo verte igual sin esto ―apuntó con una sonrisa.
― Así que sois vosotros ―Una voz femenina, algo dolida, llamó la atención de ambos. Posada sobre uno de los barrotes de la noria, la mujer con la doble máscara, vestida a partes iguales de negro y blanco, igual que el ying y el yang, los apuntaba con una mano alargada de uñas afiladas―. Ya había oído que erais completamente distintos. Tan diferentes pero tan bien compenetrados... Me pregunto qué pasaría si eso "cambiara" ―apuntó esbozando una sonrisa con la mitad alegre. Luego extendió de nuevo la mano y un doble rayo salió disparado hacia ellos.
Ladybug saltó hacia un lado, igual que Chat Noir, pero el rayo no se estrelló, sino que los siguió.
Ladybug evitó el rayo una vez más a duras penas, mientras Chat Noir hacía lo mismo de forma torpe, corriendo sobre las cuatro patas e intentando que el rayo se perdiera detrás de algún árbol u otra pared.
― ¡No se detienen! ―gritó la joven. Chat noir saltó, evitando por los pelos el rayo que pasó de largo, solo para darse la vuelta y seguir persiguiéndolo.
― ¡Me parece... ¡Ah! ―gritó evitándolo por poco―, que no parará hasta que nos alcance... ―Entonces la vio tropezar, fue apenas un segundo, pero suficiente para perder los nervios― ¡Cuidado! ―gritó olvidando su propio rayo e intentando correr hacia ella.
Demasiado tarde. El rayo atravesó a Ladybug, e instantes después, el suyo lo atrapó también, cayendo ambos al suelo aturdidos.
― Veamos si ahora os compenetráis tan bien... ¡Nadie puede huir de Échange!―gritó orgullosa.
<<Los Miraculous, Échange, necesito que cojas los Miraculous de Ladybug y Chat Noir y me los traigas, solo así seguirás cambiando las cosas>>.
***
El golpe contra el suelo había sido más doloroso que el propio rayo. Ladybug se levantó poco a poco, sacudiendo ligeramente la cabeza y sintiéndose mareada. ¿Qué había pasado?
Se sentó sobre el suelo, frotándose la cabeza adolorida. Poco a poco, fue abriendo los ojos ante la extrañeza. ¿Por qué tenía el pelo suelto? Pero eso no era lo más extraño, pensó mientras su mano llegaba a lo alto y rozaba unas pequeñas orejas puntiagudas.
― ¿Qué diablos...?
― ¿Estás bien, My Lady? Ese rayo tenía muy mala chispa ―apuntó alzando el rostro hacia ella... o él ―. ¿Por qué estoy allí? ―murmuró desconcertado señalándola.
Ladybug apenas podía cerrar la boca. Delante de ella estaba Ladybug. Se miró las manos. Unos guantes negros con uñas afiladas las cubrían. Se tocó el rostro. Su máscara también cubría su nariz. Y... oh, no.
Mientras ella se examinaba, Chat Noir hacía lo mismo. Sujetando con curiosidad ambas coletas y mirándose desde arriba su traje rojo con puntos negros.
― ¡Qué fantástico! ―exclamó haciendo una pose de superheroina―. ¡Soy Ladybug!
― Oh, dios mío... ―se lamentó sujetándose la cola de su traje con resignación―. Soy Chat Noir...
― Disfrútalo, My Lady. Aunque ahora que lo pienso, yo soy My Lady. Soy mi propia lady ―concluyó. Ladybug ocultó su actual rostro detrás de una de las manos enguantadas en afiladas garras negras.
― ¿Ahora qué vais a hacer? Sin vuestros cuerpos, tendréis que meteros en la situación del otro. Estar en la piel de otra persona no es fácil, ¿verdad? ―gritó Échange acercándose a ellos dispuesta a arrebatarles los Miraculous.
Ambos se apartaron de golpe e intentaron huir sin mucho resultado. Ladybug intentó tirar su yo-yo, dándose cuenta al instante que no tenía nada que lanzar. Por el contrario, terminó enredada en su propio yo-yo cuando Chat Noir intentó saltar usándolo como ella solía hacer.
― ¡Oye! ―se quejó.
― Lo siento. Es más difícil de lo que pensaba ―aseguró mirando hacia atrás. Al ver a la "chica cambios" ir directa hacia él, comenzó a correr con el yo-yo en la mano. Tiró de él y sujetó a Ladybug, llevándosela en brazos.
― Esto es muy raro... ―murmuró ella atada en su yo-yo y en brazos de sí misma.
― Y que lo digas, estoy llevándome atado. No es algo que se vea todos los días.
― Será mejor que hablemos esto. No podemos luchar así. Hay que solucionarlo ―apuntó. Luego miró hacia un lado y hacia otro, buscando un lugar seguro―. Allí. La casa del terror sigue intacta, además, es como un laberinto. Necesitamos algo de tiempo.
― Excelente idea, gatita.
Ladybug lo fulminó con la mirada.
― Ni se te ocurra volver a llamarme eso, cucaracha ―gruñó. Chat Noir intentó contener la risa.
― De hecho es una Mariquita, aunque agradezco el matiz.
***
― A ver. Mantengamos la calma. Solo tenemos que atrapar este akuma y todo volverá a la normalidad...
En la habitación de los espejos, Ladybug en el cuerpo de Chat Noir caminaba de un lado a otro pensando en una solución al problema. Por otro lado, Chat Noir la observaba sentado con las piernas cruzadas apoyado en uno de los espejos.
― Yo estoy muy calmado. Me parece que estas un poco tensa, o tenso ―comentó. Ladybug se detuvo en seco, volviéndose hacia su compañero.
― ¿Sabes cómo atrapar un akuma?
― Eh... sí. Haces eso de Lucky Charm, aparece algún objeto inútil con el que consigues hacer algo sorprendente, y luego está ese royo de "ya no harás más daño pequeña akuma" y sale la mariposa blanca. O algo así ―lo pensó un instante, mirando hacia arriba donde también podía verse a sí misma―. ¿O era al revés?
Ladybug volvió a encerrar su gatuno rostro entre sus actuales manos. ¿Claro, por qué tenía que preocuparse? No es como si estuvieran en una situación complicada y que podían, por primera vez, fracasar.
― Esto es un desastre.
Chat Noir se levantó entonces.
― Lo estás viendo por el lado malo.
― ¿Pero tiene un lado bueno? ―refunfuñó alzando el rostro. Su propia sonrisa observándose a sí misma desde arriba fue suficiente para alzar su propia barbilla con un gruñido.
― Si esto fuera al revés ya estaría en la otra punta.
― No te mires. No es tu cuerpo. Ni se mira ni se toca, ¿vale? ―lo amenazó. Chat Noir sonrió.
― Con el mío puedes hacer lo que quieras, te lo presto ―aseguró.
― Como si lo quisiera... ―apuntó dándose media vuelta y volviendo a su caminata nerviosa.
― Oye, no es tan malo. Solo tenemos que capturar el akuma. Puedes enseñarme a hacerlo. Yo te enseñaré a usar el Cataclysm ―sugirió. Ladybug se volvió, alzando una ceja dudosa―. Dijiste que confiabas en mí, ¿no?
Ladybug suspiró, vencida.
― De todos modos no tenemos otra. Hay que terminar con este akuma como sea y volver a nuestros cuerpos ―acertó a decir pasando por su lado decidida.
― ¡Eso es! Vamos a capturar esa "pequeña mariposita" ―apuntó haciendo una pequeña pirueta extraña. Ladybug entornó los ojos.
― Yo no hago eso ―aseguró. Luego se dio la vuelta de nuevo, seguida por su compañero.
― Sí lo haces... ―susurró, esbozando una sonrisa cuando la escuchó gruñir.
― ¿Tengo que recordarte que tú oído es muy fino?
― No, gatita ―apuntó.
Ladybug solo atinó a suspirar. Ese akuma se le antojaba especialmente difícil.
Esperaba poder vencer enfundada en ese traje negro.
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Bueno, hoy subo un pequeño avance del capítulo porque todavía no lo he terminado y mañana tengo un día de locos. Así que por si acaso, subo ya este trocito para que podáis ir leyendo. ^^
Espero que os vaya gustando. Quizás estoy equivocada y no acierto mucho en la personalidad de los protas. Pero en lo que se refiere a Chat Noir, si realmente lo estoy logrando, cada vez me resulta más sencillo escribir su parte ^^
¡¡¡Gracias por leer!!!
PD: La foto de entrada de este capítulo será otro mini cómic al final del siguiente capítulo ^^
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