Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 44: "Un ultimo pendiente".

Marinette miro la pequeña bolsa que traía consigo, no era nada extravagante, simplemente una bolsa de color rosa con su logo, si, el logo que usaba para todos sus diseños. Miro su interior, asegurándose de que no se haya olvidado nada, pues conociéndose eso era posible. Pero para su alivio no fue así, en realidad era obvio considerando que fue realmente cuidadosa en guardar todo, y también porque Tikki estuvo ahí para supervisarla, y para recordarle todo.

Mas calmada, se permitió observar a su al rededor, a su lado, estaban sus padres hablando con Max, mientras su madre le enseñaba un paquete que tenia en sus manos, después Alya y sus demás amigos platicaban entre ellos, riéndose de ves en cuando por alguna que otra cosa. Adrien, estaba detrás de ella, con sus brazos al rededor de su cintura y su barbilla apoyada en su hombro, soplando, por aburrimiento, algún que otro mechón travieso que se le escapaba. Y no mentiría, su aliento en su oreja le causaba cosquilla, y algunos escalofríos.

Rio un poco, y dejo a Adrien hacer, lo que sea que estuviera haciendo. Se enfoco en Helen, quien estaba un poco al frente acompañada de Paradox y Bunnyx, junto con Eira en brazos. La portadora del miraculous del conejo extendía su dedo a la pequeña alien y esta trataba de llevarlo a su boca, todo fue diversión hasta que la pequeña estornudo y congelo un poco la punta del dedo.

― ¡¿Donde esta ese tonto?!. ―Aquello fue dicho, gritado, por Gwen. La pelirroja se encontraba de mal humor por una única razón. La impuntualidad de su primo.

― Tiempo al tiempo. ―obviamente, eso lo digo Paradox, quien como siempre estaba revisando su reloj de bolsillo. El caminante del tiempo, en su momento soltó una sonrisa, y guardo su reloj de bolsillo para que casi al instante la figura de alguien se teletransportara frente a todos.

La imponente figura de Alien X se hizo presente, el Celestialsapien flotaba levemente sobre el suelo, para que segundos después un resplandor verde se produjera en el Omnitrix. Quedando asi, Ben es su forma normal. Lo primero que hizo el castaño al regresar fue acercarse a Helen y robarle un beso, tomando desprevenida a la alienígena, pero no tanto como para no reaccionar y corresponder.

Ben: Perdonen la demora. ―Alzo sus brazos y Eira salto hacia ellos, acurrucándose en el pecho de su padre la pequeña comenzó a jugar con los cordones de su capucha. 

Gwen: ¿Dónde estabas?. Llevamos casi una hora esperándote.

Ben: ¿No crees que estas exagerando?. ―la mirada seria y enojada de Gwen le hizo entender que no lo estaba, y que si no decía algo que valiera la pena la pasaría mal― Emm.. tuve que terminar un ultimo pendiente antes de.. ya saben, regresar a casa. No podía irme de Paris sin terminarlo. Era muy importante.

Alya: ¿Qué tipo de pendiente?.

Ben: Ya sabes.. uno en el que se requiera un héroe. Como sea, cambiando de tema.. gracias por venir a despedirnos. ―Y con eso pudo notar como la expresión de todos, cambiaba a una alegre por una decaída― Oigan, ¿Qué pasa?, ¿Por qué esas caras largas?, vamos sonrían.

Marinette: Es difícil hacer eso, mas aun sabiendo que después de todo lo que pasamos, de todo este tiempo, llegara el momento de despedirnos. No quiero. ―fue sincera, era muy difícil encariñarte con alguien y luego verlo irse.

Pero no podía evitarlo, puede que para muchos el tiempo en el que llevan conociéndose es poco, pero para ella era suficiente. Ben, se volvió importante para ella, para todos, y prácticamente lo veía como un hermano mayor, le tenia ese tipo de cariño. Y así era ella, se encariñaba muy fácilmente con las personas. Y también estaba el caso, de que se iría su pequeña ahijada, ¿Cómo dejar ir a esa hermosa criatura?.

Sintió una mano apoyarse encima de su cabeza, la cual acaricio su cabello con suavidad, levanto la mirada, y se encontró con cuatro orbes de color verde que la miraban fijamente. Ben sonrió con cariño, el también estaba encariñado con aquella chica de coletas. La despedida no eran lo suyo, pero tampoco dejaría que lo ultimo que viera fuera esas caras de tristeza. Sin mas rodeo con su brazo el hombro de Marinette y la abrazo, a lo que ella devolvió el gesto con fuerza.

Ben: Vamos, no es como si nos fuéramos para siempre, ¿si?. ―ella solo asintió, con su rostro oculto en su pecho― Entonces.. sonríe para nosotros, deja que esa sea la ultima imagen que tengamos de ti, de ustedes. Puede que mas adelante vengamos de visita, ¿de acuerdo? ―ella se separo, y con sus ojos ligeramente lagrimosos asintió.

Marinette: ¿Lo prometen?.

Ben: Lo prometemos, ¿verdad?. ―Eira claramente no entendía nada, pero al ver a Marinette triste chillo.

Marinette: Tomare eso como un si. Ten, esto es para Eira. ―dijo entregándole aquella bolsa. Ben con curiosidad reviso su contenido, sorprendiéndose por lo que había― No es mucho, pero espero que sea de su agrado.

Ben: Es mas que suficiente. ―frente a todos, saco una pequeña prenda de la bolsa, una camiseta de color celeste con estampados de copos de nieve y claro, con la firma de la "marca Marinette".

Eira al ver la ropa, chillo demostrando lo feliz que estaba. Ben guardo la ropa de nuevo. Y sus amigos se le acercaron, cada uno quería despedirse de su amigo cambia formas.

Adrien: ¿Qué decirte amigo?, me has ayudado bastante, y aun será algo raro no tenerte aquí. Gracias por todo. ―y levanto su puño, a lo que Ben lo choco.

Nino: Yo no tengo mucho que decir bro, es decir, no paso mucho para que interactuáramos, salvo cuando bueno.. inicio todo esto de aliens y poderes. Pero aun aun así cuídate. ―y al igual que Adrien levanto su puño, y lo chocaron.

Alya: Ven aquí. ―dijo sin mas la peli café envolviendo a Ben en un abrazo― No tengo nada que decir, cuídate, y no olvides contarme alguna que otra aventura que te pase. ―Ben solo asintió, sonriente por la forma de ser de esta chica― Oye Helen, ¡cuídalo!.

Helen: Dalo por hecho. 

Sabine: Ben. ―esta ves lo llamo la mayor de los Dupain-Cheng― Cuando te conocimos, tuvimos una gran primera impresión de ti, incluso, sin nada a cambio te ofreciste a ayudarnos. Nos ayudaste en la panadería, y por lo que nos contaron, nos salvaste a todos.. puede que nadie de la ciudad lo sepa, y no te den merito o no lo quieres... pero en el nombre de todos permíteme darte las gracias.. y un regalo. ―y con esas palabras le entrego el paquete que tenia en sus manos. Ben lo miro extrañado, pero cuando el olor de la comida invadió sus fosas nasales, casi se le hizo agua la boca.

Tom: Considera este regalo como todo nuestro agradecimiento. Crossant, Macarrons y demás bocadillos. Frescos y deliciosos.

Estaba mas que entusiasmado, quiso agarrar uno de los bocadillos ahí mismo, pero lamentablemente eso quedo en un intento, puesto que Helen le quito el paquete y le negó probarlo, ante su cara de indignación ella soltó una pequeña risa, y aclaro que lo conocía lo suficiente para saber que se comería todo ahí mismo, así que ellas será la encargada de guardarlos. Cruel, pero justo, suponía que era una  de las cosas de tener novia, tenia que acostumbrarse. Aunque será difícil adaptarse a un control de sus alimentos, las papas con chile.. los batidos, será un guerra.

Gwen: Ben. ―llamo haciendo que la atención de su primo se centrara en ella― Gracias por todo primo, por venir aquí, con la intención de que no se interrumpiera mis vacaciones. Cosa que sabemos, no paso como querías, pero.. aun así, gracias por cuidarme primo.

Ben: Cuando quieras prima, yo te cuido y tu me cuidas.

Ambos se abrazaron, sabiendo que no era del todo una despedida, pues en un año Gwen regresaría a Bellwood, pero aun así, seria extraño para ambos, es decir, pasaron un verano entero luchando juntos, y nuevamente se juntaron para salvar al mundo. Estar separados, podría decirse que es algo nuevo. Se separaron, Gwen le dio un beso en la cabeza a la pequeña Necrofriggian y se acerco a su abuelo, a quien igualmente abrazo.

La despedida ya había concluido, nadie tenia nada mas que decir, mas que nada porque era difícil. Ben sin mas se acerco a Helen y sujeto su mano, miro a Paradox y asintió dándole la señal de que podía proceder. 

Y ante la mirada de todos, fueron envueltos por el resplandor azul desapareciendo, dejando así Paris y todas sus aventuras ahí ocurridas.

En un parpadeo se encontraba en el la calle, con Helen aun sujetando su mano, observo a sus lados, su abuelo Max, su abuela Verdona, y los dos caminantes del tiempo se habían ido. Una pelota de color roja rodo hasta ellos, esta parecía pertenecerle a un niño que se encontraba con un pequeño grupo. El pequeño se acerco hasta ellos y se agacho para sujetar su pelota, sorprendiéndose y asustándose por ver a Helen.

Pudo notar la incomodidad de Helen cuando el pequeño se le quedo viendo, el y sus otros amigos, pero luego sonrió al ver su rostro de sorpresa cuando el pequeño tuvo una reacción completamente diferente. Y esta, no fue un grito de terror como se pensaría, fue uno de emoción, el pequeño parecía estar maravillado por ver una "criatura" como el las películas, al menos esas fueron sus palabras.

Cuando noto como los demás niños se acercaban, sujeto la mano de Helen, y le hizo una señal para avanzar, cosa que ella acepto y se despidió de los pequeños agitando su mano. Ambos caminaron hasta una casa, la casa de Ben, mas bien de sus padres, porque si, el lugar en el que Paradox los había dejado era su vecindario.

Ben: ¿Nerviosa?. ―le pregunto a Helen, una ves que ya estaban enfrente de la puerta.

Helen: Un poco.

Ben: No eres la única.

Helen: ¿Esta bien que me presente.. así?. ―pregunto mientras se señalaba de arriba a abajo― Podría colocarme de nuevo el camuflaje de mi forma humana.

Ben: Helen,.. me transforme en alien frente a ellos, me fui de la nada, y ahora regrese con una novia y una hija.. yo creo que tu apariencia es lo de menos. ―acomodo mejor a Eira en su brazo y acerco su otra mano a la puerta― Ademas.. quiero que ellos te conozcan, las conozcan, tal y como son.

Helen: De acuerdo.. ―se dio, sintiéndose mas tranquila por la confianza de Ben, el cual, le dio unos pequeños golpes a la puerta.

Esperaron un par de segundos, el sonido de la cerradura se escucho, y el pomo de la puerta comenzó a girarse, dejando asi que la puerta poco a poco comenzara a abrirse. Y ahi la vio, su cabello rubio, sus ojos verdes como los de el, y su expresión de sorpresa, que era para morirse de la risa. Su madre, Sandra Tennyson, se encontraba ahí parada inmóvil.

Ben: Hola mamá.. he vuelto.

■■■■

Se encontraba una pequeña familia de tres regresando de su pequeño paseo, tomados de sus manos llegaron a su casa. O eso creían, sus ojos se abrieron como platos cuando en lugar de encontrar su casa, ya algo deteriorada por el tiempo, se encontraron con una casa completamente remodelada, en si era la misma, pero parecía casi nueva, como si la acabaran de comprar.

El padre, notablemente confundido, reviso la dirección de la casa, y si efectivamente, era su casa. Se miro con su esposa, quien estaba igual o peor que el, ambos no sabían que hacer, si entrar o no, su decisión fue tomada cuando su pequeña hija se adentro con entusiasmo a la propiedad, a lo que sin opciones la siguieron. 

Si afuera era sorprendente, adentro lo era mas, los muebles, los objetos, todo estaba como nuevo, incluso habían mas cosas para la comodidad de la familia, un televisor de pantalla plana, sillones, eso era lo principal de la sala. Que fue lo primero que el padre reviso, mientras que la madre reviso la cocina, y todo ahí era lo mismo, microondas, cocina, y las demás cosas eran las mas nuevas.

Incluso, abrió el refrigero, y casi cae al suelo cuando lo vio completamente lleno, la alacena también, todo estaba repleto de víveres, de comida, como para un largo tiempo. 

Ambos padres ya aturdidos no sabían como reaccionar a esto, cuando de la nada escucharon el grito de su hija, a lo que corrieron asustados a su dirección. Abrieron la puerta de su cuarto, y ahí la encontraron de pie en medio de la habitación. 

La habitación de su hija, estaba repleta de juguetes, de juegos, de muchas cosas que un niño soñaría con tener. Ademas de muchos peluches sobre su cama. La niña emocionada recorrió todo su cuarto con la mirada, hasta centrarse en los peluches de su cama, de los cuales entre todos, uno llamo su atención.

Era un peluche parecido a una polilla, que parecía envuelto en una túnica con capucha, muy parecida a un poncho,, de color azul y ojos verdes, y que en su pecho se encontraba pegada una nota. La niña agarro la nota, y luego se la entrego a su madre la cual procedió a leerla.

"Nunca se olviden de que todo lo bueno le llega a las buenas personas, todo lo que vieron.. es mi regalo para ustedes. Para la pequeña, quiero decirte que no dejes de sonreír, no hay nada mas lindo en el mundo que la sonrisa pura e inocente de una niña. Eso es todo lo que pido como agradecimiento".

Su Ángel Azul.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro