La tarde en París se hacia presente, el sol se ocultaba en el horizonte y el cielo en un tono anaranjado lo acompañaba. Ben, caminaba tranquilamente por las calles de París, las cuales a pesar del horario seguían siendo muy transitadas. Poco a poco el cielo nocturno se fue haciendo presente y los faros de las calles se encendieron, decorando de forma muy bella la ciudad del amor.

Sintió algo moverse en el interior de su chaqueta, así que bajo un poco el cierre y de esta se asomo la cabeza de una pequeña Necrofriggian. Quien llena de energía se movía de forma inquieta en la vestimenta de su padre. Eira quería salir, pero aun habían muchas personas en la calle, y no se arriesgaría a que la vena, o peor aun, a que un loco trate de matarla por parecerse a un gran "Insecto".

― Se ve que No le agrada del todo estar ahí. ―aquello lo había dicho una chica, la cual era su compañía en esta caminata. Sus características mas resaltantes era su cabello corto de color azul, un piercing en su oreja izquierda y su vestimenta entre gótica y rockera.

Ben: Lo se.. pero no le hará daño prestarte su cambia formas que le hice. Después de todo a ti no te puedo meter en mi chaqueta. Por cierto, ¿Qué tal tu nueva apariencia?.

― Me gusta, de verdad.. aunque si Eira estuviera en su forma humana, prácticamente me podría hacer pasar por su madre.

Ben: ¿Y eso es malo?. ―pregunto en un tono burlón, a lo que la chica solo aparto la mirada, pero sin decir nada sujeto su mano.

― Ya veremos.. por cierto, ¿Cuánto falta?.

Ben: No mucho, el Canal Saint-Martin esta a una cuadra de aquí. Ahí nos reuniremos con los demás para comer los helados de Andre, es una buena forma de festejar nuestra victoria ante los Highbreeds.

― Oye, es verdad ¿Qué esos helados son "mágicos"?.

Ben: Es lo que dicen, pero vamos Helen, no menciones nada de que no lo son... la ultima ves no fue bonito.

Asi es, la chica que lo estaba acompañando, aquella chica de tan curioso aspecto, era Helen Wheels, la Kineceleran, la cual estaba usando un dispositivo que le otorgaba una apariencia humana. Muy hermosa si le preguntan a Ben.

Una ves llegaron al Canal de Saint-Martin, se encontraron con sus amigos sentandos con su respectiva pareja comiendo un helado, Gwen y Luka compartían uno grande al igual que Nino y Alya. Mientras que, Marinette y Adrien estaban haciendo fila para comprar uno. Ambos saludaron y siguieron de largo, subiendo las escaleras del puente y sin mas se formaron en la fila.

Marinette: Hola, es bueno ver que llegan. ―saludo a ambos con el clásico saludo francés, que era un beso en cada mejilla. Mientras que Adrien saludo con un apretón de manos― te ves bien Helen.

Helen: Gracias, aunque se siente un poco extraño.

Después de que pasara la pareja de enfrente, fue el turno de Marinette y Adrien. Andre emocionado con ellos comenzó su trabajo y con gran pasión armo el especial para la pareja. Sus sabores fueron exactos, cada uno representaba al otro, aunque esta ves fueron con temática de Chat noir y Ladybug, quizás una indirecta de lo que se dice "Ladybug y Chat noir están destinados a terminar juntos". Y finalmente fue su turno.

― A joven Ben, es bueno volver a verlo, y veo que esta ves viene en compañía. ―su mirada ahora se dirigió a Helen― Mucho gusto querida, soy Andre el heladero, y mis helados son tan mágicos para derretir los corazones de las personas. Quizás logre hacerlo con el tuyo.

Helen: Soy Helen, y si, me gustaría ver su magia señor Andre.

― Déjenmelo a mi. ―y el maestro de los helados procedió a tomar dos copas y una gran cuchara para comenzar con su labor― Para el joven Ben, Andre aun recuerda con anhelo tu primera combinación ¡zarzamora oscura como su cabello y arándanos azules como sus ojos!, pero al igual que hay variantes en el corazón, también lo hay en los helados. Así que déjame mostrarte que me dicen mis helados sobre eso.. veamos. ―dicho eso agarro el primer helado, sin ver, simplemente dejo que sus intuición lo guiara― ¡Para comenzar helado de nube, como el tono celeste que la caracteriza!, ¡helado de black cocout como su vestimenta!, y para finalizar, y como un toque aun mas especial, ¡helado de te verde para resaltar lo hermoso de sus ojos!. ―finalmente completo el helado y se lo entrego a Ben.

Y sonriente el castaño le mostró su postre a su compañera. Y Helen no podía hacer otra cosa que observarlo, sintiendo un leve ardor en sus mejillas, y es que el helado era una clara referencia a su forma de Kineceleran, lo cual era asombroso sabiendo que André jamás la vio de esa forma.

― Es un aspecto curioso, pero el corazón de André y sus helados, no se confunden.

Ben: Te tomare la palabra André. ―y sin mas le dio una probada a su helado.

― Y ahora es tu turno querida. Primero ¡comenzaremos un helado de coco, blanco como su vestimenta!. ―dijo y procedió a poner la primera bola de helado en la copa― luego le seguirá un ¡delicioso helado de chocolate como su cabello!, después ¡menta como sus ojos!. ―coloco las dos ultimas bolas de helado― y para finalizar, un pequeño objeto que siento que no puede faltar, algo que le dará este toque... especial ¡ya se!. ―de una de las bandejas de su carrito saco lo ultimo― ¡una vaya de mora azul!. ―y con eso termino su obra la cual le entrego en sus manos a Helen.

Helen, miraba el helado con el cariño reflejado en su ojos. Aquel postre, no podía ser confundido con nada, incluso la vaya de mora azul tenia un significado, que solo ellos sabían, claro. Ben pago ambos helados, y tras despedirse de André ambos se encaminaron hacia sus amigos, quienes estaban sentados en el borde del canal.

Se sentaron a un lado de Marinette y Adrien, y comenzaron a degustar su helado con tranquilidad. Aunque Ben, mirando hacia los lados para asegurarse de que nadie lo viera, abrió un poco el cierre de su chaqueta del cual se asomo la cabeza de Eira, y le dio un poco de helado. a lo que Felizmente la pequeña comenzó a comer.

Nino: Es increíble, ¿no?. Parece casi falso, que ayer estábamos en una lucha contra extraterrestres, y ahora estemos comiendo un delicioso helado de lo mas tranquilo.

Marinette: Así es, parece así irreal. Casi me da miedo el cerrar los ojos, y cuando los abra, me encuentre de nuevo en el campo de batalla rodeada de DNAliens y Highbreeds.

Adrien: O ver el cielo, y en lugar verlo tan claro con el sol o la luna decorándolo, sea cubierto por muchas naves enemigas.

Gwen: Es normal que estén asustados, aunque Ben y yo ya hemos pasado por algo similar antes, aun no podemos acostumbrarnos. Pero.. ya se acabo, y creo que ahora todos podemos concentrarnos en nuestras cosas, quiero disfrutar lo que me quede en Paris. ―dijo apoyando su cabeza en el hombro de Luka.

Alya: Es cierto, ahora podemos regresar a nuestras vidas cotidianas, aunque esta experiencia nos dejo mucho en que pensar. Yo creo que comenzare a averiguar para estudiar periodismo, no se sabe si en cualquier momento.. algo similar ocurra.

Ben: Ojala nadie te escuche. ―viendo que ya no había gente al rededor, Ben dejo salir a Eira de su chaqueta quien solo estaba concentrada en el helado.

Eso era lo mejor. Pasar el rato entre ellos, disfrutando de una tranquilidad que veían muy lejana, y que obviamente todos merecen; Un poco más tarde, cuando el sol se estaba ocultando, Marinette y Adrien entraban a la panadería de los padres de esta, como es de costumbre el delicioso olor de los pasteles y del horneado inundando a los dos jóvenes. Cerrando la puerta detrás de ellos se fueron directamente hacia la cocina, en donde, como mayormente sucede, se tomaron con Tom Dupain amasando, y a su esposa Sabine sacando una bandeja de deliciosos panes recién hechos.

Marinete, contemplo la escena de sus padres haciendo lo que mas le apasionaba con ternura, verlos así de contentos, sabiendo que ellos estaban a salvo, era todo lo que necesitaba. Apoyo su cabeza en el hombro de Adrien, y simplemente se relajo. Ahora todo esta bien, ellos.. estaban bien. Adrien no dijo nada, pero tenia los mismos pensamientos que su novia. Y es que para ambos adolescentes, era gratificante, el saber que a partir de ahora las cosas serian diferentes.

Sabine tras percatarse de que ellos estaban ahí dejo la bandeja con panes sobre una de las mesas y se acerco para recibirlos, con un abrazo y un beso en la mejilla la mujer los invito a comer algo de lo recién preparado, y el único que acepto fue Adrien, pues Marinette se sentía llena después de estar toda la tarde comiendo helado.

Marinette: ¿Necesitan ayuda con algo?. ―no se sentía cansada, y ademas nunca estaba de mas poder pasar tiempo de calidad con sus padres. 

Sabine: ¿Segura?, ¿no prefieren descansar?. ―Marinette simplemente negó, con una sonrisa asomándose en sus labios la de coleta le señalo un lugar a su madre. Y cuando vio de que se trataba, ella también sonrió.

Tom: Y recuerda Adrien, si amasamos durante demasiado tiempo, la masa se oxida en exceso y podría causar que la malla de gluten pierda fuerza y se degrade y Pierda elasticidad. Lo mejor para poder tener una masa de pan perfecta, es amasarla suave, lento, imagínate que la masa es algo que amas, si te excedes, podrías dañarla.  ―Adrien solo asintió, con los ojos brillando de emoción por conocer los "secretos" de un panadero.

Adrien: Suave.. lento. y con cariño.  ―el rubio, con sus mangas ya arremangadas, comenzó a trabajar en su propia masa, siendo supervisado por Tom. Ambos siendo observados por ambas mujeres que disfrutaban el ver trabajar a sus hombres.

Ship se materializo, del teléfono de Marinette, y se transformo en un rollo para amasar, siguiendo las mismas indicaciones que Adrien de Tom. Marinette negó divertida por la escena, y viendo que su pequeño, y su novio se divertían, ¿Por qué no hacer lo mismo?. Se quito su chaqueta, y se encamino hacia la mesa, con aire de superioridad agarro una masa y comenzó a trabajar, ante la mirada sorpresiva del rubio, quien obviamente entendió la indirecta.

Marinette: Te tomara tiempo tener mi nivel "cariño".  ―con su dedo agarro un poco de harina de la mesa y toco la punta de la nariz del rubio ― Lo mismo contigo pequeño Ship.

Adrien: ¿Con que esas tenemos?. 

 ― ¡¡Ship!!.

Los tres quedaron en silencio, observándose de forma retadora. Y comenzaron, la competencia de quien amasaba mejor daba inicio. Obviamente Marinette llevaba la delantera por ser quien tenia mas experiencia en el tema de la panadería, lo cual llevo a Adrien y a Ship a tomar medidas drásticas. El alien se transformo en una pequeña catapulta, y Adrien junto un poco de harina en sus manos y se coloco. Ya se imaginaran el resto, Ship disparo su catapulta y la harina se estrello con el rostro de Marinette cegándola, lo cual obviamente impidió que siguiera masando.

Marinette: ¡¡Tramposos tenían que ser!!.  ―se quejo frotándose los ojos queriendo despejar la harina ― ¡¡Adrien eres una mala influencia para Ship!!:

Adrien: ¡¡Ese es mi chico!!.  ―choco su palma con Ship, en forma de mano, y continuo trabajando, pero Marinette no tardo en limpiarse para continuar.

Sabine y Tom, simplemente quedaron de espectadores ante la competencia que se había creado. Se miraron, confundidos, alzaron sus hombros en señal de rendición, ¿y porque no?, se unieron, Tom fue a darles animo a Marinette, era su niña después de todo, y Sabine que la balanza no estuviera tan desigual, animo a Adrien y Ship, dándoles algunos consejos también.

Tikki: Al menos.. se divierten. ―comento la pequeña kwami sentada sobre un frasco, comiendo una galleta. Y a su lado, estaba Plagg, devorando su tan preciado queso, lo lanzo al aire y de un mordisco el queso había desaparecido, y luego le siguió un enorme eructo― Eres un cerdo..

Plagg: ¿Cerdo?, no esa es Daizzi, yo soy un tierno y hambriento gato. ¿No lo crees?, terroncito.

Tikki: Deja de llamarme asi, ¿acaso quieres que te diga "apestosin"?.

Plagg: Suena ¡increíble!. ―la kwami de la creación simplemente rodo los ojos por el comportamiento de su compañero. Ahora, entendía a Marinette cuando era Ladybug.

Y esa fue otra noche de la familia Dupain-Cheng; Mientras tanto, para los demás integrantes de esta "pandilla", la noche no fue muy diferente, Nino  y Alya igualmente estaban juntos, una noche de parejas, aunque el Moreno en ese momento estaba sufriendo un ataque por parte de las hermanas de Alya, Ella y Etta, quienes muy emocionadas querían jugar. Y claro, el moreno no podía negarse ante la insistencia de las niñas.

Alya: Las consientes muchos. ―dejo un tazón de palomitas sobre la mesa de centro, se agacho frente a Nino, quien estaba acostado en el suelo con las niñas sentadas en su espalda. Agarro su gorra roja, la acomodo y le dio un beso en la frente.

Nino: Gracias Nena.

Los nervios carcomían a Gwen quien observaba el barco frente a ella como la mayor amenaza que ha enfrentado. Si no fuera porque su novio, Luka, la sujetaba de la mano, ya hace tiempo que habría hecho un portal para irse. Puede que este exagerando, pero todo este tiempo a tenido que lidiar con problemas espaciales, con extraterrestres que quieren dañar a su familia o a ella, no estaba acostumbrada a los problemas de una adolescente normal.

Pero ahí esta, en la situación que toda persona debe afrontar al menos una ves en su vida, conocer a su suegra. Si, aquello que tanto preocupaba a la mitad anodita era conocer a la madre y hermana de Luka.

Luka: Vamos, no es para tanto, mi mamá no es la típica mujer seria que te juzgara con la mirada o te pedirá que te alejes. Y Juleka, bueno, si le dices que puedes hacer magia y que tienes un libro de hechizos, te convertirás en su idola.

Gwen: Eso no me tranquiliza del todo.. ―Luka solo rio y le dio un beso en la mejilla. Sujetando fuerte sus manos, mas Gwen, ambos avanzaron hacia el barco.

Cruzaron el pequeño tablón que funcionaba como puente hacia la proa, en la cual se encontraba Juleka, sentada en una de las sillas de playa escribiendo en un cuaderno de color purpura. Ella al verlos llegar, cerro su cuaderno, lo dejo a un lado sobre una mesita, se puso de pie y se acerco a ellos, extendió su mano hacia Gwen para poder presentarse, aunque pudo notar como ella estaba un poco nerviosa.

― Tranquila, no pienso morderte, no me molesta que salgas con.. el. ―señalo a Luka de forma perezosa, a lo que este solo levanto una ceja confundido y quizás un poco ofendido― Solo te diré, que eres una chica valiente.

Luka: De acuerdo, ¿Qué quieres decir con eso?. ―Juleka en respuesta solo alzo sus hombros de forma desinteresada. Gwen, sintiendo como sus nervios se desvanecían, no pudo evitar reír por la relacion de ambos hermanos, en cierta forma la recordaban a Ben y Ella.

Al verla reír ambos hermanos detuvieron su pequeña discusión, y simplemente la imitaron. Ahora estaba mas tranquila, estrecho la mano de Juleka. Y claro, para entrar un poco mas de confianza comenzaron a hablar de cualquier cosa, y cuando una cosa llego a la otra terminaron hablando de sus poderes. Al parecer, Juleka ya estaba informada de su situación de Anodita y hechicera, lo que causo que Luka se ganara una mirada seria por parte de Gwen.

La excusa del modelo fue simplemente que no le gustaban los secretos, y que tenia que ser sincero con su familia. Pero obviamente se disculpo por hablar de tema sin su consentimiento. Gwen le dio un beso en la mejilla, no queriendo tomar en serio eso, confiaba en Luka, y si su familia podía guardar el secreto, era perfecto, ademas, viéndose de otra forma, no tenia que fingir en tratar de ocultar todo de ella.

Juleka: ¿Me prestarías tu libro de hechizos?. ―Luka palideció por la petición de su hermana, la conocía bastante bien para saber que un poder así.. no terminaría bien en la manos de Juleka.

Gwen: Podría enseñarte algunos si quieres. ―y para este momento Luka ya le estaba rezando a todas deidades que conocía, es decir de cualquier mitología que se acordaba.

La risa de una mujer capto la atención de todos, esta provenía de la sala de control del barco, de la cual salió la madre de Luka y Juleka, Anarka Couffaine. Anarka bajaba tranquilamente de la sala de control, silbando una de las típicas melodías de piratas, cuando de repente detuvo sus pasos, y todo por ver a una "intrusa" abordando su navío.
Se acerco de forma curiosa, manteniendo un rostro serio para tratar de molestar o intimidar a la desconocida, cosa que parecía dar resultado. Cruzada de brazos se planto frente a Gwen, manteniendo su mirada fija en la de ella.

Luka: Hola mamá, me gustaría presentarte a alguien. ―Sujeto de nuevo la mano de Gwen, y despacio la acerco a el.

Gwen: Ho.. hola señora Couffaine, soy Gwendolyn, o Gwen, como guste.. y soy la.. la.. 

Luka: Mi novia. ―termino la frase al ver como Gwen dudaba. Anarka guardo silencio, y aun de brazos cruzados no quito la mirada de Gwen. Quien, para ese punto, no sabia que mas decir. Fue un alivio cuando la expresión seria de la mujer fue sustituida por una mas relajada.

Anarka: Por los siete mares, al parecer Luka a encontrado a la navegante que maneje el barco de su corazón. ―emocionada paso su brazo por los hombros de Gwen. Para sorpresa de esta― No tengo mucho que decir chica, solo cuida de mi hijo. Ahora, ¿Qué tal si me cuentas un poco de ti y de como se conocieron?.

Gwen: Bueno.. todo comenzó en un "día de nieve". ―mentiría si dijera que no estaba un poco descolocada por el repentino cambio de humor por parte de la mujer, pero mas increíble no podía ser la situación, se había salvado de una buena.

Ben y Helen recorrían las calles de la ciudad del amor. Disfrutando de la compañía del otro y del casi cómodo silencio. Casi, más que nada porque la pequeña Eira chillaba contenta por no estar oculta, y estar en los brazos de Helen, ya que para ese momento no había nadie en las calles, cosa que también aprovecho Helen para regresar a su forma "normal".

Su caminata se detuvo una ves llegaron al "puente de las artes", mas que nada porque Helen sintió curiosidad por ver tantos candados puestos en la reja del mismo. Ben le explico que los amantes colocaban candados cerrados, y luego arrojaban la llave como símbolo de su amor y su unión, al menos eso era lo que recordaba de lo que le explico Gwen, no le había prestado mucha atención en ese momento. Helen, se apoyo en barandal donde sentó a Eira, quien con curiosidad centro su atención en el agua, extendiendo sus manitas como si quiera ir.

Cuando Ben estaba por acercarse a ella un resplandor se hizo presente. Y de este, como es de costumbre, apareció Paradox en compañía de Bunnyx, sin avisar, obviamente.

Paradox: Mis disculpas por tal abrupta entrada en un momento intimo, joven Benjamin, pero creí que te gustaría informarte.

Bunnyx: Trate de decirle que podría ser mas tarde, después de todo tiene todo el tiempo del mundo, pero no escucho. ―ya ni se molestaba, conocía la forma de ser de su mentor. Ademas, el nunca haces las cosas porque si, todo tenia un significado.

Ben: Esta bien Bunnyx, ya me estoy acostumbrado a eso. ¿Entonces profesor?... 

Paradox: Si, ya cumplí con tu petición. Gabriel Agreste se encuentra en Galvan prime junto con la capsula de su esposa. Azmuth, personalmente se encargara del cuidado de Emilie, y conociéndolo, no tardara mucho en que ella logre despertar.

Ben: Es raro que Azmuth se meta en una situación así.

Paradox: Créeme cuando te digo.. que Azmuth sabe el dolor de perder a una esposa. 

Ben: ¿Hay probabilidades de que falle?, es decir.. porque si no con Alien X podría intentarlo..

Paradox: Tranquilo Benjamin, la tecnología Galvan esta años luz mas avanzada que la de la tierra. Confía en lo que dice un caminante del tiempo. ―Ben simplemente asintió, mas calmado, entendía la indirecta del viajero― Por cierto, Azmuth me pidió que te dijera, que cuides de su Omnitrix, y que no lo andes utilizando como si de un juguete se tratara.

Bunnyx: Bueno, si eso es todo será mejor que nos vayamos.. no es que quisiéramos interrumpir mas de lo necesario.. ¿verdad?. ―Dicho eso le dio una mirada de enojo a Paradox quien entendió la indirecta y saco su reloj de bolsillo. Mientras Ben miro al lugar en el cual miraba Bunnyx y se dio cuenta de que Helen estaba de espaldas jugando con Eira, completamente ajena a la conversación― Tranquilo, deje un pequeño objeto en tu bolsillo que te ayudara.. ―le dijo tras ver la expresión preocupada en su rostro.

Ben confundido llevo su mano a uno de los bolsillos de su chaqueta, y era verdad, ahí se encontraba un pequeño objeto que lo hizo sorprenderse, y avergonzar un poco, lo cual se noto cuando un pequeño tinte rojizo apareció en sus mejillas. 

Paradox: Vendré mañana para llevarte a Bellwood, hasta entonces.. yo te diría que aproveches esta noche. ―sonrió el caminante de tiempo cuando el brillo los ilumino, y lo ultimo que Ben vio fue a Bunnyx guiñándole un ojo.

Una ves que se fueron, se acerco a paso lento colocándose a un lado de Helen. Apoyo sus brazos en barandal, su vista estaba fija el agua, sintiéndose un poco incomodo por el silencio, y por ignorarla, la volteo a ver. Se quedo contemplándola, ella sonreía feliz, moviendo una de sus garras de la cual Eira estaba sujetada tratando de llevársela a su boca.
No pudo disimular la sonrisa que se formo en sus labios por la escena, y es que, podría ser fácilmente confundida con una de una madre y su hija, no se escuchaba mal la verdad, pero no era algo que el pudiera decidir, es decir, ya terminaron la batalla de los mundos, y aun no han tocado ese tema.

Helen: ¿Paso algo?. ―pregunto la Kineceleran al ver que este tenia su mirada perdida. Por su pregunta salió de la pequeña nube en la que se encontraba.

Ben: Si, yo solo.. lo siento, no era mi intención ignorarte. 

Helen: Esta bien, se ve que era importante.

Ben: Si, Gabriel a estado esperando una oportunidad asi desde hace mucho tiempo, y bueno.. digamos que cuando lo reclute para ayudar en la batalla.. lo chantajee un poco. ―ella solo negó riendo, estaba claro que eso es algo de Ben.

Helen: Cambiando de tema, ¿regresaras a Bellwood?.

Ben: Si, ya no tengo nada que hacer aquí. La razón principal de mi estadía era para evitar que Gwen se involucrara con los Highbreed, al final paso lo contrario. Pero ahora la invasión termino, y es momento de que Ben 10.. regrese a ser solo Ben Tennyson. Al menos hasta que se necesite un héroe de nuevo. ¿Y tu?, Helen, ¿Qué harás?.

Helen: No lo se, Pearce y Manny regresaron al proyector para poder continuar ayudando a los alienígenas ahí encerrados.. pero yo, no lo se. Me gustaría quedarme aquí, al menos por un tiempo, y unirme a los plomeros oficialmente, Max dijo que podía ayudarme con eso.

Ben: Oh genial.. genial..

Helen: Si..

Y nuevamente el silencio reino. Eira, extendió sus alas que la cubrían y voló hacia Ben, esta ves la pequeña quería un poco de cariño de su padre, así que descendió lentamente sobre su cabeza, y se acurruco, usando su cabello como si fuera una especia de cama. Ben no se lo negó, y levanto su mano para acariciarla, mientras pensaba en lo incomodo que era esto, había un tema que tocar, y ambos lo sabían, entonces.. ¿por que le daban tantas vueltas?. 

No se había sentido tan nervioso y asustado incluso desde que se enfrento a Zombozo y Fantasmatico. ¿Era esto lo que se sentía estar con la persona que te gusta y no poder decir nada?, y el que se reía de Marinette, y si, no negaba le gustaba Helen.

Ben: Helen. ―ella solo apto por voltear a verlo a los ojos― Cuando estábamos en la guerra.. dijiste que luego de que todo acabara.. me darías una respuesta. No es que quiera presionarte, o hacerme ver ansioso, lo cual estoy. La batalla termino.. y ahora, estamos tu y yo... quiero saber.. ¿me merezco finalmente la respuesta?. ―pregunto nervioso, cosa que Eira pareció notar, a lo que bajo de la cabeza de Ben a su hombro, frotando su mejilla con la suya.

Helen: Esperaba que uno de los dos lo mencionara.. ―rio un poco nerviosa, sintiendo como su cara comenzaba a arder un poco. Tomo aire, tratando de no pensar mucho en eso y evitar los nervios que comenzaban a aparecer― Creo que la respuesta es mas que obvia, no lo hice por agradecimiento, no lo hice por el calor del momento, lo hice.. porque me gustas. Y solo antes de que te fueras logre reunir el valor suficiente para "arriesgarme".

Ben: Entonces.. eso significa.. ¿Qué me darías una oportunidad?, ¿de intentarlo?. 

Helen: ¿Es necesario la pregunta?, creo que por todo lo que pasamos.. se me haría difícil dejarte ir, Ben Tennyson.. mas bien, dejarlos ir. ―aquello también fue dirijo a la pequeña Necrofriggian― La pregunta es, ¿ustedes me aceptan?.

Ben: Yo no tengo motivos para negarme, ¿tu que dices?. ―Eira, quien no entendía, nada obviamente, simplemente chillo y extendió sus alas para revolotear al rededor de ambos― Parece que ella tampoco tiene problema. Entonces Helen, con la aprobación de Eira..  ¿Serias mi novia?. ―soltó finalmente la pregunta que tanto tiempo espero.

Helen: Si a ti no te molesta estar con una alienígenas mayor que tu.. entonces si.

Ben: ¿Acaso no sabes quien es mi abuelo?. ―y por el comentario ambos rieron.

Helen: Es curioso, que de todos los lugares nos hayamos confesado aquí, en este puente. Donde miles de parejas sellaron su amor y unión con el candado.

Ben: ¿Y porque ser la excepción?. ―confundida, Helen se sorprendió cuando Ben saco de su bolsillo un candado, cuyo cuerpo estaba pintado de un verde metálico, y su aro de negro. Al igual que una llave azul, en cuyo extremo tenia gravado el símbolo del omnitrix― Un regalo de Bunnyx.

Helen enternecida sujeto el candando en sus manos, y sin mas precedió a colocarlo en unas de las rejas, un pequeño hueco en el centro de todos los candados. Y de entre todos los candados, algunos desgastados, otros oxidados, destacaba el suyo, tan brillante y ello de vida. Una ves colocado, Ben lanzo la llave lo mas lejos que pudo, cayendo esta en el agua.

Para este punto, ¿por que no arriesgarse?, Ben se acero a Helen, y con suavidad coloco sus manos en sus caderas, y ella envolvió sus brazos al rededor de su cuello. Se miraron a los ojos, ambas esmeraldas verdes se cruzaron, y después de tanto tiempo, por fin pudieron hacer lo que tanto deseaban del otro. Finalmente, se hundieron en un beso, sellando por completo la muestra de su cariño, y de todos los hechos ocurridos. Solo que esta ves, Ben no estaba desprevenido, lo que pudo hacer que disfrutara mas.

Y Eira que revoloteaba a su al rededor, no entendía lo que hicieron, pero al ver que Helen besaba a Ben, intento hacerlo ella también, así que cuando se separaron la pequeña trato de besar a su padre. Y Ben simplemente le dio un beso en la mejilla, al igual que Helen, cosa que pareció alegrarla.

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