Capítulo 8
>Adrien<
Me encontraba en el patio cívico junto a Nino, Alya y el chico que había llegado hoy.
— ¿Que los hizo venir a Francia? - le pregunto Nino
— Ammm he yo. Nos trajeron (?)
— Que clase de respuesta es esa - expreso Alya riéndose — Igual no tienes por qué decirnos si es algo personal, se entiende.
— Gracias - exclamó aliviado el chico y justo llegó Marinette.
— ¿Donde estabas amiga? - Expreso Alya acercándose a la recién llegada.
— Oye amigo, porque parece ser que no te llevas bien con tu hermano
— ¡Nino! - Exclamamos todos al unisono
— No, descuiden. - Expreso el chico calmando el ambiente — Supongo que es un tema complicado. Aunque si pudiera decir algo en especifico seria que nos distanciamos desde que el 老人 falleció.
— ¡¿El que?! - cuestiono Nino
— ¿El viejo? - Exprese antes de que él explicara
— ¿Si?... ¿Acaso sabes japones? - me pregunto asombrado — Que vergüenza*
— No te preocupes, no pasa nada.*
>Marinette<
Algo confundida decidí intervenir en la conversación, en la que todos estábamos mas que confundidos.
— Entonces cuando murió ¿Tu abuelo? ¿Ustedes se distanciaron?
— Podría decirse, aunque no lo culpo, yo tuve la culpa.
Lo vi ponerse algo retraído por aquella respuesta decidí cambiar de tema.
— ¿Entonces cuantos años tienes?
— 15 años
— Eres mas grande que la mayoría de nosotros.
— ¿A que te refieres?
— La mayoría de este curso tiene 14 años. - Exclamo Alya
— ¿Acaso reprobaste?
— Enserio no sabes cuando no debes preguntar, Nino - Expreso Alya con un semblante apenado
— No reprobé ningún año, pero era algo malo en la escuela.
— ¿Era?* - cuestiono Adrien pero no comprendí su susurro.
— Si, siempre fui muy malo con memorizar las cosas, prefiero el trabajo de campo, adquirir experiencia, cosas de ese estilo.
— Y porque estas en la escuela
— Porque me lo pidieron de esa forma
— ¿Se puede saber quien?*
>Rin<
En ese momento me asuste de sobremanera al notar que mi hermano se encontraba detrás mio.
— Yukio... ay que bueno que estas aquí*
— Quisiera decir lo mismo, habla ¿Quien te envió?*
— Nosotros nos retiramos. - Expreso Adrien pero lo detuvo mi hermano
— No, discúlpenos. Nosotros nos iremos. - Expreso hacia los demás — Sígueme*
— Hai - Dije algo agobiado siguiéndole el paso hasta llegar a la biblioteca.
— Habla, quien te dejo venir a la escuela
— Fue Nephisto.
— ¿Por qué no me sorprende? - Expreso molesto sosteniendo el arco de su nariz con molestia. — ¿Al menos Shura sabe que estas aquí?
— No, no lo sabe. Todo fue muy repentino y ella no se encontraba en su oficina cuando la pase a buscar.
— Espera. ¿cómo que no estaba?
— Así como lo oyes, la han de haber movilizado o convocado. Que se yo. simplemente no se encontraba.
— Realmente no sabes nada, cierto.
— En serio. Ya me puedo ir, Okumura-sensei* - Exprese con algo de fastidio en mi voz.
— Aun no te salvaras de esta. Se lo comentare a Shura después de clases
— No te preocupes, eso planeaba hacerlo yo.
Exprese cerrando la puerta de golpe y corriendo de ahí esperando que no me siguiera.
>Marinette<
Permanecí con mis amigos sentados en una de las bancas cuando vi salir corriendo a Rin hacia el salón de clases justo cuando la campana se hizo escuchar.
Las clases pasaron con normalidad hasta el final del día y me apresure a salir de la escuela al terminar.
— ¿A donde vas? - Exclamo Alya en la puerta apenas alcanzándome.
— Ay lo que pasa es que hoy prometí ayudar a mis padres con una nueva receta.
— Esta bien amiga, pero después me ayudas a ver como vestirme para mi cita con Nino.
— Si amiga, sin falta.
Exprese corriendo de ahí. Y es que hoy era mi turno de patrullar la ciudad y realmente quiero terminar pronto, de noche aquellas bolitas negras aumentan a un ritmo alarmante.
Me balanceaba por las calles de París como de costumbre y al pasar una calle ví por el rabillo del ojo una gran cantidad de humo negro.
Regrese algo preocupada a observar el callejón y note que ya no había nada. Fue extraño pero sentí que alguien me observaba. Después de que aquella sensación se esfumó decidí irme de aquel sitio, llegando por último a la torre Eiffel.
— Ay, estoy cansada - musite sentada en lo más alto de la torre mientras observaba el atardecer.
— Yo igual estoy cansado de esperar, ¿sabes?
En aquel instante me asusté y al quererme poner de pie resbale por lo que caí de la estructura.
— Eres demasiado asustadiza - musito el chico sosteniendo me de la mano.
— ¡¿Yukio?! - exprese algo sorprendida y él me subió de nuevo a la torre.
— ¿Estás bien?
— Emm. Si, pero ¿Cómo supiste que estaría aquí?
— Solo busque Ladybug en internet y encontré cierto blog con tu itinerario. Eso es un poco peligroso pero al menos pude localizarte, ya que parecía que huías de la escuela.
— ¡¿Qué?! No! - empecé a tartamudear — Solo que me tocaba hacer patrullaje. Ya sabes cosas de superhéroes
— La verdad yo no sé mucho de eso pero entiendo tus razones. Por ese motivo vine a buscarte.
— Emmm si, está bien... Te parece si te veo al pie de la torre. Necesito des-trasformarme.
El asintió y me balancee hacia atrás ocupando el yoyo como apoyo para balancearme.
>Yukio<
Observé como aquella chica se balanceo hacia fuera de la estructura con cierta delicadeza y dominio que me asombro.
Me dirigí hacia el elevador que estaba justo detrás mío y descendí de la torre. Al llegar ya pude ver qué la chica, con su ropa de civil, se encontraba esperando.
— Andando, sígueme.
>Marinette<
— ¡Espera! - dije haciéndole detener — ¿Era verdad eso sobre los demonios?
—Tu eres una heroína, también tengo mis preguntas, pero ahora no es momento. - dijo él sin más — Solo sígueme. Tengo que llevarte con cierta persona.
— Esta bien - exclame caminando a un lado suyo hacia una estación subterránea — ¿Que hacemos aquí?
Pregunte pero este simplemente no contesto y empezó a voltear a ambos lados al estar frente a una puerta de servicio.
— No te asustes, ¿Ok?
— Esta bien - exclame algo nerviosa y vi como saco unas llaves y coloco una de ellas en la puerta haciendo un *Clic* con ella. Observe como todo el sitio se encontraba vacío y él tomo de mi mano para atravesar la puerta.
Realmente todo lo que estaba en ese lugar tenia una apariencia antigua y religiosa de alguna manera, todo lo contrario a lo que esperaba.
— Sígueme
— ¡Si! - exprese mirándole avanzar rápidamente por el pasillo con piedras.
La curiosidad era tal que me acerque a la orilla y note que era un puente al igual que los demás se encontraban iluminados por farolas de un color amarillo/naranjoso... cuando regrese la vista a donde estábamos caminando había perdido al chico de vista
— ¿Por que eres así Marinette? - Exprese decaída, claramente perdida
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Hola qué tal. Hace mucho que no escribía bastante en Watpad jeje. Ya lo extrañaba.
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