Alex...

Esas voces... eran extrañas, no parecían humanas.

—¡Alex!

—¿Por qué no despierta?

—¡Esa energía negra la mató! ¡Estamos perdidos!

—¡Alex! ¡Despierta!

La chica se sentía extraña. Su cuerpo... se sentía extraño. Diferente. Lentamente abrió los ojos. Al principio vio borroso, pero enseguida su vista se normalizó y vio ante ella a Tikki y a su alrededor al resto de los kwamis.

—¡Alex! —exclamó emocionada la kwami de la creación

—Me alegro que la guardiana haya vuelto en sí —dijo Sass

—¡Yo diría que está mejor que nunca! —opinó feliz Mullo

—Claro, porque ahora es un ratón

—¡Xuppu! —regañaron los kwamis mirando molestos al pequeño mono

¿Ratón? ¿De qué hablaban? Alex se incorporó, quedándose sentada. Observó a los kwamis y vio que estos eran ¿más grandes?

—Oigan ¿qué rayos pasó? —preguntó la latina—. ¿Por qué están más grandes?

—Uh... —Tikki miró a sus amigos, algunos volteaban la mirada y otros la alentaban a hablar. La kwami de la creación miró a su portadora con preocupación—. Nosotros no nos hicimos grandes. Tú... te encogiste

—¿Encogerme?

—Lo acabo de decir —dijo Xuppu—. Te convertiste en ratón

—¡Xuppu!

—¿Qué?

Stompp y Roaar volaron al tocador de Alex, tomaron un espejo de mano y se lo dejaron en el escritorio donde ella se encontraba, y que la latina apenas se percató dónde estaba parada. Stompp y Roaar pusieron el espejo ante la guardiana para que se viera y Alex se sobresaltó al ver su reflejo: Efectivamente ahora era un ratón, o mejor dicho ratona, antropomórfica.

Tenía pelaje pardo y nariz café. Todavía conservaba su cabello castaño oscuro un poco arriba de los hombros y algo alborotado, y conservaba sus lentes. Llevó sus manos hacia donde se suponía debían estar sus orejas, pero no sintió nada. Vio las orejas de ratón y lentamente acercó sus manos a estas y las sintió, al hacerlo —y debido al susto— casi tiraba sus lentes.

Sintió extrañas sus manos, las vio y se sorprendió al descubrir que ahora solo tenía cuatro dedos en lugar de cinco. Los dedos meñiques desaparecieron. Retrocedió un poco para verse mejor, pero pisó algo —a la vez que le dolía— y cayó de sentón, al hacerlo aterrizó en algo haciendo que se pusiera de rodillas en seguida. Llevó sus manos a su trasero y sintió algo en este, lo tomó y vio lo que era: una cola de ratón.

Se puso de pie y se acercó al espejo de mano para verse de nuevo. Aún no podía creer que ahora era una ratona, era una locura. Dejando de lado su apariencia ratonil, observó su atuendo, el cual cambió también adaptándose a la época victoriana: Usaba un vestido morado, sin escote y de mangas largas, con detalles en lila en el cuello, muñecas, cintura y bordes de la falda, la cual era larga cubriéndole los pies. Alex agradecía que la falda no fuera pomposa, así podría moverse con libertad. Levantó la falda para ver sus pies, ahora usaba unos sencillos zapatos de tacón morados de cinco centímetros.

Soltó la falda y se vio de pies a cabeza. Pareciera como si estuviera en una película animada; Un cuento americano, Bernardo y Bianca (Los Rescatadores), La ratoncita valiente o... Ante esa última idea comenzó a hacer una rara expresión en su rostro. Tenía sentido: ratones, época victoriana.

Los kwamis observaron preocupados a la guardiana. No sabían cómo interpretar la extraña expresión que se formó en su rostro. Tikki se acercó con cautela a su portadora, todos estaban tan concentrados en la joven ratona que no se percataron de las pisadas que se acercaban a la habitación.

—¿Alex? —llamó con cautela la pequeña kwami de la creación.

Cuando Tikki tocó el hombro de su portadora varias cosas pasaron a la vez: Alex gritó, los kwamis se alejaron asustados de la guardiana y la puerta del ático se abrió de golpe.

—¡Alex!

Los kwamis voltearon hacia el origen de la nueva voz asustados de haber sido descubiertos, pero se tranquilizaron enseguida al ver quién era.

—¡Que alivio! Solo es mi portadora, Lily —informó Trixx—. Y me alegra ver que ella sigue igual.

La pelirroja, también con atuendo de la época victoriana, entró a la habitación y vio a los kwamis flotando cerca del escritorio de su prima, a la vez de escuchar ¿gritos de emoción?

—Trixx ¿qué sucede? ¿Dónde está Alex?

—Pues...

El kwami de la ilusión señaló el escritorio, a lo que el resto se hizo a un lado para dejar ver a la humana. Lily se acercó y se detuvo en seco ante lo que veía: una ratoncita con un vestido morado abrazaba a Tikki a la vez que gritaba con mucha alegría.

—No puede ser... ¿Alex?

La ratoncita levantó la mirada topándose con los enormes ojos verdes de su prima.

—¡Lily! —exclamó Alex, por fin soltando a la pobre kwami, que terminó mareada por la explosión de felicidad de su portadora—. Tú no cambiaste

—¡Pero tú sí! —obvió Lily. Se sentó en la silla y miró preocupada a su prima—. Esto es malo. No solo Londres volvió a la época victoriana ¡sino que algunas personas, como tú, fueron transformadas en ratones! ¿Qué clase de akuma creó Papillombre está vez?

—The Great Mouse Detective

—¿Qué dijiste?

—The Great Mouse Detective

—Alex, ahora no es el momento de...

—¡El akuma está inspirado en la película The Great Mouse Detective!

—Espera ¿qué?

—¡Estoy cien por ciento segura que eso debe ser!

—¿Cómo puedes estarlo? Esa película apenas se estrenó esta semana

—Pues...

—¡Es su favorita! —contestó emocionado Mullo—. ¡En su época, la guardiana la ha visto muchas veces y es por eso que está totalmente segura de lo que dice!

Lily miró a Alex con una ceja arqueada a la vez que la ratoncita miraba con una sonrisa nerviosa a la humana.

—Te la sabes al derecho y al revés... ¿y aun así querías convencernos a Sev y a mí de ir a gastar tontamente en los boletos?

—¡Ay, por favor! Si por accidente viajaras al pasado y tuvieras la oportunidad de ver en su estreno Grease también te emocionarías y querrías ir a verla ¿no?

—¡E... ese no es el asunto ahora! —exclamó Lily sonrojada, ya que su prima tenía razón. Alex se rio por la reacción de la pelirroja—. A todo esto ¿dónde está tu Miraculous?

La ratoncita paró de reírse. Al momento de revisar su nueva apariencia y tocar sus orejas no se percató si todavía tenía sus aretes o no. Revisó sus orejas y suspiró aliviada al sentir su Miraculous.

—Aquí está —contestó Alex

—Qué bueno —dijo Lily—. ¿Y ahora qué hacemos?

—¿"Hacemos"?

—A pesar de que eres Ladybug ahora eres una ratona, así que ¿cómo esperas enfrentarte al villano?

—Lily, Lily, Lily. Si fui transformada en ratona es porque obviamente el villano ahora es esa rata de alcantarilla

—¿De qué hablas?

—Ratones y siendo exactamente el año de 1897, es más que obvio que estamos en The Great Mouse Detective, como les dije antes. Por lo tanto, el villano es nada más y nada menos que: El delincuente más cruel. El Napoleón del Crimen. ¡El nefando profesor Ratigan!

A causa del grito de la guardiana, los kwamis se escondieron detrás de Lily asustados, mientras que la pelirroja solo ponía los ojos en blanco ante el exceso de drama de su prima.

—Suponiendo que tengas razón de que el akuma sea el villano de esa película ¿cómo piensas encontrarlo?

—Eso es sencillo —dijo Kaalki, dejándose ver—. La guardiana usara mi poder de teletransportación para ir por él y derrotarlo

—Ay... es demasiado fácil —se quejó Alex—. ¡Así que chiste!

—Alex —la llamó Lily, notándose el regaño en su voz—, no seas infantil. Por mucho que te guste la película, todo esto fue causado por un akuma de Papillombre y podría ser que no esté apegada a esta.

—Tienes razón. —la pelirroja sonrió creyendo que hizo entrar en razón a su prima, pero esta se esfumó al escucharla—. ¡Podría ser que este villano sí leyó los libros y entonces estaremos en grandes problemas!

—¿Libros?

—The Great Mouse Detective está basado en Basil of Baker Street, una serie de novelas infantiles escritas por Eve Titus e ilustradas por Paul Galdone. Desafortunadamente, los libros no son muy conocidos en mi tiempo por lo que nunca he podido encontrarlos; solo sé que el primer libro, Basil of Baker Street fue traducido al español y aún así tampoco lo he podido encontrar. Por eso mismo me preocupa que la persona akumatizada, además de obviamente conocer la película, también leyera los libros y eso le daría una enorme ventaja.

—Yo no lo creo

—¿Qué?

—Tú y Chat Noir siempre se enfrentan a lo desconocido. Quiero decir, que en el transcurso de la pelea ustedes descubren el poder del villano y su objetivo. De ese modo pueden idear un plan para derrotarlo, asimismo ver si necesitarán la ayuda de otro portador de Miraculous

—Tienes razón Lily

—Así que no te preocupes si este villano usó solo la película y/o los libros ¡ustedes podrán vencerlo!

—Muchas gracias por creer en nosotros

—Disculpen —las primas miraron a Sass, quien se veía preocupado—. Ahora que la Srta. Lily lo menciona, si Ladybug y Chat Noir necesitan la ayuda de los otros portadores ¿cómo les entregará los Miraculous? En especial si algunos de los portadores siguen siendo humanos, como Lily, y otros se convirtieron en ratones, como la guardiana

Las primas se quedaron heladas. ¡No habían pensado en eso! Gracias a que nunca se quitaba los aretes, el Miraculous de la Creación se encogió junto con su portadora. Pero entonces Chat Noir y los demás héroes...

—¡Por favor que Chat Noir haya sido transformado en ratón o que siga siendo humano! —exclamó preocupada la ratona

—Lo dices como si hubiera sido transformado en otra cosa —dijo Lily

—¡Es lo que me preocupa! En The Great Mouse Detective no solo hay ratones, y la excepción de Ratigan que es una rata, sino que también aparece un murciélago, una lagartija, un perro y una gata. Los dos últimos como animales normales.

—Oh, oh...

—Lo sé

—Bueno, solo hay una manera de averiguarlo: Transformándote e ir a buscarlo

—De acuerdo. ¿Lista Tikki?

—Sí —contestó la kwami, colocándose junto a su portadora—. Solo por favor mantén los pies sobre la tierra. ¿O esta vez será Chat Noir el que tendrá que bajarte de las nubes y que tome las cosas con seriedad?

Alex no sabía si aún con el pelaje se podría ver su sonrojo, su duda se resolvió cuando Lily rio y le dijo que sus orejas estaban rojas. Una vez pasada la vergüenza, la ratoncita estaba por transformarse cuando una idea cruzó su cabeza y sonrió.

«Si en estos momentos soy el personaje principal, debo verme como él»

—¡Tikki, motas! ¡Ha!

En cuanto la luz rosa de la transformación se desvaneció, Lily y los kwamis se quedaron pasmados debido a que la apariencia de Ladybug cambió. Como siempre, sus lentes desaparecieron siendo reemplazados por un antifaz rojo con motas negras que cubría la mitad de su rostro, pero ahora no tenía su listón-diadema, sino que fue reemplazo por una gorra deerstalker/cervadora. Tampoco vestía su típico traje rojo con cuello y motas negras, sino que ahora vestía una camisa de vestir blanca con cuello alto, una capa Inverness roja con motas negras largo hasta las rodillas con una capa exterior, una corbata negra con motas rojas al igual que los pantalones y zapatos rojos con motas y suela negras, y guantes negros. En su cadera estaba colgado su yoyo. Todo su atuendo era de un detective de la época victoriana con el estilo de catarina.

Ladybug se acercó al espejo de mano y al observar su reflejo no pudo evitar emocionarse. Al verla, Lily se golpeó la frente con la palma de su mano y los kwamis veían preocupados a la guardiana. Esta sería una larga misión.

—En verdad que los papeles se van a intercambiar —susurró Lily—. Ladybug ahora se la pasará haciendo bromas y perdida en las nubes. Y Chat Noir será el serio y la regresará a la tierra.

Y hablando de Chat Noir...

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—Severus ¡Severus! Chico, por favor no me hagas esto ¡despierta!

El chico se sentía extraño. Su cuerpo... se sentía extraño. Diferente. Lentamente abrió los ojos. Al principio vio borroso, pero enseguida su vista se normalizó y vio ante él a su kwami preocupado.

—¿Plaga?

—¡Gracias a todos los queseros del mundo! ¡Despertaste!

—¿Qué sucedió? Lo último que recuerdo es esa extraña energía negra que nos atacó —Severus se incorporó, quedándose sentado. Observó a su kwami y vio que este era ¿más grande?—. Oye ¿qué rayos pasó? —preguntó—. ¿Por qué estás más grandes?

—Uh... —Plaga desvió la mirada, no sabía cómo explicarle a su portador lo que le ocurrió sin que este se alterara, pero tenía que hacerlo. El kwami de la destrucción miró a Severus con preocupación—. Yo no me hice grande. Tú... te encogiste

—¿Encogerme?

—Lo que pasa es que extraña energía negra... te convirtió en un ratón

—¿¡QUÉEEE!?

Severus se levantó y revisó su cuerpo. Tenía pelaje gris y nariz negra. Todavía conservaba su cabello negro y largo hasta los hombros. Llevó sus manos hacia donde se suponía debían estar sus orejas, pero no sintió nada. Lentamente subió sus manos tocando su cabeza hasta que sintió unas orejas de ratón y las soltó. Vio sus manos y se sobresaltó al descubrir que ahora solo tenía cuatro dedos en lugar de cinco. Los dedos meñiques desaparecieron. Retrocedió a causa del miedo, pero pisó algo —a la vez que le dolía— y cayó de sentón, al hacerlo aterrizó en algo haciendo que se pusiera de rodillas en seguida. Llevó sus manos a su trasero y sintió algo en este, lo tomó y vio lo que era: una cola de ratón.

Tan asustado estaba de su apariencia ratonil que Severus no se dio cuenta de que su ropa también cambió. Vestía una camisa blanca, corbatón gris, chaleco verde botella, pantalones, saco y zapatos negros. El kwami de la destrucción observaba nervioso a su portador, el chico solo se miraba y le inquietaba su silencio, por lo que se le acercó con cautela.

—¿Severus? —llamó preocupado Plaga—. ¿Estás...?

El pequeño kwami se cubrió sus orejas porque de repente su portador gritó y no lo culpaba. Con dificultad tranquilizó a Severus; una vez sereno, portador y kwami empezaron a indagar en lo sucedido.

—Lo último que logramos escuchar es que la ciudad regresó a la época victoriana y lo más extraño es que transformaron a algunos ciudadanos en ratón, como tú

—Si esa última parte es verdad ¿podría ser que Ladybug también fuera transformada?

—Solo hay un modo de saberlo

Severus estaba por transformarse, pero Plaga lo detuvo.

—¿Qué sucede?

—Debes cambiar tu apariencia de superhéroe

—¿Por qué?

—¿No crees que llamará demasiado la atención si un ratón va por ahí disfrazado de gato? Creerán que eres alguna clase de demente, y digo esto porque no sabemos si la gente tiene recuerdos sobre ti y Ladybug, y es mejor mantener un bajo perfil.

—En eso tiene razón

Severus pensó por un momento hasta que se le ocurrió algo que podría servirle.

—¡Plaga, las garras!

En cuanto la luz verde de la transformación se desvaneció, se reveló la nueva apariencia de Chat Noir. El antifaz negro que cubría la mitad de su rostro seguía igual, pero ahora sus ojos negros no se alargaron como los de un gato ni sus escleróticas se volvieron verdes, sino que sus iris ahora eran verdes. Tampoco aparecieron las orejas de gato ni el cinturón largo colgado como una cola debido a su ahora apariencia ratonil. Su traje negro con la campana dorada fue reemplazado por una camisa de vestir blanca con cuello alto, una levita negra de mangas ajustadas y botones hasta los codos, pantalones también negros y con botones, y zapatos igualmente negros. Conservó sus guantes con garras y su cabello levemente despeinado atractivo. Su bastón plateado con la huella verde de gato en el centro no se encontraba en su espalda baja, sino a su costado izquierdo como si llevara una espada.

Se observó con cuidado revisando su nueva imagen dándole el visto bueno.

—Bueno, ahora a contactarme con Bugaboo.

Tomó su bastón y activando la función de teléfono llamó a Ladybug.

La catarina-roedora interrumpió su felicidad al escuchar su yoyo sonar. Lo tomó y contestó.

—A pesar de la actual situación, me alegra que pudieras contactarme, chatón. Además de que igualmente me alegra que las funciones de nuestras armas no regresaran al pasado.

—Y a mí me alegra escucharte, Mi Lady. Pero creo que en estos momentos el que me llames "chatón" o "gato" en cualquier idioma no queda en esto momentos

—¿Cómo? ¿Tú también te convertiste en ratón?

—Y con esa pregunta acabas de responder mi duda. Ahora lo importante es averiguar qué está sucediendo

—Yo sé exactamente qué está pasando

—¡¿Qué?! ¿Cómo...?

—Primero hay que reunirnos. Nos vemos en el 221B Baker Street

Chat Noir se quedó en silencio procesando la información mientras que Lily volvía a palmearse la frente.

—Uh... tal vez escuche mal ¿pero dijiste 221B Baker Street?

—Exactamente —ante el silencio de su amigo, Ladybug supuso que el felino-roedor no la tomaba en serio—. ¡Hazme caso y ve ahí ahora! ¡Voy para allá! —y cortó la llamada

El héroe miró su bastón aún sin poder creer lo que su amiga le acababa de decir.

—Tal vez esa extraña energía negra le afectó la cabeza. En fin, será mejor ir pronto antes de que se moleste más —Chat Noir extendió su mano al frente, su Miraculous brilló y ante él apareció un portal circular negro con la huella de un gato de color verde. Lo atravesó y, desconcertado, apareció en el porche del 221B Baker Street—. Tiene que ser una broma —trepó la barda junto a la puerta a esperar, mientras aprovecharía para asimilar su actual circunstancia ocasionada por Papillombre y su akuma.

Ladybug guardó su yoyo, extendió su mano al frente, su Miraculous brilló y ante ella apareció un portal circular rojo con motas negras. Al ver eso, Kaalki cruzó sus bracitos y apartó el rostro indignada ya que ella tenía el poder de la teletransportación, no Tikki.

—Siento eso, Kaalki —se disculpó Ladybug al ver el rostro de la kwami—. Pero eso lo descubrimos Chat Noir y yo en cuanto nos convertimos en superhéroes y necesitábamos salir de Hogwarts y regresar.

—De acuerdo —contestó Kaalki—. En ese entonces era una emergencia y sé que mi poder es más poderoso que ese, por lo que seré importante en cuanto me necesiten

—Pero recuerda que no eres la única —aclaró Orikko

—Tranquilos, no peleen —antes de irse, Ladybug se volvió hacia Lily—. Protege la caja de los Miraculous y ten a la mano a Trixx. No sé si podré ponerme en contacto con los otros portadores y entregarles sus Miraculous, así que la única opción que tenemos de ayuda eres tú.

—Sin mencionar que no sabemos si podrás invocar los Miraculous con tu yoyo debido a que estos están en su tamaño original y tú eres una ratona

—Buena observación

—Regresaremos a la caja y trata de tomar nuestros Miraculous —dijo Sass

—Gracias

—¡Ladybug! —exclamó Wayzz señalando algo detrás de ella

La heroína volteó y vio que su portal se estaba cerrando. Así que rápidamente lo atravesó y apareció en el porche del 221B Baker Street, siendo recibida por una hermosa música de violín.