Toby
Lady, Noir y Basil seguían mirándose en silencio. El detective con desconfianza mientras que los héroes estaban nerviosos y no sabían qué hacer o decir. Basil comenzaba a perder la paciencia; con solo ver a esos jóvenes sacó algunas deducciones, pero igualmente necesitaba interrogarlos.
Adentro de la casa, Dawson y Olivia veían lo que sucedía. Después de que la pequeña le contara a Basil lo sucedido con su padre, el detective caminó por la estancia analizando la información y se detuvo junto a la ventana a la vez que le decía al médico y a la niña que guardaran silencio. Escucharon voces al otro lado de la ventana. Basil la abrió con cautela y encontró a esos dos jóvenes... excéntricos.
Olivia se subió a uno de los sillones para ver mejor y vio a dos personas fuera de la casa. Uno de ellos vestía por completo de negro, mientras que la otra lucía como un detective, pero con estampado de catarina lo que despertó la curiosidad de la niña.
—¿Por qué tu ropa tiene estampado de catarina?
Todos los presentes miraron a la niña. Antes de que Lady dijera algo, Basil se le adelantó.
—Al parecer estos jóvenes han leído demasiado respecto a los héroes y heroínas en las mitologías y el folclore, por lo que intentan hacer lo mismo y se crearon estas temáticas.
Lady y Noir se quedaron pasmados. Era de esperarse que Basil desconociera los Miraculous, pero no esperaban que dijera algo así. Sabiendo que no podría esconderle nada al detective, la catarina-roedora se acercó a la ventana, se recargó en el alféizar y le habló a Olivia.
—Una parte de lo que dijo Basil es cierta, conocemos a los héroes y heroínas de los mitos y folclore. Pero el de "intentar hacer lo mismo" no es por diversión como aquí el detective quiso decir.
—¿Entonces? —preguntó la niña
—Nosotros somos héroe y heroína reales. Y si estamos aquí es para ayudarles a buscar a tu padre y derrotar a Ratigan
—¡Vaya, nunca había escuchado algo tan inverosímil como eso! —exclamó Basil—. Ustedes dos entren ahora mismo y nos dirán la verdad
Lady encogió los hombros y entró a la casa, seguida por un no muy convencido Noir. Al entrar, Basil, Olivia y Dawson se asombraron al verlos mejor. Observándolos de pies a cabeza, el detective puso su mente a trabajar. La heroína se dio cuenta y poniendo los ojos en blanco le habló a Basil.
—¿Podrías por favor dejar de vernos así y sacar conclusiones? Quieres explicaciones, pero enseguida comienzas a deducir y lo único que sacarás serán ideas erróneas.
—De acuerdo, señorita extranjera. Comienza a hablar
Los presentes miraron asombrados a Basil, sobre todo Lady y Noir. La joven estaba transformada y por lo tanto su identidad era un secreto, siendo imposible que descubrieran algo.
—¿Cómo...?
—Elemental, señorita. Su modo de hablar, andar y actuar no concuerda con los de una dama inglesa; además de que su acento al hablar es de una persona que lleva mucho tiempo viviendo en Londres, pero que no ha olvidado sus raíces, la cual tiene que ver con el idioma español ¿correcto?
—Eh... sí
—Y no precisamente de España, sino de América Latina. ¿Argentina? ¿Venezuela? ¿Perú?
—México
—Asombroso —afirmó Dawson
—¡Wow! —exclamó emocionada Olivia
—Sin embargo, su amigo tiene el porte de un caballero inglés a pesar de que no ha dicho ni una sola palabra —continuó Basil—. Aunque debo admitir que me desconcierta un poco que, siendo un ratón, algunos detalles de su atuendo hagan alusión a un gato.
—¿Pero qué...? —dijo atónito Noir
—A primera vista uno creería que trabaja en una funeraria por vestir completamente de negro. Pero si uno observa atentamente sus guantes notarán que estos hacen alusión a garras y enseguida uno erróneamente pensaría que es una rata, de no ser porque su complexión y la cola no concuerdan con los patrones de esa especie. Y el bastón que cuelga a su costado, a modo de espada, tiene una huella de gato color verde impresa en esta.
Ahora sí Basil dejó boquiabiertos a los presentes. En verdad que ese sujeto era la versión ratonil de Sherlock Holmes. Lady salió enseguida de su estupor y le habló a Basil.
—Bueno, tengo que admitir que estoy muy impresionada porque se supone que estamos cubriendo nuestras identidades y...
—¡Vaya! Hablando de la faceta de héroes, el ocultar quienes son es algo nuevo
—Eso es porque tenemos un enemigo, que también oculta su identidad, se alió con Ratigan y debemos encontrarlo
—¿Qué? ¡Eso es imposible! Ratigan nunca hace alianzas, se podría decir que trabaja solo a pesar de tener varios secuaces trabajando para él. Pero esas personas solo son herramientas
—Siempre hay una primera vez para todo
—Disculpe, señorita —dijo Dawson—. Cierto que nos acaba de decir que usted y su novio...
—¡No es mi novio! —corrigió enseguida Lady hartándose del tema debido a que siempre era lo mismo con ellos—. Somos amigos y un equipo, no pareja
—Aunque... —dijo Noir
—¡No empieces con eso!
—Una disculpa por la confusión —dijo rápidamente el médico al ver la reacción de la joven—. Decía que como usted y su amigo no pueden decirnos quienes son realmente ¿cómo se dan a conocer luciendo así?
—Basándonos en sus atuendos, obviamente se estarán "llamando" Catarina y Black Cat —se burló Basil
Los héroes miraron molestos al detective.
—En realidad somos Ladybug y Chat Noir, gracias —contestó la heroína cada vez más enojada
«No puedo creer que mi héroe favorito de Disney se comporte como un gran patán. Esto será más difícil de lo que pensé»
—Que usted use de temática a un insecto es comprensible —dijo Basil señalando con la mano el atuendo de Ladybug—. ¿Pero un gato? Hay que estar muy mal de la cabeza para eso —el detective dijo lo último apuntando a su cabeza con un dedo y girándolo en un gesto de locura.
Harto del comportamiento del detective, Chat Noir trató de acercarse a él y darle su merecido, pero Ladybug lo detuvo y se puso en medio de ellos.
—Dejando de lado las burlas con respecto a nuestra apariencia y nombres, regresemos a lo importante. Como decía, Ratigan se alió con un malvado que se hace llamar Papillombre...
—¿Qué?
—Nosotros no le pusimos el nombre, pero hace alusión a la mariposa y su poder oscuro. Sombras. Y creemos que le dio poder a Ratigan y por esa razón es que estamos aquí.
Nadie dijo nada después de escuchar eso; no obstante, el silencio fue roto enseguida por la risa de Basil a lo que Ladybug y Chat Noir lo miraron mal, era más que obvio que el detective se reía de ellos porque no les creyó nada. El héroe iba a gritarle a Basil cuando de repente escuchó algo, por la expresión de su compañero la heroína supo enseguida que algo pasaba y también se dio cuenta Dawson, llamando la atención de Basil.
—¿Sucede algo muchacho? —preguntó Dawson
—Hay alguien afuera —contestó el chico—. Se escuchan pisadas, pero desiguales. Es decir, como si fueran de un pie y de...
—Una pata de palo —dijeron a la vez Ladybug y Basil
Mientras Chat Noir, Basil, Dawson y Olivia miraban la ventana, Ladybug salió con cautela de la casa, sabía quién era y lo atraparía in fraganti. La niña no veía nada desde el sillón, se bajó y se acercó a la ventana sin llamar la atención de los adultos y el joven. Al hacerlo, apareció ante ella un murciélago colgado de cabeza y la pequeña lo reconoció en seguida, fue quien secuestró a su padre.
Gritó asustada y enseguida Fidget se estrelló contra la ventana como si lo hubiesen empujado y después fue arrojado a la calle. Sospechando que su lady tenía algo que ver en eso, Chat Noir salió de la casa y cerró con llave detrás de él.
—¡¿Qué haces?! —preguntó Basil exaltado ante la puerta que fue cerrada en su cara al seguir al joven
—¡Aquí estarán a salvo, nosotros nos encargamos! —contestó el héroe y corrió a auxiliar a su compañera.
El detective dio un puñetazo a la puerta enojado, fue a su mesa de trabajo a buscar algo que le ayudara a abrir la puerta. No dejaría escapar la única pista que tenía para encontrar al juguetero y a su némesis por culpa de unos mocosos con delirios heroicos.
Afuera del 221½ Baker Street, Ladybug esperaba a Fidget vigilando la ventana. Ahora que lo pensaba, no le encontraba sentido en que el murciélago hubiera ido a la casa de Basil a buscar a Olivia, porque para empezar ¿cómo rayos supo que la niña fue a la casa del detective? Si se pensó de esa manera la escena para que Basil tuviera una pista lo entendía, pero...
Escuchó ruido entre las plantas. Se acercó sigilosamente y vio a Fidget colgado de cabeza mirando por la ventada. Casi enseguida escuchó a Olivia gritar, fue hacia el murciélago, estrelló su cabeza contra el vidrio para aturdirlo y lo lanzó a la calle.
—¡Se acabo, Fidget! —dijo la catarina-roedora al murciélago tendido en el suelo—. ¡Nos llevarás a la guarida de Ratigan ahora mismo!
—¡Ladybug! —La heroína miró a sobre su hombro y vio a Chat Noir correr hacia ella y le sorprendió ver que ni Basil ni Dawson iban detrás de él. Antes de que ella preguntara, el felino-roedor le contestó—. Los encerré en la casa. Por mucho que esto fuera creado por un akuma, además de que me enojó todo lo que ese "detective" dijo, es demasiado peligroso para ellos
—Merci chatón. Ahora, Fidget
Los héroes tomaron sus armas y se acercaron al murciélago con precaución. Fidget, aún en el suelo, empezó a reírse por lo que los portadores de Miraculous se detuvieron y se pusieron en guardia. El secuaz se levantó y encaró a los héroes.
—Así no es cómo va la historia, Ladybug —dijo Fidget, pero al hablar no solo se escuchó su voz sino la de otra persona también
—¿Pero qué...?
—A Papillombre le alegrará saber que los sentimonstruos tiene más trucos de los que él cree. Por cierto, no necesitamos interrupciones
La puerta del 221½ Baker Street se abrió de golpe, pero antes de que Basil y Dawson salieran ambos ratones de repente se quedaron quietos en su lugar, como si los hubieran petrificado. Al verlos, Ladybug y Chat Noir se miraron confundidos y después al murciélago.
—¿Qué ocurre? ¿Qué hiciste? —preguntó Ladybug
—Digamos que puse en "pausa" la película. No es necesario que la niña se involucre en donde no la llaman —contestó el murciélago
—¿La niña?
De pronto una energía negra y azul eléctrica cubrió a Fidget. Cuando está desapareció, el murciélago se había transformado en...
—¡Profesor Ratigan! —exclamó Ladybug
El sentimonstruo rio a la vez que miraba con superioridad a los héroes.
—Vaya, vaya. Me alegra ver que sabes quién soy. Eso hará el juego más interesante
—Creímos que eras una víctima de akuma, no un sentimonstruo —dijo Chat Noir
—¡Oh, sí tengo un akuma conmigo! Fidget es el sentimonstruo, pero por ahora está siendo de intermediario. —miró de arriba abajo a los portadores de Miraculous y continuó—. Me alegra ver que están interpretando sus respectivos papeles. O al menos Ladybug
—¿De qué hablas? —preguntó la heroína
—Estas vestida como toda una detective. En cuanto a Chat Noir, creo que necesita conocer más ese género, pero no está mal la ropa. Así que ahora creo debería llamarlos Ladybug de la Calle Baker y el Dr. Chat Noir —y rio de su propia broma
Los héroes se miraron confundidos, pero entonces Ladybug comprendió. A pesar de que Ratigan transformó a la ciudad y a la mitad de su habitantes en ratones, el profesor no sabía que igualmente creó a Basil y a Dawson.
«Eso es un punto a nuestro favor»
—Tal vez sepas quién soy gracias a los anuncios de la película e igualmente tengas una idea vaga de lo que sucederá, pero estoy seguro de que como muchos en esta ciudad infravaloran esta historia y no sabes lo que sucederá. —continuó el profesor.
Chat Noir iba a decir algo, pero Ladybug le dio un codazo para callarlo y le contestó al profesor.
—No es muy difícil adivinar que esto es Sherlock Holmes y el Dr. John Watson contra el profesor James Moriarty, pero los personajes son roedores. Así que será pan comido.
—¡HA! ¡CON ESO ACABAS DE SELLAR SU FIN! —gritó triunfante Ratigan—. Y para no ser tan malo con ustedes, dejaré que la historia fluya conforme a la película. No involucraré las obras literarias de Eve Titus. Si yo fuera ustedes usaría toda mi imaginación... la necesitarán —Con eso, el profesor Ratigan fue envuelto en la energía negra y azul eléctrica y regresó a ser SentiFidget.
Sabiendo que el murciélago escaparía, Ladybug se le abalanzó seguida por Chat Noir. Lamentablemente, SentiFidget tomó a cada uno de la muñeca y los hizo girar. Los héroes se mareaban, pero la catarina-roedora no se rendiría. Con dificultad, estiró una mano hacia el rostro del murciélago. Al ver la acción de su enemiga, SentiFidget los soltó enviándolos directamente a la entrada del 221½ Baker Street sin darse cuenta de que Basil y Dawson en ese mismo instante salían de la casa. El murciélago escapó y los héroes aterrizaron en los ratones.
—¡Oh, cielos! ¿Qué fue eso? —preguntó Dawson adolorido, tendido en el suelo y con algo, o alguien, sobre su barriga
—Lo siento mucho doctor —se disculpó Chat Noir
El felino-roedor se levantó y ayudó a ponerse de pie al médico. Ladybug sintió que se estampó con algo que por suerte amortiguo su caída y todavía estaba recostada sobre eso. Escuchó quejidos debajo de ella ¿había caído sobre su compañero? No podía ser, el joven había aterrizado sobre Dawson. Se incorporó y sus ojos castaños oscuros se toparon con unos ojos verdes... pero no eran los de Chat Noir.
Basil por fin pudo forzar la cerradura y salir a atrapar a ese pillo pata de palo antes de que esos jóvenes arruinaran todo. Sin embargo, en cuanto salió algo, o más bien alguien, colisionó contra él y ambos terminaron en el suelo teniendo a esa persona sobre él. Abrió los ojos y se encontró con unos ojos castaños oscuros enmarcados en un antifaz rojo con motas negras.
Detective y heroína se miraban fijamente, perdidos en la mirada del otro.
—Basil, Ladybug ¿se encuentran bien? —preguntó Dawson
La voz del médico los despertó del trance. Con las orejas completamente rojas, la joven se alejó del ratón y se puso rápidamente de pie.
—¡Lo siento!
El detective, también con las orejas rojas, se levantó y carraspeó recuperando la compostura.
—No fue nada, señorita
—Jóvenes ¿descubrieron algo? ¿Vieron quién estaba afuera de la ventana? —preguntó Dawson
Al escucharlo, Basil pasó sin cuidado junto a la heroína seguido por el médico y los jóvenes. Llegaron a la calle y, para disgusto del detective, Fidget se había ido.
«¡Mocosos imprudentes! ¡Por sus tonterías perdimos a Pata de palo!»
A pesar de su enojo, Basil no se quedaría de brazos cruzados. Fidget debió dejar alguna pista y esos niños no se habrían dado cuenta, por lo que aprovecharía esa oportunidad. Miró a su alrededor, al ver la acera se arrodilló para observar más cerca, Fidget había dejado tras de sí unas huellas de lodo.
—No hay señales de ese bribón —dijo Dawson al ver la calle vacía y sin percatarse de lo que hacía Basil
—Se equivoca Dawson. Dejó varias huellas, poco comunes que, obviamente pertenecen al pillo que secuestro al juguetero ¡El secuaz pata de palo de Ratigan!
Ladybug y Chat Noir estaban a una distancia prudente de ellos. Era obvio que Fidget, o deberían decir SentiFidget, escapó en cuanto los lanzó hacia Basil y Dawson. El felino-roedor tenía varias peguntas que hacerle a su compañera, pero no podía hacerlas ante los ratones.
La catarina-roedora observaba al detective y médico revisar la calle, y le pareció extraño que después de encontrar las huellas Dawson todavía no encontrara la boina de SentiFidget. Apretó los puños y entonces se percató que tenía algo en la mano. La levantó y vio que esa pista la tenía ella.
«A pesar del mareo logré quitarle su boina a ese murciélago»
—¿Crees que esas huellas nos ayudarán, Basil? —preguntó Dawson
El detective se levantó y limpió sus rodillas y sus manos.
—Me temo que no —contestó el detective molesto por culpa de los jóvenes
—Pero esto tal vez sí
Los ratones voltearon y vieron a Ladybug mostrándoles una boina negra y desgastada colgada de su dedo índice y una sonrisa triunfante en su rostro. Basil corrió hacia ella y le arrebató la boina. Sacó su lupa para examinarla y comprobando que era de Fidget.
—¡Ajá! ¡Excelente trabajo, señorita! ¡Ha, ha, ha! —Enseguida Basil corrió hacia la casa, otra vez pasando junto a la joven sin cuidado.
En la entrada estaban Olivia y la Sra. Judson, quien confortaba a la niña.
—Tranquila. No tienes nada que temer, pequeña.
Un emocionado Basil entró corriendo y diciendo vagamente un «Con permiso» al pasar. La Sra. Judson tomó a Olivia de los hombros y la jaló hacia atrás, fulminando con la mirada al detective por su insensibilidad. Dawson y los jóvenes héroes entraron a la casa detrás de él.
—Escapó ese canalla —avisó el médico a Olivia
—¡Ajajá! ¡Pero lo atraparemos, Srta. Flamhammer! —aseguró Basil quitándose su bata
—¡Flaversham! —corrigió enojada la niña
—Como sea —contestó sin importancia Basil—. ¡Ahora! Seguiremos a nuestro amigo, Pata de palo, hasta que nos lleve a dónde está el padre de la muchacha —Basil sacó su chaqueta marrón de un reloj de piso/péndulo y se lo puso.
—¿Entonces va a encontrarlo? —preguntó emocionada Olivia a la vez que corría hacia el detective y lo abrazaba con fuerza por detrás, haciéndolo doblarse por el peso.
—¡Sí! —contestó Basil incómodo por la muestra de afecto de la niña
Ladybug trató de contener una risita al ver la expresión que Basil le lanzó, claramente diciendo «¡Quítamela de encima!» Obviamente la joven no lo ayudó. Con las orejas rojas a causa de la vergüenza, el detective empujó a Olivia hacia abajo y liberó sus piernas de su agarre.
—Y muy pronto, sino me equivoco —continuó Basil acomodándose la ropa. Fue hacia una armadura donde tenía colgada su capa Inverness. La tomó y se la puso—. Y ahora, dense prisa Dawson y joven Chat Noir. Debemos salir con Toby
—¿Toby? —preguntó el médico confundido.
—¿Qué? —exclamaron los héroes
—Sí, nos va a ser muy útil. Ya lo verá —dijo Basil tomando de la armadura su cervadora y colocándosela en la cabeza.
—¿Qué? ¿Qué? ¿Quiere que vaya con usted? —preguntó incrédulo Dawson
—Sí —Basil sopló a la lente de su lupa y la limpió con su manga—. Creí que a un ratón intrépido como usted le gustarían las aventuras
—Ha, ha, ha. Pues sí, soy bastante curioso
—Tal vez malinterpreté tus palabras, pero me pareció que estabas dando a entender que Dawson y Chat Noir irán contigo, pero yo no —comentó indignada Ladybug
—Efectivamente, Srta. Ladybug. El caso es peligroso y no es asunto de mujeres —contestó Basil
—¡¿Disculpa?!
—¡Espérenme! ¡Yo también voy! —avisó Olivia lista para salir con su abrigo y bufanda puestos
La niña agarró su gorro, que estaba en el sillón de Basil y debajo del violín, y corrió tras ellos. Pero en el proceso, hizo que el violín comenzara a tambalearse y cayera.
Basil jadeó, se lanzó al suelo y atrapó el instrumento antes de que se impactara contra el suelo.
—¿Qué? ¡Claro que no! —dijo el detective mirando sobre su hombro a la niña. Se incorporó quedando de rodillas y devolvió con cuidado el violín al sillón—. No es asunto de niñas. Y como dije, tampoco de mujeres
—¿Vamos a ir en un coche? —preguntó Olivia tomando de una charola varios bollos
—Te dije que Chat Noir y yo tenemos un enemigo. Ambos. Así que yo también voy quieras o no —aseguró la catarina-roedora—. Y otra cosa, Olivia irá con nosotros
—¡¿QUÉ?! —gritaron los hombres
—¡Desde un principio sabía qué estaba mal de la cabeza, pero ahora veo que está completamente loca! —expresó Basil—. ¡Le estoy diciendo que esto no es asunto de féminas y por eso no pueden venir! ¡Exactamente por eso que digo que las mujeres no deberían...!
El detective calló abruptamente cuando Ladybug lo ató con su yoyo. Se aproximó a él, tiró de la corbata verde de Basil acercando su rostro al de él, estando a solo unos milímetros de distancia entre ellos.
—Deja esa estupidez de que las mujeres pueden o no pueden hacer y escúchame con atención —dijo la joven con un tono bajo, pero a la vez amenazador que todos los presentes escucharon claramente—. Sé que desconfías de nosotros, pero entiende esto de una maldita vez: Papillombre es extremadamente peligroso. Confío plenamente en Chat Noir y sé que puede manejar la situación solo, pero somos un equipo, que es como el Ying y el Yang, nos necesitamos el uno al otro. Lo que deja muy en claro que iré con ustedes.
»Y con respecto a Olivia. Fidget sabe que está aquí y a pesar de que la Sra. Judson está en la casa, eso no garantiza que estarán a salvo. Protegeremos a Olivia cueste lo que cueste.
Se alejó de Basil, soltó su corbata y lo liberó del yoyo. El detective miraba a la joven sin expresión alguna. Ella tenía razón, no confiaba en ellos, pero desconfiaba más de la chica, y eso aumentó cuando la joven trató de capturar a Fidget por su cuenta, dándole a entender que Ladybug sabía algo que los demás no. Ocultaba algo y una pista podría ser su terquedad de que Olivia los acompañara.
—Bien, tú vienes con nosotros. —dijo Basil—. Pero la niña se queda.
—¿Eres sordo? —preguntó Ladybug—. Te dije que Olivia nos acompañará
—La verdad yo quiero ir con Ladybug y Chat Noir —interrumpió la niña, acercándose a la heroína y tomándola de la mano—. Confío en ellos y quiero ayudarlos a encontrar a mi padre
La catarina-roedora miró sorprendida y enternecida a la niña, y apretó cariñosamente la mano de la pequeña.
—Gracias Olivia
Fastidiado Basil suspiró y se llevó la mano a la frente. Ligeramente molesto, tomó suavemente la mano libre de Olivia mientras sonreía y le decía en voz baja.
—Pequeñita, creo que no has entendido —comenzó a sentarse en su sillón—. Esto va a ser muy peligroso
Se oyó el crujido de la madera y el tintineo de cuerdas en seguida que Basil se sentó. Los ojos del detective se abrieron y su rostro expresó sorpresa, al igual que Olivia, Dawson y Chat Noir. En cuanto a Ladybug... sonrió burlonamente a la vez que en voz baja decía «karma». No podía creer lo distraído que estaba Basil después de que él mismo fue quien regresó el violín al sillón, pero al conocer esa parte decidió dejar que fluyera normal como un pequeño castigo para el detective.
Basil gruñó amargamente y sacó el instrumento arruinado, mostrándolo.
—¡Pero mira mi...! ¡Mi...! —gruñó y respiró profundamente, tratando de controlar su rabia. Después de que Basil se recompusiera, sonrió mientras se ponía de pie y le decía a la heroína con una voz tensa—. Srta. Ladybug
—¿Sí, Sr. Basil? —dijo la joven en un tono dulce mientras sonreía.
«Oh, oh. Esto es malo» pensó Chat Noir, sabiendo que ese tono de voz de su lady no significada nada bueno.
—Definitivamente la niña no irá con nosotros
—Olivia viene. Fin de la discusión.
Basil se enfureció. Nunca antes en su vida había conocido a alguien tan... ¡terca y exasperante! ¿Así eran todas las mujeres? ¿Las extranjeras? ¿O solo esa... mujer extranjera?
—Estoy a cargo de esta investigación, ya que se trata de encontrar al padre de esta jovencita...
—¡Ay no inventes!
—¡... y lo que digo se hace! ¡Y digo que tú vendrás con nosotros y la niña no! —sentenció Basil dando un pisotón—. ¡ESTA RESUELTO!
Ladybug sonrió. Siempre quiso saber cómo es que al final Basil cedió a que Olivia los acompañara, pero suponía que los guionistas no encontraron argumentos para eso y por esa razón decidieron omitir esa escena.
«Ya verás como Olivia viene SÍ o SÍ» pensó triunfante la catarina-roedora.
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Basil abrió sigilosamente la ratonera de la residencia de Sherlock Holmes y se asomó para comprobar que no hubiera moros en la costa. El detective miró molesto y resignado a Olivia, quien abrió inocentemente la ratonera por completo. Ladybug y Chat Noir miraron por encima de la cabeza de la pequeña con gran curiosidad. Basil fulminó con la mirada a la joven y después puso los ojos en blanco, no podía creer que permitiera a esa obstinada mujer traer a la niña con ellos. ¡Era absurdo y francamente peligroso!
—Y no digan ni una sola palabra —advirtió Basil a la niña y los jóvenes—. ¿Está claro?
Olivia le hizo un chitón, Ladybug le tapó la boca a Basil con la mano cuando vio un par de gigantescas sombras acercarse. Lo atrajo hacia ella sin soltarlo y Chat Noir cerró la ratonera dejando una pequeña rendija para observar el exterior. Los héroes contuvieron a tiempo un grito de asombro al ver a los verdaderos Sherlock Holmes y John Watson.
—Observo que hay bastante música alemana en el programa —dijo el famoso detective a su compañero—. Es reflexiva y yo quiero reflexionar
—Pero Holmes, esa música es demasiado aburrida —protestó el doctor
—¡Vamos!
—¡Oh, qué mala suerte!
Una vez que Holmes y Watson salieron del 221B Baker Street, Ladybug soltó lentamente a Basil a la vez que suspiró de alivio al igual que Chat Noir. El detective se limpió la boca con el dorso de la mano asqueado, gesto que la heroína notó y fulminó con la mirada a Basil.
—¡No seas dramático! Ni que te hubiera besado.
—¡Dios salve a la reina que eso nunca suceda!
Chat Noir abrió la ratonera por completo para terminar esa discusión, además de que no le agradó lo que dijo su lady a pesar del claro tono sarcástico que ella usó. Salieron de la ratonera uno por uno. Basil, a la cabeza del grupo, caminaba tranquilamente con las manos tras su espalda y llamando a Toby.
Los portadores de Miraculous miraban a su alrededor con asombro. Se sentía tan extraño ver todo tan grande.
—Wow. Admito que de todo lo que hemos pasamos hasta ahora, esto es lo más fascinante. —reconoció Chat Noir
—¡Lo sé! ¡Y al fin pudimos ver en persona al famoso detective Sherlock Holmes y a su amigo y compañero el Dr. John Watson! —dijo Ladybug emocionada.
De todas sus misiones, el felino-roedor nunca había visto tan extasiada a su compañera.
—En verdad disfrutas todo esto, a pesar del comportamiento grosero de Basil
Ese comentario hizo que Ladybug regresara a tierra. Ese actuar del detective la hizo recordar al fanfiction Silver and Gold, originalmente escrito por Lilgrimmapple y continuado por Bookwriter94. El recordar eso, inquieto su mente.
«Ratigan dijo que la película seguiría su curso, pero al intervenir Chat Noir y yo creáremos una trama totalmente diferente. Me pregunto ¿qué tanto podría cambiar? Espero que esa rata no lo use a su favor.»
—¿Qué tanto piensas?
—¿Eh?
Chat Noir vio que su amiga se mostró decaída al decirle lo del detective, pero enseguida su expresión cambio como si repentinamente recordara algo y después meditabunda. Si formuló un plan, lo mejor sería que se lo compartiera para saber qué hacer.
—Ladybug
—¡Ah! No es nada. Solo recordé algo
El héroe se aseguró de que los tres ratones estuvieran lejos de ellos antes de continuar.
—Ratigan dijo que se centraría en la película. ¿Pero resulta que también es un libro?
—Libros, en realidad. Y la verdad es que la película esta basa en estos. Desafortunadamente, nunca los he leído porque no los he podido encontrar. Pero, para nuestra buena suerte, como solo es la película, esto será pan comido. Uh... una advertencia.
—¿Qué?
—Ya entendiste que la historia no es "tan infantil" como creíste, pero eso no quita que sigue siendo clásico de Disney
—Y el "pero" es...
—No importa lo que suceda, que tan mal se vean las cosas, el héroe siempre se salva y triunfa
—Eso no me hace sentir mejor sino todo lo contrario. ¿Qué pasará?
Antes de que Ladybug pudiera responder, unos pasos atronadores se acercaron a ellos. Cuando las fuertes pisadas se detuvieron, Basil anunció feliz:
—¡Ah! ¡Ahí está!
Elevándose sobre ellos, con la lengua colgando de su boca, había un sabueso emocionado. Tenía pelaje marrón claro en la espalda con una mancha marrón, orejas y nariz marrones con pelaje color melocotón en la parte delantera, y llevaba un collar azul con una placa de identificación alrededor del cuello.
Ladybug veía fascinada a Toby mientras que Chat Noir lo hacía con nerviosismo, nunca en su vida se hubiera imaginado que tendría ante él a un perro gigante.
Basil observó las reacciones de los jóvenes. Sonrió al ver nervioso al chico, pero su sonrisa desapareció al ver felicidad en el rostro de la chica. Así que le daría un pequeño susto. Se paró detrás de ella y la empujó hacia Toby, sobresaltándola por el inesperado actuar del detective.
—Ladybug, le presento a Toby
La joven se acercó al sabueso y le dio unas palmadas amistosas en la nariz.
—Hola Toby, mucho gusto
Repentinamente el hocico de Toby la empujó haciéndola gritar y tropezar un poco hacia atrás. Él la olfateó ansiosamente y su cola se movió vigorosamente encariñándose inmediatamente de esta nueva extraña con aroma dulce. Toby lamió a Ladybug desde los pies hasta la cabeza, levantando su capa Inverness, su flequillo y su cervadora.
—¡Agh! ¡Guácala de gato bodeguero! —gritó con repulsión Ladybug, se secó la cara y se acomodó el cabello, el gorro y la capa. Toby no se detuvo allí, continuó lamiendo a la chica, tirándola al suelo—. ¡Detente! —pidió la heroína entre risas.
Como era de esperarse, ni Dawson ni Olivia entendieron lo que la joven dijo debido a que no hablaban español. Basil sí hablaba el idioma gracias a su trabajo, pero lo desconcertaron las palabras de Ladybug porque nunca había escuchado algo así. Y Chat Noir... estaba riéndose a carcajadas por las reacciones de los tres ratones, sobre todo del detective; gracias al tiempo de conocer a su lady entendía casi todas las jergas mexicanas que ella usaba, pero también le divertía el verla batallando con Toby.
—¡En lugar de reírte, ayúdame!
—Pe... perdón, Mi Lady
Chat Noir logró parar de reír, pero todavía conservando una sonrisa burlona en su rostro se acercó a su compañera. Toby olfateó algo, dejó en paz a la joven y siguió el rastro hasta el origen de ese fuerte olor. El felino-roedor se detuvo al ver al gigantesco can acercarse a él, retrocedió lentamente a la vez que el sabueso se le acercaba hasta que lo tuvo de frente.
—Lindo... perrito
Toby olfateó a Chat Noir y, al igual que con Ladybug, lo lamió desde los pies hasta la cabeza levantando su levita y los mechones de cabello que enmarcaban su rostro. Al verlo, la heroína se rio mientras que el héroe enfurecido se limpiaba la saliva del perro y arreglaba su ropa y cabello.
—Al parecer su perro se encariñó con los jóvenes —comentó Dawson
Basil no dijo nada, simplemente soltó un bufido. Estaba un poco decepcionado porque tenía la esperanza de que al usar a Toby probaría que esos dos podrían ser alguna clase de criminales en vez de "héroes", pero al ver que al sabueso les agradó hizo que esa sospecha desapareciera. Aun así, no significaba que confiara en ellos, énfasis en la chica, porque persistía ese presentimiento de que Ladybug ocultaba algo. Sea como sea, debía reunir evidencia sobre el caso... y de paso sobre los jóvenes.
Ladybug fue al rescate de Chat Noir, todavía burlándose de su compañero.
—¿Estás bien? —preguntó la heroína tratando inútilmente de contener la risa
—Obvio que no —contestó molesto el héroe—. Una vez más esto demuestra que soy más una persona de gatos que de perros
—Y el Miraculous del Gato Negro no tiene nada que ver ¿cierto?
—Exactamente.
Basil se aclaró la garganta, se paró detrás de Dawson y lo empujó hacia el sabueso para presentarlo. Toby resopló ante el nuevo olor y echó la cabeza hacia atrás, mirando al ratón bonachón con curiosidad.
—Toby, el Dr. Dawson.
Dawson rio nerviosamente cuando Toby lo olfateó con cautela. Se quitó el sombrero a modo de saludo.
—Encantado. Mucho gusto —saludó el médico palmeando la nariz del perro.
Instantáneamente, Toby comenzó a gruñirle a Dawson mientras lo empujaba con el hocico, mostrándole los dientes al doctor. Al ver eso, Basil corrió al rescate de Dawson empujando a Toby hacia atrás.
—Toby, ya basta Toby. ¡Ya Toby! ¡Quieto! ¡YA! —Dawson pasó velozmente entre Ladybug y Chat Noir y se ocultó detrás de la pata de un sillón rojo. El médico se asomó temblando a causa del miedo—. Tsk, tsk, tsk, tsk, tsk, tsk. Mil perdones amigo. Toby tiene el mejor olfato de todos los sabuesos que he entrenado. —mientras Basil hablaba, el perro olfateaba toda la habitación, incluso pasó debajo de una mesa con un mantel azul—. Pero también es ¡ha, ha, ha! ¡Bastante juguetón!
Basil no pudo evitar preguntarse por qué Toby aceptó a los jóvenes con facilidad y reaccionó agresivamente con Dawson. ¡Un médico! Un hombre que ayudaba a salvar vidas, por el amor de Dios. Tal vez Dawson olía fuertemente a medicina y a Toby no le gustaba. Si era por eso ¿a qué olerían esos dos que le encantó al perro?
Toby siguió olfateando y su nariz lo llevó a un reposapiés donde Olivia estaba escondida detrás de los flecos y lo único que se veían eran sus piernas. La niña apartó con cautela los flecos como si fueran cortinas y al ver quién era Toby sonrió ampliamente.
—Hola Toby —saludó la pequeña palmeándole la nariz. El perro la olfateó y ella se rio alegremente—. Qué lindo eres —Olivia metió la mano en el bolsillo de su abrigo y le preguntó al perro con una sonrisa—. ¿Quieres un bollo?
Toby asintió emocionado mientras jadeaba en respuesta. Olivia sacó uno de los bollos de la Sra. Judson de su bolsillo y se lo ofreció. En un instante, el bollo desapareció en una lamida, siendo este del agrado del perro.
—Quieto ya, Toby —llamó Basil mientras buscaba la boina de Fidget en su bolsillo—. Vamos a nuestro y después nos... —jadeó al levantar la vista y ver a Toby acostado boca arriba, recibiendo un masaje en la barriga por parte de Ladybug y Olivia.
El momento fue interrumpido por un fuerte silbido. Toby se detuvo y miró a Basil, quien lo veía con el ceño fruncido, de brazos cruzados, su pie moviéndose con impaciencia y se aclaraba la garganta. Ladybug suspiró y pensó que el detective era un aguafiestas. Se deslizó del estómago del sabueso y aterrizó sobre sus pies al lado de Chat Noir y Dawson. Olivia también se deslizó de Toby y aterrizó en los brazos de la heroína.
El can se puso de pie y miró a Basil obediente.
—Muy bien. ¿Listo Toby? —dijo Basil satisfecho y metió la mano en su bolsillo de nuevo—. Toby, quiero que encuentres... —sacó la boina de SentiFidget justo enfrente del perro— ¡a este pillo!
Toby gruñó enojado mientras entrecerraba los ojos y mostraba sus afilados dientes. Basil sonrió. Finalmente, estaba obteniendo la reacción correcta.
—¡Sí! Conoces su tipo. —estimuló a Toby, gruñendo junto con él—. ¡Un villano! ¡Rawr! ¡Un malvado! ¡Rawr! —Levantó el sombrero, haciendo que Toby se pusiera de pie, sin dejar de mirar el objeto. Basil se puso a cuatro patas en el suelo con Toby haciendo lo mismo mientras continuaba gruñendo—. ¡Es torpe y mirada torva! ¡Ala rota! —el perro dejó de gruñir, completamente perdido en la última parte—. Tiene una pata de palo y un ala rota —aclaró el detective colgando su propio brazo como ejemplo.
Mientras Basil interactuaba con Toby, los demás los observaban.
—¿Qué hace? —preguntó susurrando Olivia a Ladybug, quien observó toda la escena entre avergonzada y divertida por el actuar del detective.
—Ponerse en ridículo —contestó Chat Noir ya que había escuchado a la niña
La catarina-roedora puso los ojos en blanco y regresó su atención a la pequeña.
—Está haciendo que Toby memorice el olor de Fidget para que podamos encontrarlo —susurró Ladybug con una sonrisa.
Este era el Basil que ella recordaba y le gustaba, y no el engreído ratón sabelotodo. El detective cómico y amante de la diversión que estaba tan absorto en su pasión que ni siquiera se daba cuenta de lo tonto y poco ortodoxo que estaba actuando. Volvieron a gruñir en el suelo, con el pelaje de Toby levantándose desde la parte posterior de su cuello. Las chicas tuvieron un ataque de risa y Chat Noir cruzó los brazos y rodaba los ojos fastidiado. Por suerte para ellos, Basil estaba demasiado ocupado irritando a Toby como para darse cuenta.
—¡Sí! ¡Rawr! ¡Sí! ¡Rawr! ¡Eso es! ¡Muy bien! ¿Tienes su rastro? —Basil agitó el sombrero en el aire. Toby asintió emocionado, comprendiendo la tarea y los detalles—. ¡Ha, ha! ¡Muy bien! ¡Muy bien! —gritó de emoción Basil. Recogió la correa de Toby para sujetarlo al collar del perro—. ¡¿Eh?! —pero una vez más, Toby no le prestaba atención. El perro se volvió hacia Dawson, Olivia, Ladybug y Chat Noir.
Basil frunció el ceño y rápidamente corrió frente a Toby, casi empujando a los jóvenes héroes fuera del camino. Los portadores de Miraculous miraron molestos al detective.
—¡Srta. Flamchester! —dijo Basil
—¡Flaversham! —corrigieron enojados Olivia, Dawson, Ladybug y Chat Noir
—Como sea —contestó indiferente el detective y colocó la correa en la placa del sabueso—. Vamos a encontrar a su padre —volvió su atención hacia el perro—. ¡Toby! —el can hizo una pose de "puntero", listo para correr tras el rastro de Fidget—. ¡Al ataque!
Al principio, Ladybug iba a dejar que Toby aplastara a Basil como lo hizo en la película, otra vez como karma, por ser un idiota. Pero verlo a punto de suceder desde su ángulo fue mucho más aterrador que desde el otro lado de la pantalla. El temor por la seguridad del detective llevó a la heroína a agarrarlo por la parte de atrás de su capa Inverness y tiró de él justo a tiempo cuando la pata de Toby avanzó hacia adelante.
Basil la miró fijamente, atónito de que ella acabara de salvarlo. Antes de que pudiera entenderlo, la correa que sostenía lo levantó del suelo y Ladybug, que se olvidó de soltar la capa Inverness, fue arrastrada con él. Ella gritó y envolvió sus brazos alrededor del torso del detective mientras Toby los sacaba corriendo de la habitación. Sin pensarlo, Basil la abrazó con su brazo libre de su cintura, evitando que se cayera.
—¡Uy! ¡Uh! ¡Uh! ¡Vamos tras él! —exclamó Basil riendo a carcajadas—. ¡Yoinks! ¡Tally-ho!
Olivia, Dawson y Chat Noir corrieron tras ellos y escucharon a Ladybug gritar:
—¡Mejor cállate y haz que se detenga! ¡Nos vamos a matar!
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