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Magic pregnant pt.2

Su mágico embarazo iba de mal en peor.

No saludablemente, mágicamente.

—Mami, mi hermanita o hermanito es mala.— el primogénito de la familia Lake, Jake, abrazaba con cuidado la barriga mediana de su madre, acariciando cada tanto, un poco adormecido.

No le digan nadie que ama ser mimado por su madre mientras acaricia el hogar temporal de su futura hermanita. Y aprovechaba que su mamá acariciara su cabello y le cantara canciones bonitas con su melodiosa voz. Si sus compañeros de clase se enteran, arruinarían su reputación de campeón.

—¿Por qué, cariño?.— detuvo su canto, atenta a las siguientes palabras que diría su hijo, y ya tenía una idea.

—Te aleja de mí.— murmuró con molestia, pero aún así cuidando de no hablar fuerte para que su hermanita no escuchara desde adentro.— hace que desaparezcas por horas y papá debe buscarte. Incluso ye hace ver fea.

Esperaría a que su pequeño se durmiera para poder llorar a gusto, por supuesto que se sentía fea, muy horrible, y que su hijo se lo dijera -aclarando que fue criado para no mentir-, le dolía. Claro que Jim siempre estaba para hacerla sentir mejor, pero ¿Qué podría hacer?
Suspiró aguantando las ganas de llorar, y puso su mejor sonrisa para su pequeño, no dejaría que sus hormonas la pusieran en mal momento.

—Sabes que no lo hace a propósito.— le sonrió con amor puro, besando las mejillas de su pequeño.— ya sabes que mis poderes irán peor cuando siga creciendo, necesito que seas fuerte y paciente, mi amor.— acarició las mejillas rosaditas del contrario.— pero en cuanto salga, no volverá a pasar, te lo prometo.— prometió, pensando en sí su "no volverá a pasar" sería momentaneo, pues no había hablado con Jim sobre cuántos hijos podría estar en su nucleo familiar.

Aunque ella solía quejarse mucho del embarazo, dolores, nauseas y otros; pero recordando la primera vez que tuvo en sus brazos al campeon de cabellos negros y viendolo crecer y seguir su ejemplo de bondad y buenas conductas, llegó a la conclusión que su pequeño crecía y ella no podía detener el tiempo; pero sí podía darle un hermanito o hermanita a su promogenito, y volver a pasar la locura del primer año. ¿Era egoista? no sabía, pero a su familia nunca le ha faltado amor y otros, por lo que lo vio como visto bueno el querer otro bebé, no fue tan planeado como el primero.

Porque ahora ambos padres sabían que hacer.

—Te amo, mami.— besó la mejilla de la de cabellos carmesí.

—Yo más allá del infinito, hijo de Jim, Cazatroles de Arcadia.— dijo con suma formalidad, tenía un pequeño juego con el niño, pues al enterarse de quiénes eran realmente sus padres, él tambien se sintió parte de esp, y su sueño del juego de prinicpes, cazadores, caballeros y dragones no era tan alejando a la realidad.

Era algo normal en la familia, más desde que Blinky había contado las historias de la pequeña Miracle y el joven Lake, ahora no solo sabía de poderes y armaduras, ahora supo pasados. A partir de ahí, no hubo día en que Jake no quisiera ver los poderes de su madre y la espada de la luz de su padre.

Pero ahora se cansaba por las desapariciones de su madre por el embarazo.

—Reina mami, ¿Puedes darle a tu único campeón del mundo un tazón de frutas?.

Stella no pudo evitar reír cuando atrás de Jake estaba Jim, viéndolo ofendido por el único campeón del mundo frunciendo el ceño para hacerlo más dramático.

—Lo que diga, mi principito.

—¿¡Y A TU REY, CAMPEÓN, CAZADOR, ESPOSO Y OTROS NO LE DAS NADA!?

El niño y la mujer rieron a carcajadas, ambos sabían lo dramático que se ponía Jim con el asunto de ser el campeón de Merlín, otros títulos y privilegios.

Claro que ahora con niños de por medio, el 97% del tiempo era de ellos y el 3% para la pareja.

—Hola, amor. Que lindo te queda ese traje.— saludó, ignorando el puchero contrario y caminando a la cocina por la fruta solicitada.

—Mi hijo me ha robado los mimos de mi esposa.— dramatizó, tirandose a la cama donde sus tesoros reposaban, sintiendo la caricia en su mejilla de su esposa y los brazos de su hijo abrazandolo.— ¡Pobre de mí!

—¡Papá!

Stella ensanchó su sonrisa cuando ambos comenzaron a secretear, viendola a ella cada tantos, eso significaba alguna salida de familia por un rato; o ir a comer en algun lugar.

—Mientras conspiran contra mí, iré a picar la fruta.— dijo, levantandose con sumo cuidado, pues ya era su tercer trimestre y su estomago completamente redondo indicaba que en cualquier momento el o la nueva integrante de la familia vendría pronto.

.

Una vez picada la fruta, agarró una fresa para ella, su amor por ellas solo incrementó durante el embarazo, y eso lo agradecía, en el embarazo de Jake ella solo podía comer carne, no soportaba las frutas y menos las fresas, pero ahora parecía querer vivir a base de eso.

—Quier.-

Su fue al lavado para devolver lo que había sido su desayuno y la fresa, esta vez con más fuerza; ni siquiera sintió los pasos de su esposo e hijo cuando la escucharon vomitar desde la habitación.

—¿'Ella...?— terminando de vomitar, escuchó la preocupación de su esposo.

No podía estar vomitando a estas alturas, ya era el tercer trimestre, y en general los embarazos solían tener nauseas y vómitos durante el primer trimestre, ella levantó la mirada un poco confundida ¿Era normal? esperaba que sí; Jake no le dio esos problemas en el embarazo.

—¡Mami!.— el pequeño azabache corrió a abrazar a su madre.— ¿No te lastimó?

.

—Me siento cansada, es como si me cortara la respiración y el sueño.— Stella tomaba su tercer vaso de agua, viendo a Claire sonreirle con una brillante sonrisa.— ¿Por qué me sonríes así?

—Es lindo ver cómo hablas de tus nuevas experiencias.— respondió dulcemente.— ¿Hablaste con el médico?

La de cabellos carmesí asintió.

—Es normal según me dijo.— comentó, viendo su abultado estomago.— tambien es normal la hinchazon en la cara de vez en cuando, y de los vomitos es porque hay mayor acidez estomacal.— se encogió de hombros.

Ahora Claire comenzó a reir, extrañando a la embarazada.

—Según experiencias de mi abuela.— habló luego de unos minutos.— se dice que entre peores sean tus síntomas es porque tendrás una niña, eso explicaría el porqué no te ves radiante como cuando tuviste a Jake.

Stella miró un punto fijo por unos segundos, analizando cada palabra dicha por Claire. Volviendo su vista a la fémina de cabellos cafés, arrugando su nariz.

—¿Me estás diciendo que mi niña me está haciendo fea?.

Claire asintió para ofensa de la otra.

—¡No te ofendas!.— se apresuró a decir ante los ojos llenos de lágrimas de la de cabellos carmesí.— significa que tu pequeña será igual de hermosa que tu.— le sonrió.— o al menos eso decía mi abuela.

—Significa que hice fea a mi mamá mientras estaba embarazada.— dijo un poco apenada.—, pero para mi padre siempre se vio hermosa.

—Ay 'Ella, Douxie siempre me da un discurso amoroso hasta cuando uso mascarillas; y tu querido esposo.— la chica bajó la mirada.— es capaz de hacerte una estatua de hasta cuando duermes.

—Oye, no digas eso.

—¡Aun te sonrojas por Jim!.

—¡No le digas! Siempre me molesta.

—Me agrada ver que su amor es igual o más fuerte que cuando se conocieron.

A mi también, Claire

.

Había llegado el día.
El fatídico día.
EL MALDITO DÍA.

—Bien, cariño pase lo que pase estaré aquí.

La chica olvidaba la dulce voz de su esposo a lo lejos, pues el dolor de sus contracciones era cada vez insoportable y la estaban preparando para el parto.

Esta vez Jim estaba en casa cuando pasó, había decidido faltar al trabajo durante la semana en se haría por fin el nacimiento de otro miembro en la familia Lake.

—D-duele.— apretaba la mano del hombre con fuerza, era un dolor insoportable esta vez. Como si fuera el doble.

—Ya estamos listos.— avisó la mujer a cargo del parto.

Jim se quedó con ella mientras los amigos estaban en la sala de espera.
Y los gritos comenzaron.

.

—¡Felicidades! Una fuerte y saludable bebita.— anunciaron, limpiando a una bebé que lloraba con fuerza, envolviendola en una manta amarillo pastel y dejarla a cargo de las enfermeras.

—¡Lo hiciste perfecto cariño!.— felicitó el hombre de apellido Lake, besando la frente sudada de su esposa.
Ella sonrió cansada, disfrutando la sensación de ser liberada nuevamente.

Un momento.

—¿Por qué seguimos aquí?.— susurró ella en pregunta cuando no vio a las enfermeras y solo a la doctora a cargo.

—Listo, señora Lake, puede iniciar a pujar nuevamente.— avisó nuevamente.

—¿De qué- ¡AUCH DIOS!.— arqueó su espalda nuevamente ante la contracción que estaba sintiendo, dirigiendo su vista a Jim, mientras este veía a la doctora entre las piernas de su esposa.

¿Acaso...?

—¿No solo era una niña?.— preguntó el de cabellos azabache a la enfermera, esta le sonrió negando.

¿¡QUÉ!?

—No señor, son gemelos.— avisó, suministrando más suero.

—Vamos, Stella, puja una vez más. Ya estás dilatada, será sencillo.

La chica tomaba bocanadas de aire, intentando recuperar las pocas energías o al menos las suficientes para ponerse a trabajar nuevamente.

—Ok, cariño, solo una vez más.— pidió un poco sorprendido el otro.— tú puedes.

Tardaba más de lo esperado, pero daba buenos avances si se era sincero, la doctora tenía razón, fue más sencillo.

—¡Un varón!

Pero eso no quitaba el dolor, sangrado, cansancio y sueño, ahora en doble cantidad.

—Muy bien, señor y señora Lake, la bebé ya la hemos trasladado al cunero para control, su otro bebé será limpiado y próximamente llevado al cunero.— avisó la doctora, comenzando el trabajo de control ahora con la casi inconsciente Stella.

—¿Jim?.

—¿Si, preciosa?.— murmuró el otro en respuesta, acariciando las mejillas rojitas de su esposa debido al agotamiento de la chica.

—Ve, y hazte la vasectomía ahorita mismo.

Las enfermeras se rieron un poco por las palabras de la madre, no era la primera vez que escuchaban decir eso a una mujer, y él no era el primer esposo en ir a por ello.

—¿Segura?.— preguntó, besando el dorso de la mano contraria con una sonrisa enternecida.

Estaba de acuerdo en hacerlo, Stella y él habían hablado todo el tiempo de tener 2 hijos máximo; pero su esposa siempre se ponía un poco graciosa o apenada en este tipo de situaciones.

Recordó cuando en el primer parto, solo sostuvo a Jake entre sus brazos y le había pedido otro bebé; él iría en ese mismo instante, y llegaron al acuerdo de un vasectomía desde antes, pues no iba a ocultarse él mismo que tenía una vida sexual activa con su esposa, Dios, era una de las mejores cosas que podía pasar, y tampoco iba a apenarse cuando su esposa le confesó que le gustaba cuando no usaba la protección común; por lo que era más que un hecho que lo haría.

—Sí, por favor.— pidió.— si hoy fueron 2, la próxima vez podrán ser 3.

Quiso reír, su esposa no cambiaba nada.

—Como órdenes, mi amor.

.

—¡QUE BUENA PUNTERÍA, JIM!

Jim esperaba que la tierra se lo tragara cuando vio a Douxie y a Toby, caminando hacia donde él estaba, dejando ya con la recepcionista su formulario para someterse a la vasectomía.

—Cállate, Tobes. Estamos en el hospital.— pidió un poco avergonzado.

—No, ya hablando enserio.— Douxie intervino.— ¿2? ¿De una vez? ¿Ya quieres sobrepasar a Steve, verdad?

Los recién llegados comenzaron  reírse a carcajadas del azabache, recordando que su ex compañero tuvo más de 5 hijos, de una sola vez.

—Callense.— pidió nuevamente.— ¿Pueden estar con Stella mientras voy con la doctora?.

—Tranqui, la cuidamos. ¿A dónde vas?.

—Vasectomía.— respondió con simpleza.

—No vaya a ser, con tu suerte pegas 3.

Y el dúo volvió a reír, haciendo que el otro frunciera el ceño.

—Extrañaré las vomitadas que Stella les mandaba.

Ahora ambos cambiaron sus rostros por uno de asco, ya que la pelirroja ahora tenía el defecto de que su vomito fuera traspasado a ellos, en todo momento. El embarazo mágico fue lo peor.

—Mueve tu trasero a la camilla pero ya.— lo empujó Douxie.— Ojalá te duela por recordarme mis traumas.

—Ahora imagínate que mis peques tengan magia y te hagan añicos.

—Lake muevete a que te corten o yo qué sé. Largo.

Ahora quien rió con ganas fue el otro, dejando de lado a sus amigos para ir a su procedimiento, afortunadamente se o podían hacer en ese momento, y lo haría.

Claro que se desvió a la sala cuna antes de ir, quería ver a los 2 nuevos integrantes de la familia.

—Como los amo.

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