Magic Pregnant pt. 1
Se sabía a la perfección todo el recorrido del primer embarazo normal de Stella Miracle, perdón, Stella Lake, sin embargo, esa solo fue una pequeña probada de lo que le sucedería, pues en sus 9 siglos y 27 años de vida, estuvo rodeada de normalidad, por lo que su segundo embarazo no fue la exepcion a la regla, fue la peor epoca no solo para ella, sino para su esposo y conocidos, magicamente hablando.
Bueno no peor, fue caótico. Y en resumidas palabras de Blinky, "asqueroso".
Ahora la joven de cabellos cortos carmesí, estaba en su segundo embarazo, completamente contenta y emocionada del "milagro" de la vida, pues tanto ella como Jim estaban de acuerdo, emocionados y lo más importante según las leyes, economicamente bien para traer cuantos pequeños desearan.
Pues la joven ya contaba con un buen puesto de editora en jefe de una revista publicitaria, y Jim Lake ya era dueño de la cadena de restaurantes "Stoneheart" y cafeterías "Miracle" (en honor a su esposa y su afición al café y postres), de las más famosas por sus exquisitas presentaciones y sabores; el esfuerzo de tantos años en la vida de ambos daba sus frutos.
—Espero sea una niña.— susurró viendo su "vientre" en el reflejo del espejo de la habitación, apenas tenía 2 meses, por lo que no era notorio, bajó su vestido para dirigirse a su esposo quien suspiraba cada que la veía.— ¿Por qué me ves así?— preguntó un poco confundida, sonriendo cuando el chico solo la abrazó con fuerza.
—Te siente bien estar embarazada.— murmuró con felicidad, él también quería otro hijo, pero no tenía la valentía para llegar a casa y decir "Stella me gustaría otro bebé" no era tanto su decisión tenerlo, no cargaba al pequeño por 9 meses y sufría de dolores.
Por lo que casi gritaba de emoción cuando su esposa tomó la iniciativa y susurró un pequeño "Quiero otro bebé, ¿Te gustaría?", y ahora con el consentimiento al 100% de su esposa, puso manos a la obra.— ajusté mis horarios para estar más tiempo en casa, yo me ocuparé de Jake todo lo que pueda ¿De acuerdo?— informó acariciando los cabellos sedosos de ella.
—Te gusta embarazarme, querrás decir.— sonrió confiada, basta, ya era una adulta y aun no podía hablar tan descaradamente como su esposo.
—Como sea.
—¿Por qué estás tan al tanto del embarazo, Jim?.— preguntó preocupada.— te veo más preocupado que cuando tenía a Jake.— comentó tomando asiento en la cama, palmeando a su lado para que Jim se sentara junto a ella.
Él suspiró, tenía razón. Estaba más al pendiente y alerta de este segundo embarazo que del primero, ella no veía lo malo del segundo embarazo, hasta disfrutó como nunca cuando estaban de viaje de negocios y era la primera vez en los 8 años que tenía Jake en la que podían disfrutar de su compañía.
—Estaba leyendo un poco.— comenzó a hablar, haciendo que ella dejara de lado sus indecorosos recuerdos y se centrara en él.— el primer hijo siempre se parece al padre.— se señaló.— y ambos hemos vsto que Jake es casi una copia mía, solo tiene tu tono de ojos y actitud extrovertida.— ambos sonrieron por el pequeño, era el tipo de niño que saludaba a todos en la calle, y se ponía triste cuando un estúpido adulto mal educado no devolvía el saludo y solo lo miraba mal. Obvio no estaba en la obligación de saludarlo, pero no era correcto verlo mal o soltar un insulto frente al infante — y los sgundos hijos son quienes se parecen a la madre...
—¿Osea que puede ser pelirrojo?.— preguntó con esperanza, sonaba precioso tener un o una pequeña con su cabello rojito.
—Y no solo eso...
—¡Espera!.— ahora su cerebro conectó las pequeñas palabras soltadas.— ¿Me quieres decir que, probablemente tenga mi magia?.
Jim asintió. Por lo que ella se paró y fue a verse de nueva cuenta al espejo, ajustando su suelto vestido para ver si la pancita habia crecido o algo, causando ternura en el chico. Toda una adulta y aun lograba encantarlo con sus gestos.
—Es por eso que estoy más alerta.— confesó.— nuestro pequeño no ha presentado nada de que pueda tener magia, hasta puedo decir que es un humano sin magia al cien por ciento.— posó sus manos en los hombros de ella, viendola por el espejo.— Y Blinky me dijo un poco del embarazo de tu madre...
Eso hizo que se girará de golpe a verlo con más atención, estaba segura que ella no moriría porque su pofecía no era morir al tener hijos, ni siquiera sabía si tenía profecía en realidad, pero su primer embarazo fue un éxito.
—¿Qué te dijo?
—Que a veces hacía aparecer cosas, o ella desaparecía por momentos... y que cuando vomitaba su magia hacía que apareciera donde Blinky estuviera...— aunque trató, Stella no pudo contener su risa por la imagen de Blinky espantado por el vómito.— y sabiendo que ella solo tenía la magia de su madre, y tú tienes la magia de Amelia y Merlín. Preocuparme es poco.
—Jim, relajate, estaremos bien.
.
3:00 am.
Stella no abandonaba el retrete, llevaba una hora vomitando el festín que su esposo les preparó a ella y al precioso campeón llamado Jake, y le iba fatal. Jim le había preparado toda la comida que ella pidió, e incluso hizo los postres que su pequeño Jake quería, y ahora todo estaba en el retrete.
Jim por otra parte, acariciaba su espalda y le susurraba palabras de apoyo, yendo de vez en cuando donde Jake para asegurarse que el pequeño no se había despertado por las arcadas de su madre.
—¿Ya salió todo, princesa?— preguntó al verla limpiando su boca con papel. Recibió un asentimiento de la pelirroja nauseabunda, por lo que la tomó entre sus brazos y la cargó para llevarla a la cama.— trata de respirar, cuando estés mejor te ayudaré a cepillarte los dientes.
—Jim. ..— le llamó un poco mareada.— no jalé la cadena, perdón.
—Yo lo hago, no te preocupes.— sonrió besando la cabeza contraria, caminando hacia el baño.
Pero se detuvo en seco.
El retrete no tenía ni una sola seña de que alguien estuvo vomitando por una hora entera, por lo que regresó la vista hacia su esposa y luego al baño, él vio que vomitaba.
—¿Qué...-
Su trlefono vibraba sobre la mesa de noche, por lo que fue a tomnarlo,y viendo de donde proveía la llamada, supo al instante de qué se trababa.
—Blinky... Aaarrrggh, Tobes, Douxie, Krel... ¿En qué puedo servirles en esta maravillosa madrugada?— quiso reirse, las llamadas proveían del grupo en el que estaban, claro que esto no se lo diría a Stella, moriría de vergüenza.
—Maese Jim.— Blinky sonaba alerta.— ¿Stella está embarazada?
—Sorpresa, sorpresa.— susurró para el grupo.— Pero más les vale actuar sorprendidos cuando ella planee decirlo o yo mismo iré con la espada a cortarles la lengua.— sentenció con voz dura.
Extraño, Jim nunca amenazaba así. Mejor dicho, ni siquiera amenazaba.Ya
—¡PERO VOMITÓ EN MI EQUIPO NUEVO DE COMPUTACIÓN!— Krel chillaba del asco.— ¿¡CÓMO ES ESO FISICAMENTE POSIBLE!? ¡USTEDES ESTÁN EN NEW JERSEY, YO EN ARCADIA!
—Verá querido Krel, por lo que veo Stella ahora sufre del embarazo mágico que no tuvo con el primero.— hizo una pausa.— y creí librarme del vómito.
—¡Me cayó en la cabeza, Jim! No importaba dónde me ponía, aparecía en mi cabeza.— dramátizó Tobes.
—¡Por una hora!.— Douxie tomó el mando de la conversación.— ¡ESTABA CON CLAIRE CUANDO APARECIÓ EL VÓMITO! ASÍ NO PUEDO VIVIR.
—¿Y PORQUÉ ME GRITAN A MÍ?.— el azabache ya estaba en el patio trasero de la casa para hablar con nosrmalidad y no despertar a su familia.
—Tú terricola mal formado.— respondió Krel, ocasonando la risa de los otros.— ¿Quién la embarazó?, ¿Douxie?
—¡A mi no me metas, cerebrito!
—Nunca vuelvas a decir en tu electrónica vida que alguien más estuvo con MI esposa.— Krel tragó saliva agradeciendo que nadie podía ver su expresión asustada por el cambio de humor repentino de Jim.— alien.
—¡TRAIDOR! ¿¡CÓMO PUDISTE LLAMAR.-
—¡Bueno ya!— Blinky intervino en la conversación.— debemos ser fuertes caballeros, ¿Jim, cuántos meses lleva? Que si no me vomita encima, mi pequeña no dice nada.
—Ya no es pequeña.— aclaró Douxie.
—2 maravillosos meses.
—NO PUEDE SER.
.
—¿¡Jake!? ¿¡JIM!?
Stella no supo cómo, cuándo y ni el porqué, pero estaba con la simple pijama de pantalón y camiseta de tirantes, en una playa.
No sabe cómo llegó ahí, se siente demasiado cansada. Estaba haciendo el desayuno para su esposo antes de que fuera a trabajar y de repente estaba a las orillas del mar. Y estaba sola.
Dejó a su pequeño Jake solo.
No tenía teléfono, y cansada no podía crear algún portal que la llevara a casa.
—¿Dónde estoy?.— puso una mano en su espalda, sosteniendo con la otra su pancita de 4 meses.— bebé tienes una mami defectuosa, ¿Estaremos en la tierra no?
Comenzó a caminar, odiando el momento en que decidió ponerse una pijama de pantalón. El calor de la playa era insoportable a su parecer, ¿En dónde estaba?
Rascó su nariz con suavidad, queriendo estornudar.
Cosa que pasó al instante en que su piel se erizó por el brusco cambió de temperatura.
—¿¡QUÉ ME ESTÁ PASANDO?!.
El suave color blanco de la nieve recién caída la recibió con fuerza, provocando que se abrazara a ella misma en busca de calor. Ahora no la atacaba el calor, ahora quería el calor. Iba morir del frío o el hambre.
—Bebé, ¿Tu tendrás algo que ver, no es así?.— sonrió cuando supo que no habría respuesta. Quiso darse una manta de calor usando un poco de magia.
Pero seguía cansada, sin energías ella no podía usar nada de magia. De ningún tipo, su retoño estaba absorbiendo sus energías como si de comida y vitaminas se trataban.
—Tendrás bonitos poderes.— halagó la chica, comenzando a caminar en busca de alguna señal de vida.— solo espero tu papi no haga un drama por esto.
.
—¡LLAMA A TODAS LAS UNIDADES DE VUELO DE AKIRIDION!
Se había levantado feliz esa mañana por el suave aroma de los panqueques, bueno, su esposa aún le llamaba pan de qué por lo que él también le llamaba así.
Era jueves, desafortunadamente debía asistir al trabajo para supervisar las entregas de alimentos y verificar laa compras. Pero llegaría a las 3:00 pm para estar con su familia.
—¡PAPÁ!
Jake corría hacia la habitación de su padre, llorando a mares y temblando del miedo. Cosa que alertó al hombre recién levantado, tomándolo entre sus brazos y acariciando la pequeña espada para que se calmara.
Frunció el ceño, su pequeño gritó demasiado fuerte como para que Stella no lo escuchara en algún punto de su casa.
A menos que estuviera vomitando.
—¿Que pasó, campeón?.— preguntó limpiando las mejillas húmedas de su primer hijo, besando su frente.
—Mamá desapareció.— volvió a chillar desesperado. Abrazando con fuerza a su papá, temiendo que él desapareciera también.— no me dejes.— hipó con miedo.
—¿Seguro no está en alguna parte de la casa, hijo?.
El niño negó aun en llanto.
—Es-estaba cantando una canción cuando me sirvió la leche y de repente desapareció en una mancha negra. ¡La llamé y no contestó!
Esa explicación hizo que su esposo llamara a todos sus conocidos terrestres y a los akiridianos, convocando una reunión de suma urgencia bajo tierra con Blinky.
—Jim, calmate, Claire está rastreandola para crear un portal directo.— Douxie quiso tomar al azabache para que dejara de gritar como loco.
Por lo menos su hijo estaba bajo el cuidado de la gran mamá, Steve.
—¡No le digas que.-
—¿¡CÓMO TE PONDRÍAS SI TU ESPOSA DESAPARECE DE REPENTE Y TU HIJO LLORA PREOCUPADO!?
Douxie tragó saliva al dar cuenta que nada calmaria al Cazatroles en ese momento. Solo la presencia de su esposa.
—El embarazado parece otro.— se burló Krel desde su computadora.
Ay no puede ser
.
—Tienes merecido ese puñetazo.— Aja Tarron limpiaba la herida de su hermano con alcohol y un algodón.— te dijeron miles de veces la condición actual de Jim, y comentas esas cosas.
—¡Aún no me acostumbro a la magia!.— se quejó del ardor por su herida.— solo quería alivianar el ambiente.
—Pues mejor no alivies nada.— pidió guardando las cosas en el botiquín.— Blinky ha explicado miles de veces que en este embarazo Jim tendrá también los sentimientos a flor de piel, y que será prácticamente un Troll sobre protector y fuerte por proteger a Stella. Ya dijeron que Merlín tuvo momentos así por haber intervenido en el embarazo de Amelia. Y que en el episodio más fuerte de celos y emociones decidió crear los planos del Amuleto.
—Perdón.— susurró apenado.
—No debes disculparte conmigo, hermanito.
Ambos sonrieron listos para salir a la búsqueda de Stella, Claire por más que intentaba no podía dar con ella. Su energía era baja para poder encontrarla, por lo que optaron por equipo aéreo y terrestre.
—¡La encontraron!
.
—Y-y luego estaba en Rusia.— Stella abrazaba a su esposo y su bebé Jake, sentada sobre el regazo de Jim, explicaba toda la situación. Bajo la atenta mirada de sus amigos y familiares.— no... no tenia muchas fuerzas para hacer magia y...— sollozó acariciando la mejilla de su hijo, alegre de tener a mami en casa.— y luego estuve en las Tierras Oscuras.— su llanto se intensificó.
—¿Te hicieron algo?
Jim volvió a aparecer nuevamente su traje de la Luz del día, atento a la historia de Stella y poniéndose a la defensiva cuando su esposa le contaba momentos débiles.
—Estuve corriendo de algunos Goblins.— lloró mostrando su brazo con una pequeña herida.— un cambiante logró atacarme pero después desaparecí.
Jim tensó la mandíbula, ya no existía un portal para conectar ambos mundos y su esposa estuvo en ese maldito lugar desprotegida.
—Después me encontraba varada en la carretera de San Francisco y una nave me encontró.— el hombre de cabellos azabache abrazó con más fuerza a su familia, sabía que debía estar alerta.
Su esposa cayó rendida ante el cansancio, no solo del llanto, sino de todas las emociones fuertes. Y Jake le siguió.
Jim llevó a ambos a la cama King Size del matrimonio, acariciando las mejillas de ambos y arropandolos. Tuvo que cambiar la pijama de su esposa por la suciedad de la misma y luego volvió con sus amigos.
—¿Duermen?.— Claire le ofreció una taza de café. Y lo aceptó con gusto, aunque una parte de él se puso a la defensiva por beber un café que zu esposa no preparó.
Estúpidas hormonas compartidas.
—Sí.— respondió, recibiendo palmadas en la espalda por parte de Aaarrrggh.— perdón por golpearte.— le dijo a Krel, muy avergonzado.
—Me dolió.— se quejó con una risa.— pero gracias a eso hice esto.— mostró un pequeño collar con una piedra corazón al centro. Brillaba.— con esto Stella tendrá energía recargable para ella y su bebé.— comenzó a explicar bajo la atenta mirada de todos.— es recargable, la energía ahora la transformará en la especial de la Piedracorazón que es lo que le da fuerzas a Stella y lleva un localizador por si se descarga por completo, sabrás dónde está con 100% de precisión.
Y Jim se sintió peor por haberlo golpeado, supo que él también sería afectado en ese embarazo por ser el padre. Pero jamás creyó que fuera tan así.
—No quiero ni imaginar cómo te pondrás al tercer trimestre de embarazo.— Douxie palmeó la espalda del chico.— espero te guste vomitar, Merlín lo odiaba.
Ay no
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