Krella
Krel Tarron aprovechó la única oportunidad que la vida le presentaba, una oportunidad.
Aquella que cambiaría todo.
Pero ¿Cómo no besaría a aquella chica de ojos zafiro? Si ella resplandecía ante las explosiones que sucedían en el cielo tras haber acabado con ese meteorito.
Jamás había visto a alguien con aspecto angelical y delicado, ser fuerte llena de vida y sobretodo poderosa.
Los labios cereza de ella fueron degustados con lentitud, pues él no quería separarse de aquel contacto tan íntimo entre humanos.
Su sorpresa fue cuando la chica acarició sus mejillas con lentitud, acercandolo más hacia sí, sin perder el contacto con el beso.
Stella correspondió su primer beso.
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Sentados uno frente al otro, Stella Miracle sonreía cada que Krel dejaba su desayuno para verla sin disimulo alguno, era miradas tímidas.
Ella sabía que estaba mal
Pero, ¿Por qué sentía felicidad ante algo malo? La maldad no debía de hacerte feliz, y ahí estaba la de cabellos carmesí, sonriendo como tonta ante las miradas del chico akiridiano.
—Ay por todos los dioses, pareja de pubertos ¿Se besan ya o los dejamos solos?
El comentario de Stuart provocó un sonrojo en ambos menores, no sabían qué hacer, solo reían.
Hasta que la cara de pocos amigos de Tobías Domzalski llegó en la vista panorámica de ella.
—Tobes, ¿Estás bien?.— cuestionó la chica dejando de lado los pan de qué mientras centraba su atención en su amigo de complexión robusta.
—Por supuesto que no lo estoy.— respondió de mala gana, viendo mal al chico que parecía sumamente contento en aquellos instantes.
Pero dos personalidades distintas no siempre congenian
—L-lamento incomodarte.— murmuró ella; Krel le sonrió como si le diese pase libre para irse y así se quedaría a solas con Tobías Domzalski.
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—¡Eres un maldito estúpido!
Tobías no pudo tranquilizarse en cuanto Stella cerró la puerta, no sabía qué le enfurecía más, el hecho de que Krel haya abusado de su confianza importandole poco el haber intervenido en la historia de su mejor amigo, que merecía todo lo bueno del mundo junto a la pelirroja; o que Krel tenga aquella actitud tan controladora sobre su amiga de casi un milenio.
Pateó con fuerza una silla en cuanto recordó que su pequeña amiga de ojos zafiro tuvo que jurarle con el corazón a Krel que volvería a la hora que él pidió, no a la que ella quería.
—¿Cuál es tu problema, Toby?.— preguntó prefiriendo ver las actualizaciones de Madre que las rabietas de Toby.
—¡Besaste a Stella, por un demonio! ¿Cómo pudiste? ¡YA SABÍAS PERFECTAMENTE QUE ELLA TIENE ALGO CON JIM!
—Jim no está aquí.— recalcó con ofensa, cuando tenía planes o cuando calculaba algo detestaba que alguien quisiera sabotearlo.— ¿Acaso Jim la ha cuidado como yo?, ¿Acaso Jim está con ella? ¡Yo la vi morir!
Jim también la vio morir
—Pero Jim jamás la controló.— atacó con una sonrisa de suficiencia.— él confiaba en ella, aunque había momentos en los que dudó, él le dio su espacio, nunca le puso hora de llegada, nunca le decía que él iría con ella a todas partes.
—Stella tiene amnesia.— le recordó, pues en parte las verdades del rubio le afectaron.
—Stella durmió por 900 años antes de despertar, ¿Qué es peor?, ¿No recordar nada pero saber en la época donde está o creer que había muerto cuando solo dormía y despertó en un ao y lugar donde no conocía absolutamente y todos éramos una amenaza para ella?
Krel no supo qué responder, por primera vez no encontraba una respuesta que estuviera dentro de su rango de lógica y conocimiento, pues él era un mundo totalmente ajeno al de Stella Miracle.
Pero yo quiero protegerla
—Lo sé, quieres protegerla.— Tobías parecía leer sus pensamientos.— pero deberías dejar de ser egoísta.
¿Egoísta?
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Cálida
Stella era cálida.
Una tarde siendo abrazado por la pequeña 'Ella era mejor que cualquier manta que cubría el frío, si se ponía a comparar la temperatura de Stella y Akiridion-5, la diferencia era abismal.
Su planeta era frío, pues la alta tecnología los obligaba a mantener todo a bajas temperaturas para evitar sobrecargas a causa del calor.
Pero unos simples brazos blanquecinos que rodearon su torso le hizo darse cuenta que la calidez que él necesitaba en su vida era ella. Solo ella.
—Gracias por cuidarme, Krel.— murmuró ella, separándose de él para verle esos ojos azul eléctrico que poseía en su forma natural.
Aja estaba a unos pasos de ellos, mostrando su molestia a su hermano con solo una mirada. Nadie estaba de acuerdo con las decisiones de Krel Tarron.
Krel la ignoró, pues la de cabellos carmesí le sonrió y él se sintió mejor cuando ella llegó justo a la hora que le había ordenado.
—'Ella, ¿Por qué no vas y lees un rato mientras hablo con mi hermano?.— propuso Aja cambiando su actitud con su amiga vivaz quien no tenía la culpa de lo que sucedía a su alrededor.— ¡Mejor aún! ¿Qué tal si hablas con Toby? Me pidió que en cuanto llegaras a casa hablaras con él.— sonrió.
—Stella necesita descansar, estuvo todo el día afuera.— intervino Krel, pues investigando, supo mejor cuales eran los cuidados que debían tener los humanos.
Pero él no conocía los límites, tampoco era intencional.
Él no conocía a Stella
—Krel tiene razón, Aja.— dijo la de ojos zafiro, pues su amigo y posiblemente amor akiridiano siempre le hacía saber que la cuidaba y la protegía de más peligros.
Ella sin recordar nada, le creía sin rechistar.
Pero ella sí tenía sus límites
—Buenas noches a ambos.— se despidió ella, dejando un suave beso en la mejilla de joven.
Joven que estaba en mucho problemas.
—Tú y yo debemos hablar.— ordenó la Reina en Espera cuando su amiga ya estuvo dentro de su habitación.
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—¿Qué te está pasando?.— estaba sorprendida, no conocía al chico que tenía en frente que se hacía llamar "hermano".— Tú... ¿Sabías la existencia de Jim, la relación que tuvo con 'Ella...? ¿Y te atreviste a besarla?.
El joven asintió con la mirada gacha, ya eran dos sermones en menos de 24 sectons.
¿Y si sí estaba siendo malo?
No, solo la cuidas. Ella lo entiende y te hace caso.
Los cálculos e investigaciones respaldaban sus intenciones y acciones.
Pero todo tiene un margen de error de 0.01%...
Y Stella no es alguien común y corriente.
—¿No te da vergüenza ser tan egoísta con ella?
La gota que derramó el vaso.
—¡No, maldita sea, no me da vergüenza!.— se exaltó haciendo que Aja retrocediera de la impresión.— me gustó besarla y lo haría mil veces más, ¿Acaso ella se ha quejado? ¡Los dos estamls bien!
Ella tapó su boca con sus manos superiores, viendo con horror a aquel sujeto que por primera vez se desahogaba y cumplía lo que él quería, no lo que debía hacer.
—Por primera vez hago algo que quiero, tú más que nadie sabe que me cuesta relacionarme con los demás, y por primera vez entablo conversación con una chica. ¡Me gusta, Stella! Yo la vi morir.— recordó con horror.— yo la cuidé, la cuido, ¿Acaso Jim está aquí? ¡Deja de mencionarlo! Si a elle importara tanto Stella hubiese regresado, porque no me creo que no sepa que ella está despierta.
—Bien, si eso es lo que piensas está perfecto.— respondió con decepción, pues Toby le dijo la verdad sobre la ignorancia de Jim, también supo que él intentó decírselo a Krel, pero se portó de igual forma con él.
Solo la estoy cuidando
—Solo ten en cuenta esto, Krel.— dijo seca, sin el típico "hermanito".— Que Stella tenga amnesia no significa que no tenga sentimientos y tampoco significa que no será la misma de antes.
Auch
—Descansa, tú lo necesitas más que ella.
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Absurdo. ¿Qué nadie lo entendía?
Si le ponía hora de llegada a Stella era para no preocuparse, no sabía los peligros que podría enfrentar en Arcadia estando ella sola.
Un beso en los labios por parte de ella y su mundo se volvió rosa y azucarado.
—Ya me iré con Douxie.— avisó la chica mientras terminaba de lavar los platos.
—Está bien,'Ella. Cuídate y mira siempre a ambos lados al cruzarte la calle.— dijo Aja sin problemas, recordando la vez que a ella casi la atropellan por no mirar a ambos lados.
Krel se tensó.
—Douxie, ¿El papucho de la cafetería?.— preguntó Stuart tras tomar de su taza de café.— en ese caso me traer un pan dulce o algo.
¿Papucho...?
—¿Qué es papucho?.— preguntó la fémina tomando su mochila.— pero sí, iré con Douxie.
—¿Quién es Douxie?.— quiso saber Krel con cautela, dejando de lado sus herramientas y mirando a Stella en busca de respuestas.
Stuart y Aja lo miraron mal.
Steve que recién llegaba a la casa se quedó quieto al estar en aquel tenso ambiente donde Krel se mostraba desconfiado y Stella un poco confundida.
—Un amigo, él me ayuda a recuperar mi memoria.— respondió dudosa, la actitud del akiridiano hacia ella le preocupó. Pero solo se limitó a responder eso, pues Douxie le recomendó no decir nada acerca de su magia hasta que la tuviese por completo.
—¿Hablas del chico de la cafetería? Creo que tiene 21 o algo así.— comentó Steve sin saber el peso que conllevaba su comentario.— está guapo, hay que admitirlo.
—Él tiene 21 y tú 17, ¿No crees que debes tener cuidado?
Krel tenía fresca en su memoria los casos que leyó de abuso de mayores a menores de edad, más en los 17. Y no quería que Stella fuera parte de esa cifra que aumentaba cada día.
—¿De qué hablas? Él es buena persona, siempre vamos al bosque.— dijo ella en cuanto tuvo a Krel en frente, claro que subió la mirada por la diferencia de altura.
—Es 5 años mayor que tú y te lleva al bosque, suena peligroso. Te recuerdo que tu accidente fue en el bosque.
Aja tiró su tenedor al plato de vidrio, las palabras mal intencionadas de su hermano la ponían colerica.
Stuart prefirió callar, pues es la primera vez que no estaba de acuerdo con las decisiones de Krel Tarron.
Steve sí le puso un alto.
—Momento, ya llevan tiempo conociéndose... Y 'Ella se ve con buenas mejoras.— la defendió Plachuck, indispuesto a tolerar las limitaciones de la fémina.
—N-no importa, Steve. Krel tiene razón.— dijo ella con la mirada gacha.
¿Cómo pudo ser tan irresponsable? Krel tenía razón, Douxie en cualquier momento podía hacerle daño y ella confiaba en él.
Miró con deseos la puerta, quería abrirla y salir corriendo, siendo irresponsable o no disfrutaba de salir al exterior y ver los paisajes que Douxie le mostraba en cada lección.
Como si siempre hubiese vivido encerrada.
Dejó su mochila en la alfombra y caminó a pasos lentos a su habitación asignada, se convencía de la razón de Krel y su irresponsabilidad de sus deseos.
En cuanto cerró la puerta de su habitación, supo que nunca fue dueña de lo que más anhelada.
Libertad
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¿Sería demasiado egoísta de su parte querer escapar de Krel Tarron en aquellos momentos?
Miraba con tristeza donde se encontraban, una habitación llena de cables y pantallas con infinidad de información que no le interesaba, mientras que el akiridiano parloteaba sin cesar sobre sus planes o explicando lo que hacía.
Juraba desde lo más profundo de su corazón que intentaba entenderlo y emocionarse por las mismas cosas que compartía.
Pero no podía.
Toby se distanció, y eso la carcomía por dentro. Un día fue el que dejó de llegar a la casa y no la visitaba, diciendo la excusa que estaba atascado se tareas escolares.
Yo también quiero ir a la escuela
Aja ya no la miraba a los ojos, y parecía huir cada que se encontraban en algún lado de la casa; más cuando Krel la abrazaba o le daba besos en los labios.
Esos labios la incomodaban por alguna razón
Esto no estaba bien.
Stuart ni siquiera le llevaba los tacos que tanto amaba, pues al parecer Krel dijo que comer demasiados era perjudicial a la salud.
Varvatos... él solo la ignoraba.
Odiaba la situación.
—Krel, escuché hoy en las noticias que el clima es perfecto para salir, ¿Qué te parece si vamos al parque?.— propuso ella cuando dejó de hablar em joven de 4 extremidades superiores.
—No creo que sea buena idea, hay un 65% de probabilidad de que puedas golpearte con algo y un 10% que te de insolación por calor. Es mejor quedarnos aquí a salvo.
—Sí... a salvo.
Un beso en los labios y él siguió feliz en su mundo.
Necesito salir
Caminó hacia la salida del taller del joven, ignorando los llamados de él, buscando la salida principal de la casa.
No podía seguir así, como si toda su vida hubiera estado encerrada.
Solo una persona te dio toda la libertad.
—Madre abre la puerta.— ordenó en cuanto se dio cuenta que la salida estaba bajo llave.
—Me temo que no puedo.
—Madre abre la maldita puerta.— puso su mano derecha en su pecho ante las fuertes palpitaciones, comenzaba a sentir una inmensa falta de aire y necesitaba salir.
Salir... salir... salir...
Una persona fue capaz de darle la libertad que jamás tuvo, una persona jamás le había limitado en todo, una persona cumplía sus deseos por más alocados que fueran... Aquella persona era dueña de los labios que ella tanto anhelaba.
—Jim Lake...
***
MI MAMÁ SE LEYÓ LA SAGA, MI SAGA, LEYÓ MIRACLE'S SAGA
AHHHH 😭😭😭✨
Saben, me di cuenta de una realidad pura. Krel y Stella no pueden estar juntos bajo ninguna circunstancia
Aclaraciones respaldadas y apoyadas por mi bella madre
Y no lo digo porque me guste StellaxJim, si no que me di cuenta de las limitaciones que Krel ponía en Memories, haciendo contraste con la lucha de Jim porque Stella saliera al exterior.
En ambos casos ella no sabía nada del mundo.
Además de que ella siempre quiso Libertad
ESPERO LES HAYA GUSTADO ❤
Nos vemos en "Universe" las que anhelan tanto una historia de Krel 🎄✨🧚🏻♀️
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