Rompecabezas (∆).
Dedicado a:
-alcoholica
Aleinad_priss2
FreddyJohanSilva
richardleb
Crazyull
Gracias por leer la obra hasta este punto, se cuidan. Recuerden que los días lluviosos no son eternos, que el sol vuelve a brillar y las flores se ponen a bailar, llenas de éxtasis por la lluvia y el rocío.
Oh, y cristhianorozco13 Ganó el primer puesto en los Heaven Awards 2020, con su historia llamada "Mi color favorito". No soy de leer mucho, pero sus historias están en mi biblioteca. Una buena opción si no sabes que leer.
<~•°•°•~>
Ganas de vivir < Ganas de morir.
Miércoles... ¿Miércoles? Oh, vamos. ¡Quiero ver la clase de religión!
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La única manera de cerrar el ciclo con Fournier, es conseguir lo único que necesito saber para estar tranquilo:
Su pasado.
Me preocupa que, al saber el por qué de sus actitudes, termine callendo sin más remedio en sus brazos.
Pero es un riesgo que debo tomar, o eso sostengo.
<~•°•~>
Desperté, me alisté, me despedí de mis padres, caminé, entré, saludé, me senté en el pupitre dañado, presté atención, me fastidié. Emily aún no llegaba. La clase de ciencias eran entretenidas en cierto modo, pero no el día de un examen. Acabada la clase retomé mis planes: Hablar con personas que puedan revelar datos sobre Nicolás. Por tal motivo me acerqué a Ricardo; hablaba con Keily.
---Hola chicos--- Los abracé---. Ricardo, ¿Puedo hablar contigo?
---¿Es sobre Nicolás, o sobre la tarea de matemáticas?
---Siempre es sobre Nicolás--- Agregó Keily. Asentí. Ricardo se levantó y fuimos al final de salón, sentados en el suelo.
---¿Qué ocurre con él, Daniel?
---¿Recuerdas el día del campamento?---Ricardo me observó enojado. Agradece que te aprecio, porque de no ser así no tendrías trasero, dijo--- Perdón--- El solo sonrió un poco---. ¿Sabes por qué Fournier te acompañó a buscarme?--- Ricardo levantó una ceja, pensativo. Miró el techo.
---Si, si recuerdo. Un momento...--- Se echó a reír---. Es extraño que, ese mismo día, no hayas preguntado sobre ello.
No había pensado en eso--- Es cierto, no te pregunté nada en absoluto.
---Y cuando se trata sobre Fournier siempre estás alerta, sacando teorías bobas--- Ricardo se echó a reír.
---Bien, ahora cuéntame, ¿Qué ocurrió?--- Estaba desesperado; no comprendía a ciencia cierta el por qué.
---Inserta la música de arpa--- Le miré, no sabía a qué se refería---. Ya sabes, como en las caricaturas y series--- Imitó el sonido---. Tururun tururun tururun.
Dos tontos buscando a otro tonto.
Cuando Cardona estaba de los nervios producto de tu ausencia, decidí ir a buscarte. Por el camino sentí que me estaban siguiendo; era Nicolás.
Admito que me pareció muy extraño. Me dijo que estaba estresado, y que los paseos por los bosques siempre aclaran su mente.
Al rato de caminar un poco, comenzó a hablar.
---Te preguntarás el por qué decidí venir.
---Solo dí que te gusta Daniel.
---Mejor me regreso--- Se giró y comenzó a caminar rumbo al campamento.
---No, no, espera--- Nicolás giró, me miró con fastidio---. ¿Por qué estás aquí?
---Estuve hablando con Luisa, al parecer le gustas--- Sonreí.
Me emocioné tanto, que abracé muy fuerte a Nicolás, él se apartó como pudo.
---Debes estar con ella, hacen bonita pareja, sorprendentemente. No sé cómo te soporta--- Sonrió, yo giré los ojos. Continuamos por el sendero en silencio.
Gritábamos "Daniel" "Haminson" "Puto" "¡Pendejo!" "Te voy a patear el trasero" "DanieEeel." Pero no aparecías. Por alguna extraña razón tocamos el tema de tí.
---Ricardo, ¿Qué tan cierto es que le gusto a Haminson?
---Ay--- Ricardo abrió sus brazos, y luego señaló el cielo---, así de grande.
---Vaya...---Dijo con recelo.
---Pero, Daniel es buen chico. No entiendo el por qué se obsesionó contigo pero...---Su rostro reflejaba preocupación. Tuve la necesidad de explicarme---. No, no, no es... No es una obsesión... Um, ¿Cómo decirlo? ¿Tóxica? El te admira, o eso es lo que me ha dicho.
---¿Qué es exactamente "admiración"?--- Hizo el gesto de comillas con los dedos, con incomodidad.
---Me ha dicho que le gustaría ser lindo, seguro y fresco como tú.
Nicolás solo quedó en silencio. Decidí no indagar más en el tema. Nuestro pasos eran apresurados. Antes de encontrarte, comentó.
---¿Por qué jamás me habló?--- Hizo silencio. No comprendí a qué se refería con su pregunta, pero preferí no pedir una aclaración; ese tema no me incumbe. Él prosiguió---. Quiero decir, pudimos evitar tantas cosas... ¿Debería hablar con él?--- ¿Estaba escuchando bien?
---¿Qué?
Nicolás se defendió---¡No voy a declararme! Ni nada de eso. Ahórrate tus comentarios y chistes de mal gusto, por favor--- Miró con fastidio, eso forma parte de su ser---. Solo quiero saber ¿Por qué demonios? ¿Entiendes? No escucho muy seguido a las personas decir que reciben mensajes horribles de amor con una ortografía pésima... ¿Él no escribe así, verdad?--- Negué, girando la cabeza---. Y menos si es de alguien con quién jamás entablaste una conversación...
---Si haces eso te lo agradecería mucho.
---Suena como si existiera una relación amorosa entre nosotros--- Reí por todo lo alto. Empuje a Nicolás a modo de broma. A él no le pareció gracioso.
---Te lo agradezco--- Observé su cara, estresada y cansada---. Disculpa Nicolás--- Levanté mis manos a modo de paz---. Sabes que soy algo pesado. Estaría bastante agradecido si hablas con Daniel.
---Si no salimos de este bosque con vida, lo mataré.
Miré al cielo, su color comenzaba a cambiar. También, por una extraña razón, sentía que alguien nos estaba siguiendo.
Instantes antes de encontrarte, comenzó a maldecir tu nombre.
---¡Ah, pinche Daniel! ¡No quiero morir de hambre y de frío y de hambre! ¡Haminson Puto! ¡Deberíamos regresar, Ricardo!
Iba hacer lo mismo, hasta que escuchamos pasos apresurados.
---¿Será él?--- Preguntó.
Y fue allí cuando te encontramos, en esos caminos cruzados. Si. Allá está tu novio, dije. Luego apareció Grace, que al parecer era quien no estaba siguiendo, y el resto ya lo sabes...
---Vaya, quién lo diría--- Solté, después del relato de Ricardo.
---Bueno, en otras notícias, ¡Luisa y yo tuvimos nuestra primera cita!--- Me emocioné y le abracé. Le agradecí por la información, deseé una buena relación, ambos nos levantamos, y fuí a secuestrar a Keily.
---Ahora sigues tú--- Le señalé haciendo la forma de un arma con mis dedos. Ella levantó las manos en señal de paz. Keily miró a Ricardo con expresión de <<¿Y ahora qué quiere?>>
---Nicolás...---Dijo en voz baja, se levantó y fuimos juntos hasta la parte trasera del salón. Ricardo solo rió por lo bajo.
---Si es más información sobre Nicolás te juro qué...
--¡Oh, vamos Keily!---Le hice un puchero---. Me dijiste una vez que Nicolás no es como es actualmente. Quiero saber más a profundidad del por qué--- ¿Para qué?, Preguntó---. Quiero cerrar "capítulo"--- Hice el gesto de comillas con los dedos; no estoy tan convencido de mi afirmación, para qué mentir.
---Vamos Daniel, olvídate de Fournier. Me preocupa que te sientas mal por él--- Me tomó del hombro.
---No estaré mejor sin conocerle.
---Pero cuando le conozcas probablemente no volverás a estar mejor, porque caerás otra vez en sus encantos, o lo que sea que te gusta de él.
---Quiero colocar un punto y final, pero, necesito saber su pasado.
---Me parece tierno, y muy tanto, tiernamente estúpido--- Exhaló, dudosa---. Mientras esto te ayude a superarle, aunque no tiene ningún sentido...--- Le agradecí con una sonrisa, ella me la regresó. Comenzó a relatar...
De libros, a libres...
Fournier, como te había dicho, era muy inseguro de sí mismo, su causa era la aspiración por tener novias y muchos amigos. Su forma de ser no encajaba en esa etiqueta:
<<Chico popular y atractivo.>>
Un día en quinto grado, llegó Grace a nuestro salón. Por alguna razón Nicolás y ella se hicieron muy cercanos. Poco a poco él y yo dejamos de interactuar, Nicolás pasaba los días junto a ella. Fué cambiando, probablemente por las influencias de ella, ya que ella era "popular." Incluso le tenía envidia, era la perfecta de la clase.
No sé más sobre la amistad de ellos dos. La obsesión de Nicolás por encajar deformó su ser, a la final logró buenos resultados; poco a poco conseguía lo que tanto quería...
Se observaba feliz, seguro, pleno, o eso creí. Extrañaba hablar con Fournier, nuestro tiempo se redujo a tal solo a "Hola y Adiós". Un día ví salir a Nicolás del baño de la escuela, estaba llorando, lo seguí. Fué a una banca en el parque, se senté, dudosa, ¿Aún seguía siendo su amiga?
---¿Qué ocurre, Nico?--- Le pasé un pañuelo, el no lo recibió.
---¿Es por el examen? ¡No te preocupes! Yo te paso las respuestas...--- Seguía negando por la cabeza, con sus manos tomaba su largo cabello; llegaba hasta los hombros.
---Me refiero, a...--- Tocó su pecho, inhaló sus mocos---. En el recreo Grace y sus amigos se estaban burlando de mí...
---¿Por qué?---Estuvo en silencio.
---No me gusta el fútbol--- Miró sus manos---. En realidad, no me gusta muchas cosas que a ellos les gusta.
---Mi hermana mayor siempre me dice que uno debe ser quien es; ser uno mismo--- Nicolás solo me miró intrigado. Yo no comprendía el significado de esas palabras en aquel tiempo, pero alguna verdad debía tener. Quería ayudar a Nicolás, a ese amigo con quién pasé tantos momentos divertidos; pero no sabía cómo.
El solo miraba al suelo, y al rato, de su bolso sacó un libro---¿Lo quieres?--- Me dijo, colocando el libro sobre mis piernas. Si, le dije, emocionada, y me lo regaló. En ese momento no comprendí el acto; ese era su libro favorito, y siempre que le observaba leerlo acompañado de carcajadas.
A partir de allí no le volví a ver leyendo. Eso fué un símbolo para decir adiós al Fournier "Aburrido y ñoño". Cuánto extraño a ese Fournier. Incluso había cambiado la montura de sus gafas.
Una vez hablamos por un momento, y miramos al cielo. Nicolás comentó.
---Extraño mis lentes redondos, cuando observo al cielo sin inclinar la cabeza todo se ve borroso.
No dije nada, en realidad, no volvimos a decir nada más. Todo se redujo a "Hola, y adiós". No sé más de él, y en realidad, no me importa actualmente; el tiene su vida, y sus amigos, y yo tengo la mía.
Después de escuchar el relato, agregué--- ¿Es Grace la culpable de que Nicolás sea así?
---No lo sé, no hablo con Grace. De todas maneras, mucho antes de ella llegar Nicolás deseaba cambiar.
En ese momento sonó el timbre, le extendí la mano a Keily, la abracé, le agradecí, y salimos de la clase. Aún Emily no ha llegado, quizás no llegue hoy.
Bien, dos piezas. Voy por buen camino, aunque no sé cuántas piezas conformen su ser, ¿Estaré dispuesto a descubrir cada una de ellas?
Gracias a la información de mis Amiguis del salón, tengo algunas conclusiones:
unA. Nicolás quiere hablar conmigo, aunque no sé realmente sus intenciones.
dOs. Grace tiene mucho impacto y culpa por el cambio de Nicolás. No sería su culpa exactamente, ya que él quería cambiar.
tRes. No me me ocurre una, pero algo se me ocurrirá.
Ahora faltan descifrar las dos piezas más difíciles, pero estoy dispuesto a hacer lo necesario, por mí, y mi bienestar emocional, aunque todo esto se aprecie muy contradictorio.
Caminé por los pasillos, todos llenos de adolescentes. Keily fué a la oficina de la coordinadora junto a Ricardo, y cómo Emily no ha llegado, me toca estar solo, y abandonado. Al rato me topé con Jessica, caminamos juntos hasta llegar al patio de sombra. Luego Emily llegó, cansada.
---¿Dónde estabas?--- Emily abrazó a Jessica, estaba sudando, era extraño verle así---. Te perdiste el divertidísimo examen sobre los procesos de descomposición y fermentación y cosas realmente importantes para la vida, aunque muy pocos recuerden que eso existe.
---Mi madre no me dejó dormir. Luego les cuento.
Caminaba por los pasillos con Emily y Jessica. Al cabo de un momento escuché que gritaban mi nombre.
---¡Daniel!--- Esa voz... Oh, no---. ¡Daniel, dame la cara!--- Emily y Jessica saludaron a Daniela, ella iba a pasos firmes y apresurados.
---Hola chicas--- Saludó a Emily y Jessica con un fuerte abrazo. Me miró con cara de querer matarme---. Tomaré prestado a Daniel unos instantes--- Me agarró del brazo.
---Solo no quiero que llegue tarde a clases, recuerda Daniela, la taza de interés es alta--- Las chicas se rieron.
Daniela caminó rápidamente, me tomaba algo fuerte del brazo, me quejé--- ¡Vamos Daniel, deja de ser una florecita!
---¡Oye!
Llegamos al gran árbol de mango. Daniela ocupó espacio apoyada al tronco, yo a su lado.
---Bien... ¿Ya me puedes explicar por qué te fuiste de la fiesta sin avisar?
---Oh, hola Daniela, yo estoy bien, ¿y tú?
---¡Daniel, déjate de mamadas!--- Me golpeó el brazo---, ¡Esto es serio, me tenías preocupada! Y ni me molesté en enviarte algún mensaje, porque sé que nunca respondes.
---Ay. Perdóname.
---No--- Me miró con su rostro desfigurado por un enojo exagerado---. Explícame, ahora, Daniel, porque, sino, golpearé, tu bonito, rostro.
---Bien... Sabes que las fiestas no son lo mío--- Desvíe la mirada a la zona deportiva.
---¡Pero te veías a gusto con Josep!
---Si... Pero...
---¿Fue Fournier quien te arruinó la noche?--- Daniela es una adivina, ¿Dónde tendrá su bola de cristal?
Asentí--- Hablamos esa noche. Josep sintió mucho celos a tal punto de no querer hablarme, e intenté buscar tu compañía pero estabas ocupado con Sebastián.
Hizo una nueva de asco--- Fournier hizo el ridículo esa noche. Grace me ha dicho que está enojado con él, pero no sé por qué.
Oh, eso explica por qué el lunes Grace no saludó a Nicolás.
---Fournier habló sobre vomitar y cosas raras, quien iba a pensar que Nicolás tuviera fetiches raros.
---Si me lo preguntas, considero que Fournier es muy extraño--- Cerca de nosotros cruzó Grace; se observaba algo fastidiada. Daniela la saludó agitando su mano---. Entonces, ¿Te fuiste por eso?
---Me sentía muy mal. Josep no quería hablarme, comenzó a tomar de más. Fournier estuvo por allí haciendo no sé qué. Tú estabas con Sebastián. Luego Josep estuvo intentando besarme, incluso a la fuerza. Vale, sabes que no soy de esas cosas de ir apresurado, me sacó de mi zona de confort.
---El punto aquí es: no me dijiste nada--- No quería arruinar tu momento con Sebastián, me defendí---. Eso no justifica que te vayas a la verga como si nada, Daniel. Se suponía que te quedarías en mi casa.
Exhalé cansado, tenía toda la razón, y si quería golpear mi rostro no me resistiré--- Lo siento, tienes toda la razón, Daniela.
Ella cerró los ojos, apretó sus labios, y miró al cielo--- No estoy enojada. Me alegro que estes bien. Disculpa el dejarte de lado, sé que las fiestas no se te dan muy bien.
---No te preocupes, Danielita.
---Jamás golpearía tu bonito rostro.
Le sonreí y luego la abracé muy fuerte. Le pregunté el por qué faltó dos días a clase.
---Me daba una pereza venir a clases, además, ya aprobé--- Un tres no es buena nota, le dije. Ella simplemente imitó el sonido de un peo con su boca, y sacó su celular. Me habló de todos los mensajes, todos los planes y lo bien que se sentía a lado de Sebastián.
---Es un gran chico--- En el fondo de pantalla había una foto de Sebastián sonriendo---. Espero ser lo suficiente para él...
---Eres genial--- Le sonreí. Ella hizo lo mismo, pero su sonrisa no me convenció. Se escuchó el timbre, nos levantamos, caminamos hasta nuestras respectivas clases. Daniela se echó un peo; yo caminaba más rápido, quejándome del olor, mientras ella se carcajeaba.
<~°•°~>
En la clase de filosofía, Cardona nos asignó un ensayo dónde debemos expresar nuestras ideas sobre una frase que él copió en el pizarrón.
<<Cada persona actúa según su conocimiento actual, su ego o sentido de importancia, y sus necesidades.>>
Reeleí la frase una y otra vez. Miré la hoja en blanco con el título de "Ensayo pa' Cardona xd". Algo agradable de Cardona era su falta de interés por la formalidad. Él lo único que prestaba atención era al contenido del ensayo, no importa si en los espacios libres de la hoja hay dibujos de penes, o cosas así.
---No les explicaré esto, usen su inútil cerebro para entregar un ensayo decente. En el examen anterior muchos obtuvieron una nota miserable.
Cardona se sentó en su escritorio, tomó un libro, y comenzó a leer. Periódicamente iba soltando insultos para que no hiciéramos tanto ruido.
---Si Gutiérrez me llega a reprender o regañar a causa de ustedes--- Decía con unos ojos penetrantes, levantando la vista del libro con una portada de una ropa mostrando en pezón---, les juro que ninguno la va a pasar bien en mis clases.
La clase siguió normal. Volví a mirar la hoja donde debería estar escrito un ensayo, pero estoy en blanco.
---Daniel--- Susurró Emily---, Daniel, Daniel, Daniel.
---¿Qué ocurre, Emilia?
---¿Puedo ver tu ensayo?--- Le ofrecí la hoja en blanco---. No tienes nada escrito, yo pensaba copiarme de tí, esa frase tiene pinta de libro de autoayuda, y a tí como te encanta eso...
---Ya no me gusta--- Emily juntos sus manos como si estuviera rezando y dando gracias a Dios, me dió mucha risa---. Yo también estoy en blanco.
---Bueno, una mala nota es solo otra mala nota, no es el fin del año--- Negué con la cabeza, mirándole enojado, luego nos reímos.
---¿Qué les ocurre? ¿Tienes ganas de cagar? ¡Por Dios! Hablen bajo, mongólicos--- Volvió a reclamar Cardona. Se levantó y dibujó un pene en el pizarrón---. Si dibujo tres penes aquí--- Señaló con la tiza---, todos tendrán una pésima calificación--- Volvió a su asiento y tomó el libro---. Me enoja tener que tratarlos como animales, supongo que esa es la única manera en la que aprendemos.
---¿Cómo animales?--- Solté a la nada. Emily me escuchó.
---¿Eso somos, no?--- Emily volvió a mirar su hoja del ensayo. Abrió su bolso y sacó un libro---. Cardona nos está "controlando" con el sistema castigo/recompensa.
Solo asentí. Emily leía su libro. Yo miraba cansado el ensayo vacío y triste que reposaba en mi asiento, esperando algunas ideas brillantes; un ensayo magistral, pero lo único que era capaz en esos momentos era de respirar. Cómo no quería hacer nada decidí dormir un rato, y cuando iba a cerrar los ojos Cardona se levantó, dibujó otro pene.
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Salí junto a Samuel, Emily y Stefani. Nos despedimos, y tomé rumbo a la biblioteca; ¿Qué puede gustarle al vagabundo de alta clase? Recorrí los pasillos y tomé varios libros. Caminé a casa. Tomé una siesta. Me levanté a las 7:00pm y fuí a ver al vagabundo. Se encontraba cocinando.
---Hola.
---Oh, tienes los libros. Pensé que no regresarías.
---No sé que género o libros te gustan, chequéalos y me dices que opinas. Te traeré más.
---Muchas gracias joven...--- No recordaba mi nombre.
---Daniel.
---Vale, nos vemos.
---Adiós--- Fué la conversación más profunda que he entablado.
Tomé rumbo por el camino de tierra, caminé a casa lentamente. Abrí la puerta. Aún tenía mucho sueño. Comí un emparedado, y me fuí a dormir.
<~•°•°•~>
No tengo ninguna estupidez que decir. ¡Gracias por leer, te cuidas!
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