Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

La Nublada España

—Oh, un viaje al extranjero suena como una aventura emocionante. ¿Puedes contarme más sobre tu viaje? ¿Hacia dónde irás? ¿Qué te espera? ¿Habrá algo en particular que estés esperando con ansias? ¿Es un viaje de trabajo, de placer, o una mezcla de ambos? También me gustaría saber qué lugares te gustaría visitar...

Los periodistas seguían atosigando al recién graduado medico que tenía muchos honores en su merced. Lo único que quería era un breve descanso de tantas entrevistas, Historias médicas y patologías crónicas.

Empezamos en el aeropuerto, donde un avión te llevará a volar sobre el océano, sobre un cielo nublado, a través de una nube de algodón a la tierra de España. Cuando el avión aterriza, eres transportado a un país con una rica cultura y unas vistas mágicas. Todos los sentidos están alerta, mientras tomas en tus manos un paquete de pesos españoles, y sientes una deliciosa mezcla de expectativas y emoción.

Un taxi te transporta a un lugar en el centro de la ciudad, y tu olfato se ve inundado por olores de cafeína y dulces españoles. Los sonidos del tráfico y las voces de la gente alrededor se mezclan y te hacen sentir una mezcla de nostalgia en café con leche, así sea tu primera vez en esa tierra desconocida.

Caminas con los peatones, mientras los olores de paella y arroz con pollo te asaltan. El aroma de la fragancia del café barato y el café con leche te abruman, mientras los tonos suaves de la música flamenca hacen que tu piel se erice. Las tiendas están abarrotadas, y la gente bulliciosa. Te sientes atrapado por el caos de la ciudad, pero hay algo en el aire, algo que no puedes identificar, pero que te hace sentir como si estuvieras donde debías estar. Los edificios te hacen sentir como si estuvieras en otra época, y tus ojos se fijan en los mosaicos de azulejos, que forman diseños asombrosos y coloridos, como si te estuvieran contando una historia a través de las paredes.

El sol se refleja en ellos, y hace que los colores brillen con una pasión que te conmueve. El calor del sol te recuerda lo mucho que necesitas una limonada fresca y un helado de cualquier sabor. Te tomas un momento para apreciar la belleza del país, y aún así, hay una sensación de que algo importante te espera en los próximos días.

Los aromas, sonidos, texturas, formas y coloridos que te rodean parecen sacados de un sueño, un sueño del que no quieres despertar. Tus pies siguen caminando, a pesar de estar exhausto por el viaje, y entonces te das cuenta de que pronto estás frente un establecimiento de lo más llamativo, en una pequeña calle empedrada, rodeado de locales, artesanías y joyerías. Sabes que encontraste el lugar donde tomar un descanso, y entras.

Lo que no sabes es que tus recuerdos van a despertarse por medio de una terapia de electrochoques.

Miras a través de la cortina de cristal, y ves a la señorita melancólica, cuyos ojos se encuentran con los tuyos, como si te hubiera estado esperando. Ella espera tu llegada con una sonrisa tímida y evanescente. Sus movimientos son ligeros y fluidos. Su cabello, negro como el carbón, cuelga sobre sus hombros, y su piel, clara y delicada, parece brumosa y etérea. Es como si la luz la iluminara desde dentro. Tienes la sensación de que podrías pasar horas observándola, pero sabes que deberías hablar con ella, ya que el café está lleno de gente, y tu mesa está esperando. Cuando entras, la música flamenca te rodea, y te sientes un poco desorientado, pero intrigado.

Sabía que me había ganado la lotería nuevamente. Así que mientras ella no se da de cuenta la empezarías a espiar todos los días.

La señorita melancólica era una joven delgada de 25 años, con el cabello oscuro y corto entre la espalda, con algunos mechones levantados en lo alto de la cabeza. Tenía el rostro ovalado, con unas grandes y suaves cejas. Sus ojos eran de un hermoso color negro azabache, pero a la vez se veían cansados, como si no hubiera descansado por mucho tiempo.

Se veía como si hubiera pasado por varios infiernos, y como si su corazón hubiera sufrido una gran herida. Cuando miraba a la gente, parecía percibir un dolor profundo en sus ojos. Sus labios rojos estaban apretados, y se veía como si nunca hubiera sonreído de verdad. A pesar de todo, su rostro era bello y atractivo.

Sin embargo, su voz parecía muerta y vacía. Era una voz como si el alma se hubiera escapado de su cuerpo, y hubiera dejado un vacío enorme en su lugar. Era como una ilusión de persona, como si fuera solo un espectro. Se veía igual de triste cuando terminaba su turno y salía del edificio en el que trabajaba. Se acomodaba los lentes sobre la frente, antes de cruzar la calle y subia a un autobús lleno de gente.

La gente se sentaba junto a ella, y comenzaban a hablar, pero la señorita melancólica nunca respondía. Pasaba la mayor parte del viaje mirando por la ventana, sin ver nada. No pensaba en nada en particular, sino en cómo podría olvidar todo el dolor que sentía. A veces la señorita melancólica deseaba poder dormir sin tener que despertar, para que al menos así no tendría que experimentar el dolor cada día. Quería poder estar en una casa lejos de todo, en un lugar donde pudiera no sentir nada. A veces, cuando veía la gente feliz y sonriendo en la calle, no podía evitar sentir envidia. Cómo deseaba ser como ellos. O mejor dicho, como deseaba estar junto a mí nuevamente.

En ocasiones, se preguntaba qué le había sucedido, y cómo podría hacer para volver a tener esperanza. Pero, al mismo tiempo, sabía que la esperanza era algo a lo que no debía aferrarse. Si no la tenía, no podría ser decepcionada. Pero también sabía que si no tenía esperanza, su vida sería un vacío, como la oscuridad que rodeaba su corazón. Era como una frágil cajita de música, con el rocío de una vida triste, sin música.

Ahora he hecho un pequeño álbum de fotografías que comparto con este
montón de palabras tan lúgubre; tal vez sea algo insensible al comenzar con un relato lleno de esperanzas para luego vislumbrar a nuestros lectores que todas eran falsas, ¡No los quiero hacer llorar! ¡Nada de esto lo he inventado! ¡Es la más pura realidad! Mi Señorita Melancólica existió, de paso yo creo que aún existe y me acompaña todas las mañanas a despedirme en la puerta mientras me voy a mis arduas guardias. No les pido que me crean, ni que lean lo que según son mis mediocres y morbosas fantasías. Yo lo escribí, lo traté de plasmar inútilmente al 100% en estas pocas líneas de texto. Y creo que he logrado hacerlo, así no merezca un Premio Nobel de Literatura por este insulso escrito que tiene color gris, como las nubes de una tormenta próxima.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro