Ya hace mucho que ella se fue al extranjero, presa de la autoridad interpuesta por sus tíos políticos; confieso con pena ajena que hasta llegue al punto de olvidarla, pero no
completamente, siempre veía pasar por los pasillos de la Universidad aquella mirada triste y apagada que la
caracterizaba. Hasta hace poco me volvió a escribir y mis recuerdos florecieron nuevamente, tal vez sean cosas de la vida que nunca hubiera cambiado mi número de teléfono en todos estos 6 meses. Es algo incierto y confuso, quizás fui muy entusiasta al principio, igual eso ahora no tiene importancia. No sabía que me encantaba que me llamaran por mi segundo nombre hasta que ella lo empezó a hacer. Solo el tiempo me
dirá si no he vuelto a meter la pata nuevamente al abrirle las puertas al Amor.

Cuídense de Las Niñas con problemas de la visión, y bajo ninguna circunstancia se enamoren de ellas.
¡Pueden Romperte el Corazón sin intención! Sin embargo aún creo que entre toda la miopía y astigmatismo habrá alguna bondadosa alma que sepa apreciarme... ¿Será eso posible? ¿O solamente lo digo para calmar mi ansiedad?

FIN

¡Nos vemos en una Próxima Historia!