03. Epifanía
Epifanía
Un momento de sorpresiva revelación.
—¡Sálvenla!—gritó un hombre en la sala de emergencias—. Sálvenla—repitió en un hilo de voz cayendo al suelo mientras empezaban a bajar lagrimas sobre su mejilla.
Si rostro emanaba angustia y desesperación.
Su esposa estaba siendo operada ya que sufrió un accidente de tránsito.
Las enfermeras socorrieron al individuo y trataron de calmarlo, tomó asiento cerrando sus ojos, esperando buenas noticias.
Jimin presenció aquella escena, no era la primera ni mucho menos iba a ser la última. Yoongi era el encargado de la operación, había entrado hace ya media hora.
Dedujo que aquel hombre era su esposo por el anillo en su mano izquierda, solo quería creer que la joven saldría sin problemas de la operación.
La luz que marcaba el uso de la sala se apagó.
Vió a Yoongi salir e inmediatamente el hombre caminó hacía él.
—Señor Boo, lo siento mucho. La señorita Myeong-suk perdió mucha sangre y no resistió—. Se inclinó hacia él.
¿Qué es exactamente lo que se siente cuando pierdes al alguien que amas?
Cuando tienes el uno por ciento de esperanza y es borrado para transformarse en cero.
Caes en un vacío sin fin.
—Me despedí de ella con un beso como siempre antes de irse a trabajar—Yoongi le logró entender—. ¿Por qué a mi? Mi adorada Myeong-suk.
—Hice todo lo posible—le aseguró.
—Gracias— dio media vuelta llorando—Hasta la próxima vida, mi amor—susurró sintiéndose desfallecer.
Para Yoongi perder un paciente, una vida, era como perder un familiar y aun que sonaba duro, se había acostumbrado a ello, un día alguien muere y al otro alguien nace e incluso ambos en un solo día.
Jimin se acercó a él—¿Estás bien?—preguntó.
—Sí—parpadeó un par de veces—. Solo iré a cambiarme de ropa.
Le iba a seguir pero fue llamado por por parlantes a atender a un paciente.
Caminó hasta la camilla número tres, entró y vió a Daehu con la cara llena de golpes, quien esperaba sentado sobre el colchón mirando sus zapatos.
—Daehu, ¿Qué ocurrió?—llamó la atención del chico, notando su expresión cansada sin formular ni una sola palabra.
Una enfermera entró al cubículo un poco apenada.
—Doctor Park, disculpe—hizo una reverencia, Jimin le miró confundido y Daehu giró la cabeza para no mirar a ninguno de los presentes. la enfermera reincorporándose volvió a hablar—. No es tan grave, yo me encargo del joven—sonrió con nervios—, puede regresar a su oficina, le llamaremos si lo necesitamos.
Hizo un sonido en señal de comprender lo sucedido pero no iba a dejar solo a Daehu o al menos no hasta saber si había alguien a cargo de él.
—¿Quién es su representante?
—Un profesor pero dijo que llamaría a su representante legal.
—¡NO!—se exaltó Daehu llamando la atención de la enferma y Jimin—. No quiero preocupar a la señora Kim, por favor—suplicó—, no la llamen.
—Es el procedimiento joven—le informó la chica, él soltó un suspiro de frustración entre tanto Jimin se topaba el puente de la nariz.
—Enfermera Oh, ¿Podría llamar al doctor Min? Por favor—asentó con la cabeza y salió del cubículo.
Jimin sabía que Daehu tenía más confianza con Yoongi, eran parecidos y compartían los mismos gustos, así que, dedujo que con el peli negro podría sincerarse.
Su cara enserio estaba estropeada, moretones y algunos rasguños, el labio partido y uno de sus ojos un poco decaído por un golpe fuerte.
Yoongi entró y por alguna razón no se sorprendió cuando vio al joven así, Jimin le conocía bien y eso significaba que ya lo sabía. Ya sabía que Daehu estaba así.
—¿Cómo?—preguntó con evidente curiosidad.
—El profesor me lo dijo—le respondió sentándose en la silla giratoria frente a Daehu—. Quiero que me digas en este momento—sonaba serio y atemorizante—, quién te hizo esto—sentenció.
—Por favor, hyung. No llame a la señora Kim—le miró con ojos de súplica.
Jimin al notar que Yoongi iba a desinféctarle el rostro habló acercándose a la camilla.
—Amor, es conveniente tener evidencias. Hay que tomarle fotografías a su rostro—miró a Daehu quien se mantenía callado—. ¿Nos permites hacerlo?
Solo recibió un asentamiento de cabeza y no esperó más para sacar su teléfono y hacer que el chico fijara la mirada adelante para empezar a sacar las fotos.
Después, dejó que Yoongi tratara la cara del menor, Jimin podía descifrar la mirada que tenía, estaba frustrado y molesto.
—¡Ah! Duele, duele—se quejó moviendo sus manos.
—¡Daehu!—regañó Jimin—. Déjate curar.
—Cariño, no seas tan duro—Yoongi seguía con su trabajo de desinfectar—. Te recetaré una crema para los moretones y pastillas para el dolor.
Daehu se sentía como un hijo siendo regañado por sus padres, eso pensó pues nunca tuvo la oportunidad de vivir algo así.
El ambiente estuvo en silencio hasta que Yoongi terminó y le dijo a Jimin que salieran del cubículo con el fin de hablar.
El mayor le comentó las inquietudes, el profesor encontró en la hora de descanso a Daehu en la cancha de fútbol llorando, al acercársele notó su rostro y decidió llevarlo al hospital ya que la enfermería del colegio no estaba funcionando.
El profesor encargado del joven vió a Jimin y Yoongi, y decidió acercarse para saber la gravedad del asunto.
—Doctores—hizo una reverencia, ellos le miraron y asentaron con la cabeza—¿Cómo está el alumno Choi?
—Su rostro tardará en recuperarse pero nada grave, ahora, me gustaría ir a su institución y hablar con el director—informó Yoongi.
El hombre le miró sorprendido y Jimin sabía que su novio no estaba jugando.
—¿Podemos ir ahora?—preguntó Jimin—. Todavía es temprano. El director debe estar en el colegio.
—S-si—tartamudeó.
Los doctores fueron en busca de Daehu y le comunicaron que le acompañarían al colegio, a regañadientes tuvo que aceptar.
Llegaron al lugar, Yoongi apenas bajó de auto le preguntó al profesor dónde quedaba dirección, el hombre le guió al lugar acompañado de todos.
Y ahí se encontraban, el director sorprendido de verle la cara a Daehu, tenía a un Yoongi hechando humo y a Jimin calmándolo.
—Tomen asiento—les invitó—. Profesor Fu—puede retirarse—el hombre salió de inmediato.
Se sentía tan incomodo y en especial por las facciones tan serias del pálido doctor.
—Buenos días, director Lee. Soy Min Yoogi y me gustaría que tomen cartas en el asunto. Me parece que no están pendientes de sus alumnos, conozco a Daehu desde que tiene trece años y jamás ha mostrado algún tipo de comportamiento así, por lo tanto—se acomodó en su asiento—. Le exijo busque a los responsables de propinarle estas heridas.
—No dejaremos en la impunidad esto, buscaremos a los responsables. Por supuesto, señor Min—revisó algo en su computadora—. Hay cámaras de seguridad alrededor del colegio—informó todavía fijando su vista en la pantalla.
—Jimin hyung, convenza a Yoongi hyung de dejar las cosas hasta aquí, no quiero problemas— le susurró Daehu.
—Nos tienes a nosotros, no tienes de que preocuparte— le respondió también susurrándole.
Entretanto, el director le hizo ver las grabaciones a Yoongi.
—Aquí es—pausó el video y miró esperando que Yoongi le diera la señal de continuar, y así lo hizo.
Tres jóvenes se acercaban a la cancha, al parecer reían, sin embargo, a los pocos segundos el ambiente de amistad cambió, uno haciendo caer a Daehu y al parecer diciéndole un par de cosas que el otro niega con la cabeza una y otra vez.
El otro que estaba de espectador empezaba a pegarle cachetadas como obligándole a que hable pero Daehu no se defiende o dice nada.
Comienzan a reír ya que se ve como los hombros de los dos desconocidos suben y bajan.
Uno rodea a Daehu y le sostiene ambos brazos por detrás, como si le estuviera arrestando mientras el otro volvía a acercarse y le propinaba las golpes en la cara.
Después de treinta segundos se detienen y el que le sostenía los brazos lo libera, el cuerpo de Daehu cae al suelo.
Se nota como antes de irse intentan escupirle pero se mueve en el suelo para que no le caiga la saliva en la cara. Estando solo, se coloca en posición fetal por un minuto aproximadamente, después se sienta y a los diez segundos se ve como el profesor llega hasta él.
Yoongi miró a Daehu apoyando su cabeza en el hombro de Jimin, soltó aire y habló.
—Son mi familia, no permito que le falten el respeto, lastimen o dañen su integridad. Director, como le dije antes, exijo se tome las medidas necesarias y también me gustaría saber cuáles fueron las intenciones o circunstancias para que realizaran estos actos contra Daehu.
Diez minutos transcurrieron para que identificaran y llamaran a dirección a los dos jóvenes responsables, Lee Hua y Kim Raeu.
—Podemos distraer a Yoongi hyung—Jimin negó y Daehu prefirió no hablar más.
Sus súplicas serían en vano.
Lee y Kim entraron y sus rostros cambiaron de expresión cuando miraron a los presentes en la habitación.
El director les invitó a tomar asiento al igual que los otros.
—¿Cuál fue el motivo para que agredieran a su compañero de clase? No lo nieguen tenemos evidencia, en video y fotos.
Yoongi y Jimin estaban atentos ante la respuesta que emitirían.
—Por gay—respondió Lee Hua encogiéndose de hombros.
Daehu quiso desaparecer de esa habitación.
Los doctores fruncieron el ceño y el director parpadeo unas cuantas veces.
—¿Y ese es su problema?
—Sí—Kim Raeu leyó el nombre de la bata que llevaba puesto el rubio—. Doctor Park, ¿De casualidad está aquí para llevárselo y curarle esa enfermedad?
Soltó esa pregunta como si nada.
Jimin cerró los ojos por unos segundos evitando a toda costar mirar a los chicos. No quería perder sus cabales con jóvenes de diecisiete años.
De mente hueca.
Del mismo modo, Yoongi estaba a nada de empezar a darles una cátedra de respeto al prójimo y eso solo era para empezar.
—Eso no es motivo razonable—les miró el director con el semblante duro—. Se van a disculpar con Choi Daehu y llamaré a sus padres para que cubran los costos de medicamentos, también quiero que sea la última vez que cometen ese tipo de acciones.
Jimin sostenía la mano de Daehu.
Yoongi juraría que los jóvenes iban a protestar pero no se los permitiría, ¿Acaso les iban a salir con sus palabras ofensivas? Claro que no.
En primer lugar, porque merece respeto y en segundo porque el amar a alguien no es un delito.
—¿Tienen hermanos?
—Si—contestaron al unísono.
—Bueno—se levantó mirándoles fijamente—. Imagínense que uno de ellos les tiene la confianza de decirles cuál es su preferencia—caminó agitando su mano—. Me refiero a sus gustos, un día tu hermano te dice me gusta un hombre, ustedes les aman porque son su sangre, son su familia, no creo que empiecen a decirles que están enfermos y que vayan al doctor ¿O si?—siguió caminando sintiendo la mirada de los jóvenes en él—. O, ¿Cómo reaccionarían si se enteran que le dieron una paliza por eso?, por ser homosexual.
—Me enojaría e iría a partirles la cara a esos imbeciles—respondió Lee de inmediato y el otro estudiante también apoyó la moción.
Imbeciles ustedes mismos pensó Jimin.
—Excelente respuesta—sonrió de lado Yoongi—. Eso es lo que quise hacer con ustedes—se encogió de hombros y el director le miró asustado. Los jóvenes sonrieron nerviosamente—. Pero promuevo el diálogo, como pueden apreciar—dijo con obviedad.
La lucha contra la homofobia ha sido constante, miles han muerto o más bien les matan. Otros viven siendo rechazados y discriminados. Escuchando millón de insultos y comentarios en las calles.
¿Por qué por ser como soy merezco ser tratado así?
Se preguntaban a menudo.
Otros, no se atrevían a decir cuáles era sus gustos por temor.
La maldad abundaba en el pasado y evidentemente jamás va a desaparecer.
Afortunadamente, las manifestaciones y el alzar la voz ha hecho abrir los ojos a las personas. No a todas pero si a una gran parte.
Las personas evolucionan en todos los ámbitos y por suerte la forma de pensar es una de ellas.
La comunidad LGBTI+ mérese ser respetada como todos.
Porque una vez Jimin y Yoongi habían escuchado decir a su amigo Namjoon:
"No importa quién eres, de donde seas, el color de tu piel, ni tu identidad de género: habla por ti mismo"
—Estamos propensos a lo inimaginable—siguió Jimin—. Y no lo merecemos—sintió a Daehu soltar aire mientras Yoongi ya se encontraba sentado nuevamente.
—Sé que necesitan una cátedra más larga y como ya les dije asumirán la responsabilidad—recordó el director y les hizo ademán para que se disculparan.
Lee y Kim se pararon y caminaron hasta quedar de frente a Daehu.
Él les miró con miedo y recelo.
El primero en hablar fue Lee.
—Daehu, me quiero disculpar. Por todo, en serio.
—Y sabemos que una simple disculpa no va a cambiar lo que te hicimos pero los doctores, nos han hecho ver la realidad. No merecemos hacerles eso, me arrepiento tanto de mis actitudes y acciones del pasado contigo.
—G-gracias por entenderme y acepto sus disculpas.
—Bien, entonces. Los espero afuera para darles su paliza. ¿No han escuchado el ojo por ojo, diente por diente?—se levantó nuevamente Yoongi y los jóvenes le miraron con cara de horror y miedo—solo bromeo, no se asusten.
—Doctor Min, sus bromas las hace ver muy real.
—Director Lee, la cara de Yoongi es así, parece ser un matón pero como sabe, salva vidas—dijo Jimin.
Después de unas cuantas indicaciones cada persona salió de dirección.
En camino a Jang Orf para dejar a Daehu, Jimin le dijo que no tenía que reprimirse y a esto el joven les confesó su relación secreta con Bunso, el rubio chillo de felicidad.
La pareja se había encariñado mucho con el chico desde la primera vez que le vieron.
Se armaron de valor y le hicieron saber lo que querían hacer. Daehu se sorprendió al principio, sabía que le querían pero nunca pensó que sería hasta llegar a ese punto.
Aceptó, con las lagrimas en los ojos de la felicidad mientras era abrazado por Jimin. Ya que Yoongi iba conduciendo.
Al llegar al lugar la señora Kim les recibió con una lluvia de preguntas por ver el rostro de Daehu.
—Se lo explicaremos pero antes me gustaría hacerle saber que vamos a iniciar con los papeleos de adopción—el pálido le regalo una sonrisa que fue devuelta.
—Sabemos que será un proceso...
Daehu estaba feliz.
La señora Kim no dejó que Jimin terminara.
Tomó del brazo a los tres presentes y les abrazó.
La felicidad de Daehu era la felicidad de ella y sabía que Jimin y Yoongi serían unos padres excelentes.
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