Llamada telefónica.

- Buenos días orfanato Sousa Rangel habla la directora Alicia que se le ofrece.

- Hola soy el padre de Taylor Díaz llame para avisar que voy a recogerlo, me lo llevo conmigo.

- Si señor todo estará listo para cuando llegue.

Fin de la llamada.

Han pasado casi 12 años, en una semana cumplo mis 16 años.

Jacob está planeando que vamos a hacer de hecho no me quiere ni contar lo q tiene en mente para ese día, dice que será una sorpresa. La verdad no puedo evitar sentirme un poco ansioso.

Estábamos jugando fútbol en el patio de recreo, cuando la Alicia vino, que por cierto hoy era su último día de trabajo en el orfanato.

La contrataron como terapéutica de pacientes que sufren de los nervios en un reconocido hospital muy cercano a la ciudad.

- Taylor necesito que vengas conmigo - dijo muy seria.

¿Por qué está actuando así?, ella siempre está sonríendole a todo el mundo.

Le echo una mirada cómplice a mi amigo y parece que el se dio cuenta porque me observa con curiosidad.

- Pasa algo Doc - pregunta.

- Acompañame tu también... puede que te necesite.

No decimos nada más, sólo nos limitamos a hacer lo que está pidiendo.

Entramos a su oficina y ella indica que tomemos asiento.

- Taylor yo... tengo que darte una buena y una mala noticia, por favor tomatelo con calma... es necesario que sepas que no tienes elección así que tendrás que aceptarlo como un adulto.

- No estoy entendiendo, me estoy empezando a preocupar. Diga lo que tenga que decir tampoco puede ser tan malo - respondo con una sonrisa.

- Tu... padre. Quiere... llevarte... con el.

- ¡¿Qué?!

Me levanto con brusquedad tirando la silla.

La sonrisa que tenía se desapareció como si nunca hubiera existido y mi rostro se empieza a poner tenso, expresando todo el dolor y miedo que sentía en ese momento.

Entonces las imágenes de mi madre desangrada, todos los golpes, maltratos, gritos y castigos excesivo. Todos esos recuerdos vinieron de golpe, sin poder evitar que las lágrimas hiciera su largo recorrido por mis mejillas.

Estába temblando.

- No puede ser... para que ese... ese señor quiere venir... por mi - no podía articular palabra - Eso nunca sucederá, ¡no me iré de aquí con el! - esa última oración la grite con todas mis fuerzas y salí corriendo de ahí para encerrarme en mi habitación.

Se que Jacob me está siguiendo, puedo sentir sus pasos. Trato de ser más rápido y así cerrar antes de que me alcance pero interpuso el pie entre la Junta de la puerta y la misma.

- ¡Déjame en paz, quiero estar solo!

Hace caso omiso, no me queda otra opción que dejarlo pasar.

Le doy la espalda para que no vea lo afligido que estoy.

- Taylor - Me agarra por el brazo - Mirame.

- No.

Con un solo movimiento hizo que girará sobre mi eje, en su dirección.

- ¡¿Qué quieres?! - grito, para parecer molesto.

El simplemente me abraza, poniendo su boca cerca de mi oído.

- Conmigo no tienes que hacerte el fuerte - al oir lo decir eso sufro una crisis de lágrimas desahogado todo lo que tenía por dentro.

Al igual que lo envuelvo en mi brazos.

- Tengo miedo Jacob, no me voy a ir con el, nunca más quiero volver a ver su cara.

- Calmate.

- ¿Y si es para matarme?

- Eso no sucederá.

- ¿Cómo puedes estar tan seguro?

- Porque yo no lo permitiré - dice reforzando aún más su abrazo haciendo que me sienta a salvo.

- Pero...

- Pero nada - interrumpe - que tu te vayas de aquí no significa que me alejare de ti. Siempre estaré contigo aunque tenga que fugarme.

- No dejes que me vaya, por favor...te lo suplico.

Recuesto la cabeza en su hombro y el con una mano acaricia mi cabello tratando de tranquilizarme.

- Por más que quiera hacer eso, Taylor... no puedo - Escucha, todo va a estar bien. Si el quisiera matarte ya lo habria hecho, pero si fuera así como tu dices me tienes a mi. Lo único que debes hacer es decir o pensar en ese hermoso nombre mío y yo me aparecere ahí como alma que lleva el diablo.

- Jacob mi padre es mucho más fuerte que tu.

- A por qué dudas de mi - dice alejándose un poco para que viera su cara de malo, haciendo que me ría un poco.

- Y si no estás lo suficientemente cerca para ayudarme a tiempo.

- Entonces tu me dice que tan cerca me quieres de ti - dice dando un paso más hacia adelante, como resultado su frente y la mía quedan completamente juntas.

Luego me toma con delicadeza por el cuello

- Ahora necesito que desaparezcan esas lágrimas - las limpia con sus dedos - Salgas para aya fuera y le demuestres a ese hijo de puta que no le tienes miedo. ¿Quedó claro?

- Yo no se si....

- ¡¿Dije que si quedó claro?!

- Señor, si señor - respondo en posición firme como todo bien soldado haría.

- Bien.

Nos reímos al mismo tiempo. La verdad es que no puedo imaginarme una vida sin el, por más que intento. De alguna manera siempre consigue hacerme sentir mejor, aún en los momentos como este que me siento paralizado por el miedo y sufrimiento.

La verdad dije que si aceptaba volver a la misma casa que había vivido antes. En ese lugar ocurrieron cosas muy feas para mi las cuales trate por todos los medios de borrar de mi mente y por si fuera poco también estará la persona que más odio y terror le tengo.

No estoy seguro de poder afrontar todo esto a la vez. Es demasiado para asimilar, sólo espero que Jacob cumpla con su parte y nunca me deje sólo, ni por un segundo.

O de lo contrario puede que pierda la cabeza por completo.

Si te ha gustado la historia hasta ahora por favor ayúdame con tus votos y comentarios. No olvides que tú opinión cuenta.

Con cariño Katy 😘❤