Era la primera vez que estaba físicamente con alguien y nunca se me pasó por la mente que sería de esta forma tan vil.

Podía sentir sus embestidas una y otra vez con mucha más intensidad hasta llegar a sentir un líquido escurrirse entre mis entrepiernas pero no provenía de ninguno de ellos sino de mi, estaba sangrando.

Lo único que podía hacer era cerrar los ojos y llorar como si no hubiera un mañana hasta esperar a que terminen, tenía ganas de morirme ahora mismo total mi vida era una mierda.

El más grande se viene en toda mi boca y se aparta desapareciendo de vista mientras que el otro me arremete contra el escritorio y continúa penetrándome con mucha más agresividad. Entonces una idea se me cruza por la mente.

¿Jacob? Por favor ayúdame... te necesito.

De momento el hombre detrás de mí suelta su agarre y ya no lo siento más pero al hacerlo casi me caigo al suelo.

Mis piernas flaquean, están temblando. Lo único que impedía mi descenso era que me estaba sujetando del escritorio con las pocas fuerzas que aún me quedan.

Quisiera dar la vuelta para ver que se hizo de los dos secuestradores pero a duras penas logró mantenerme en pie. Luego vuelvo a sentir a al sujendome por la cintura.

—No por favor... ya basta... déjeme en paz... os lo ruego —suplico como método de defensa.

Entonces me libera de las cadenas y susurra al oído.

— Calma, soy yo —reconozco esa voz y no tiene idea de cuánto me alegro de volver a escucharlo.

— Jacob —sonrió entre lágrimas.
Estoy de espalda así que no podía verlo pero recuesto la parte trasera de mi cabeza en su pecho mientras él me sujetaba con fuerza para que no cayera desplomado.

— Pensé que no vendrías — Me da la vuelta lentamente para quedar de frente uno al otro aún con mi cabeza sobre su pecho y sin poder parar llorar empapando toda su camiseta.

— Perdóname por no haber llegado antes, lo lamento — proporciona un abrazo sobrecogedor y una de sus manos se desliza hasta terminar en uno de mis muslos por donde corría aún gotas de sangre — Estas sangrando, Taylor debería llevarte al hospital.

—No, por supuesto que no.

—Escucha, eso no viene a discusión te voy a llevar con la doctora Alicia. Ella sabrá que hacer. Aunque no quieras —Jacob subió mis pantalones juntos con el bóxer cuidadosamente para no lastimarme—. Taylor… ¿Cómo te encuentras? — pregunta con un tono de culpa y melancolía mientras acaricia mi cabello.

— ¿Qué tú crees? Me siento horrible, fui ultrajado por esos dos tipos — lo envuelvo en un abrazo — nunca pensé que tendría que pasar por algo tan terrible sólo quiero irme a casa y poder olvidar todo esto...

— Dijiste ¿dos tipos? — interrumpe

— Si ¿Por qué?

— Yo sólo vi a uno.

— El otro debió a ver escapado, no sé, tampoco me importa. Sólo sácame de aquí, quiero ir a casa. Por favor — Me estoy comportando como un niño pequeño aún con lágrimas en las mejillas.

— Lo que tú quieras, pero primero iremos al hospital donde trabaja Alicia ¿Puedes caminar?

— No — respondí.

— De acuerdo.

Me alza en sus bien definidos brazos cargándome con mucha facilidad como si fuera más liviano que una pluma y empieza a caminar de vuelta al coche en el que vino.

Mientras lo hace observo a un lado de nosotros y veo al hombre más pequeño tirado en el suelo desgarrado en el medio de un charco de sangre. Había arrancado cada parte de su cuerpo incluyendo el miembro inferior el cual no podía verlo por ningún lugar.

Dirijo la mirada hacia el nuevamente y se encuentra tan pacífico como si no hubiera pasado absolutamente nada incluso su respiración es demasiado calmada, no le afecta en lo más mínimo haber matado a ese hombre.

— Jacob tu...

— Se lo merecía, si hubiera podido le haría sufrir aún más.

Suelta de repente, sabía lo que estaba pensando y respondió mi pregunta, sólo entonces pude notar la ira que sentía hacia ellos la cual me daba un poco de escalofríos nunca le había visto cometer un acto tan atroz.

Me coloca en la parte delantera del coche y toma el asiento del conductor poniendo rumbo al hospital. El trayecto fue en un completo silencio.

                              🐺

Alicia me atendió y curo mis heridas, aun necesitaba reposo absoluto para cicatrizar, pero iba a estar bien. Jacob y yo nos despedimos de Alicia, no quise darle muchas explicaciones a ella porque me avergonzaba mucho y tampoco quiero tener que recordar los sucesos anteriores. Así que regresamos al auto para marcharnos irnos a casa.

Jacob me ayuda a sentarme en el asiento para luego el hacer lo mismo y entonces es cuando recuerdo un detalle importante.

— ¡No! — digo con espanto.

— ¿Qué pasa? — pregunta preocupado.

— No podemos volver a casa de Tomás, él fue quien planeó todo esto.

— ¡¿Qué?! — creo que hice mal en contarle.

Sus ojos se llenaron de odio estaba a punto de perder el control de su lobo.

— ¿Qué él hizo qué? — repitió entre dientes y con los puños apretados.

— Jacob cálmate ¿quieres? No es un buen momento.

Lo agarró por el antebrazo y le proporcionó un beso en la mejilla con el fin de bajarle los humos.

Jacob respira profundo teniendo los ojos cerrados y cuando los abre regresan a la normalidad.

— Bien, estoy calmado — dice apretando la mandíbula y crujiendo los dientes— ¿Por qué ese imbécil te hizo eso? — vuelve a sobresaltarse.

— Leonardo nos grabó en el jardín trasero basándonos.

— Otra vez fue mi culpa... por no escucharte — se enfada consigo mismo.

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Con cariño Katy 😘❤