Sale del auto y se arrecuesta en el la parte de adelante del mismo mientras cubre su rostro de frustración. Con todo el esfuerzo del mundo trato ir hacia donde se encontraba sujetandome para no caer.

Una vez allí me siento en el capó del coche.

- ¿Qué haces? Estas débil no deberías a ver salido - forma un drama.

- Ey - le detengo antes de que continúe con el sermón, jalo su chaqueta colocandolo justo en el medio de mis dos piernas y el coloca sus manos sobre ellas - No es tu culpa ¿si? - lo beso tiernamente y me corresponde con un poco de pesar.

- Si lo es, si yo no...

- Shhh - cubro su boca con mis dedos - mejor pensemos en ¿Qué haremos ahora?

- No lo se - responde y agacha la cabeza.

Empiezo a analizar nuestras opiniones que son demasiadas escasas no teníamos un plan B por si sucedía algo parecido.

- Jacob - sube su mirada de culpa hasta mis ojos celestes - Tenemos que regresar a casa de Tomás.

- ¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no! - dice frunciendo el ceño.

- No tenemos más remedio.

- Ya le encontraré una solución - es terco hasta morirse.

- Jacob sabes que...

- ¡¡No pienso volver a ponerte en peligro otra vez!! ¡¿Me oiste?! Así que no regresaremos nunca.

Adoro cuando se comporta como un jodidamente adorable imbécil conmigo, ese pensamiento hace que me sonroje.

- Bien, hagamos algo - Me observa con curiosidad - Mientras estemos en la casa no me dejes sólo ni por un segundo así nadie se me va a poder acercase a mi.

Se lo piensa un momento aún con el ceño fruncido.

- De acuerdo, pero si te separas de mi yo mismo te voy a matar. ¿Quedó claro?

- Hecho - respondo esbozando una sonrisa de medio lado - Vámonos entonces pues.

El también dedica una sonrisa mientras me termina cargando y colocandome nuevamente adentro del auto.

                                 🐺

- Llegamos - dice abriendo mi puerta y ayudándome a caminar.

- Vaya ya están de vuelta - dice una voz desde la distancia acercándose a nosotros - Se demoraron más de lo que yo pensaba.

Era Tomás y Leonardo junto a él como perrito faldero.

- Grrrr - Jacob gruñe entre dientes enseñando sus colmillos con ganas de partirle toda la cara pero me colocó por delante de él impidiendo su paso.

- Será mejor que controles a tu bestia - Leo se bufa provocándole aún más.

- Calma - le digo a través del enlace y el aprieto con fuerza su mandíbula y puños.

- Espero que hayas aprendido algo Taylor Díaz Casteliny - dice haciendo una mueca en forma de burla - Por tu bien físico y moral será mejor que dejes de revolcarte con ese invertido y te conviertas en un hombre de verdad.

Señala a Jacob el cual se enfurece al máximo tratado de apartarme a un lado pero cuando lo hace le rodeó por el cuello con un brazo deteniendolo haciendo retroceda a su posición anterior.

- Espera, no combine hacer eso por ahora - le digo tratando de calmarlo por los pensamientos pero no consigo hacerlo.

- Y bien Taylor vas a empezar a comportarte como un hombre de verdad y asumir tu responsabilidad como líder de la manada.

- Vete al infierno - expulsó sin más

También estoy batallando con mi lobo para no matarlo a el con mis propias manos pero no quiero hecharlo a perder así se esa manera. Mi venganza será mucho más dulce que eso.

- Ahhh por cierto ya que la última vez rechazaste mi oferta amenazandome con contarle a todo el mundo lo que sucedió entre tu madre y yo. Entonces debo admitirte que si no te vuelves Alfa por las buenas entonces le conatare a todos incluso tus compañeros de escuela que te estás acostando con tu mejor amigo, y mejor aún, si eso no es suficiente puedo pedirle a mi pequeño amigo que te haga una visita de noche en tu cuenta.

De repente sale un hombre por detras de el mucho más grande que yo, con facciones toscas y cuerpo voluminoso que me observaba de forma tal que daba miedo. Entonces lo reconozco. Ese fue el secuestrador que llegó a escapar de Jacob.

Mis piernas vuelven a fallar y el pánico se apoderaba de cada diminuta célula de mi organismo, la respiración es entrecortada y el corazón latía a mil palpitaciones por segundo provocando que auto seguido retroceda por inercia chocando de espalda contra Jacob que se encontraba justamente atrás de mi. Que al ver la crisis nerviosa por la que estoy pasando me pregunta.

- Es el ¿no es así?

- S-si - Tartamudeo aún en el enlace.

- ¿Qué pasa Taylor tienes miedo? - dice Leonardo burlándose plácidamente de mi comportamiento tan repentino.

Los ojos se me empiezan a empañar de lágrimas al recordar aquella situación que prefiero olvidar pero no puedo por más que lo intente.

Sin pensarlo dos veces, doy la vuelta dejándolos parados ahí mientras seguían humilladome a carcajadas y camino directo a mi cabaña específicamente, el cuarto. Me dejó caer sobre la cama hundiendo mi cabeza en la almohada y cubriendola con los brazos mientras dejo que las lágrimas y todo el sufrimiento corra libremente.

- ¿Taylor? - me llama desde las escaleras un poco preocupado y jadeando como si hubiera corrido una maratón - ¿Dónde estás?

No le respondí, no quería hablar y aunque hubiese querido mi voz sería un leve susurro.

- Te encontré - dice lanzándose en la cama mientras coloca una mano sobre mi espalda - Ey, no llores. Mirame.

Hago lo que dice por debajo del antebrazo el cual levanté un poco para poder mirarle.

- No dejes que te vean derrotado, no le des el gusto. Ven, siéntate - golpea con la palma el lugar donde quería que me sentase: arriba de el.

Me corro a al lugar indicado y rrecuesto la cabeza en su pecho aún sollozando con los ojos hinchados de tanto llorar y el rostro adoptó un tono entre rojo claro o rosado.

- Gracias por existir - le digo y el empieza a masajear mi cabello mientras yo caigo en un profundo sueño.

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En lo particular odie tener que escribir este capítulo, debido a las ofensas realizadas a mis dos amores hasta yo me enoje con Tomás nivel DIOOOS.

Si te ha gustado la historia hasta ahora por favor ayúdame con tus votos y comentarios. No olvides que tú opinión cuenta.

Con cariño Katy 😘❤