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Steve había querido escapar de la habitación lo más pronto posible, había querido alejarse de los recuerdos. Ver a Tony una segunda vez en esa recamara abrió una compuerta a una gran cantidad de recuerdos dentro de su cabeza. Eran momentos que jamás olvidaría. Que jamás quería olvidar.
Él recordó. Recordaba la consumación de su matrimonio con Tony con lujo de detalles.
Recordaba la noche juntos dentro de esa habitación, pero no lo que había ocurrido antes, no sabía como Tony y él habían terminado juntos el día de ayer después de haber estado en un bar con el resto del equipo, ni porque habían decidido casarse, pero si podía recordar el porque había tenido sexo con Tony más de una vez, recordaba haber sentido deseo y lujuria en gran intensidad. También habia estado presente otro sentimiento...
Todo era confuso, su comportamiento había sido extraño al estar ebrio por primera vez en decadas, no lo había creído posible, pero había conseguido embriagarse y a pesar de eso, era capaz de recordar el increíble sexo con Tony.
Había dicho y hecho cosas que lo avergonzaban, pero aun así excitaban, todo lo que habían hecho había sido absolutamente placentero, sorprendente y perverso.
Steve se sacudió el recuerdo de un Tony montandolo con movimientos lentos y precisos sobre la cama, de lo mucho que Tony disfrutaba burlarse constantemente de Steve con cada movimiento, riendo y gimiendo, exponiendo su garganta hasta que Steve lo había girado, cambiando su posición para cubrir a Tony, separando sus muslos para comenzar a follarlo con fuerza haciendo que Tony suplicara por más.
Steve respiró hondo apoyando la espalda contra la pared del pasillo, su corazón latia de prisa mientras su pene estaba medio endurecido. Resultaba incomodo tener una erección contra el cierre de sus pantalones cuando no traía ropa interior, había buscado, pero no había logrado dar con sus calzoncillos. Aun así, todavía estaba semi duro tan solo con recordar lo que Tony y él habían hecho.
Él castaño había sido tan complaciente, había estado tan dispuesto a todo, tan necesitado...
En un intento de deshacerse de su excitacion, Steve pensó en las repercuciones que podría haber en sus vidas por lo que habían hecho.
Pensó en lo que ocurriría si Tony descubría como Steve se sentía hacia él.
Cuando volvió a la normalidad, sacó su propio teléfono para llamar a Natasha. Sin embargo ella no fue quien contestó.
—Aquí Barton.
—¿Clint?... Necesito hablar con Nat.
—¿Steve? —cuestionó aliviado —. ¿Donde diablos estas? ¿Estas con Stark?
—... Si. ¿Dónde esta Natasha?
—¡Lo sabia! ¿Tony te invito a una fiesta privada o algo así? —preguntó —. Bastardos envidiosos, me dejaron en el bar con Bruce y Thor, fue un maldito aburrimiento. Bruce se fue a dormir a las ocho, ocho, Steve, y Thor me abandonó por ir a buscar a Jane. Tasha desaparecio dejando su celular justo después de que lo hicieron ustedes, tuve que buscar algo para divertirme... perdi mucho dinero en el casino.
Steve recordó el bar, la invitación de Tony para un trago, Thor apareciendo de algun lugar su licor asgardiano, ofreciéndoselo a Steve hasta el cansancio, Tony tomando un muy pequeño trago que casi lo hizo perder el conocimiento.
—¿Natasha no dijo nada?
—Menciono un trabajo, sabes como pueden ser esas cosas.
—Entiendo, espero no sea algo grave.
—No lo parecía.
—Bien, me tengo que ir.
—¿Necesitas ayuda con algo? ¿Por eso necesitabas a Tasha?
Steve lo pensó, pero descartó inmediatamente la idea, Clint no tomaría el problema con suficiente seriedad. Terminaría burlandose.
—No, gracias, Clint. —Terminó la llamada y guardó el celular en su bolsillo.
Cuando volvió a la habitación, Tony terminaba de hablar por el teléfono fijo al servicio del hotel, al verlo colgó la llamada y le ofreció una pequeña sonrisa. Steve no podia entender como era que Tony parecía tan tranquilo, lo molestaba un poco, lo decepcionaba aún más, era obvio que Tony no encontraba relevante el haberse acostado con Steve, había deducido que el otro no recordaba mucho de la noche anterior, y parecia desinteresado en hacerlo, no se veía afectado como él por cada pequeña cosa. La situación era lo suficientemente delicada sin tener que agregar la nula capacidad de Steve para dejar de pensar en el cuerpo de Tony.
—Natasha no podra ayudarnos.
Tony asintió. —No importa, averigüé el lugar de nuestro día especial, y nos conseguí un abogado, acordo reunirse con nosotros en la capilla.
—¿Es de confianza?
Tony lo miró exasperado. —Si, completa confidencialidad, tranquilo Rogers, nadie sabra nunca que estuviste casado conmigo, no habra verguenza para ti.
—No lo dije por eso, Tony, esto te perjudicaría más a ti que a mi, no es a mi a quien los medios atacan por cualquier cosa...
Tony lo miró sorprendido. —Aw, querido, te preocupas tanto por mi.
Apretó la mandíbula ante esa actitud, Tony no sabía aceptar la preocupación sincera de nadie. Steve se había dado cuenta en cada interacción que habían tenido en el pasado, al observar siempre a Tony había aprendido eso y muchas más.
—Somos compañeros y cada uno ha arriesgado la vida por el otro incontables veces, claro que me preocupo por ti.
Tony lo miró fijamente por unos segundos antes de apartar la mirada.
—No ves la forma en que esto afectaría tu imagen, Steve. Eres el Capitán América, el héroe de este país, ¿qué crees que diría Fury, el gobierno o las personas ante el menor indicio de que tu seas gay y estes casado con otro hombre? ¿Qué estes casado con Tony Stark? El mundo te repudiaría... no podrías vivir con eso.
Steve sabía que Tony tenía razón, podría existir mas aceptación hacia las personas homosexuales en la actualidad, pero si una figura como el Capitán América se declarará gay, gran parte del mundo no serían tan comprensivos, aún ahora existían muchas campañas sin su consentimiento que lo proclamaban como el símbolo americano perfecto, como el hombre heterosexual perfecto, Steve apenas podía con esa presión, estar a la altura de las expectativas hechas durante generaciones, si eso se transformaba en un odio como con el que Tony tenía que lidiar... Steve no sabía si podria lidiar con eso. Era una de las razones por las que mantenía la verdad sobre su sexualidad para si mismo.
—Es probable, no soy tan fuerte como tú —murmuró —. Pero no olvides que antes de tener el suero yo conocí el rechazo, por mi fisico, por mi condición social, por mis ideales.
Tony lo miró a los ojos. —No es lo mismo, Steve.
—No, no lo es —dijo sin poder apartar la mirada de Tony —. El nivel de rechazo sería completamente diferente, pero si hubiera una buena razon para luchar, lo haría. —Terminó confesando.
—Siempre lo haces —dijo Tony dejando el sofá —. Y en esta habitación solo hay una persona verdaderamente fuerte, no soy yo.
Steve frunció el ceño, estaba apunto de refutar cuando tocaron a la puerta. Con un movimiento de su mano Tony le indicó que abriera, segundos después recibió una bolsa de plástico de una camarera.
Él castaño se acercó y la tomó sacando del interior una gorra negra, despues le devolvió la bolsa.
—Ropa limpia para ti.
Miró dentro de la bolsa encontrando ropa interior nueva, un pantalón de mezclilla, playera blanca y chaqueta de cuero, un conjunto parecido al que traía puesto Tony.
—Gracias —murmuró.
Tony asintió. —Quiero ir y asegurarme de que todo se haga correctamente, quiero ver por mi mismo al abogado firmar el contrato de confidencialidad, quiero sobornar por mi mismo a los trabajadores de esa capilla y hacerlos firmar otro contrato y ambos necesitamos firmar la anulación, entre más pronto mejor.
—Solucionaras este problema, arreglarás todo como siempre lo haces —dijo al darse cuenta que Tony difibitivamente lo haría, por él... solo que Steve ya se sentía decepcionado por eso.
Tony sonrió alentador mientras se ponía la gorra, Steve sintió el repentino deseo de acercarse y besar esa sonrisa.
—Es una lastima, porque creo que el Rogers Stark te iba bien —bromeó.
Steve solo dejo salir una sonrisa no comprometida.
—Por cierto. —Tony movió su mano —, este anillo no salio ni siquiera con ayuda del lubricante.
Steve había olvidado completamente los anillos, aún llevaba el suyo.
—El mio tampoco —mintió, no lo había intentado quitar, quería que todo durará un poco más.
Él castaño suspiró. —Nuestra suerte no es la mejor hoy.
—Podría romperlo, pero parecen costosos...
—Oh creeme, lo son, Jarvis me hizo llegar el recibo a mi celular, no eres un novio barato, Rogers.
Alzó una ceja. —Creo que si alguien es de alto mantenimiento aquí ese eres tu, Stark.
—Ja. —Tony sonrió, pero fue breve —. No tienes idea.
—La tengo —murmuró ronco sin poder evitarlo, trató de no revelar sus verdaderos pensamientos.
El castaño estudió el rostro de Steve.
—Te acuerdas de todo, ¿no?
—Solo de la luna de miel... un poco. —No pudo evitar confesar.
—Que memoria tan selectiva, capitán.
Steve no pudo evitar sentirse avergonzado, Tony rió de forma superficial.
Lo vio ir y sentarse con cuidado en el sofa, no podía evitar recordar porque, Tony también lo había dejado bastante claro antes, habían tenido una noche sumamente activa, Steve no pudo evitar sentirse bien consigo por haber dejado totalmente satisfecho a Tony.
Tony entre cerró los ojos en su dirección.
—Borra esa sonrisa orgullosa de tu cara, Rogers.
Steve simplemente se dirigió a la habitación para cambiarse, no logrando borrar la sonrisa de sus labios.
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