CAMBIO DE PLANES
ORFANATO DE WOOL.
LONDRES, INGLATERRA.
10 DE ENERO DE 1927.
Miró por quinta vez el reloj de péndulo antiguo en 5 minutos.
Sus manos le sudaban y su pie se movía inquieto haciendo un ruido sordo en aquél adoquín gastado.
Mantuvo su postura rígida, llevó su manos al cabello en un moño y alisó la falda entallada, pero recatada que había adquirido unos días antes en el Callejón Diagon.
Todo en su atuendo gritaba riqueza.
Y como no. Su bolso de cuentas estaba lleno de oro al momento de su llegada, mismo que le había sido entregado para sus gastos.
Resultaba que en ese momento para las cuentas en Gringotts y demás ella era muy rica.
Volvió a mirar el Reloj. Daban las 12:36 pm.
Hacía un frío que calaba en los huesos y la lluvia azotaba las ventanas. Menos mal que traía un abrigo con un hechizo calefactor.
La puerta se abrió y entró una mujer de edad_ Buenas tardes, Señora Dankworth.
_ Buenas tardes, Señora Farrel.
_ En seguida traerán al niño. Lo están cambiando con la ropa que trajo.
Hermione sonrió tímida y derramó una lágrima como parte de su actuación.
Lo había practicado frente al espejo.
_ Muchas gracias, está haciendo realidad el sueño que nunca creí..._ su voz se quebró.
_ Aún es muy joven, Señora.
_ No puedo tener hijos propios, Señora Farrel. Aparte de que soy Viuda. Por ello, el sueño de mi difunto marido Harry y el mío, era tener un hijo.
_ Lo entiendo. ¿Tenían mucho de casados?
Hermione negó_ apenas 2 años, pero siempre, desde que nos casamos queriamos un bebé inmediatamente_ Sus piernas le temblaban un poco.
Luego la puerta se abrió y entró otra señora rubia cargando un bebé de días.
Ahí estaba el bebé que sería el causante de tantos daños en su futuro.
_ ¿Se siente bien?_ la Señora Farrel preguntó al verla algo conmocionada.
_ Es la emoción_ Hermione tomó al bebé. Era una dimuta bolita de carne.
Le apretó un dedo con su manita y siguió mirándola_ Hola Harry.
Hermione no dejaba de ver al bebé y él le devolvía la mirada.
Su Misión era matarlo antes de que hiciera todo el daño que hizo, pero al encontrarse en otro tiempo mucho mas atrás, sus planes cambiaron.
Ella no podía matar a un bebé indefenso.
El bebé estornudó y Hermione lo pegó a su pecho.
La sabanita con la que lo había visto, apenas si lo cubría del frío y sus pequeños mechones olían a Moho.
El bebé solo la veía sin quitarle la mirada.
_ Gracias Señora Farrel, lo llevaré a casa, parece que está un poco resfriado.
La Directora asintió y se acercó a ella_ Buena suerte Harry. Que tengas una vida llena de cosas hermosas y grandiosas.
Hermione sonrió cuando el bebé hizo una bombita de baba.
_ La tendrá Señora Farrel, se lo aseguro.
Hermione tomó su bolso y la pañalera para irse de ese horrible Orfanato, antes de salir tapó al bebé con una cobija gruesa.
_ Espero que le vaya bien_ La Señora Collins dijo a la Directora.
_ Lo hará. Es un pequeño con suerte, hoy encontró una madre que lo cuidará y lo protegerá.
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