012🎭
N. HYUNGWON.
En cuanto se fue de casa, dejé caer los hombros y de forzar la sonrisa. Me dolía la cara, quería quitarme la gasa y que mi mejilla no tuviera que soportar llevar por semanas el corte que me hice a propósito. No me podía quejar, había conseguido buenos resultados. Cuando llegamos a casa, Wonho se encargó de llamar a la dirección de la facultad. Iban a tomar medidas para que Umma no se acercara a mi entre clases para evitar más agresiones; Wonho me prometió que se olvidaría de ella y de querer intentarlo otra vez.
“Creo que empezaba a gustarme porque era más tú…” me dijo mientras me cambiaba la gasa por una nueva. “Sin hablar mal, sin ese apestoso olor a tabaco y con esa forma de vestir tan linda…”
“¿Qué quieres decir con eso?”
Mentiría si dijera que no me lo tomé mal. Nos estaba poniendo en el mismo saco y no me agradaba en absoluto que me viera en alguien como ella.
“Verás, desde que te conocí me gustaste mucho. Tu personalidad y aspecto, por eso me acerqué a ti. Y creo que Umma intentaba hacer eso, ser como tú para fijarme en ella” se aclaró la garganta y se apartó un poco de mi.
“Entonces, pensabas en volver con ella” dije serio. Wonho levantó la vista y se sintió avergonzado.
“Pero no ha cambiado nada y no puedo estar con alguien que te odia hasta el punto de agredirte…” me tocó la mejilla herida con mucho tacto. “Joder, es mi culpa”.
“No necesitas a nadie más que a mí, Wonho” le tomé de las manos y le abracé. “Yo jamás te haría daño ni a nadie que te quiera” me agarró de las caderas y me pegó a él. Se sentía tan malditamente bien estar con él.
“Eso es verdad…” sonrió creyéndome. “¿Quieres que me quede?” me besó en el cuello.
Y juro que habría dicho que sí si no fuera porque en aquel momento necesitaba estar solo y desahogarme gritando, rompiendo cosas y llorando por las esquinas mientras sostengo en una mano el bote de pastillas y en la otra algo afilado. Estaba inquieto, no quería pagarlo con él.
“Me encantaría pero por hoy creo que ya es suficiente…Mi padre llegará en unas horas y tengo que explicarle lo que ha pasado” intenté que sus besos no me hicieran cambiar de opinión.
“¿Estás bien, verdad?” me besó en los labios.
“Wonho…hazme caso. No quiero que veas a mi padre enfadado”. Le agarré las manos que bajaban por mi cintura y pretendían colarse por mi ropa.
Él se separó dándome un último beso y suspiró contra mis labios. Te prometo que quiero más de ti, pero debo tranquilizar al demente que llevo dentro y quiere golpearte.
“Vayamos mañana juntos a clase” le animé. “Ahora, vete”
Wonho dejó las cosas que había utilizado para limpiarme la herida en el botiquín de la encimera y recogió su mochila del suelo. Le acompañé hasta la puerta y se fue no muy complacido. Primero me ocuparé de mí, después prometo hacerte sentir mejor.
Tiré a la basura el trozo de azulejo con el que me había autolesionado y guardé en su lugar el botiquín. Me cambié la gasa por una tirita fina para que mi cara no pareciera la de la momia. Me cambié de ropa por mi pijama básico y comí algo en lo que mi padre llegaba del trabajo. Logré controlar las ganas impulsivas de golpear todo lo que se cruzara por mi camino. Me había molestado tanto que Wonho hubiera relacionado a la nueva y perfecta Umma conmigo que el solo pensar en la posibilidad de verlos juntos y enamorados me revolvía el estómago.
Las ganas de besarme que tenía Wonho se colaron en mi mente. ¿Y sí juego un poco con él? ¿Qué respondería a nuevos mensajes?. Mi padre estaba tardando en llegar así que aproveché la soledad y la tranquilidad de la casa. Fui hasta la habitación de papá y me quité los pantalones, apoyé el móvil en la pared para sacarme unas cuántas fotos y vídeos de segundos. Wonho aún no conocía esta parte de la casa, eso sería un punto a mi favor para seguir con el juego. Me senté de rodillas en el suelo y me grabé acariciándome los muslos y el abdomen. Un par de fotos sugerentes y enviar.
Chat con @LSWonho.
Yo: [Foto]
Se conectó enseguida.
LSWonho: Y yo que pensaba que ya te habías cansado de mí
Yo: ¿Me has echado de menos, daddy?
LSWonho: Ni siquiera te recordaba. He tenido unas semanas duras.
Yo: Dime que lo has dejado con esa zorra.
No ser el Hyungwon que él conoce, era lo más divertido.
LSWonho: Todo el mundo lo sabe, no disimules.
Yo: Entonces ya puedes estar para mi, ¿no?
LSWonho: Para ti, no.
LSWonho: Además no he tenido un buen día. Lo último que necesito es que me envíes esas fotos.
Yo: vale
Yo: [video]
Mordí la punta de mi dedo pulgar y me reí. En algún momento lo dejaré pero mientras lo nuestro no iba a más de un par de besos calientes, jugaré con él tanto como pueda.
LSWonho: ¿Te sientes seguro enviando esto?
LSWonho: Mierda, acabo de imaginar a alguien.
Yo: Me gustaría saber quién es.
LSWonho: No me jodas más. Tengo que hacer algo
Yo: diviértete con las fotos. Son todas tuyas.💕
Y desconexión. Cerré el chat y salí de la habitación de papá. Al rato mi teléfono empezó a sonar y mi gozo cayó por un pozo cuando en vez de ver el nombre de Wonho en pantalla, aparecía el de Jongin.
“Es tarde para que llames”
“Sí, lo sé, lo siento…” parecía más alterado que de costumbre. “Hyungwon, yo te creo, ¿vale? Pero ha llegado a mis oídos que fuiste tú quien se hizo daño esta mañana”.
“¿Por qué iba a hacerlo?” mierda, esa zorra. “¿Con quién has hablado?”
“Umma está muy enfadada y le está contando vuestra conversación a toda la clase. Y claro, un rumor así vuela”.
“No puede inculparme de ninguna forma, ¿sabes cómo tengo la cara ahora? Hecha un cuadro” escuché la risa tranquila del moreno. “Imagino que todos estarán de su lado”.
“La verdad es que no. Parte de su enfado es porque nadie se cree que tú hagas algo así. Amenazar a una chica y después cortarte la cara…no suena muy creíble”.
“Gracias por avisarme”
“Si quieres mañana me invitas a comer y así me lo agradeces en persona” pude ver la sonrisa ladina que conocí en la fiesta.
“No me vendría mal salir un poco”
A Wonho no le iba a gustar pero tampoco tenía porqué enterarse. Dejamos pendiente una comida entre amigos para mañana después de clases. Mi padre llegó una hora después, cuando estaba apunto de acostarme en mi cama blandita y calentita. En cuanto me vio, se llevó las manos a la cabeza. Gritó tanto como pudo e insistió en que se pondría en contacto con Umma para zanjar los problemas que tuviera conmigo. Intenté apaciguar su enojo tanto como pude pero era un hombre muy cerrado.
"Esa chica me va a oír" Dijo dando vueltas a la habitación.
"Papá, estoy bien y Wonho ya se ha encargado de todo"
"¿Tu amigo? ¿El que me ayudó en el invernadero?" hasta a él le agradaba. Me miró unos cuantos segundos y puso fin a la discusión. "Tu ganas pero si vuelve a hacer algo, iré yo mismo en persona" me dio un beso en la frente y se marchó de mi cuarto.
Me sentía afortunado por tenerlo como padre. Un hombre bueno, trabajador, fuerte emocionalmente. Lo único con lo que cargará en su vida y repudio es el haberse casado con la enferma de mi madre. Tan sólo recordar su mirada gélida y su falta de amor, me hacía querer vomitar. Tomé otra pastilla, no quería tener pesadillas. Ya tengo mala cara como para añadir ojeras. Le envié un mensaje a Wonho para ir juntos a clase. No tardó en responder. ¿Se habría enterado del veneno que suelta su ex novia sobre mi?
Jongin me esperaba en la puerta de la Facultad. Hacía buen tiempo y él lo acompañaba con su radiante sonrisa y su mono de artista. Cuando me saludó con la mano a lo lejos, Wonho me pegó más a él cogiéndome de la cintura. Me hacía sentir poderoso. Como si estuviera bajo mi hechizo.
"Buenos días, chicos" nos saludó alegremente. No parecía importarle la actitud hostil de Wonho hacía él.
"Te veo muy feliz hoy, Kai" dijo Wonho.
"Tengo una cita a la hora de la comida" me miró directamente a los ojos. "Por cierto, Umma está en clase. Con el Director"
Mierda. ¿Tan pronto?
Sonreí al moreno lo mejor que pude. Solo a él se le ocurría decir lo de la cita delante de Wonho. Nos dirigimos a clase y en cuanto puse un pie dentro, los gritos propios de una barriobajera como ella, llamaron la atención de los presentes. El Director se acercó a mí y observó mi mejilla. Esta mañana me encargué de limpiar la herida y poner una tirita nueva.
"Hyungwon, acompáñeme con Umma al despacho" sonó serio y distante.
Wonho me susurró que contara la verdad como hasta ahora y así no me ganaría problemas. Umma me empujó para adelantarse y eso lo notó el director, quien puso mala cara.
Entramos al despacho y nos obligó a sentarnos en las sillas acolchadas. Sacó del cajón una libreta y empezó con el interrogatorio. Decir la verdad. Es fácil.
"Bien, desde el principio. Hyungwon"
Todo irá como la seda.
"Fui al baño después de clase, sé que está prohibido andar por los pasillos sin la autorización de un profesor pero era urgente…" aflojé los músculos de mi cara y hablé con un tono bajo. "Cuando estaba lavándome las manos, entró Umma. Me acorraló contra el lavamanos y empezó a gritarme"
"¡Está mintiendo!" se inclinó hacía delante y golpeó la dura mesa en la que se apoyaba. El director ordenó que cerrase la boca si quería hablar después.
"Hace unas semanas que Hoseok y ella dejaron la relación. Al parecer, a mi compañera no le gusta que él tenga amigos porque…una de las cosas que me dijo es que dejará de juntarme con él… Mi respuesta fue que no. Es decisión de Hoseok, no nuestra"
"¿Y por eso lo arañaste?" miró a la morena.
"¡Cogió una piedra y se cortó él mismo! ¡Fue él quien me amenazó! Me amenazó él a mí. ¡Está mintiendo!"
El Director nos miró a ambos y cerró la libreta. Suspiró largo y pesado apoyándose en el respaldo de la silla.
"Umma, tu historial no es muy bueno. Has estado en varias peleas dentro y fuera de las clases, fomentas la mala vida entre los alumnos más destacables y lo siento, pero me cuesta mucho creer que Hyungwon, se autolesione" cruzó las manos en su regazo.
"¿Y por qué no? Vio morir a su madre, es normal que eso le haya dejado secuelas" me miró con arrogancia.
Hablar de mi madre es un tema delicado. Mucho más si eres quien la mató y la enterró, por defensa propia. Era ella quien me destruía y me lanzaba cuesta abajo y sin frenos. Yo nunca intenté hacerme daño, incluso si eso hubiera servido para detener sus ataques. ¿Cómo se atrevía a mencionarla?
Mis ojos empezaron a escocer y mi garganta se secó. Las lágrimas no tardaron en brotar y caer sobre la moqueta aparentemente limpia. Tenía calor bajo mi piel, me empezaron a sudar las manos. Quería matarla. Humillarla y hacerle daño. Lo mismo que mi madre me hizo a mi.
"¡Umma!" golpeó la mesa "Quedas expulsada durante dos semanas" Se levantó de la silla situándose a mi lado. "¡Fuera!"
"¿Y con él…?" atinó a decir mirándome a los ojos.
Si, has ganado. Me has hecho llorar de verdad. Ya conoces mi punto débil.
"¿Sabes? Umma. Yo nunca utilizaría el dolor de una persona que ha perdido a su madre para quedar bien delante de un adulto. Si, vi morir a mi madre. Y sí, aún tengo pesadillas. Pero tú me hiciste esto" me levanté quedando por encima de ella y la señalé. "Ojalá no tengas que vivir nunca con un pasado con el mío" lo dije de verdad, ser abusado de mil maneras no se lo deseo ni a mi peor enemigo. "¿Quieres popularidad? ¿Te importa más un chico que tu futuro académico y laboral? Adelante, a mi no me importa. Pero Wonho no merece estar con alguien tan repulsivo como tú".
" Hyungwon por favor…" me tocó el hombro. "Si estas mal, puedes irte a casa. Umma, lo dicho. Estás expulsada".
Desde entonces, no dijo nada más. No le daría el gusto de huir. Además, no quería faltar a mi palabra y quedar mal con Jongin. Me despedí del Director, sequé mis lágrimas y entré a clase. Wonho me esperaba impaciente, guardándome el sitio a su lado. En cuanto me miró a los ojos, lo supo.
"Has llorado" afirmó sin perder el tiempo en preguntas absurdas.
"Déjalo así…" le apreté la mano por debajo de la mesa.
Umma entró a clase para recoger sus cosas. Le dijo a la profesora que estaba expulsada y se marchó. La clase empezó a murmurar. Lo odiaba. Pero de nuevo, había ganado. Saqué los libros y me centré en la explicación.
Al acabar las clases, todos mis compañeros se acercaron a mí para oír la otra versión de la historia. Las mismas palabras, el mismo tono en la voz y la misma mirada que ahogaba en orgullo. Jongin se mantenía alejado y se lo agradecía. Parecía que tras esa capacidad superficial y arrogante, había una persona empática y artística. Wonho me tomó de la mano y salimos fuera. Debía encontrar una excusa para ir a comer con el moreno. O decirle la verdad. Nada de secretos.
"Hyungwon, me gustaría que te quedaras en mi casa esta noche…" se mordió el labio antes de continuar. "Como ayer no querías que me quedara en la tuya, yo…te eché de menos".
La conversación, las fotos, los besos tan dulces que me daba antes de que le echara casi a patadas de mi casa. Por supuesto, pasó una mala noche y se desquitó con su mano. A eso se refería entonces, él no sabía nada de lo que Jongin me contó. Sus mejillas rosadas y su pulgar dibujando círculos invisibles en mi mano, probaban que estaba en lo cierto. ¿Estaba reclamando atención? Umma fue expulsada por dos semanas y Wonho me deseaba. Era el mejor día de mi vida.
"Avisaré a papá" le sonreí y él me miró con intensidad. "Comeré con él, iré solo a casa" ahí estaba. Perdóname.
"Pero puedo acompañarte yo…" me dijo como si no lo supiera.
"B-bueno es que sigue un poco enfadado…" qué mal se me daba mentirle.
"Esta bien. Te estaré esperando entonces" dejó de insistir y plantó un beso rápido en mis labios. "No te traigas el pijama…" susurró en mi oído.
Después dio media vuelta y salió corriendo dejándome solo en la acera y meditando en sus últimas palabras. Es cierto, me deseas. Confías en mí y yo te he mentido. Te he mentido mirándote a los ojos mientras tú sostenias mi mano. ¿En qué me convierte eso? Solo será esta vez, te lo prometo.
Jongin me sorprendió asustandome desde atrás. Centré todos mis sentidos en él. Wonho ya no estaba en nuestro campo de visión. Suspiré aliviado.
"Vamos, no te quedes ahí mirando" pasó su brazo por mis hombros y empezamos a caminar hasta el…¿Mc Donals? "No pongas esa cara, a mi me encanta comer aquí" rió.
"¿En serio?" no pude evitar no reírme. "¿Tus papis no te han dado la paga todavia?"
"No te rías. Aquí llenas el estómago mejor que en esos restaurantes pijos".
Nos pusimos en la cola para pedir el menú. Era una situación graciosa. Había muchos estudiantes comiendo en las mesas pequeñas y algo pringosas. El moreno, pidió un menú para los dos. Dos hamburguesas con doble de queso, una ración grande de patatas, dos refrescos y helado. Me llevó hasta la segunda planta y cogimos asiento al lado del ventanal.
"¿Te duele mucho?" señaló con una patata fría mi mejilla antes de llevarsela a la boca.
"No. Lo que me molesta es tener algo pegado en la cara todo el día" mordí la jugosa carne con queso. Estaba buenísima. "Gracias".
"No hay de qué. Umma estaba haciendo un escándalo…" guardó silencio. "La han expulsado, ¿verdad?"
"Dos semanas. Me dijo cosas muy hirientes delante del Director" no entré en detalles y él no preguntó. Gracias al cielo. "Pero por favor, no hablemos de ella"
"Como quieras, entonces de tu mejor amigo" levantó una ceja sonriendo. Es un cabrón. "¿Qué le he hecho para que me odie?".
"Él no te odia…" mentí piadosamente. "No le gusta que otras personas me utilicen y jueguen con mis sentimientos…"
"Aquel beso" soltó. "Hyungwon, los dos estábamos borrachos aunque admito que me gustó"
"¿Ah sí? Pues que sepas que no volverá a repetirse"
"¿Por qué no? Ahora mismo los dos estamos libres y no tienes que hacer todo lo que Wonho te diga…" joder ojala parase. "Dime si me equivoco o no, pero notó como cambias estando a su lado, ¿qué buscas?"
"Come y calla"
Jongin sabía cómo meterse en tu cabeza. Él soltó una carcajada e hizo caso. Seguimos comiendo y hablando de cosas triviales y algo incómodas hasta que terminamos el menú. El teléfono empezó a vibrar dentro de mi bolsillo trasero. Era Wonho. Mierda, ¿por qué me he puesto nervioso?
"¿Wonho? ¿Sucede algo?"
"Así que tu padre seguía enfadado"
Le dije a Jongin que cerrara la boca poniendo el dedo en mis labios. El corazón me empezó a latir con fuerza. Cómo coño se había enterado. Empecé a mirar a mi alrededor, había varios compañeros de Facultad pero nadie con quien poder relacionar una amistad.
"Podrías haberme dicho que saldría a comer con ese imbécil antes de querer pasar la tarde conmigo, no iba a enfadarme" su tono de voz no decía lo mismo.
"Espera Wonho, no es lo que crees… Estaré en tu casa en diez min…" oí el pitido de una llamada colgada antes de que pudiera terminar la frase.
Me terminé el refresco aguado por los hielos y recogí mi mochila con prisa. Jongin me miraba sin entender nada, con media hamburguesa en las manos y los ojos siguiendo mis movimientos rápidos. Sabía que algo así pasaría.
"¡Joder!" grité. ¿Quién se lo había dicho? "Tengo que irme, lo siento"
"No te preocupes" habló aún sin comprender nada.
Salí del pequeño restaurante de comida basura y corrí hasta la casa de Wonho. En serio, el día estaba yendo bien. Ahora él estaba enfadado conmigo, por primera vez y con razón. Tendría que haberle dicho la verdad, al menos así el acuerdo de no escondernos nada seguiría en pie. Maldita sea. La puerta de su casa estaba abierta, invitándome a pasar sin saludos y palabras vacías. Entré quitándome las deportivas y dejando la mochila en una esquina de la entrada. Unos ruidos al fondo del pasillo lo descubrieron. Me acerqué con paso ligero, inseguro de cómo reaccionaría al verme.
"¿No confías en mí?" dijo dándome la espalda. "Kai no es Santo de mi devoción pero si quieres ser amigo suyo no puedo interponerme por mucho que me joda" apoyaba su cuerpo en el escritorio de madera. Las venas en sus brazos marcándose por la presión que ejercía y la cabeza agachada.
"Claro que confío en ti. No te lo dije porque sabía que te ibas a enfadar…"
Mierda, Hyungwon. Inventa algo mejor.
"Y mentirme no iba a hacerlo" rió desde la garganta. "Al menos, ¿has comido bien?" se dio la vuelta, apoyándose en la mesa y mirándome fijamente a los ojos. En otras circunstancias me habría dado miedo pero era tan sexy que me hacía perder la razón.
"Me ha invitado a una hamburguesa…con patatas frías…" tragué saliva. "Te prometo que Jongin no me ha vuelto a besar, solo hemos hablado" me pellizqué la piel gruesa del codo por si esto se trataba de algún mal sueño. "No quería mentirte…"
"Kai está interesado en ti, ¿de eso si te has dado cuenta?" se acercó a mí con un aura intimidante. "¿Por qué quería tener una cita contigo?" se cruzó de brazos.
"Anoche m-me dijo que Umma hablaba sobre mi para ponerme en contra de todos… yo le di las gracias por habérmelo contado y me pidió comer juntos para agradecérselo en persona. Nada más"
¿Desde cuándo era yo quien flojeaba?
"¿Nada más? ¿Solo una hamburguesa con un amigo cordial?" asentí con la cabeza cuando él me tomó de las muñecas y me atrajo a su cuerpo fuerte y duro. "No me mientas más, Hyungwonie" me acorraló contra la pared y él. "Iba a decirte que ese chico de los mensajes me había enviado fotos calientes y me toqué pensando en ti… ¿Tengo derecho a contarte eso después de lo que has hecho?"
En este punto ya me importaba muy poco si me lo contaba o no. No quería probar su lealtad, sólo era un juego en el que los dos nos divertíamos. No es para nada lo mismo. Pero, ¿acaso importaba cuando estaba apunto de conseguir lo que tanto había esperado?
"Perdoname, Wonho…" Era lo primero que debía de saber.
"A ti sí, siempre te perdonaré porque no lo haces con mala intención. Pero si veo a Kai cerca de ti…pienso demostrarle que nadie más a parte de mi, te pertenece"
Me perteneces, esas dos palabras saliendo de tus labios son muisca para mis oídos.
"¿Y cómo se lo demostrarás?" provoqué.
Lo que vino después derrumbó las paredes más infranqueables que rodeaban mi ser. Aquellas que cerré el mismo día que acabé con mi mayor enemigo. Un sentimiento que antes me hacía vomitar pero que en las manos idóneas, me devolvía la felicidad.
Wonho me hacía sentir especial, único. Me sentía cuidado y protegido como nunca antes. Querido y protegido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro