–No me llames de esa forma.

Esas palabras cayeron sobre él como un balde de agua helada, haciéndolo sentir aún más frío. Su mirada indiferente, perforando su herido corazón. Tan impactante que no le dió tiempo a reaccionar, a responder o a fingir.

Él continuó.

–Siempre soporté tus travesuras, tú odio injustificado, tus intentos de asesinato. ¿Por qué? Porque te amo. Pero ya es suficiente, estás involucrando a alguien que no tiene nada que ver. Además de que tiene a otro ser dentro de ella, la trataste de forma descuidada y bruta.

Tal ves en otra ocasión Loki reiría por oír al más bruto que conocía hablando de brutalidad, pero ahora no.

–Podría justificarte, "pobre Loki, ha sufrido mucho. Fue abandonado por su padre. Padre siempre fue injusto con él. Sufrió en silencio por mucho tiempo, pobre Loki." Pero no lo haré. Porque debes cambiar. Pensé que ya lo habías hecho, pero parece que me equivoqué contigo... como siempre.–Thor por fin lo miró, pero sólo fue durante unos segundos, luego desvío la mirada.

El rubio le dió la espalda, en dirección a la puerta.
No era así.
El pelinegro sintió un grito agotarse en su garganta.
Thor nunca le había hablado de esa forma.

Tan cruel, tan fría, tan... tan suya, pero no de Thor, no de Thor.

"¡Te equivocas!" Pero la voz no le salió.

"Perdóname." Pero su orgullo hizo que que se trague esa odiosa palabra.

–Pues ahora ya lo sabes.– Fue lo único que pudo pronunciar antes de que su voz se quiebre. Thor no lo miró, solo salió azotando la puerta.

Se había ido.
Thor estaba decepcionado.
No...
No deseaba eso, sólo... estaba celoso.
¿Celoso de quién?

Loli se tragó su tristeza y sonrió.

Si él estaba recepcionado entonces le daría motivos para estarlo.
Si lo iba a odiar entonces le daría motivos para hacerlo.