El primer año de Jiyoon había llegado de la mano de las nuevas travesuras que implicaba tener un bebé caminante, con el paso de los meses el pequeño Jiyoon pareciera poder entender la condición de Jimin, cada vez que se encontraba cerca del rubio disminuía considerablemente el volumen de su voz era calmado y muy amoroso, aunque era una historia completamente diferente cuando estaba con su otro padre era extremadamente ruidoso e inquieto, como en ese momento que el pelinegro intentaba poder cambiarlo y ponerle un trajecito, el pequeño se recorrió toda la habitación, saltó en la cama, escondió los pañales, destapó el talco y como consecuencia ambos tuvieron que volver a bañarse, si ya de por sí ambos eran blancos, con el polvo derramado parecieran estar listos para Halloween.

—Jiyoon!— le llamo con voz fuerte y serio. — Debes comportarte, necesitamos estar listo para ir con papá, o quieres que lo llame y venga el a ver cómo te portas?!— No quería ser duro y cortar la diversión del menor, pero estaban demasiado cortos de tiempo, debían haber estado listo hace más de media hora si querían llegar a tiempo a la ceremonia de graduación de su esposo.

—Oooohhhh— esa era siempre la respuesta del pequeño de cabellos negros cada vez que Min lo retaba haciendo imposible seguir serio y llenarlo de besos.

Min estaba tan orgulloso de su esposo, aún recuerda al pequeño muchacho rubio que había llegado a su vida y había empezado a estudiar en el hogar para nivelar su educación resultando ser un prodigio de las letras, tanto tiempo oculto en las sombras y era un niño superdotado que había ingresado a la universidad y concluido la misma en un tiempo récord, siendo que el ingresó y jamás la había concluido abandonando a media carrera, si no fuera por la empresa familiar de seguro andaría trabajando en relación de dependencia por un bajo sueldo.
Luego de su ardua lucha por alistarse junto a su pequeño hijo partieron a la universidad de Jimin. El menor ya se encontraba en el establecimiento junto al matrimonio Kim, le habían permitido utilizar auriculares canceladores de ruido, para que cada vez que las demás familias vitoreen por su familiar egresado no le haga daño.

—¡Min Jimin!— llamaron del escenario al menor para entregarle su diploma y un reconocimiento especial por su alto promedio. Yoongi le tomó la mano con suavidad indicándole que era su turno de subir.

El rubio limpió sus manitos en su pantalón y miró con miedo de subir solo, Taehyung sin importarle lo que dijeran los demás lo acompañó en ese paso hasta el escenario, recibió todo, se posicionó para la foto y bajo del lado contrario de donde subió, y ahí lo esperaba su esposito junto a su bebé en brazos y un ramo de rosas blancas. Yoongi lo abrazó con cuidado de no aplastar a su bebé ni el ramo que traía consigo, beso sus labios con delicadeza y luego todo el rostro sacando pequeñas risitas tímidas al rubio.

—Felicidades amorcito mío, estoy tan orgulloso de ti y siempre lo estaré ¿Si mi cielo?— Decía Yoongi entre cada beso que le repartía a su esposo.

—mmmm baa— balbuceo el pequeño en brazo extendiendo sus cortos brazos hacia su papi Jimin.

—Un besito? Claro mi frijolito un besito tuyo también para mimi— recibió entusiasmado el rubio a su precioso bebé y se llenaban de pequeños besitos creando una hermosa imagen.
Con motivo de celebración prepararon una cena en la casa de los padres de Jimin, y nunca podría faltar la pequeña multitud que los acompañaba a todos los eventos y eran aceptados por todos como parte de esa hermosa familia. Los Park cuando se enteraron que fueron ellos quienes habían puesto a salvo a su hijo los involucraron aún más en sus vidas.

En un cierto modo el rubio podía sentirse más cómodo de que el escuadrón estuviera cerca de ellos, le hacía sentir seguro que su hijo estaría a salvo y no le pasaría nada. Si bien había podido ceder un poco más en cuanto a que el menor sea alzado por sus familiares, le quitaba la ansiedad de que siempre uno de los hermanos Smith lo veía de cerca intimidando a quien se moviera medio metro lejos de ellos.

Lim decidió darse de baja de las fuerzas especiales, dado a que siempre terminaban donde Min, Yoongi en agradecimiento les financió una agencia de seguridad privada, donde los encargados de contratar y entrenar sería Jun junto a Namjoon, el escuadrón se disolvió quedando los hermanos Smith como los guardaespaldas personales de Jimin y el pequeño Jiyoon, sabían que las amenazas habían sido eliminadas pero jamás volvería a correr el riesgo, y el resto del equipo quedó junto a su antiguo Líder en esa nueva aventura que se les avecinaba.

El próximo gran evento que presenciaron fue el casamiento de Jung Hoseok junto a su hermosa So Herim, quisieron aprovechar la tierna edad de su sobrino para que sea quien entregue los anillos en el altar.
Jimin se había vuelto más desenvuelto ante los demás, en los lugares donde podría haber ruido en exceso utilizaba pequeños auriculares que cancelaran el ruido exterior. Dejándose guiar ciegamente por su esposo. Creando una discreta rutina, donde con pequeños toques de Min en su piel podía distinguir de que se trataba, incluso su bebé había aprendido a llamar su atención sin ruidos y sin palabras para cuando ocupara dichos auriculares, cuando el pequeño tenía hambre o quería leche lo tocaba suave y mostraba su manito abriendo y cerrando en un puñito siendo señal suficiente para ser alimentado.
La ceremonia había llegado a su final, cuando regresaron a su hogar, el joven matrimonio se comentaban sobre lo hermosa y amena que había sido, en cierta manera había algo que le hacía ruido a Min se sentía inquieto y no podía conciliar el sueño.

—¿Yoon? ¿Qué sucede esposito?— preguntó Jimin al notar como giraba el mayor en la cama, sabía que algo le inquietaba pero no lo decía.

—Mimi, se sincero cielo— dijo Yoongi enderezándose en la cama apoyándose en el respaldo. —No te gustaría volver a casarte y que tengamos una linda ceremonia y podamos invitar a todos? Creo que te mereces algo mejor que una boda en el jardín—

—Mmmm, No. Mimi ya se caso con Yoon y mimi le gustó su boda ¿A ti no? O no te gustó como casaste con mimi?— y de nuevo empezaba a sobre pensar las cosas, y si nunca sería suficiente para su esposo, y si el realmente quería una boda ruidosa y el no se la podría dar?

—Claro que me gusto amor, pero a ti? No habrías querido algo más grande, más flores, más personas?— insistió el mayor, siempre pensó que le daba muy poco a Jimin,  cuando el rubio le había dado tanto como por ejemplo a su pequeño bebé.

—A Mimi si le gustó, porque mas personas? Estaban quién debía estar tu y yo. O no es suficiente?— reforzó el menor su punto de vista.

—Tienes razón mi amor, como que seamos tu y yo es más que suficiente, mientras se trate de ti siempre será suficiente, solo que soy yo con mis inseguridades,  siento que no te doy lo que realmente mereces, no puedo dejar de sentirme insuficiente , prometí cuidarte y mira todo lo que pasó, siempre hice a un lado la idea de tener relaciones sin pensar en ti, incluso descarte la idea de tener hijos por el miedo a que fuera mucho para ti por las hormonas  y el llanto de un bebé, sin embargo has podido superar eso y más, la conexión que tienes con Ji incluso como el fue aprendiendo a ser menos ruidoso para no hacerte daño. Perdón por ser tan poco— terminó Yoongi mientras abrazaba a su esposo que se había subido a su regazo en medio de su descargo.
—Yoon siempre es mucho para mimi, dio casa, apellido, mimos y una familia. Sacó a mimi de donde pegaban y hacían daño, esposito siempre será mucho para mimi, cuando mimi no puede enseñas que si se puede, y ayudaste a no tener tantas crisis y ser más independiente.— Consoló uniéndose más al abrazo. — Y a Ji no lo hice solo, mimi intentó y no pudo, a bebé lo hicimos juntos— concluyó con una risa avergonzada.

Y Min mentiría si dijera que no se esforzó por complacerlo, si bien no estaba en sus planes aún la llegada de su hijo, se sentía muy feliz de su existencia y su creación. Unió sus labio con suavidad y tal vez podrían seguir practicando en como hacerle un hermanito o hermanita.

El amanecer lo recibió a Yoongi solo en su habitación, miró su teléfono y aún era muy temprano normalmente el día después a que hicieran el amor su esposo se volvía más cariñoso, se pegaría a él por mimos y cuidados, por lo que lo extraño no encontrarlo en la cama, se levantó con pereza, tal vez el bebé despertó antes de tiempo y estaría en el cuarto del pequeño. Cuando llegó ahí no los encontró, fue a la sala de lectura, nada, a la sala de estar, menos, deberían estar en la cocina buscando comida, pero para su sorpresa se encontró solo a Namjoon desayunando una taza de café en silencio.

—Buenos días Nam, has visto a mis dos traviesos?—

—No, discúlpame recién me levanto y no había nadie por acá, ¿Se volvieron a esconder?— preguntó entre risas el mayor, era algo cotidiano que los menores se escondieran por la casa.

—Por lo visto, Si ya se donde están — respondió el mayor en un suspiro al ver la alacena donde el escondió los mochis media abierta.

Se dirigió a la habitación de Jimin y ahí los encontró a ambos con las mejillas llenas murmurando entre ellos.
Cuando fueron descubiertos culparon a las mascotas que fueron ellas quienes tenían hambre.

Cuando se dice que el pequeño Jiyoon era la copia de su padre, es porque era la copia exacta del rubio. Siempre le salía con una nueva travesura haciendo que el corazón de Yoongi se parara de a momentos.
Esa tarde era abrazada por el calor del verano fue suficiente para que Jimin fuera a la piscina con su bebé y sus patitos, mientras los demás lo veían embelesados desde el borde,  cuando los ojos se les perdían entre las risas.

Cuando Ji cumplió sus dos añitos de edad, Jeon les insistió en que si podían salir

ir junto a Taehyung al centro comercial con el bebé, ellos estaban a la espera de su primer hijo y querían comenzar a mojarse los pies para estar preparados a lo que les venía.

Mentirían si digieran que fue fácil obtener el permiso de los padres, Yoongi seguía resentido por lo que había pasado tiempo atrás y de la manera que  su esposo se enteró de que era el sexo y los acusaba que iban a pervertir a su bebé como lo hicieron con Jimin. Luego de una interminable lista de como debían de cuidar al menor y hacerlos pasar la vergüenza de su vida los dejaron ir.

Min aprovecharía para terminar unos papeles de la oficina que debía darle a Kang Seung para cerrar unos tratos, y porque no dejar un poco de tiempo libre y así pasar tiempo a solas con su amado esposo.

Cuando Yoongi salió de la oficina a buscar a Jimin iba demasiado feliz y porque no decir que también excitado, de solo pensar poder tener intimidad sin el miedo que despierte el bebé o los ande buscando ya se sentía en las nubes, tan así que los papeles los terminó en un tiempo récord de 30 minutos le entregó los papeles a Kang y estaba por desalojar apresurado, para ir en la búsqueda de su amorcito,

hasta que su teléfono vibró en el bolsillo de su pantalón, lo tomó extrañado al ver que la llamada venía de Taehyung, preocupado lo tomó pensando que el menor los estaba echando de menos, siendo que era su primera vez saliendo sin sus padres.
Pero contrario a eso era la voz de Jungkook preocupada casi inentendible y el sonido del llantos de Taehyung atrás.

—Jeon, necesito que se calmen no logro entender que pasa— Pidió sobando el puente de su nariz.

—Perdimos a Ji, no se que pasó, estaba con nosotros se soltó porque estaba corriendo, Min te lo juro que lo estábamos vigilando no se que pasó, perdón pero no sabemos que hacer, acá en seguridad nos dicen que los padres deben poner la denuncia para buscarlo.— soltó de golpe la voz del otro lado de la línea.

—Voy para allá, no le digan nada a Jimin hasta tener claro que pasó— sin más colgó el teléfono y le pidió a Kang que se encargue de la mansión y que no le digan nada a Jimin, pero no le dio tiempo a responder que se había ido en auto a toda velocidad.

—Y como le digo que Jimin se fue hace más de una hora?—se pregunto a si mismo y salió tras el pálido para ver en que podía ayudar.

Una hora antes…

La joven pareja iban entretenidos jugando con el menor que reía a carcajadas libre por todo el lugar, corrieron por todos los pasillos, lo llevaron al área de juegos y el menor pidió helado, a lo que se negaron ambos, no querían defraudar a Min en la primera salida que tenían, el padre del pequeño les negó las golosinas y los dulces, ellos como adultos responsables cumplirían con lo pedido.
Fueron al mostrador a pedir una ensalada de frutas para el infante, Jeon tenía la vista fija en el pequeño mientras jugaba en el área de niños.

—Kook no me pasa la tarjeta traes efectivo?— preguntó Taehyung frustrado porque al ser una compra de menor valor no le tomaba la tarjeta.
En ese mínimo segundo en que poso sus ojos en la billetera y le extendió el dinero a su pareja el menor ya no estaba.

Comenzaron a llamarlo por todos lados, pero no podían alzar la voz dado que era la hora silenciosa en el centro comercial, llamaron a los de seguridad, pero como no eran sus padres no los tomaron enserio, quedando como último recurso llamar Min.

¿Qué había sido del infante? Simple, vio a su papá Mimi y se fue con él.

Cuando la pareja se retiró de la mansión, Jimin se sintió inquieto pero no quería molestar  a Yoongi porque sabía lo importante que era poder terminar esos papeles, vio su oportunidad cuando llegó Kang junto a John y le pidió si lo acompañaba a ir con el menor.

Y ya ni se sabe quien de todos es más protector con el pequeño miembro de la familia que salieron los tres, ambos hermanos Smith y Jimin.

Cuando dieron con los mayores y el niño los siguieron de lejos, hasta que el rubio vio que le habían comprado frutas al menor en su paseo, ¿quién compra fruta cuando salen a divertirse?, eso es para cuando Yoongi los vigila, si más se acercó a su bebé y fueron juntos por helado, si eso era lo mejor. 

Evans le preguntó a su hermano si no era necesario avisar a la pareja que se iban con el bebé, y John le contestó que le hizo señas a Jeon que se iban con el bebé, a parte estaba con su papá y ellos que mal le podría pasar al menor.
Cuando Min llegó al centro comercial todo era un caos, agentes de policía revisando todo el área en busca de algo sospechoso, algún bebé llorando, algo que de indicio de un secuestro de menores. Pero por el horario no podían encender las alarmas.
John sintió su teléfono y como era el sonido que le había puesto a su pareja lo sacó para responder dándose cuenta de todo lo que ocurría mientras ellos cuatro comían sus helados dichosos de la vida.

LOVE❤️

Desapareció Ji no le digas a Jimin, Min está llegando al centro comercial a ayudar a buscarlo.

Bien, si, puede que Jeon no lo haya visto hacer la seña que tenían al bebé y haya asentido a otra cosa que no sean ellos.
Devolvió el mensaje con una imagen en el.

LOVE❤️
Este Ji??? Y este Jimin? 😅

Y claro que la respuesta no fue nada generosa, recibió múltiples insultos y una advertencia que dormiría en el suelo, que no se movieran de donde estaban que el le avisaría a Min que estaban todos juntos y bien.

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Cuando Yoongi fue por ellos a donde estaban se aseguró que ambos estuvieran bien, todo su cuerpo temblaba, estaba tan enojado con Jeon por no cuidar del menor, asustados de que pudiera haberle pasado algo, su mente había recreado miles de escenas, y todas lo llevaban a la vez que desapareció su esposo lo mal que se fue todo cuando lo encontraron. No podía siquiera mediar palabras.

—Nos vamos.— dijo en seco, alzó al menor en sus brazos, tomó a Jimin de la muñeca y retomaron camino a la mansión en silencio.

—Yoon?— le llamó Jimin, no podía entender que sucedía, veía a su esposo enojado y como apretaba con fuerza el volante del automóvil hasta volver blanco sus nudillos, Cuando quiso volver a llamarlo el mayor le hizo una seña con la mano de que guardará silencio.

Asustado por la actitud que había tomado el pelinegro se quedó en su lugar con la mirada baja y sus manos entrelazadas sobre su piernas.

Cuando llegaron a su hogar no fue como otra veces que Yoongi le abría la puerta este solo bajó tomó al bebé del asiento trasero y se dirigió adentro, el rubio aceleró su paso yendo tras el, necesitaba una explicación de que estaba pasando todo iba rápido y eran cosas que no logra entender del todo.
Yoongi llamo con voz fuerte a Seokjin sin medir su volumen teniendo a Jimin a su lado.

—Cuídalo por favor, vayan al Jardín.— dijo entre dientes.

Jimin realmente necesitaba que vaya más despacio, había algo que pasó que el no logra entender que era, pero debía ser malo.

—Yoon?— insistió un poco más con un nudo en la garganta, se sentía abrumado de ver a Yoongi tan furioso caminando en círculos sosteniéndose del cabello.

—Basta Jimin ahora no— Espetó molesto el mayor.

—Yoon, no entiendo— dijo en un hilo de voz, eran contadas las veces que fue llamado por su nombre.

—QUE NO ENTIENDES??? QUE ES LO QUE NO ENTENDES? QUE ERES UN IRRESPONSABLE!! COMO PODES SER TAN DESCUIDADO JIMIN!!! SABES EL MIEDO QUE TENIAMOS! QUE TE COSTABA AVISAR QUE TE LLEVABAS A JIYOON! POR QUE NO TE DETENES A PENSAR QUE ES LO QUE ESTA MAL, MALDISIÓN JIMIN, NO TENES IDEA DE LO ATERRADO QUE ESTÁBAMOS!!! ACASO ERES ES…— estaba tan colérico que no sea había dado cuenta el volumen de su voz ni lo que está diciendo, hasta que casi se va de boca y dice algo de lo que jamás creyó que sea su esposo.

—estúpido— terminó en un hilo Jimin.
Cuando giró a ver al menor, tenía el rostro contraído sus manos serca de sus oídos, debería haberse estado apretando con fuerza por el volumen de sus gritos, pero lo que más le dolió a Yoongi fue ver el rostro empapado en lagrimas su delicado cuerpo temblaba con furia, y sus ojos cargaban con el dolor de quien juró cuidarlo lo había insultado, el ambiente se sentía pesado, ese simple segundo se sintió una eternidad, hasta que un sollozo brusco que soltó Jimin terminó por quebrar el frío silencio que se había instalado entre los dos.

Min se sentía impactado, no logra despegar los pies de su lugar, extendió con temor su mano hacia su esposo, pero este se alejó negando, se encontraba ido, cada que pestañaba barría unas gruesas lágrimas que iban a morir a su mentón, intento una vez más acercarse, y el menor volvió a ir hacia atrás hasta que chocó contra el respaldo del sillón de la sala de estar, sin más donde retroceder se deslizó al suelo golpeado sus oídos por el pitido infernal que lo apuñalaba por dentro.
El llanto se intensificó, el rubio quería disculparse por lo sucedido pero no podía hablar, tan solo negaba con la cabeza ante la bruma de emociones, el jamás dañaría a su bebé, no creyó que debía informar a nadie más que a él que se quedaba con su hijo.
La voz de Min le resonaba a lo lejos pero no podía concentrarse en el y en lo que le decía. Sintió unos fuertes brazos envolverlo, pero solo empeoró la situación. Jimin en medio de su crisis no lograba distinguir que era lo que sucedía, volviéndose agresivo en su entorno, quería que el llanto parara y dejara de dolerle tanto la cabeza y sus oídos, sentía una fuerte presión dentro de el que lo desesperaba.

—Por favor Amor, no por favor. Basta, necesito que vuelvas que no te hagas daño. Por favor amor, lo siento tanto. Realmente no lo creo. Sabes que no, yo no creo que seas todo lo que dije, por favor cariño basta ya no te golpees, yo no puedo seguir así, no puedo ver como te haces daño, pégame a mi ¿si? Por favor golpéame, enojate conmigo yo fui, yo soy el malo. Pero por favor amor ya no te dañes.— decía el pelinegro entre llanto con tanto pesar en su pecho, lo abrazaba fuerte sosteniendo con fuerza sus manos para evitar que se siga haciendo daño. No quería medicarlo, no quería tomar ese recurso para poder arreglar lo que el rompió, si salía herido se lo tenía merecido.
Jungkook cuando se enteró lo que había sucedido se fue directo a la mansión junto a Taehyung, John le explicó el mal entendido y se disculpó por el mal rato que habían pasado.
Iban ingresando a la mansión cuando Seokjin los detuvo y le pasó al pequeño que dormía, había oído todo desde afuera, necesitaba entrar y ayudar con Jimin, estaba tan preocupado pero no podía simplemente entrar con el bebé en brazos mientras se desataba esa escena dentro.

Al ingresar la imagen era desgarradora, Yoongi se encontraba en el suelo abrazando con sus piernas las piernas del menor y lo envolvía con fuerza entre sus brazos pegándolo a su pecho, el menor ya se encontraba dormido pero el no podía parar de llorar, sollozaba tan fuerte que se ahogaba con su propio llanto.
Seokjin corrió a su lado en un intento de calmarlo, pero no parecía tener fin.
—Yoon tranquilo, mírame, ¿si?— Decía sujetándolo de los hombros — ¿Lo sedaste?— ante la negativa continuó. —Necesito que lo sueltes, o va a despertar asustado.

—Lo lastimé Seok, yo le hice tanto daño, yo de verdad no le quería decir eso, no es verdad, el no es asi, yo soy, yo soy malo e irresponsable— pronunciaba entre el llanto afirmando su agarre.

—Tuvo una crisis, lo sé, solo estabas asustado, se que no querías hacerle daño, pero debes calmarte y soltarlo hay que curarlo.— le pidió con voz calmada.
Cuando Seokjin logró separar al menor de Yoongi llamo a Jeon para que le ayudara a llevarlo a su habitación, limpió los rasguños de su cuello y brazos dejándolo descansar.
En la sala Yoongi seguía mirando un punto fijo sentado en el suelo mientras sus lágrimas se deslizaban sin control.

—Yoon ven, acá está papá tranquilo mi niño ya pasó— decía con suaves murmullos Namjoon cuando ingresó a la mansión y lo vio en suelo tan vulnerable como el día que lo conoció siendo un muchachito delgado que sufría la pérdida de su padre. 

—Nam lo herí tanto, le dije cosas muy crueles incluso le grité, yo no se que hacer, lo siento tanto— continuaba con pesar su lamento.

—Se que no querías herirlo, ahora debes calmarte date un baño y cuando Jimin despierte te disculparas y hablaran con calma, y aprenderás a no volver a perder los estribos de esa manera— Aconsejó serio pero amable.

Hizo tal cual Namjoon le había dicho se bañó y espero en el sillón de su habitación que su esposo despertara.
El menor comenzó a abrir sus ojos con pesadez, aún podía sentir el dolor de cabeza, abierto sus ojos miro a su alrededor buscando entender donde estaba. Su mirada enfoco a la de su esposo, cuando lo vio llorando fue hacia el y lo abrazó con fuerza.

—Mimi no lo volverá a hacer, no volverá a asustar a esposito, pero ya no llores si?— pidió en medio de su abrazo.

—Ay mi amor, no tienes que pedir perdón de nada, yo fui , todo fue un mal entendido, te fallé a ti, a nuestros votos matrimoniales, jamás ¿Si? Jamás volverá a pasar! Solo te pido que me perdones— dijo aún me medio de su llanto el pelinegro.

—Mimi perdona, ya nomas llorar duele aquí— explicó apuntando su pecho.
Con su perdón obtenido se tomaron un momento para poder descansar en los brazos del otro.

Sería una dura lección que tuvieron que aprender, pero les enseñó a jamás dejarse ir por la ira o desesperación, a tomarse un segundo para respirar y no cometer los mismos errores.

Escrito y editado por: CalypsoAndStars

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