cap. veinte
“Felicidades Yoon. Serán padres”
Esa frase no para de darle vuelta la cabeza, Min se sentía asustado y feliz en iguales cantidades.
Un bebé, tendrían un bebé, un pequeño fruto del amor que se tenían con su esposo, una pequeña creación con los rasgos del menor sería una maravilla sin lugar a duda, ahora debían darle la noticia a su hermosa pareja. Estaba tan exaltado que sentía que el corazón se le saldría del pecho, siempre había querido tener hijos, pero ante la condición de su esposito prefirió hacerlo a un lado y poner el bienestar del menor primero antes que sus deseos.
Cuando el menor despertó de su siesta se sentía hambriento con solo mirar con ojitos de cachorrito a Yoongi, los dos mayores salieron corriendo a la búsqueda de comida, mientras que Min se sentaba junto a él en el sillón. Una vez alimentado el menor se juntaron los tres mayores a hablar y darle la noticia.
—Mimi, mi amor hay algo que debes saber—Empezó Yoongi tomado de las manos a su esposo. —¿Has notado que estos días te estuviste sintiendo mal? —Continuó lento, al recibir un asentimiento prosiguió. —Es porque hay una razón, Seokjin te sacó sangre y la mandaron a analizar…— Si la estaba haciendo muy larga, todavía ni el se creía lo que pasaba, por lo tanto, las palabras no le querían salir de su boca.
—¿Mimi Muy enfermo? — Preguntó un tanto preocupado, el anteriormente se había enfermado del estómago por comer demasiados mochis pero no había comido esos días, y tampoco le había durado tanto tiempo el malestar.
—No mi amor, no estas muy enfermo no es eso. — Tranquilizó el pálido al pequeño.
—Esta muy embarazado que es diferente—Dijo entre dientes y murmurando el señor Namjoon quería no sentirse molesto y alegrarse por su menores pero saber que su pequeño Jimin tendría a su propio pequeño lo hacia sentir nostálgico y triste. Cuando recibió una mirada seria de su esposo se dio cuenta que lo había dicho en voz alta.
—Mi amor, vamos a tener un bebé, te estas sintiendo así porque estas embarazado mi cielo— le dijo Min con la voz quebrada mientras llenaba de besos a su querido esposo.
—¿Bebé? ¿Pero no usábamos eso para no tener bebés? — preguntó realmente confundido el menor, por lo que había entendido usaban condones cada vez que hacían el amor y eso evitaba que quedaran embarazado o ¿otra vez había entendido todo mal?
—Si Amor, pero como te había dicho los preservativos nunca son 100% seguros, tienden a fallar, y bueno se ve que uno falló, ¿no estas feliz cielo?— consultó extrañado ante la falta de emoción que mostraba el rubio ante la nueva noticia.
—¿Bebé con Yoon? —
—Si cariño, un pequeño bebé.— le contestó abrazándolo con amor.
—Mañana deberás ir a la clínica para que te pueda revisar y ver como esta todo ¿Si Mimi? — informó Seokjin. Como solo recibió un asentimiento por parte del menor prefirieron no seguir abrumándolo, suponiendo que era mucho que asimilar aun para el.
Primer Mes…
Cuando fueron a hacerle la ecografía vieron que todo estaba en orden y recién tenían un mes, extrañamente el menor se había puesto demasiado serio, ya no quería jugar, no era el mismo risueño joven que andaba por la casa, le atribuían gran parte a su malestar matutino, le consentían cada uno de sus antojos, pero no cambio su actitud, Seokjin le aconsejó a Min que hablar con la psicóloga del menor respecto a su reciente actitud.
—Señor Min, he hablado con Jimin respecto a sus miedos y pensamientos respecto a esta nueva etapa, y realmente no puedo no decirle lo que sucede sin violarla la confidencialidad médico paciente, pero realmente está parte debe saberla para ayudarlo a quitar los miedos que le surgieron con la llegado del embarazo— Comentó la psicóloga —Jimin tiene miedo de que su bebé herede su patología, y cree que si va a ser padre debería dejar de actuar como un niño, como le he comentado anterior mente cuando su esposo comenzó a vivir con usted se sintió seguro y cuidado, permitiendo salir ese niño mimado que siempre debió ser. Debería dejar de infantilizarlo, el quiere crecer para ser un buen padre, aun que tiene que hacerle saber que no debe dejar su esencia para la llegada del nuevo miembro. — Concluyó Lili quien fue la psicóloga del menor durante todo ese tiempo.
Cuando volvieron a su hogar el menor se sentía agotado por lo poco que había ingerido ese día yendo directo a recostarse y así tener mayor energía lo que durar el día. Mientras que en la oficina de Min se juntaron los tres mayores a hablar sobre Jimin y su cambio de actitud.
—¿Crees que rechace la idea del bebé por miedo a heredarle el autismo? — Preguntó genuinamente preocupado Namjoon.
—No es lo que dijo la doctora, pero si cree que debe cambiar su actitud porque será padre, se sabía que no siempre sería un niño mimado, pero no quiero que deje de ser quien es por un estúpido estereotipo social. — Le respondió Min.
Esa tarde Yoongi estaba decidido a hablar con su esposo y poder aliviar sus dudas y pesares.
—Cielo, ¿hay algo que quieras hablar conmigo? — preguntó acomodando al menor en su regazo. —Has estado distante y quiero que me digas todo lo que te preocupes, si no quieres seguir con esto y realmente crees que es mucho para ti podemos tomar las medidas que sean necesarias— soltó lo último con mucho pesar, primero sería el bienestar del menor, después su deseo de ser padre, llegado al caso podrían adoptar.
—Y si bebé sale mal como Mimi? ¿Lo querrás? —dijo en voz baja.
—No, no lo querría, lo amaría con toda mi alma de la misma manera que te amo a ti, no estas mal, eres el ser más perfecto, bondadoso y hermoso que la vida me pudo cruzar y seria la persona más feliz en todo este cochino mundo de poder ser padre un de bebe igualito a ti en todos los aspectos que hayan. — Consoló viéndole a los ojos para que vea que no tenía ni una pizca de mentira en lo que decía.
—Y bebé querrá a mimi por más que mimi sea tonto? — sumó a sus preocupaciones.
—Primero no eres tonto y lo sabes, estás a nada de recibirte de la universidad cosa que yo no he hecho, no hables así de ti, eres muy inteligente, solo tienes dificultades sociales por tu espectro autista— ¿Tanto se tenía guardado el menor dentro de el? Creía que debía prestar más atención a los cambios de humor de su esposo.
Habiendo consolado y aclarado las penas de Jimin de a poco el menor volvió a ser una masita pegajosa a él, volviendo a ser ese joven risueño de quien se había enamorado ciegamente.
Mes dos…
El segundo mes había sido más duro que el anterior las nauseas matutinas hacían estragos en el cuerpo del menor y ni hablar del pobre de Seokjin quien intentaba que el menor tomara sus vitaminas prenatales, solo lo lograron haciendo un canje de golosinas por pastillas, después de que devolvía su comida solía dormirse en cada lugar que encontraba.
Yoongi cuando terminó su teleconferencia, fue en busca del menor para darle sus mimos, pero no lo encontró en ningún lado, fue a la cocina por agua y ahí encontró al menor dormido en el suelo junto a la heladera abrazado a su cobija blanca.
Sabían que al ser un doncel los síntomas serían aún mayor incluso el riesgo de una pérdida, por lo tanto, nadie en su entorno lo dejaba solo.
—¿Cuánto tiempo llevan así? — Preguntó el pelinegro a Lim que por alguna razón estaba sentado en la cocina bebiendo una taza de té junto a un libro.
—Media hora, y John se durmió en medio del deber— Dijo rodando los ojos, molesto con su subordinado quien se suponía que John estaba cuidando de Jimin no que se dormiría a una apropiada lejanía en el suelo junto al menor.
—Lo voy a llevar a la sala— Dijo resignado Min mientras levantaba al rubio del suelo con cuidado de no despertarlo. Una vez solos en la cocina Lim levantó de una patada en las costillas a Jonh.
¬¬¬—Arriba, ya llegó Min ve a revisar la zona. — exigió a la vez que salía de la cocina
Si el menor quería algo todos salían corriendo desesperado por ser el primero en dárselo, agua, una manta, té, arroz, mochis, lo que necesitara lo tendría.
Por una muy absurda excusa el escuadrón se mudo a la mansión, según Lim tenían una misión en la ciudad por lo que debían estar encubiertos y por lo tanto no podían alquilar un hotel, absurda, porque nunca salían si no era para salir con el menor a donde quisiera el ir,
Cuando salía Jimin al patio, Evans iba a su par con una sombrilla para que no sea alcanzado por el sol, porque según leyó la exposición a los rayos UV producía cáncer de piel, y así cada uno que iba lo sobre protegía, y Min junto a Namjoon no se quedaban atrás, lo alzaban para que no se cansara de caminar le daban constantes masajes en los pies.
Mes tres…
Por fortuna para Jimin esa semana las nauseas se habían reducido considerablemente, pero no dejaba de verse al espejo ansioso por poder ver su pancita, la espera se le hacia larga, cada día luego de su baño se ponía crema en su aún plano abdomen y le hablaba a su frijolito, diciéndole lo mucho que lo amaban y esperaban.
Min amaba sus rutinas nocturnas las que consistía en colocarle el pijama a su esposo, darles mimos en su vientre con crema y hablarle a su frijolito.
Ese día Jimin le pidió una cita querían salir, se sentía sofocado de seguir en la mansión ya que el mayor movió todo su trabajo a la oficina de su hogar y quien lo representaba en la empresa era Kang.
Habían ido a la cafetería del centro comercial que fueron en su primera salida, Jimin iba vestido con un overol y Yoongi con sus trajes de siempre. Cuando ingresaron en ella el menor sintió un aroma al que nunca le había llamado la atención haciéndole agua la boca.
—Quiero eso Yoon—Pidió haciéndole ojitos de cachorrito.
—Es chocolate amargo cariño, ¿estás seguro? Siempre pides chocolate blanco— Preguntó extrañado por el cambio repentino, debería de ser el embarazo ya que desde que había quedado en cinta había cambiado sus preferencias en las comidas ya no quería seguir comiendo arroz cambiándolo por verduras hervidas.
El chocolate negro fue todo un hallazgo para el rubio volviéndose casi adicto a el, helados, galletas, bombones, mochis hasta pasteles, se empezó a negar a las verduras nuevamente y se había encaprichado en solo comer chocolate, hasta que Seokjin reto a todos incluyendo a los padres del menor que seguían llevando de contrabando golosinas.
—Yoongi, si Jiminie sigue así le va a dar diabetes gestacional, inclusive le podría quedar aun terminado su embarazo deben dejar de darle golosinas, si no empieza una dieta estricta su salud podría verse afectada, hasta el mes pasado apenas si ha comido lo suficiente para su edad y tamaño, sumando sus antecedentes alimenticios deberían de cuidar más lo que ingiere— Le llamó la atención el doctor a Min preocupado por la suba de peso para nada saludable del menor.
Ahora los hermanos Smith realizaban un cacheo a todos los que ingresaban a la mansión confiscando todo lo que estaba excluido de la lista que les dio Seokjin, sabiendo que si se los pedía en modo de misión ellos obedientemente lo cumplirían, una medida un tanto exagerada según Jeon a quien le quitaron todas las bolsas de golosinas que tenia entre sus ropas.
Para Min fue mil veces más duro, ver al menor llorar por que no podían consentirle sus antojos, se veía enfermo y decaído, los vómitos se habían vuelto más fuertes, volviendo más sensible a los olores.
Para poder consentirlo un poco decidieron hacer una salida grupal a la cafería con la condición de que Seokjin fuera quien aprobara lo que le sirvieran, eligiendo un pastel de zanahoria.
Jimin dio un mordisco al pastel. Al principio, el sabor dulce y la textura esponjosa llenaron su boca, pero pronto comenzó a sentir una picazón en la garganta. Alarmado, intentó tragar, pero la incomodidad creció rápidamente en su interior. Sus ojos se agrandaron en pánico cuando se dio cuenta de que algo iba mal.
En ese momento, Seokjin se dio cuenta de la situación. La expresión de horror se dibujó en su rostro mientras observaba a Jimin luchando por respirar, la escena para todos era aterradora: Jimin, con el rostro enrojecido y los ojos llenos de lágrimas, luchaba por respirar. Min, con manos temblorosas, marcó el número de emergencia mientras Taehyung trataba de tranquilizar a Jimin en medio del caos que se había desatado en la cafetería.
Poco después, el sonido de las sirenas resonó en el aire, anunciando la llegada inminente de la ambulancia. Los clientes y el personal de la cafetería observaban en silencio, impactados por la rapidez con la que la situación se había vuelto crítica.
Cuando los paramédicos llegaron, evaluaron rápidamente la condición de Jimin y lo colocaron en una camilla. La angustia se reflejaba en los ojos del joven, pero también en los rostros preocupados de aquellos que lo rodeaban. La ambulancia partió del centro comercial.
En el interior de la ambulancia, los paramédicos trabajaban para estabilizar a Jimin mientras el vehículo se abría paso por el tráfico. La esperanza y el miedo se entrelazaban en el aire mientras todos anhelaban que Jimin llegara al hospital a salvo y recibiera el tratamiento necesario para superar la reacción alérgica que amenazaba su vida y la de su bebé.
Detrás de la ambulancia, el escuadrón de fuerzas especiales que había acompañado a merendar al menor seguía en sus vehículos, preocupados y decididos a proteger a Jimin a toda costa. La caravana de automóviles avanzaba por las calles de la ciudad, las luces parpadeantes de la ambulancia iluminaban el camino mientras el sonido de las sirenas cortaba el aire nocturno.
En ese momento tenso, Seokjin, lleno de remordimientos, se aferró a la mano de Min, buscando consuelo mutuo en medio de la angustia. La noche se cernía sobre ellos, y en ese oscuro momento, la única luz en sus vidas era la esperanza de que Jimin sobreviviera y se recuperara, y que, de alguna manera, encontraran una forma de superar la culpa que los consumía a todos por poner en peligro la vida del menor y su pequeño bebe que venia en camino.
Después de una atención médica urgente y cuidados intensivos en el hospital, Jimin logró recuperarse rápidamente de la reacción alérgica. Gracias a su fuerza de voluntad, el amor incondicional de su familia y amigos fue de gran ayuda, sumado a los malos recuerdos de su ultima estadía en el nosocomio. Apenas unos días después, fue dado de alta, pudo regresar a su hogar y seguir recibiendo sus mimos que tan feliz lo hacían.
Luego de ese episodio Seokjin se había vuelto extremadamente protector, no queriendo que el menor comiera nada nuevo y vigilando como halcón todo lo que le servían.
Cuarto mes…
Jimin se encontraba en su cuarto mes de embarazo, y su felicidad irradiaba en cada rincón de la casa. En el suave resplandor de la luz de la tarde, acariciaba con ternura su creciente pancita mientras sonreía ante el milagro que crecía dentro de él. Cada día que pasaba, sentía una conexión más profunda con el pequeño ser que crecía en su vientre.
Su esposo, Min, lo mimaba constantemente. Cada mañana, lo sorprendía con un desayuno preparado con esmero y lo ayudaba a elegir ropa cómoda para que se sintiera bien durante el día. Sus ojos brillaban de admiración cada vez que lo miraba, su amor por el creciendo aún más al ver cómo florecía con el embarazo.
Una tarde, mientras el rubio descansaba en el sofá con un libro en la mano, Min se acercó con una taza de té caliente y una sonrisa cariñosa en el rostro. Se sentó a su lado y colocó suavemente una mano sobre la pancita del menor, sintiendo el suave latido del corazón del bebé que crecía dentro de ella.
-Estoy tan emocionado por nuestro frijolito-, dijo Min con voz suave, sus ojos brillando con emoción. -No puedo esperar para verlo crecer y correr por toda a casa. -
Jimin asintió, imaginándose la escena de un pequeño parecido a su esposo corriendo por todos lados. En ese momento, mientras se abrazaban con suavidad, Min se dio cuenta de que estaban creando algo hermoso juntos, algo que trascendía las palabras y se manifestaba en gestos tiernos y miradas llenas de promesas. Estaban construyendo un hogar lleno de amor y esperanza, donde su hijo crecería rodeado de cariño y cuidado, dejando de lado el temor de un futuro incierto.
Mes cinco…
En el quinto mes de embarazo, Jimin y Yoongi se dirigieron emocionados al hospital para su ecografía programada. Los latidos del corazón del bebé resonaban en la habitación, llenando el aire con un sonido reconfortante y emocionante. Los ojos del rubio se llenaron de lágrimas de alegría al ver la pantalla del monitor, donde una pequeña figura se movía con energía.
-Bien Mimi, todo se encuentra estable, y tu bebe está creciendo muy bien. – Dijo Seokjin mientras pasaba el ecógrafo por el redondeado vientre del menor. –¿Quieren saber que es?—
Ante el asentimiento de ambos, empezó a buscar ese lado del bebe, dio con lo que buscaba dejándole un poco de suspenso, los miro a ambos con sus ojos llenos de lagrimas por la emoción que lo invadió.
-Es un niño, van a tener un hermoso varoncito- informó mostrando la pantalla, indicando la protuberancia del bebe.
Min miraba la pantalla con admiración y una sonrisa iluminaba su rostro. Saber que iban a tener un hijo varón llenó su corazón de orgullo y emoción. Se imaginaba jugando al fútbol con él en el jardín, enseñándole todo sobre el mundo y, sobre todo, llenándolo de amor y cuidados.
-Oíste amorcito, vamos a tener un varón- le decía el mayor besando todo su rostro.
-Un nene, Yoon es un nene como tu y yo- dijo igual de emocionado, ya su frijolito tendría un nombre.
—¡SERÁ UN VARON!— festejo la pequeña multitud que admiraba el momento desde la ventana de la puerta de la sala de revisión del consultorio de Seokjin, los cuales no querían ingresar e invadir un momento tan íntimo para los futuros padres
Después de la emocionante noticia, la pareja decidió celebrar con una jornada especial de compras para prepararse para la llegada del nuevo miembro de la familia. Recorrieron tiendas de ropa para bebés, eligiendo los atuendos más adorables y suaves para su hijo. Jimin tocaba delicadamente los baberos y los bodies, imaginando cómo se vería su pequeño príncipe en ellos. Min lo abrazaba tiernamente, compartiendo su emoción mientras seleccionaban cunas, juguetes y todo lo necesario para la habitación de su frijolito
En la tienda de juguetes, Min eligió un pequeño un peluche en forma de perrito amarillo y se lo mostró a Jimin con una sonrisa. -Será el primer amigo de nuestro hijo-, dijo con cariño, imaginando el día en que su bebé se aferraría a ese suave peluche mientras durmiera. Ante la afirmación complacida del más bajo lo colocaron en el canasto junto a las demás compras.
Después de su hora de compras, regresaron a casa cargados de bolsas llenas de tesoros para su hijo. Mientras organizaban las compras, El menor acariciaba la ropa con amor, imaginando los momentos especiales que compartirían con su hijo en el futuro.
Esa noche, mientras se preparaban para dormir, Jimin y Yoongi se acurrucaron juntos, sus corazones llenos de amor y anticipación. Habían comenzado a construir un hogar lleno de amor y prepararse para dar la bienvenida a su pequeño príncipe, un nuevo capítulo en su vida que estaban esperando con alegría y emoción.
Mes seis…
Seokjin les recomendó que se inscribieran en un curso de pre-parto personalizado. La razón detrás de esta decisión era clara: querían asegurarse de que Jimin recibiera el apoyo y la orientación adecuadas debido a su condición autista, para que el se sintiera cómodo y preparado para la llegada del bebé.
El curso se llevó a cabo en su hogar. Los instructores fueron comprensivos y pacientes, adaptando las lecciones para satisfacer las necesidades específicas del rubio. Cada sesión se centraba en ayudar a la pareja a comprender el proceso del parto, las técnicas de respiración y relajación, y cómo cuidar al recién nacido.
Jimin y Yoongi participaron activamente en las clases junto a toda su pequeña multitud que querían saber que hacer llegado el momento, haciendo preguntas y compartiendo sus preocupaciones. Los instructores, con empatía y conocimiento, ofrecieron orientación personalizada y proporcionaron estrategias adaptadas para ayudar al rubio a lidiar con situaciones que podrían resultar desafiantes debido a su autismo. Aprendieron juntos sobre la importancia del contacto piel con piel, las señales del bebé y cómo establecer una rutina calmada y estructurada para el nuevo miembro de la familia.
Durante las sesiones, Jimin se sintió comprendido y apoyado, lo que le permitió superar cualquier ansiedad que pudiera haber sentido inicialmente. Min estuvo a su lado en cada momento, ofreciéndole consuelo y amor, y también aprendiendo cómo ser el mejor apoyo para su esposo durante el parto y después.
A medida que avanzaban en el curso, la confianza de Jimin creció. Se sentía capaz gracias a el conocimiento que adquirió y por la comprensión que los instructores y su esposo le brindaron. Juntos, se prepararon para el gran día con valentía y determinación, confiando en que estaban listos para dar la bienvenida a su hijo de una manera amorosa y cuidada.
Las lecciones no solo les proporcionó conocimientos prácticos, sino también un sentimiento de comunidad y apoyo. Jimin y Yoongi sabían de que estaban rodeados de personas comprensivas y amables, y que, con el amor y la preparación adecuados, estaban todos listos para enfrentar cualquier desafío que el futuro les trajera. Con esta confianza renovada, esperaban con ansias el día en que finalmente conocerían a su hijo y comenzarían esta nueva etapa de sus vidas como una gran familia amorosa y unida.
Mes 7…
Taehyung quería que su amigo (ahora sobrino) viviera todo lo lindo de tener un embarazo, así que organizaron una pequeña reunión con motivo de baby shower. La mansión Min se llenó de amor y emoción cuando recibieron regalos especiales de sus seres queridos. Los padres de Jimin, con sonrisas llenas de cariño, les entregaron una cuna hecha a mano con esmero y un juego de sábanas suaves y delicadas para el bebé, esta habia pertenecido al menor en el pasado, agregando mayor valor sentimental. La madre de Min, con ojos brillantes de felicidad, les regaló un elegante moisés junto con una colección de cuentos infantiles clásicos para leerle al pequeño.
Los tíos del rubio, Hoseok y Jungkook junto a sus respectivas parejas, llegaron con un regalo sorpresa: un set completo de ropa adorable de colores pastel para el bebé, junto con juguetes suaves y educativos que capturarían la imaginación del niño en el futuro y estimularía sensorialmente el crecimiento. La habitación del bebé se llenó de risas y alegría mientras todos admiraban los regalos, sintiendo la presencia amorosa de sus seres queridos en cada detalle.
Con cada regalo recibido, El matrimonio Min se dieron cuenta de la bendición que era tener una familia tan cariñosa y apoyo durante este emocionante momento en sus vidas. Cada objeto representaba no solo un regalo tangible, sino también el amor incondicional y el cuidado de sus seres queridos mientras se preparaban para dar la bienvenida a su hijo. En medio de las risas y las palabras de gratitud, el amor y la conexión familiar llenaron la habitación, creando un vínculo especial entre todos ellos mientras se preparaban para recibir al nuevo miembro de la familia con los brazos abiertos.
Mes ocho…
En una tranquila tarde de otoño, Jimin se despertó somnoliento después de una reparadora siesta. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas, iluminando suavemente el pasillo que conducía a la planta baja, las no ayudaban de mucho, lo habían vuelto mas sensible de lo normal, y cuando el se recostó habia sido con su esposito pero ahora se encontraba solo. Bajó las escaleras con cuidado, aún adormilado por el sueño fue refregando uno de sus ojos con su puño cerrado.
Mientras tanto, en su oficina, Min de repente sintió un escalofrío recorrer su espalda, un presentimiento ominoso que le hizo levantarse de su silla rápidamente.
Yoongi salió a toda prisa de la oficina, instintivamente sabiendo que algo no estaba bien. Justo cuando llegó al pie de la escalera, su peor temor se hizo realidad: vio a Jimin perder el equilibrio y caer en cámara lenta por los escalones. Un grito desgarrador se escapó de sus labios mientras veía a su amado esposo golpearse con cada escalón. Sentía que sus pies estaban cubiertos por cemento ciñéndolo al suelo impidiendo que se pudiera mover del lugar.
Cuando el menor aterrizó inconsciente en el último escalón vio una mancha color carmín cubrir gran parte de su holgado pantalón.
El sonido de los gritos desesperados de Min llenó la casa mientras pedía ayuda a viva voz. Kang que venia ingresando a la mansión fue testigo del accidente tomando su teléfono llamó a urgencias, sus manos temblaban mientras intentaba explicar la situación lo mejor que pudo. La voz del pelinegro estaba llena de dolor y miedo mientras rogaba por ayuda, su voz resonaba en la casa, mezclándose con los sonidos de sirenas distantes mientras las ambulancias se acercaban rápidamente.
Cuando la ambulancia llegó, Min ayudó a cargar cuidadosamente a su esposo a la camilla, sus ojos llenos de terror y amor mientras la acompañaba al hospital. Durante el viaje angustioso, Min no dejó de sostener la mano de Jimin, prometiéndole que todo estaría bien, aunque su propia voz temblaba de ansiedad.
En el hospital, Seokjin, esperaba en la sala de emergencias. Al ver llegar al menor, se puso en acción de inmediato, guiando al equipo médico y brindando consuelo a Min. Kim, con su experiencia y calma, se convirtió en el pilar de apoyo de Min mientras los médicos luchaban por estabilizar al rubio.
Kang se encargo de avisar lo sucedido en el grupo de chat que tenían con toda su pequeña multitud, donde se avisaban para relevante y jamás dejar solo a Jimin y así cuidarlo entre todos, pero habían fallado enormemente en dos oportunidades.
En la sala de espera la Señora Min les ofrecía café a los presentes, insistiendo a su hijo que ingiera algo para poder mantenerse fuerte y así ser de apoyo para su esposo.
Dentro de la sala Seokjin hacia todo lo que estaba a su alcance y más, para ayudar al menor.
—Conecten el monitor fetal— dijo a sus ayudantes en medio de ese torturante segundo el sonido del latido del corazón invadió todo el lugar aliviando a los profesionales.
Del otro lado de la sala Yoongi seguía temblando mirando sus manos teñidas por la sangre de su esposo, aún no sabía si se había lastimado algo más que su vientre, todo el viaje en la ambulancia fue ido, solo podía murmurar palabras de amor a su esposo.
—Tranquilo Yoon, Jin esta con el, todo estará bien confío con mi vida en que mi esposo no dejara que nasa malo pase— Dijo extendiéndole un paquetito con pañuelos húmedos para que pudiera limpiar sus manos.
Cuando Seokjin salió a la sala de espera todos se levantaron abruptamente esperando recibir el parte médico.
—Pudimos controlar la hemorragia, los latidos del bebé son fuertes y constantes. Jimin sigue dormido, Yoon su cuerpo no puede soportar otro trauma más. Esta delicado, este último mes deberá permanecer internado si no queremos que nazca prematuro, se que no querían cesaría pero ya no es una opción viable un parto natural.— dijo Seokjin serio ante la gravedad del asunto.
—Puedo verlo?— preguntó en un hilo de voz el pálido.
—Claro, sería lo mejor que cuando despierte te pueda ver, esta en la habitación 1306— indicó dando un apretón en el hombro a su menor en un intento de reconfortarlo.
—Gracias Seok, no me alcanzaría la vida para poder agradecerte por estar siempre para el— dijo Min con su voz quebrada por el llanto que se quería asomar nuevamente.
Cuando Yoongi tomó camino hasta la habitación lo esteban por seguir la multitud siendo frenada a la mitad.
—Lo siento, Jimin necesita descansar y ambos necesitan tener privacidad en este momento.—
Aceptando todos lo indicado volvieron a acomodarse en la sala de espera, la señora Min no quiso quedarse de brazos cruzados y pagó por dos habitaciones continuas a la del menor donde se instalaron todos para poder estar cerca en caso de ser necesario.
Para fortuna del rubio el mes había pasado más rápido de lo esperado, en todo momento estuvo acompañado incluso llevaron decoraciones para que no se sienta abrumado por seguir en el hospital.
Aprendió a jugar ajedrez con los hermanos Smith, leyó libros junto a Taehyung, Jeon le ayudó en la rehabilitación de su brazo que se lesionó debido a la caída.
Min jamás se despegó del lado de la camilla, consistió cada antojo, le llenaba de besos y caricias a su abultado abdomen.
Esa tarde el rubio había comenzado a sentir molestias en su pancita, pero por miedo no había dicho nada, pero estas cada vez comenzaron a ser más dolorosas haciendo que se doble del dolor. Cuando Yoongi lo vio quejarse se dio cuenta que pasaba.
—Amor hacer cuanto duele?— preguntó preocupado.
—Ayer— respondió en un hilo de voz.
Mirando a Taehyung pidió que llamaran a Seokjin. Cuando el mayor llegó a la sala sabía que la hora había llegado.
—Min haremos la cirugía ahora—
—Pero le faltaba una semana, aun no, no podes darle algo para parar las contracciones?— preguntó preocupado el pelinegro sosteniendo la mano de su esposo mientras que con la otra masajeaba su espalda baja.
—Yoongi, es ahora, no podemos hacerlo esperar más, sabes que esta en riesgo— Advirtió con severidad.
—Bien.— fue lo único que pudo responder.
—Mimi, vamos a llevarte a quirofanos tu bebé quiere nacer hoy
— Dijo Seokjin suave acariciando el rostro contraído del futuro papá.
Escrito y editado por: CalypsoAndStars
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