cap siete (el encuentro)
Era un día nublado se había abrigado con un saco grueso gris y una bufanda negra cubriendo su rostro y ni con eso podía amortiguar el frío que se colaba entre sus ropas, iba tan ensimismado en su día, largas juntas con inversores, videos conferencia con socios que estaban fuera del país el hambre que hacia acto de presencia para aumentar la carga de su recién iniciado día.
Tan ocupado con sus pensamientos que no se fijo por donde iba terminó por llevarse puesto algo, como si fuera poco se volcó su café en el abrigo, levanta la vista para ver contra que chocó, para su sorpresa no fue algo sino un alguien, un muy pequeño alguien que terminó aterrizando en el frío asfalto, por el terror de ver a un pequeño niño tirado en el suelo suaviza su expresión, ¿cuantos años tendría? No debería pasar de los 14 o 15 años, es muy pequeño y sus ojos... ¿alguna vez en su vida habría visto tal inocencia desbordar de dos pequeños orbes ajenos? eran grises como el cielo que cubría el día, pero un gris abrasador que te deja en calma, una calma post la tormenta.
Volviendo a la realidad del niño en el piso estiró su mano para ayudarlo a levantarse del piso,
-Oye, lo siento... no te había visto venir. -aun con su mano extendida -hey, pequeño te encuentras bien? ¿No te has hecho daño? - Cuestionó escaneando rápido al niño del suelo.
¿Que había pasado? El pequeño solo se levantó y se fue cojeando, seguro se habrá lastimado el pie en su caída, pero no obtuvo respuesta alguna, solo quedó estático en su lugar por ser ignorado maratónicamente en su lamentable intento de ofrecer ayuda.
Los siguientes días pensando en ir con cuidado y no volver a repetir lo ocurrido, fue observando su alrededor con más detenimiento. Pero nunca pudo sacar de su cabeza al niño, no iba muy abrigado, se notaba en la lejanía que su ropa apenas y si le quedaba, era fina y degastada. ¿Y su pie? ¿Se habrá curado bien? Y como si de un clamor al cielo se tratase, ahí estaba el niño parado en una esquina con un cartón en sus pequeñas manos.
El pelinegro no era muy expresivo, no era malo ni desagradable, solo no era muy social.
A pasos suaves se acercó, -Eehh, Hola- saludó el pelinegro- Mi nombre es Yoongi, Min Yoongi- la nada misma otra vez, -Soy el que te tiró el otro día y quería saber si estabas bien, - incómodo se rascó detrás en la nuca y continuó -Lamento lo de ese día, y como te fuiste rápido no me pude presentar, yo trabajo ahí en esas oficinas- indicó señalando el lugar a dos tiendas de donde estaban parado.
Sin embargo, no obtuvo nada, una respuesta una mirada, la nada absoluta. El quería volver a ver ese par de orbes tan hermosos que le dejaron impaciente por encontrarlo.
-Tu nombre es? - en su último intento de conseguir una mínima oportunidad de dialogar, y no hacer un monólogo en medio de la acera.
-E-esto- dijo en un pequeño susurro el pequeño rubio mostrando su cartoncito.
El pelinegro sintió una explosión en sus oídos, tan melodiosa voz a penas y si la había podido oír, viendo lo que mostraba el niño, sintió que muchas cosas tenían sentido, su ropa su huida.
"Por favor, podría colaborar para poder comer con mis hermanitos"
Inmediatamente saco una buena cantidad de dinero de su billetera y lo colocó en su latita que estaba a sus pequeños pies. El rubio respondió con una pronunciada reverencia.
Yoongi iba a preguntar cuantos hermanos tenia, pero el movimiento de su celular vibrando en su pantalón detuvo su charla, notando lo tarde que se le había hecho. Se despide rápido prometiéndole que si mañana está ahí en ese lugar le podría llegar a dar más.
~~ 💛~~
Un cansado Jimin sentía como su cabeza pesaba, se estaba quedando dormido parado en ese mismo lugar, levantó su vista y para su suerte el sol se estaba ocultando. Ya se podía ir, le habían dicho que solo podía volver cuando el sol ya se escondiera entre las tiendas. Tomando entre sus manitos la latita suspiró al notar lo que pesaba esta, estaba tan llena que se le caían papelitos, recolectó los que habían caído guardándolos en una bolsita, no los podía perder, le dijeron que son importantes. Lo importante para el es que al estar llena no le pegarían, le duelen esos golpes. Como el día que se cayó y por miedo huyó. A parte de su pie adolorido fue golpeado por volver antes y con su lata vacía.
El no vivía en una casa modesta con hermanos y familia, si se podían considerar familia porque siempre vivieron juntos desde que tiene uso de razón vive ahí, con sus pies cansados se dirige hasta la puerta golpea suave a penas si se siente, oye el ruido de una silla siendo arrastrada aprieta con fuerza su lata, siempre es así, es su rutina.
-Pero mira nomas, al fin estas dando resultados- el habla fuerte y eso le lastima siempre le hace daño. -Hoy si podrás cenar esa pocilga de arroz aguado que tanto quieres. - haciendo un ademán con la mano el señor echa a Jimin del lugar.
Todo lo que Jimin hace en su día es, levantarse, asearse -no puede con la sensación de su cuerpo sucio- toma un vaso de agua, agarra su cartoncito y sale en dirección de esa esquina que le indicaron que debe pararse. El sabe leer, sabe que dice el cartel, un niño hace mucho tiempo le enseñó y le gusta leer. Cuando el sol se esconde puede volver, entrega todos los papeles y monedas que le dan durante el día y recién ahí puede ir al comedor a buscar su plato de comida. Come y se acuesta en la espera de otro día.
Los siguientes días el Señor que lo chocó si cumple, siempre está ahí, le deja dinero en su latita, ahora sabe que es dinero, Yoongi le dijo un día "te alcanza con ese dinero o necesitan mas" el quiso saber a que se refería y le pregunto a uno de los niños que no grita que era dinero. Y le dijo "son los papeles que juntamos en las latas, es importante para el director, porque así podemos comer".
Así que su latita se llena más rápido cada que Yoongi pasa y es raro que lo golpeen ahora. Hoy es lunes, ayer domingo no pasó el señor de traje gris por lo tanto no lleno su lata y no le dejaron comer arroz, había algo que no sabe que era, pero era crujiente, cada que mastica el ruido les hace daño a sus oídos y termina llorando siendo golpeado, "para que llores con razón"
Hoy tiene hambre le duele mucho su pancita sus piernas ya no tienen fuerzas, espera el impacto contra el suelo, es inevitable casi no come no hay comida que le guste a él. Pero el impacto nunca llega, alguien lo sostiene, conoce ese olor, por más que el no le responda, el dueño de ese aroma le charla le pregunta cosas y le cuenta cosas.
Yoongi con el pasar de los días notó que el niño tiene un patrón, siempre está a la misma hora, cuando sale de la oficina sigue ahí, un día que salió tarde se estaba por ocultar el sol y recién ahí el niño se fue. Así que creo una pequeña rutina iba siempre un rato antes del trabajo, le dejaba dinero en su lata y le charlaba, nunca obtuvo respuestas, pero no le importó sintió que podía decir las cosas sin ser juzgado. Le hablaba del clima de lo tedioso que le resultaban los inversores, hacían mil preguntas de algo que ya le habían dicho.
Ese día iba pensado en charlar sobre música, no sabía en qué condiciones vivía la familia del rubio, pero le podría poner música con su teléfono, a un sonido bajo, en sus rutinas pudo notar que el ruido fuerte no le agradaba, lo descubrió cuando hubo una pelea de conductores y se discutían tocando sus ruidosas bocinas. El pequeño tapo sus oídos y notar como las gruesas lágrimas descendían como un torrente sin control.
Estaba llegando a su encuentro cuando notó como se tambaleaba. ¡Se estaba por desmayar! Corrió los pocos pasos que los separaban y lo sujeto suave para evitar su destino al frio suelo.
-Hey, pequeño... estas bien? ¿Qué sucede? - su preocupación estaba al tope. Cómo odiaba en ese momento no saber nada, pero eso estaba por terminar. Ese mismo día le pediría a su mano derecha Kim que averigüe hasta a que edad se le había caído su último diente de leche.
-Aquí...- indicó el rubio apuntado a su muy plano abdomen con una mueca adolorida.
-¿te duele la panza? - preguntó esperanzado de poder entender. Solo recibió un asentimiento.
-Ok- había dos opciones pensó el mayor. -¿Comiste algo que te cayó mal o es porque no comiste? - que sea la primera rogó para sus adentros.
-hambre...- fue su respuesta en un débil sollozos. Decidido a alimentar al menor le pidió que lo esperara en el lugar, ya que el menor se rehusaba a moverse de su esquina.
Fue a una cafetería y pidió comida para llevar, que sea algo suave su le dolía el estómago no lo podía forzar con comidas fuerte y como no sabía desde cuando estaba sin comer pido que sea blando. "Arroz con pescado blanco" fue lo que le ofrecieron como opción rápida, sin pensarlo dos veces pago una vez el pedido listo volvió con el menor y lo alimentó.
Ni todo el dinero del mundo podía pagar para ver la imagen que tenia enfrente. Los ojos del pequeño se iluminaron al ver el arroz blanco, como si de un manjar exótico se tratase. Comió suave y prolijo, entre bocado daba pequeños murmullos, le quiso convidar de su comida demasiadas veces. Pero en todas Yoongi se negó, diciendo que lo compró para el que era un regalo y los regalos no se comparten ni se devuelven.
Terminando su comida soltó un suspiro, eso nunca lo había aprendido, no sabe que era, estaba lleno, le preguntó al señor que significaba eso, -panza uff- haciendo señas de que iba a explotar. -eso es que estas lleno- explicó Yoongi - te sientes satisfecho.
Con eso dicho sintió que algo se rompió dentro de él, que tan mal estaba su familia para nunca saber lo que era estar lleno.
Sin duda necesitaba ayudar a esa familia por el pequeño del que le había tomado aprecio.
~~~💛~~~
Sus días continuaron con su rutina, iba todas las mañanas y le daba un onigiri de arroz y algunas cajitas de jugo. A la tarde cuando salía de la oficina le llevaba dos mochis, uno de vainilla y otro de frutilla. Y un día sin previa preparación el pequeño le habló.
-Jimin. - fue todo lo que dijo el menor.
-Te llamas Jimin? - se sentía un adolescente, no entendía porque era tanta la emoción de que el menor le dijera su nombre, pero sabía que desde ese momento algo había cambiado entre ellos.
Y el día más esperado para Yoongi llegó. Kim Namjoon, iba entrando con un sobre en su mano con un rostro que le era difícil de descifrar. ¿Enojo, ira, asco, dolor, tristeza? Todo eso sentía que tenía plasmado en el rostro su mayor... ellos se conocen prácticamente de toda la vida, a parte de ser su mano derecha el lo veía como su mejor amigo, hasta las respiraciones que soltaba las conocía, pero esta fue la primera vez que no supo que era lo que le sucedía.
El moreno extendiendo el sobre le mostró fotos, papeles. - No tiene familia. Al menos no figura ninguna. - fue tan seco como lo dijo que a Yoongi se dio cuenta que algo no iba bien, pero no entendía el menor pedía para alimentar a sus hermanitos.
-Explícate- fue lo que pudo pronunciar con un nudo en el estómago arrepintiéndose de haber tomado algo en el desayuno.
-Esto va para largo- tomando asiento frente a Yoongi, ambos silenciaron sus teléfonos para evitar ser interrumpidos comenzó.
-El menor, vive en un orfanato de mala muerte, dudo que este habilitado. Usan a los menores para que salgan a pedir dinero. Las condiciones son deplorables, ni los refugios públicos de los animales se encuentran en tal mal estado. Me sorprende que el menor siga con vida viendo las condiciones en las que se encuentra- mostrando fotos que el mismo tomó cuando siguió al menor desde lejos hasta el orfanato donde habitaba. Las paredes llenas de moho, la imagen por si solo era desagradable, no pueden siquiera pensar el olor que debe haber. De los techos colgando los paneles, la escasa luz que daba una visión más deprimente al lugar. Yoongi sintió como se derrumba todo en el.
-Esta, - tomando aire prosiguió. -Cuando la tomé lo quise robar de ese lugar- era una imagen dura de ver. Era el pequeño rubio hecho un ovillo en el suelo tapado con una campera hecha hilos. No muy lejos de él los otros menores, y otros niños mas pequeños en camas apiladas con un colchón que apenas si tenia el grosor de un pedazo de frazada vieja.
Namjoon era un hombre grande y maduro, que se le quebrara la voz al seguir con su informe era cosa de otro mundo.
-el menor no es tan menor, tiene 18 años ya debería estar por su cuenta. En los hogares para menores a los 18 debería trabajar y valerse por sí mismo. - necesitaba aire, un cigarro, alcohol o en su defecto golpear algo.
-pero... sé que tiene un pero- Yoongi solo podía permanecer estático, su mandíbula se encontraba tensa, cuanto más le quedaba por descubrir, se sostenía del borde de su escritorio en un mal intento de contener su malestar.
-Parece que tiene un retraso madurativo. Es fácil de influenciar. No va a romper su rutina, lo he visto ponerse agresivo en su entorno. No come todos los días. Sólo come el arroz si el le pone agua- Realmente no podía seguir. No quería seguir, aún no sabe porque no lo robo al menor de ese lugar.
-No es retrasado. - la respuesta de pálido fue cortante incluso sintió que si no conociera a su amigo creería que lo estaba insultando.
-Dije parece- soltó en su defensa. -Hay mas-
¿Cuanto más podría haber no era suficiente ya? Cuando más podía aguantar una sola persona, cuanto más está resistiendo el pobre pequeño. De solo pensar que hay más se levantó brusco de su lugar hacia su baño privado y devolvió todo lo que fue su desayuno.
Una vez en su lugar, se sirvieron un vaso de whisky prosiguieron.
-Lo seguí el domingo, si no llena esa lata con la que anda siempre los golpean- nunca es donde se vean. Pero en sus piernas, que Dios tenga misericordia de su piel.
Yoongi nunca se consideró alguien débil. Alguien que sea sentimental. No era apático, pero si no lo afectaba directamente a él entonces no era su problema. Pero esto era demasiado.
-No sigas. - Lo detuvo cuando iba por otra foto más. -Por favor no sigas- todo dentro de el quemaba. Ahora podía entender el rostro del mayor, sentía todo, enojo, ira, asco, tristeza. -Llama a Seokjin que lo quiero libre toda esta semana- ordenó tomando su teléfono hizo una llamada rápida para guardarlo en su saco y salir a la esquina en busca del pequeño.
-Hola Jiminie-Saludó el pálido al menor extendiéndole sus mochis y una botella de agua.
-Antes- respondió el menor. Siempre eran palabras cortas pocas veces le dijo una frase larga. Pero no le importaba le importaba lo que iba a suceder.
-Si lose, se que llegue antes-cada vez sus sospechas se volvían pequeñas realidades, pero hasta que no lo viera su amigo Seokjin no podía asegurar nada. -¿te molesta que llegue antes? ¿Quieres que vuelva más tarde?
-No. Aquí me gusta. - dijo apuntando su pancita. Pensando que era por su nueva palabra aprendida "lleno"
-Bien, a mi también me gusta estar acá. - Lo que iba a decir sería arriesgado y algo precipitado, pero solo fue un vomito verbal que salió sin control. -Jiminie, sabias que eres mayor de edad? ¿Y que no es necesario vivir donde vives? ¿Y que si es lo que quieres yo puedo sacarte de ahí? - el pelinegro se golpeó mentalmente por no pensar antes de hablar, pero después de todo lo que le dijo Kim quedó tan aturdido que no podía pensar en frío. ¿Y si lo sacaba a donde lo llevaría a vivir? ¿Siquiera el menor podría valerse por sí mismo? El sabia que no tenía un retraso que era algo más, pero sin una confirmación médica no era nada seguro. Pero no podría volverse a su casa sabiendo la situación del menor.
-mmmh- Realmente Yoongi necesitaba en ese momento otra respuesta que no sea esa.
-Jimin. No es necesario que respondas ahora si tienes dudas pregúntame. Pero no quiero que sigas ahí- Su voz sonó como una súplica.
-No.- su respuesta fue simple. El rubio no podía irse de su casa. Donde viviría. ¿Y si lo ven raro? Donde el vive ya casi no lo molestan lo dejan hacer su rutina. Pero hay gritos. Más cuando los otros chicos no llenan sus latitas. Tal vez debería presentarle esos chicos a Yoongi para que el mayor también le llene las latitas y no les peguen.
-yo tengo casa, pero hay gritos. -dijo el menor haciendo una mueca. -también le puedes llenar sus latitas? - preguntó con su voz cargada de inocencia y amabilidad, no era un aprovechado, solo no quería que le peguen a los demás, a él le pegan y le duele.
Cuando le cayó una notificación a Yoongi que su llamada anterior iba a ser efectuada. Intento por otro lado convencer al menor de dejar el hogar. Si no podría vivir solo se lo llevaría con el, total espacio y dinero tenia de sobra.
-Jiminie, estoy haciendo eso. Estoy tratando que no le peguen más a nadie. Se lo que pasa ahí, debiste decirme, somos amigos ¿no? - no quería usar el chantaje pero si ocurría lo que pensaba que podía ocurrir no sabía con cuánto tiempo contaba. Y el menor a tener su mayoría de edad podría quedar en la calle.
-Ya no pegan más? - preguntó con ilusión.
-No ya no, pero si lo consigo ese lugar va a cerrar. Y...- no pudo terminar que el menor no interrumpió
-¿Y mimi donde, si ahí ya no más? - algo no le cerraba al menor.
Tonto no era, Yoongi lo sabía.
-Conmigo, ¿quieres? Tengo un jardín lindo y mucha comida... -¿Arroz? - interrumpió, no le importaba el lugar mientras tenga arroz.
El mayor soltó una risa nasal y le respondió -Mucho arroz-
La llamada que había hecho Min en su oficina era a un Juez conocido al que le vendió una propiedad hace mucho tiempo. Le pidió que enviara a la policía y médicos al lugar que le iba a adjuntar. Le contó por arriba lo que sucedía, y el juez no dudó ni dos segundos en efectuar el pedido, el conocía a Yoongi sabía que no le pediría algo así de no ser en extremo necesario.
Todo lo demás sucedió abrumadoramente rápido, Incluso para Yoongi que podía vivir normal con alteraciones en su día a día fue demasiado. Cuando recibió el mensaje era que están haciendo una redada en el orfanato, y como había dicho Kim no tenían habilitación, llevándose a los encargados del lugar bajo custodia algunos menores en mal estado de salud al hospital, reubicaron a los menores en hogares que pudieran cubrir con sus necesidades y los posibles traumas por las condiciones vividas, para alivio de Min solo Jimin tenia la mayoría de edad así que ninguno quedó en la calle. Y Jimin terminó viviendo con el, todo pasó en un abrir y cerrar de ojos, lo llevó a su antigua habitación A buscar su pertenecías, solo tenia un par de libro viejos que no tenían tapa así que no supo cual era el gusto del menor.
Como había dicho llamó a Seokjin. El era esposo de Kim Namjoon y era un médico generalista, atendía de embarazadas a mpreg a los bebés nacidos hasta los ancianos. Siempre se fue capacitando en todo lo que pudiera, ellos no tenían hijos así que disfrutaba atender a sus pacientes con toda la dedicación necesaria y cuando le llamo Yoongi nunca espero lo que se iba a encontrar en la mansión del mencionado.
Llegado a la mansión con todo el equipo médico que le habían pedido pensó que Yoongi estaba exagerando. Pero al ver el estado del menor su corazón se hizo chiquito. Como se suponía que el menor tenía 18 si tenía la contextura de alguien de 14 o menos. Debajo de la ropa sus huesos hacían aparición debajo de su pálida e insana piel.
A partir de ahí todo fue un caso, como Yoongi sospecho, Jimin tenía autismo, Jin se lo confirmó y que con la ayuda adecuada podría llevar una vida relativamente normal, solo que no esperaban todo lo que podía suceder con el cambio brusco de hogar.
Las primeras curaciones que le intentó hacer Seokjin terminaban con Jimin gritando llorando y más lastimado por abrirse la piel con sus uñas. Esos primeros meses Yoongi lo tenía que sujetar con fuerza para que no se haga daño ni a castaño que lo trababa de curar, después de sus primeras sesiones con la psicóloga pudieron controlar mejor sus crisis, solo cuando se desbordaba la situación lo sedaban y envolvían en una manta sin hacerle daño.
El mayor le compro ropa, al parecer al menor le agradaba estar suelto, siempre buscaban ropa más grande y de texturas suaves, los empleados se amoldaron al nuevo estilo de la mansión, todo con sonidos suaves y quitaron el timbre de la puerta principal por uno silencioso.
Le consiguieron un tutor privado, era un joven de 28 años, según su hoja de vida era un súper dotado con múltiples títulos y reconocimientos por sus investigaciones. Su nombre era kim Taehyung y como si fuera obra del destino ambos congeniaron demasiado bien. El menor podía estar a gusto con su presencia sin estar intimidado por ser un extraño
En ese tiempo que lo evaluaron se dieron cuenta que era muy inteligente, absorbía toda la información con demasiada rapidez, retenía demasiado de todo y tenía una memoria sorprendente. Con el paso de los meses Kim fue evaluando su conocimiento informando a Min, que si todo seguía de esa manera en 2 años o menso ya podría ingresar a la universidad.
Yoongi se encontraba recostado en el sillón con Jimin cerca de el, la manera de estar juntos por el momento era Jimin pellizcando las mangas de las remeras y/o camisas del mayor... habían armado una rutina, se levantaban, higienizaban, desayunan juntos, el mayor va al trabajo y el menor se queda estudiando, luego en la tarde se sientan juntos a leer libros.
Cuando Jimin quiso volver a salir a la calle los ruidos de la ciudad lo abrumaban, así que Yoongi le compuso una pista en piano le compró auriculares que cancelaran el sonido del exterior, pero jamás salía solo, siempre estaba el señor Kim o Yoongi.
Una mañana Taehyung le preguntó si con Yoongi eran pareja, porque el veía como lo miraba el pálido al rubio esa mirada el la conocía y era amor.
Pero Jimin no sabe de sentimientos el sabe poner en palabra lo que sucede en su interior, aprovechando esa mañana en preguntarle como debería de ser sentir "Amor" y no solo admiración, esa la aprendió en sus primeras semanas con su tutor.
-Cuando estas enamorado tienes muchas mariposas en tu pancita, quieres tenerlo cerca siempre- le iba contando, pero al ver la cara confusión de su alumno reformulo su enfoque.
-En tu caso, ¿Cuando el llega de la oficina que quieres hacer? ¿Que pasa por tu mente cuando te hace un cumplido?- esperanzado de que con esas preguntas pudiera ayudar al menor.
Jimin se quedó pensando cuando lo veía la pancita hacia de todo, era similar cuando tenía hambre, pero el comía regularmente ahora, así que hambre no era, cuando se acostaban en el sillón a leer era similar a cuando estaba lleno pero tampoco era el caso, pero pasaba cuando no había comido mucho. Y a él no le gusta el contacto físico pero le gusta agarrar a Yoongi de la camisa o ponerse cerca y recibir caricias en su cabello, con eso el se duerme y aparece en su cama, cuando no puede dormir va a la cama del mayor, y eso es igual a cuando sale de bañarse, es perfecto.
Ambos jóvenes llegaron a la conclusión que el menor estaba enamorado de Yoon.
~~~💛~~~
Ese día el pelinegro estaba pensando en declararle sus sentimientos al rubio habían pasado dos años desde que vivieron juntos.
Y era inevitable no desarrollar sentimientos por el pequeño, era todo lo que estaba bien el mundo, era amable, dulce e inteligente.
Compraría mochis y pedirían que le escriban "quieres ser mi novio". Si, eso era perfecto.
Llegando a su hogar le sudaban las manos quiso limpiarse con su pantalón pero no podía por la caja que llevaba en sus manos.
Al ingresar estaba todo en silencio, busco por todos lados al menor, no le habían avisado que saldrían. Era extraño que no fuera a recibirlo.
Como última opción fue a la sala de lectura y sobre la alfombra estaba un dulce Minie entre varios libros ordenado de una manera extraña.
-Mimi? ¿Todo bien?- ingreso el pelinegro sin desarmar todo lo que había, por curiosidad miro el lomo de los libros, había un patrón... ¿era un mensaje oculto?
"quieres ser mi novio"
Cuando Jimin se percató de la presencia del mayor se sentó en w limpio sus manos en su suéter, según Taehyung eso debía ser romántico.
El mayor no se esperaba tal detalle, sus ojos se llenaron de lágrimas, sabía que sus sentimientos eran correspondidos, el fue tanteando el tema despacio para ver que opinaba el menor, pero nunca espero que fuera el menor quien se iba a declarar, y menos cuando el venía con la misma intención. El menor al ver que Yoongi tenía lágrimas en sus ojos pensó que no le gustaba la idea, busco la vía rápida, desordeno los libros...
-No, no, no, Ey bebé, no lo hagas- Debió suponer que si no respondía rápido el rubio iba a malpensar todo. -Te amo- soltó de golpe. -Te amo y si quiero ser tu novio mimi, solo que no esperaba que fueras a pedirlo tu.- dijo enseñándole la cajita que traía para su ahora pequeño novio.
-Mochis!!!- festejo el menor. Ya estaba por agarrar uno para comerlo cuando notó la escritura, abriendo sus labios en una O, sonrió y le dijo -si también quiero-.
~~~💛~~~
Habían pasado 6 meses desde que empezaron a ser oficialmente novios. Como todas sus tardes se encontraban leyendo en el sillón juntos, cuando la curiosidad invadió al pelinegro.
-Mimi, te sabes tu apellido?- en los papeles que había encontrado El señor Kim no decía nade de sus padres biológicos.
-mmm, no. Solo Jimin- respondió demasiado concentrado en su lectura.
Ya no quedaba mucho para ingresar los papeles a la universidad y Jimin necesitaba un apellido para eso.
-Y cual apellido te gustaría tener- el sabía a donde quería llevar el tema, pero por la condición del menor no podía sorprenderlo con una fiesta o una proposición extravagante.
-mmm nose, eso lo dan los papás y mimi no tiene, sin papás no hay apellido- dijo simple, no debía ser muy inteligente para saber eso.
-pero si pudieras elegir cual quisieras?- Debió suponer que no iba a ser fácil ir por ese lado.
-¿Kim? El señor Namjoon es Kim y dijo que podía ser su hijo- era lo más cerca que tendría a una familia. El señor Kim una vez en un viaje cuando el menor entró en crisis le dijo "No pasa nada, nadie va hacerte daño, siempre te voy a proteger como si fueras mi hijo" y no es que no lo quisiera como tal, pero nunca mencionaron sobre su apellido, a decir verdad la pareja estaría encantada de darle su apellido, pero no era el punto al que quería llegar Yoongi, el quería que sea Min Jimin, ¡se quería casar!
-Y que opinas de Min- un recurso muy desesperado, pero cuando del menor se trata su dignidad es lo último que le quedaba.
-Si somos novios no me podes adoptar- Realmente era muy poca la atención a lo que le decía el pelinegro.
Yoongi se dio cuanta que mientras el menor tuviera un libro en sus manos no le entendería a lo que quería llegar.
Cuando el menor terminó su libro volvió a preguntar al mayor, -¿Quieres adoptar a mimi?- dijo con su cabeza ligeramente ladeada.
-No cariño, no te quiero adoptar,- dijo con una pequeña risa acompañada de una mirada cargada de amor. -Me quiero casar, quiero que nos casemos y tengas mi apellido- lo dijo sin filtro, directo, muchos dirán que es muy pronto, pero no podía esperar más para compartir tosa su vida y ser esposo del hermoso rubio.
-oh- dijo el menor.
Casarse, no lo veia mal, llevar el apellido de alguien que lo amaba sonaba muy bonito, los padres le dan el apellido a sus hijos porque los aman. El no tuvo papás que lo amarán pero tendrá el apellido de Yoongi. Si realmente le gusta como suena, Min Jimin...
-Si, Min Jimin yo quiero- el menor se acercó dejando su cabellera cerca de la mano del azabache para recibir mimos.
No pasaron muchos meses para que ambos se casaron, fue algo tan íntimo que solo eran ellos dos y el matrimonio Kim, el tutor y amigo de Jimin no pudo estar porque tuvo un viaje a una conferencia. La familia de pálido no se presentaron porque no estaban de acuerdo con el matrimonio, más por lo "apresurado" que fue.
Así un Min Jimin de 21 año de edad, ingresó a la universidad para licenciarse en literatura.
Editado por: Torres353
5051 palabras Se te 🛐
muchas gracias
Bueno aquí como se conoció el yoonmin algo que estaban
pidiendo 🤭 ......
Nos leemos pronto 🤭 🐥💛😻......
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