Capítulo 8
Al estacionar el auto y bajar Kim observo que era una pequeña cafetería a donde Jungkook lo había llevado, realmente había esperado algo diferente, más del estilo de Jungkook que sabía que le gustaba ir a lugares lujosos, o por lo menos eso era lo que había escuchado, por lo cual se sintió sorprendido al verse en ese lugar.
Al entrar se sentaron en una mesa cerca del ventanal, una mesera se acercó y saludo a Jungkook con demasiada confianza para el disgusto de Taehyung.
Al retirarse la mesera el pelinegro observo al cenizo el cual se encontraba con el ceño fruncido.
—¿Pasa algo? – pregunto él con una suave sonrisa lo cual molesto más a Taehyung.
—¿Por qué me trajiste aquí? – pregunto molesto. No entendía bien porque estaba tan molesto o tal vez sí, pero no quería aceptarlo.
Jungkook levanto una de sus cejas y vio a Kim con detenimiento, sospechando el por qué se encontraba molesto.
—Para comer, creí que había quedado claro ¿O deseabas ir a otra parte? – pregunto con voz suave y calmada para evitar tener un conflicto con el chico que le gustaba, aunque por fuera estaba calmado por dentro era otra cosa, sentía que en cualquier momento sus orejas y cola saldrían a la luz demostrando lo verdaderamente nervioso que se encontraba.
—Se que fue para comer que me trajiste aquí – replicó – pero por lo menos me hubieras llevado a un lugar donde no estaría una de tus amiguitas. – espeto con amargura.
—¡¿Amiguitas?! – pregunto sorprendido – No sé de qué estás hablando Tae...
—No te hagas el tonto conmigo, Jeon. – hablo con enfado.
—¡Wooo! Taehyung, creo que estas malinterpretando todo el asunto aquí. – levanto ambas manos en son de paz, no entendía porque las cosas estaban tomando ese rumbo. La situación se estaba saliendo de sus manos y sus orejas salieron tan rápido que no las pudo detener, odia eso, ya que eso significaba que sus emociones estaban a la vista, pero solo de Taehyung.
—Por supuesto que no, sé lo que he visto y tú estabas coqueteando con esa mesera. – hablo más por lo bajo, pero en un tono más peligroso.
—Taehyung, eso no pasó. Yo no coqueteé con esa mesera ¿Si quieres, cuando ella vuelva simplemente la ignoraré? Si eso te hace sentir mejor. – dijo, intentando calmar la ira del chico.
—¡No! – grito esta vez llamando la atención de algunos comensales, que solo los veían mientras susurraban de ellos. —No tienes que hacer eso, me estás haciendo parecer un novio celoso – dijo abochornado y aun molesto – No es como si fuéramos novios de todos modos — dijo con molestia al darse cuenta de su comportamiento, pero es que siempre le molesto el ver como el pelinegro coqueteaba con cualquiera que se le pusiera en frente.
—Taehyung, no te entiendo, ¿Te molesta el hecho de que no seamos novios? ¿O te molesta el hecho de que la mesera me saludara? Porque eso fue lo que paso, ella me saludo ya que ese es su trabajo, ser cordial y atenta con los clientes. – hablo serio. Taehyung sabía que ese era el trabajo de las meseras, pero sentía que ella había saludado al peliverde con demasiada confianza y eso le irritaba, pero también le molestaba el no poder decir que si, estaba molesto de no ser novios y poderle decir a esa muchacha que no le hablar así a su novio o tendría un problema. Ok, ahora si se sentía un poco avergonzado, pero lo disimulo muy bien al poner su cara seria.
—Por supuesto que no – dijo igual de serio o más que Jungkook, se suponía que esto iba a ser una cita especial, pero todo se estaba tornando tenso e incómodo. Soltó varios suspiros para tranquilizarse – lo siento. – hablo con sinceridad ya que no quería que la cita terminara tan mal.
—No, yo lo lamento, no quise hacerte sentir mal – dijo mientras posaba su mano encima de la del cenizo y la apretaba suavemente, mientras agitaba un poco su cola, lo cual provocó una pequeña risa de parte de Taehyung.
—Yo... exageré, no debí reaccionar así. — murmuró en voz baja.
—Está bien, no te preocupes. — sonrió tranquilo.
—Tal vez son solo los nervios que siento ahora, yo... – Katsuki callo al ver de nuevo a la mesera que estaba cargando un azafate con la comida de ambos, al levantar la mirada pudo ver que ella lo veía a él y no a Jungkook, con una mirada coqueta, al dejar los cubiertos en la mesa pasó rozando sutilmente su mano con la de él, haciéndolo abrir sus ojos a más no poder.
Taehyung se sintió peor al ver que ella no estaba interesada en Jungkook, sino en él, eso lo hizo enrojecer por la vergüenza al recordar como momentos antes le estaba reprochando al pelinegro por estar coqueteando con ella, cuando la realidad era que sólo le había saludado y sonreído por cortesía. Aunque se encontraba aun asombrado de la revelación y de no saber que hacer, escucho una pequeña risita que provenía del frente, observo el cómo Jungkook cubría su boca con su mano para acallar un poco su risa que solo iba creciendo más.
—¿No puedo creer que estés coqueteando con la mesera, Tae? Y en mi presencia. – dijo con fingida indignación mientras colocaba una mano en su pecho como si dijera que le dolía el corazón.
Taehyung sintió como su rostro se calentaba y lo cubrió con sus manos, ocultando su avergonzado rostro para luego empezar a reír también. —Tengo hambre – dijo, a lo que Jungkook se apiado de él para empezar a comer, pero sin perder su sonrisa burlona.
Mientras comían los dos empezaron a hablar de sus pasatiempos, de las cosas que les gustaba y de las que no, Taehyung se sintió más a gusto después del drama que había hecho, aunque había resultado muy gracioso al final. Aun sentía vergüenza al recordarlo.
Cuando terminaron de comer el cenizo estaba a la expectativa de a donde irían ahora, si alguien le preguntara si estaba nervioso le diría que no, cuando la realidad era que no sólo estaba nervioso, sino también temeroso al pensar que Jungkook lo llevaría a un hotel.
—¿Quieres ver una película? La vez pasada pareció que lo disfrutaste. Hay una que me gustaría ver, claro, si tú quieres
—Claro, me gustaría. Una película suena bien – "Ok, una película suena mejor que ir a un hotel" pensó Taehyung mientras se subía al auto. — ¿Y... que película deseas ver?
—El conjuro 3
—Oh, una de miedo. – dijo sin mucho interés.
—¿No te gustan? – pregunto el pelinegro, pensando que tal vez era mejor que Taehyung escogiera la película.
—Todo lo contrario, son mis favoritas.
—Genial. —
Taehyung no podía disfrutar la película, su cerebro no dejaba de pensar en las palabras de Namjoon, ¿Sera que Jungkook lo quería sólo para eso? No es que le disgustara la idea de tener sexo con él, pero ¿Y si al obtener lo que quería el pelinegro se olvidaba de él? ¿Y si tal vez era sólo una especie de broma de mal gusto? Aunque con esa última idea no se sentía del todo convencido, ya que, ¿que ganaría Jungkook con hacerle ese tipo de broma? . Su cabeza era un mar de pensamientos que iban y venían a su antojo, así como desaparecía una, dos más llegaban.
Se encontraba en un estado de nerviosismo; tanto, que a pesar de estar en un lugar con aire acondicionado sus manos no dejaban de sudar, su corazón latía con rapidez a la espera de que la película terminara y ver que pasaría después.
—Taehyung, tienes que calmarte — se repitió así mismo por sexta vez en el día.
—¿Dijiste algo? – pregunto Jungkook, que lo vio por un momento para luego regresar a la pantalla y de nuevo verlo a él.
—No, nada — intento sonreír, pero al final sólo le salió una fea mueca que Jungkook vio raro.
—¿Seguro? – pregunto por la extraña actitud del cenizo.
—Si, absoluta y positivamente seguro. – sonrío forzadamente.
—Claro — dijo Jungkook con duda, pero al ver que Taehyung no quería decirle nada mejor siguió viendo la película, aunque debes en cuando veía al cenizo, el cual estaba tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera notaba que lo observaba.
Al salir del cine ambos se dirigieron al auto del pelinegro, esta vez Jungkook tomo la mano de Taehyung, el cual se sentía algo avergonzado ya que le sudaban las manos y se preguntaba si Jungkook se sentía asqueado por eso, levanto su mirada y lo vio de soslayo, mientras este veía hacía el frente, el pelinegro al darse cuenta de la mirada de Taehyung le sonrió dulcemente e hizo que el corazón de Kim se saltará un latido.
"Solo con esa sonrisa puedo morir en paz, aquí y ahora" pensó Taehyung.
Al llegar al auto Jungkook le abrió la puerta del copiloto a Taehyung para que entrará, el cual se sonrojo dándole una apariencia muy adorable para sus ojos.
Kim veía detenidamente cada calle intentando reconocer el camino al cual era llevado, "Si cruzamos a la derecha llegaremos a los hoteles". Esa dirección estaba llena de muchos hoteles desde los más caros, hasta los más baratos, no es como si él alguna vez hubiera ido a alguno y es que otro miedo que tenía él; era que para sorpresa de muchos, él aún era virgen, eso era algo que lo avergonzaba mucho, pero que no quería cambiar eso por acostarse con cualquier persona, él sabía con quién deseaba perder su virginidad, era un deseo silencioso que sólo conocía Namjoon.
Su miedo también era la experiencia de Jeon y la nula de él, en el momento de tener sexo con el pelinegro se vería la gran brecha que habría entre los muchos ex amantes de Jungkook y la de él. — Mierda — hablo en voz baja, se asustó creyendo que Jungkook lo pudo haber escuchado, pero este sigo conduciendo sin prestarle atención al cenizo, ya que a leguas se veía lo nervioso que estaba, pero prefirió hacer de cuenta que no había escuchado nada y dejarlo con sus pensamientos (que tal vez harían que explotara su cabeza en cualquier momento).
Taehyung suspiro con demasiada fuerza y abrió la ventana para que el aire diera directamente en su rostro.
Jungkook veía desde su lugar el perfil del cenizo; el cual se veía hermoso, el cómo su cabello revoloteaba con el aire, el cómo el sol los iluminaba haciéndolos ver más traslucidos y deslumbrantes, su rostro se veía de un modo tan angelical que le robaba el aliento, él era único y Jungkook lo sabía, cualquier persona que lo viera se daría cuenta de lo atractivo que era Taehyung, pero para Jungkook era más que eso, aunque al principio se negó a aceptarlo y más porque sentía que era algo que se lo estaba imponiendo el destino. Pero con el corto tiempo que había pasado con él se dio cuenta que no era así, que dentro de él en su corazón existía aquel sentimiento de anhelo, el anhelo de amar a alguien y si de algo estaba más que 100% seguro era que Taehyung era la única persona que podría ayudarlo para al fin tener aquello que siempre quiso pero no sabía que necesitaba tanto.
—¿Qué pasa? – pregunto Taehyung intrigado al sentir la mirada del pelinegro.
—Nada – hablo con suavidad— es sólo que cuando el sol da directamente a ti te hace ver más deslumbrante, es como una luz que ilumina cada rasgo de tú rostro y te hace ver... perfecto – "Y lindo" pensó por ultimo.
Taehyung sintió su boca secarse y trago duro, su rostro se calentó mucho, creyendo que tal vez en ese momento podría sufrir de un golpe de calor.
—No sabía que fueras tan... ¿Observador? – se sintió un tonto al no saber que contestarle al pelinegro, se corazón latía con tanta rapidez que temió por tener un paro cardiaco ahí mismo.
—No lo soy — admitió —, es sólo que es inevitable el no verte con lo hermoso que eres. – dijo mientras seguía manejando sin volver a ver a Taehyung, el cual se había quedado mudo con aquella revelación, si creyó que su corazón no podía latir más rápido, se había equivocado, ya que ahora sentía que podía salir de su pecho o explotar.
Al volver a ver a la ventana se dio cuenta que Jungkook no había cruzado a la derecha si no a la izquierda.
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