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Capítulo 6

Jungkook observaba el cómo Taehyung se iba alejando para ir a su última clase, lo sabía ya que llevaba un tiempo investigando su itinerario, tal vez sonaba muy acosador, pero prefería estar al tanto de él y saber que era lo que hacía.

Al perderlo de vista se dirigió a su propia clase seguido de su sequito de admiradores, ya que eso eran más que todo para él, no podía llamar a nadie amigo, tal vez sólo a Jimin pero al final él era familia.

Todos los que lo rodeaban únicamente buscaban obtener un beneficio, las personas que lo invitaban a fiestas o salidas o a cualquier tipo de lugar era sólo con la mera intención de que más personas llegaran solo para conocerlo a él y pertenecer a su círculo social, algunos aparentaban tener dinero y otros intentaban verse cool; cuando en realidad solo hacían el ridículo, era un joven influyente y aunque él lo sabía le molestaba que los demás creyeran que podían usarlo a su antojo y engañarlo como si fuera un tonto.

Pero si de algo estaba seguro, es que Taehyung no era como todos ellos, eso se notaba a leguas, él era la completa excepción a toda regla, él era inteligente, extrovertido, dedicado con cada cosa que hacía y aunque de igual manera era popular no lo demostraba, él podía hablar con cualquier persona y llevarse bien, todo lo contrario a Jungkook ; que aunque no usaba su dinero para ello, si sabía que su atractivo era lo que más llamaba la atención de todos, porque su carácter arrogante y superficial decía mucho de él, se podría decir que sólo era diferente cuando alguien llamaba su atención usando sus encantos para engatusarlos y tener un buen polvo, el cual sería olvidado e ignorado al día siguiente.

Y Taehyung tenía una idea muy clara del pelinegro, él sabía que el tratar con Jungkook era peligroso, le encantaba el saber que era observado por su amor platónico y con tan solo una mirada en sus ojos verdes podía perder todo pensamiento coherente, el tiempo se detenía y todos dejaban de existir y todo por esos ojos esmeraldas.

—¿Taehyung estas bien? – pregunto su amigo Yoongi, el cenizo salió de sus pensamientos y observo que ya todos se estaban retirando, observo a su amigo para afirmar con la cabeza. –¿OK? – dijo con duda – bueno te veo mañana, adiós – y con eso último se despidió.

Taehyung se quedó sentado en su asiento mientras suspiraba y veía de nuevo por la ventana, en estos días se había empezado a distraer con mucha facilidad y más por esa persona que le provocaba suspiros y el tan raro suceso de sentir mariposas en el estómago.

—Está lloviendo – dijo para sí mismo, ya que se encontraba solo, mientras veía el cielo nublado y como pequeñas gotas de agua caían contra la ventana, pensó que era así como se sentía su mente, toda nublada y sin rastro del sol para iluminar su camino.

Recogió sus cosas para luego salir del salón, pero se quedó parado a un lado de un poste al darse cuenta que no llevaba paraguas, al ver a su lado derecho observo como una pareja de chicas pasaba mientras compartían un paraguas, al rato paso otra pareja de un hombre y una mujer, para después pasar una pareja de hombres, al ver como pasaban una tras una de las parejas compartiendo un paraguas sintió un nudo en la boca de su estómago al verse tan solo.

—¿Parece que necesitas un paraguas? – Taehyung dio un respingo al sentir como le susurraban en su oreja, lo que provocó que los vellos de su nuca se erizaran.

—¿J-Jungkook? – pregunto con duda, sin poder creer que era el pelinegro el que se encontraba ahí con él.

—Si, ¿Esperabas a alguien más? – pregunto con una ceja alzada.

—En primera; no esperaba a nadie y mucho menos a ti – dijo con los brazos cruzados – y segundo; ¿Qué haces aquí? – pregunto mientras entrecerraba los ojos.

—Pasaba por aquí y creí que necesitarías esto—dijo agitando un poco el paraguas que cargaba en sus manos, Taehyung se le quedo viendo ya que él sabía perfectamente que la facultad de él y la de Izuku no estaban tan cerca que se diga. – Y también está el detalle de mi chaqueta.

—Hace mucho frío ahora para que te la regrese – dijo él aferrándose más a la chaqueta.

—Ok, hagamos esto, te llevo a tu casa y tú me devuelves la chaqueta, ¿Te parece un buen trato? — sonrío el peli negro al decir su propuesta.

Taehyung lo pensó bien, realmente no iba a perder mucho, el clima no estaba para caminar hasta la parada de bus y al parecer Jungkook se había tomado la molestia de esperarlo. Porque si, lo estaba esperando, eso de que pasaba por ahí él no se lo creía, pero también estaba el caso que no quería deshacerse de la chaqueta, le gustaba mucho y tenía el aroma inconfundible de Jungkook.

Soltó un suspiro y movió la cabeza aceptando la oferta.

Jungkook tomo al cenizo de la cintura para pegarlo lo más cerca posible de él y que no se mojara, Taehyung iba con el corazón latiendo a mil por la cercanía del pelinegro, al estar tan cerca podía oler su colonia; que aunque era algo fuerte, no era nada molesta para él, sintió cómo tropezaba con una piedra, lo que provocó que Jungkook lo sujetara con más fuerza mientras él colocaba una mano en el pecho de Jungkook y sujetaba su camisa con fuerza.

Al llegar al auto de Jungkook este le abrió la puerta del copiloto para que él entrara y al rato subió el pelinegro del otro lado, prendió la calefacción y Taehyung soltó un suspiro de satisfacción sin querer, los colores se le subieron al rostro, ya que ese suspiro no había sonado como uno, y de eso Jungkook sabía, ya que pareció más a un gemido que llegó hasta su pene; aun así, él no quiso comentar nada ya que no quería avergonzar al cenizo, aunque las ganas no le faltaban.

—Aquí estamos – fue lo primero que dijo el pelinegro al llegar a la casa del cenizo, después del incomodo silencio que se produjo entre ellos dos.

—Eso veo – dijo Taehyung con algo de tristeza al ya no pasar más tiempo con Jungkook – Tú chaqueta – dijo recordando el trato que habían hecho.

—Déjalo, puedes devolvérmela mañana – dijo sin importancia y sin dejar de ver a Jungkook.

—Ok, este... adiós, y... gracias. – Dijo él al momento en que intento abrir la puerta esta fue detenida por una mano más grande que la suya.

—Enserio, enserio te queda muy bien esa chaqueta. – susurro en la oreja de Taehyung, este al sentir el aliento del pelinegro soltó un suave jadeo por la impresión y por el acercamiento. —Creo que deberías quedártela. – dijo mientras se acercaba más al cenizo y olía su cabello.

—¿Entonces me la regalaras? —Pregunto Taehyung con un hilo de voz mientras volteaba su cabeza para quedar cara a cara con Jungkook.

—Nada es gratis en la vida, Taehyung – hablo con su voz seductora, tan cerca que casi rosaba los labios del cenizo mientras sujetaba su barbilla con su mano suavemente para luego pasar a su mejilla acariciándola con el pulgar.

—¿Q-Que quieres a cambio? – pregunto torpemente.

—Mmm, déjame pensarlo – hablo suavemente mientras juntaba sus labios con los de Taehyung.

Al principio el beso fue suave, pero luego se volvió demandante y necesitado por parte de ambos, Taehyung no sabía si el calor que sentía era por la calefacción o por la que emanaba el cuerpo de Jungkook junto con el suyo, pero al fin y al cabo no era como si eso le importara ahora.

Jungkook bajo su mano hasta llegar al cuello de Taehyung rosando sus dedos delicadamente, sacando suspiros del cenizo que eran acallados por su boca, esa misma mano bajo más y más hasta llegar a su muslo y masajearlo, Taehyung rodeo el cuello del pelinegro con algo de dificultad al estar dentro del auto, aun así, lo sujeto con bastante fuerza.

El beso era intenso y apasionado, ambos saboreando el interior del otro y jugando con sus lenguas sin dar tregua, tan solo dejándose llevar por las sensaciones de necesidad y placer.

Taehyung tomaba a Jungkook de su cabello, enredando sus dedos en los mechones negros mientras los jaloneaba con fuerza.

Izuku lo sujeto fuerte de su muslo queriéndolo levantar y colocarlo en su regazo, era probable que al día siguiente aparecerían moretones en esa parte del cuerpo del cenizo, y la verdad no le importaba, ya que lo que más deseaba Taehyung era que este no fuera uno de sus sueños recurrentes y que al ver ese moretón viera que realmente paso, que realmente se había besado con Jungkook.

El pelinegro imploraba por tener más contacto con el cenizo, pero no quería parecer un necesitado sexual, aunque tal vez ya era muy tarde para eso.

—¿Te gustaría salir conmigo? – preguntó sin siquiera pensar bien en lo que estaba diciendo "¿por qué mierda pregunte eso?" se preguntó, pero al ver el brillo en esos azules toda pregunta y confusión se esfumó por muy extraño que pareciera todo lo que había ocurrido en tan poco tiempo.

—¿Salir? ¿S-salir como a citas? ¿Cómo a salir en pareja? – mascullo en un hilo de voz al no creer lo que él mismo estaba preguntando, era tan hilarante y se preguntó si realmente estaba soñando en su habitación y es que desde que vio a Jungkook afuera con el paraguas todo fue tan raro, extraño y grandioso que imposible creérselo.

—Eh, si ¿Qué otro tipo de citas conoces tú? – preguntó con una suave risita.

—Ah... Yo... No lo sé Jajajaja – se sintió avergonzado por lo que había preguntado. –Creo que sí.

Ambos se vieron a los ojos para luego reírse de lo ridículo que parecía todo esto. Y es que Jungkook aún seguía sin creer que posiblemente empezaría a salir con alguien y tendría algo que nunca creyó que necesitaría, o lo haría feliz. Se preguntó si realmente esto estaba bien, no creía en el amor, pero al estar junto al cenizo se sentía tan feliz, tan natural como si realmente todo tuviera que ser así, él junto a Taehyung , y Taehyung junto a él.

Aunque la felicidad de Taehyung no cabía en su propio cuerpo, no podía evitar el tener miedo, miedo a que esto fuera una broma cruel del destino y que Jungkook se diera cuenta que no había nada especial en él, y que tal vez lo que Jungkook sentía por él era sólo una curiosidad que al ser saciada desaparecería conforme el tiempo, dando paso a alguien más lindo, guapo o atractivo ante sus ojos, o tal vez curiosidad porque él podía ver sus orejas y las demás personas no.

"Al diablo con todo esto", pensó Taehyung, "no me dejaré llevar por mis miedos e inseguridades disfrutare esto hasta donde tenga que llegar y si no acaba mucho mejor", pensó para luego acercar sus labios a los de Jungkook y robarle hasta el aliento.

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