Capítulo 11
Después de salir del baño caminó a paso rápido hasta su clase, por suerte el profesor no se encontraba.
Se sentó junto a Yoongi, el cual lo vio con el ceño fruncido.
— ¿Te sientes bien? —preguntó sin dejarlo de ver, ya que se notaba un poco desalineado.
— Si — fue su escueta respuesta.
— Es que estas un poco rojo — comento.
— Rojo... Ah así, es que... Es que creo que me resfriare, ósea pesque un resfriado, aja eso es — hablaba entre balbuceos al no saber que más inventar.
El pelirrojo arqueó una de sus cejas y observó a Taehyung, el cual se estaba comportando de una manera muy extraña.
—Deberías descansar —fue lo único que dijo para luego seguir con el libro que estaba leyendo antes de hablar con él.
Sintió alivio al ver que su amigo ya no le tomó importancia y se sonrojo al recordar todo lo que había hecho en el baño con Jungkook, su celular sonó dándole a entender que había recibido un mensaje nuevo, por un momento creyó que se trataba del pelinegro, pero al ver el nombre, vio que se trataba de Namjoon, avisándole que ya estaba en casa.
Al salir de clases fue directamente a su departamento, y al llegar busco al peli Morado, que se encontraba en su habitación y que estaba trabajando en su laptop.
—¿Debemos hablar? —dijo sin esperar respuesta, entro a la habitación y se sentó en la cama.
—¿De qué quieres que hablemos? —pregunto para voltearse y estar cara a cara con el cenizo.
—Realmente no te entiendo, ¡Tú! dices una cosa, pero luego haces otra. ¿Podrías explicarme que rayos está pasando contigo? —hablo exasperado, casi hasta el punto de querer gritar o golpearlo —Namjoon no puedes jugar con los sentimientos de las personas, no puedes decirme un día que vas a terminar con Jimin y al otro enterarme que tuviste sexo con él —
—Así que ya te enteraste. —dijo con simpleza y volteando un poco la mirada.
—Sí —bufo— Claro que ya me enteré y no por ti, tampoco digo que es algo de lo cual debes de contarme —
—¿Entonces cuál es el problema? — pregunto irritado.
—¿Cuál es el problema? ¿¡Cuál es el problema!? El problema es, ¿que por qué rayos tuviste sexo con Jimin si se suponía que ibas a terminar con él?, no puedes hacer ese tipo de cosas cuando vas a terminar con alguien. Has pensado tan siquiera en lo que él sentirá cuándo eso pase. Supongo que no. —hablo enojado.
—Tae, toma un respiro. —dijo con calma, como si no le importara lo que él cenizo le estuviera diciendo, como si tan solo estuviera hablando del clima —.
—Como rayos es que estas tan tranquilo con todo esto. ¿Aún piensas terminar con él? —pregunto de nuevo, aunque sabía que era estúpido de su parte el preguntar algo que estaba más de sobra que sería así.
—Creo que sí — dijo soltando un suspiro de exasperación.
—¿Es enserio? —preguntó exaltado —No puedo creerlo. No me meteré en tu relación con Jimin, pero si vas a hacer algo, que sea por el bien de ambos y no sólo por el tuyo. —dijo para luego salir azotando la puerta.
El peli morado se quedó en completo silencio en su habitación, tan solo sopesando las cosas que acababan de pasar con su amigo y como es que seguirían cambiando para bien o para mal de todos los involucrados.
—¿Te sientes bien? has estado un poco callado estos días, ¿Has peleado con Jeon? —pregunto el pelirrojo al ver a su amigo algo decaído y con el ceño fruncido más de lo normal.
—No es nada, Kook ha sido perfecto. Se trata de Namjoon —dijo bufando.
—¿Él te ha hecho algo? —pregunto intrigado y preocupado.
—No, claro que no, él no me haría nada, es solo que siento que ya no lo reconozco. Oh tal vez simplemente nunca lo conocí bien del todo —dijo cabizbajo.
—Solo dale tiempo, sea lo que sea tal vez te lo cuente cuando esté listo. No debes presionarlo o las cosas pueden salirse de control. —aconsejo con calma y una sonrisa.
—Mph supongo, pero aun así no deja de ser un idiota —farfullo
—Hola a los dos —saludo el rubio que iba llegando junto a su hermano.
—Hola —dijo Taehyung en general.
El pelinegro se sentó junto a él y lo beso en los labios, haciendo que olvidara toda su preocupación de hacía unos minutos.
—Hola a ti también —dijo mientras se separaba de él y le sonreía—¿Qué tal las clases?.
—Aburridas. ¿Y a ti? —
—Igual, preferiría pasar el rato contigo. —
—Igual yo. —Jungkook volvió a besar los labios del cenizo hasta que escucho un carraspeo del otro lado.
—Deberían de buscar un hotel —dijo el rubio a modo de broma para hacer enojar al cenizo.
—Esa es una buena idea —dijo Jeon entre broma y algo de realidad ya que quería estar con su chico.
—¡Kook! —grito Taehyung y le golpeó el brazo.
—Está bien —dijo a modo de disculpa— ¿y si mejor vamos a mi casa?.
—No quiero ir a tu casa. —
—¿Enserio? —preguntó de manera sugerente mientras tomaba la mano de Taehyung y besaba su dorso mientras lo veía, el beso fue húmedo ya que dejó algo de saliva en ella y largo como si quisiera probar el sabor de su piel.
—J-Jungkook —tartamudeo el cenizo al sentir un escalofrío recorrer su columna vertebral.
—¿Entonces podría ir yo a la tuya? – pregunto de manera sugerente.
—Está bien – cedió al no querer hacer un escándalo para que todos los vieran, aunque también quería pasar más tiempo con su novio.
Al terminar las clases ya en el departamento de Taehyung, ambos chicos se encontraban en la habitación del cenizo.
—¡Mierda!
—¿Qué ocurre? —preguntó el pelinegro al escuchar la exclamación de su novio.
—Olvidé que tenía que terminar un ensayo.
—¿Quieres que me vaya o... te espero? —preguntó mientras se sentaba en la cama del cenizo como si fuera de su propiedad.
—Lo terminaré rápido, lo prometo.
—Está bien —dijo ya prácticamente recostado en la cama.
—¿Estas cómodo? —preguntó mientras se cruzaba de brazos y lo miraba ceñudo.
—Oh si, tú cama es muy cómoda y sobre todo huele a ti —hablo mientras tómala la almohada y la olfateaba como si fuera un perro, Taehyung se sonrojo y estuvo apuntó de quitársela, pero al acercarse pudo escuchar un ronroneo.
Jungkook al darse cuenta de lo que hacía se sonrojo y fingió tener un ataque de tos intentando disimular muy mal su vergonzoso momento, mientras el cenizo solo se reía.
—¿No se supone que tienes un ensayo que terminar? —gruñó al ver que Taehyung no paraba de reír.
—Sí. Que gruñón —dijo queriéndose burlar aún más de su novio.
—¿Qué dijiste? —preguntó el peliverde, aunque ya lo había oído bien.
—Nada. —negó sonriente.
Taehyung se sentó en su silla junto a su escritorio y empezó a escribir en su computadora, al pasar unas horas soltó un suspiro y luego se estiró un poco para relajar su cuerpo, se dio la vuelta y vio a Jungkook el cual se encontraba profundamente dormido mientras abrazaba su almohada, la vista era tan tierna, y se sonrojo al pensar que Kook abrazaba su almohada pensado en él.
Se acercó y se recostó cerca de él, con mucho cuidado para no despertarlo, acaricio su mejilla tan solo tocando la con la yema de los dedos, era un toque tan delicado y suave que llegaba a ser casi imperceptible.
Observó sus largas pestañas tan delgadas, su rostro era de un color blanco; tal vez como el marfil, tocó sus labios con su dedo índice, no eran rojos como el color de las fresas, era más bien de un rosa durazno, se sentían suaves, muy suaves. Retiro su mano para luego inclinar su rostro y quedar a unos centímetros de sus labios, subió su mirada hacías sus ojos que aún se encontraban cerrados para luego bajarlos a sus labios y besarlo, cerró sus párpados al sentir la suavidad y dulzura de los labios de su novio, al alejarse abrió sus ojos dando con unos ojos esmeraldas que brillaban cegadoramente.
Se sonrojo al verse descubierto, mordió su labio y desvió su mirada, sintió la mano de Jungkook en su barbilla para ser jalado suavemente y ser nuevamente besado, el beso no fue demandante ni brusco como los anteriores, fue cariñoso y lento.
Al separarse recostó su cabeza en el pecho de su novio el cual le acarició el cabello.
—Esto es lindo —dijo Jeon —Estar así, solos tú y yo.
—Mph —murmuro, cerró sus ojos lentamente hasta que un ronroneo lo hizo despertar. - Jungkook —llamó suavemente.
—Dime.
—¿Por qué es que te salen orejas de gato? —pregunto al recordar ese tema que a veces le hace pasar noches en vela.
—¿Enserio quieres saber? —pregunto mientras detenía las caricias en su cabello.
—Si, prometiste que me dirías.
—No recuerdo haber hecho eso. —Taehyung gruñó para luego inflar los cachetes como un niño pequeño.
Jungkook al ver eso le pareció muy adorable, y para molestarlo le pincho sus cachetes con su índice para desinflarlos.
—Kook.
—Está bien, está bien, te lo diré. Pues... esto es algo que mi madre nos contó a Jimin y a mi cuando éramos unos niños, antes que todo debo de aclarar que Jimin y yo solo somos medios hermanos, lo digo más que todo porque no hay parecido entre nosotros.—
» La historia inicia con una joven la cual era muy hermosa, de un cabello negro como la noche y unos ojos del color de la tormenta, ella era de una belleza sin igual, su piel era blanca como la porcelana.
—Por alguna razón siento como si te estuvieras describiendo a ti mismo, a excepción de los ojos— interrumpió Tae.
—Y si tenemos suerte nuestros hijos nacerán con ese color de ojos – dijo a lo que Taehyung frunció el ceño – Como sea, no interrumpas mi relato.
—Bueno, que gruñón eres. —dijo mientras rodaba los ojos.
—Cómo iba diciendo, la joven era bella, pero ningún hombre se atrevía a confesarle su amor por miedo al rechazo, una vez llegó al pueblo un hombre adinerado que, al saber de la hermosa joven, fue a su casa a pedir su mano, pero la joven lo rechazó. -
—¿Por qué lo rechazó?.
—A eso iba. —gruño por la segunda interrupción.
—Jajajaja, lo siento.
—La joven lo rechazo por que a pesar de que él hombre era muy adinerado y le podía llenar de lujos, ella no aceptó por el motivo de que el hombre era feo, regordete y de una barba insípida, ella de tan solo pensar en despertar cada día en los brazos de ese hombre prefería la muerte a que eso pasara.
—Eso está mal, me refiero a que fue algo muy superficial. —Jungkook frunció el ceño y lo miró con reproche por haberlo interrumpido. —Lo siento.
—La joven le hizo saber a sus padres el descontento que sentía al ser cortejada por ese hombre, y ellos se sentían molestos con la joven por no aceptar a tan adinerado hombre, pero lo que nadie sabía era que ese hombre se vengaría por haber sido rechazado y más que todo por haber herido su orgullo.
» Maldijo a la joven; la cual no creyó en la maldición, al pasar los días todo seguía igual, hasta que una mañana al amanecer se escuchó un grito espeluznante que hizo estremecer a todos en el castillo. Tanto los padres como los sirvientes se dirigieron a la habitación de la joven, la cual hallaron cubierta con sus mantas de la cabeza hasta los pies, al quitarle las mantas muchos gritaron, otros jadearon y algunos se desmayaron, incluyendo a la madre de la joven... y es que lo que vieron fue a la joven con orejas de gato y una cola larga y esponjosa del mismo color que sus cabellos.
» Muchos la llamaron monstruo y demonio, y otros más crueles la hija maldita. La joven no pudo soportar las palabras tan crueles de todas aquellas personas que una vez la amaron y veneraron, huyó de casa, vago por las calles durante días y en un momento cuando su cuerpo estuvo a punto de morir, cayo desmayada por la fatiga, la sed y el hambre, un monje que por ahí pasaba la encontró y la llevo a su templo, le curó sus heridas, la limpio y vistió, al despertar la alimento. Ella lloro ya que hacía mucho tiempo que nadie la trababa con tanta amabilidad, como si fuera un ser humano, los demás solo le arrojaban piedras y palabras hirientes.
» El monje la vio con amabilidad y le dijo que podía quedarse el tiempo que quisiera, que nadie la lastimaría o echaría de ahí. También le dijo que su cuerpo había sido poseído por un gato, que alguien la había maldecido enviándole a ese demonio para que la poseyera, que era por eso por lo que se veía así. Ella lloro y le contó lo que había pasado, al escuchar su historia decidió ayudarla, exorcizando a aquel ser que se encontraba en su cuerpo, pero era posible que quedara con alguna secuela o algo parecido.
» Después de exorcizar al demonio ella volvió a su forma humana, el monje le preguntó si deseaba volver a su pueblo, a lo que ella se negó, al pasar el tiempo ambos se enamoraron y se casaron, al poco tiempo ella quedó embarazada, dando a luz a un niño de cabellos negros y ojos verdes, pero... -
—Pasó algo malo con el bebé —adivino, expectante del cuento.
—Mph, el bebé había nacido con unas diminutas orejas y cola de gato, la joven como el monje no se alarmaron, más solo guardaron silencio y abrazaron a su hijo con más fuerza, al ver que la partera no decía nada, más que sólo que era el bebé más bello que había visto, no se sorprendieron, ya que era muy bonito, pero de igual manera no dijeron nada, al pasar el tiempo se dieron cuenta que nadie a excepción de ellos podía ver las orejas y cola de su bebé.
» Y esa es mi historia de porque tenemos orejas y cola de gato.
Taehyung se quedó impactado por tal historia y no comentó nada, más sólo se acercó más y abrazo a Jungkook con más fuerza, el pelinegro de igual manera lo abrazo y acarició su cabello, al pasar el rato el cenizo coloco su barbilla en el pecho de su novio y cuando estuvo apuntó de hablar noto que este ya se encontraba de nuevo dormido, era muy cierto que a los gatos les gustaba mucho dormir y eso lo había comprobado con Jungkook.
Lo siguió observando por largo rato hasta que sus ojos fueron perdiendo fuerza, y la pesadez en sus párpados se iba haciendo más evidente, se acomodó más en los brazos de su pareja para sentir el calor que emanaba de su cuerpo hasta perderse en sus sueños.
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