Ya no se me hacía raro terminar mal de nuevo, solo quería desaparecer,pero al mismo tiempo no, no tenia ganas de nada, estar tirado en el sofá por la misma cosa de siempre, solo yo ya no quería sentirme así...

Trate de dormir,pero no lo conseguía, no dejaba de preguntarme lo mismo.

¿Los problemas me seguían más que a otros? ¿O yo iba a ellos?

Preferiría dormir toda la vida, solo observe el blanco techo, cerre los ojos para intentar al menos descansar de todo, una ráfaga de viento entra, al mirar puertas y ventanas estas estaban cerradas, no pudo haber sido una corriente de aire, volví a mi lugar algo extrañado.

Le quite importancia y seguí en mis cavilaciones, deprimiendome cada vez más. Quería que mi vida cambiara, que no fueran los mismo fracasos de siempre, tener algo interesante que contar en el futuro y sentirme orgulloso de ello...

Quería vivir enserio...

Al pensar en esto me doy cuenta que en verdad estoy muerto en vida.

Me lancé bruscamente en el sofa, y note durante largos minutos qué parecían horas el blanco techo de mi pequeño departamento, mi corazón se acelero al escuchar un ruido -Maldita puerta-musite. Seguí en el largo mueble "que mierda le pasa al viento hoy" pensé estresado.

Pero en eso sonó el timbre de la puerta -¿Ay quién mierda es?, de seguro vienen a joder- Sin más remedio ya que el timbre sonaba constantemente, me levanté, abrí la puerta y dije desanimado -¿Qué mierda quiere?-

Al alzar la mirada me di cuenta que era mi amiga, una de las cuales yo quería mucho, aunque ella no era la más positiva en ocasiones, siempre su presencia me hacía feliz.

-Hola-dijo ella con una enorme sonrisa y un gran estado de ánimo.

Era hermosa, una de las mejores chicas que conocía, ya hacía tiempo teníamos una amistad, el viento una vez más soplaba con una enorme fuerza, la deje pasar pues imaginé abría una tormenta, observamos por la ventana pero no había ni una sola nube que auguraba lluvia, ¿entonces que mierda pasaba?

-Dicen que existen dimensiones que se abren después de un largo y determinado tiempo, pero son puros cuentos- Menciona sin dejar de mirar.

-¿De qué estas hablando? ¿Fumaste algo de nuevo?- digo intentando fastidiarla a la vez que la dejo pasar.

Ella me sonríe y me da un suave golpe en el hombro entrando y buscando en mis cosas como si fuera su propia casa. Tan típico en ella.

- No Tonto, lo que digo es enserio, ahora mismo hay un portal en la azotea de tu apartamento- observo que saca un libro, mi favorito, y el de ella también, siempre venia a leerlo juntos y hace poco lo terminamos.

La miré buscando un «Es broma» la veo soltar el libro y sacar de sus bolsillos su nuevo celular, lo revisa, frunce el ceño y me lanza una mirada llena de alegría -Me tengo que ir- dijo volviendo a poner el libro en su lugar.

-¿Qué pero porqué?- dije rápidamente, ella ya estaba en la puerta -Mi novio se resbalo y está en el hospital, te quiero, chao- y así cerro la puerta.

Sé fue.

Esperen desde cuando tiene novio.

Ayer no lo tenía, me propuse seguirla, pero no habían rastros de ella.

-Está Loca- dije cerrando la puerta y volviendo a mi querido sofa.

Cómo ya no había nada más, y ya se me quito el sueño ya quería regresar a mi estado depresivo, pero... Lo que había dicho ella me dejo pensante,así que decidí ir a la azotea , y la llamé para saber algo de ella.

Nada, la llamada me mandaba a buzón varias veces y mientras subía la señal se hacía un asco, me acerqué más a la azotea y el celular exploto tan cual palomita en un microondas... ok no pero maldita cosa faltaba esto, tire los restos al suelo y abrí la puerta, el aire era mucho más intenso aquí, apenas y podía abrir los ojos, levante la vista y...

Un hombre está ante mi, dándome la espalda y al parecer observando la ciudad. ¿Como es que no lo había notado antes? Tal vez por estar pensando en las locuras de mi amiga no me detuve a ver quién mas estaba en el lugar. Pienso que fue una perdedera de tiempo ( y de celular) subir aquí, me doy vuelta y me dirijo a la salida de la azotea.

-No tan rápido- escucho una voz detrás de mi, alguien puso una calida mano en mi hombro se sentía tan suave al igual que aquella voz.

Gire sobre mis talones, la sorpresa era tan grande que pense que mis ojos se estaban saliendo de orbita.

-Con qué aquí te ocultabas- dijo aquella Inmaculada figura, dejándome ver sus perfectos dientes blancos. Salí de mi asombro.

-Diablos pensé que los efectos del alcohol pasaron hace un mes- dije golpeandome la cabeza con mis puños.

-Vendrás con nosotros- Ahora hablaba aquella persona de estoica figura quien me daba la espalda.

-Esto no es real- dije en voz baja.

-Basta, la justicia divina espera por ti-volvió a hablar la chica rubia de ojos azules y una inmensa alas blancas que se dejaban notar lo pura que era.

Pero qué... ¿esto era un sueño? Hace un momento estaba tirado en mi sillón lamentando todo... Si eso es estoy dormido, no hay más explicación que eso pero y ese hombre igual sería un... No era como la mujer de hermosos ojos, ese tenía un cabello muy oscuro aunque ha sido lo único que he visto de su rostro.

-¿Qué esperas? No podemos perder mas tiempo, nos esperan y si no te llevamos ahora tendremos problemas. -Su voz era tan suave y dulce.

-¿Al menos puedo saber de qué se trata todo esto?-

-No, ya habrá tiempo para eso, anda no tengo tanta paciencia. -Y por su lado ese tipo daba escalofríos con su varonil voz.

- Pero no entiendo nada ya expliquen- No me movería ni loco sin saber sus intensiones.

- Por favor solo acompañanos que allá te explicaremos todo- Señala el portal dándome una hermosa sonrisa, era imposible ignorar la ternura que expresaban su voz y sus ojos así que obedecí parandome frente el portal aun viéndolo impactado, no logro salir de mi sorpresa y hasta siento algo de temor en pasarlo, tal vez no debería...

-Eres muy lento- escucho la voz masculina para después recibir un fuerte empujón que me envía dentro del portal. Maldito, debieron mandar a la mujer sola.

Caí en un piso de cristal, me levanté a puro pesar maldiciendo a lo bajo, pero inmediatamente sentí un gran dolor de cabeza que me hizo tomar mi negro cabelludo en mis manos

-No se aceptan groserías en un lugar sagrado- explicó la chica, dándome una mano pero alguien se la aparto.

-No lo toques- dijo aquel hombre.

Mierda. Diablos, oh Dios ese dolor, olvidé que no puedo ni siquiera pensar groserías, me levante pesadamente para verle la cara a ese tipo, por fin lo tenía de frente pero de inmediato senti un gran dolor no en mi cabeza ahora en el mi corazón.

Recuerdos llegaron salvajemente azotandome con el padad.

Yo tenia alas, un escuadrón, traición y destierro.

-Ya recordaste ahora camina tenemos que llegar al juicio divino- dijo él, o más bien mi gemelo se encaminó y la chica hizo un ademán para que yo lo siguiera. Ya recuerdo todo, yo soy un Ángel caído, renací y olvidé mi pasado pero mis crímenes siempre me perseguirá por toda la eternidad.

Fin.

Autores:

AlexAndrea4

Ryuko-Mo

Val-Buritica

@JazzwilliamsLM

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