
Capítulo 39
(15 de Enero del 2008)
P.O.V Alex
Hace una semana que habíamos vuelto a clases y Caro no había venido ningún día hasta hoy. Se había ido a la casa de sus abuelos, que está lejos. Ella todavía no conoce a Rajah y estoy muy entusiasmada por que lo conozca.
Porque no nos hemos visto en mucho tiempo, no dejamos de hablar durante toda la clase. La profesora interrumpió muchas veces nuestra charla solo para retarnos. Qué insoportable, si de todas formas todas mis notas son sobresalientes y sé toda la materia, igual que Caro.
Por fin ya es viernes, lo que significa fin de semana e ir a la plaza a jugar con Caro y ver a Oslo, que por cierto tampoco conoce a Rajah, ojalá que se lleven bien. El timbre sonó anunciando el fin de la jornada y el comienzo del fin de semana. Con Caro guardamos nuestras cosas rápidamente y salimos del salón.
—Caro, ven rápido, te quiero presentar a Rajah—digo con mucha emoción y la tiro del brazo.
—Ya voy, Alex, no puedo correr tan rápido como tú.
Llegamos al auto donde está Mamá con Rajah esperándonos. El perro mueve su cola con emoción mientras muerde su correa al verme.
—¡Rajah! —el pequeño cachorro corre a mis brazos—Mira, Caro, él es Rajah.
—Hola, Rajah. Eres muy bonito, chiquitito y tierno— Caro le hace cariño en la cabeza.
—Debo decir que me siento totalmente ignorada—nos dice Mamá.
—Hola, Mamá— la abrazo.
—Hola, tía Nat.
—Hola, pequeñas ¿Cómo les fue hoy?
—Bien— respondimos al mismo tiempo.
—Mmm… No les creo mucho—nos dice entrecerrando los ojos.
—Bueeeno… quizás, solo quizás la profesora nos retó un par de veces.
—Si, pero solamente eso, nada más grave—le dice Caro y Mamá ríe.
—Ya, niñas, súbanse al auto. Caro, tu madre me pidió que te llevara, hoy está a cargo de un entrenamiento muy importante.
Nos subimos en la parte trasera del auto con Rajah, abrochamos nuestros cinturones y Mamá empieza a manejar en dirección a S.H.I.E.L.D.
—¿Mamá?
—¿Sí, hija?
—¿Hoy a qué hora vamos a ir a la plaza?
—Milenka (Mi pequeña), está difícil que hoy vayamos a la plaza. Con Taylor vamos a dirigir un entrenamiento muy importante, no creo que podamos llevarlas.
—Pero Mike y Oslo nos van a estar esperando. Yo quería que Oslo conociera a Rajah—hago un puchero.
—¿Y si conseguimos otra persona que nos lleve? —pregunta Caro.
—Si consiguen otra persona que las lleve, yo no tengo problema en que vayan.
—¿María?
—Va a estar en el entrenamiento de hoy.
—¿Clint?
—En la granja
—¿Nick?
— ¿Enserio?
— Ya, bueno, solo era una opción. Sé que no nos soportará por tanto tiempo sin querer matarnos… ¿Phil?
—Creo que también va a estar en el entrenamiento, pero no estoy 100% segura. Cuando lleguemos le pueden preguntar.
El viaje en auto no duró mucho más, ya que llegamos a S.H.I.E.L.D. Cuando bajamos intentamos buscar a Phil, pero no lo vimos por ningún lado, así que Mamá nos llevó a almorzar y luego a la sala recreativa donde somos cuidadas por una niñera.
—Caro, tenemos que ir a la oficina de Phil— susurro.
—Alex, no podemos salir de aquí: a Nick no le gusta que vaguemos por las instalaciones—también susurrando.
—Pero si queremos ir al parque tenemos que buscar a Phil. Él no va a llegar mágicamente aquí.
—Lo sé… Pero ¿qué hacemos?
—Tenemos que sacar nuestros mejores movimientos de ninja para salir de aquí sin ser vistas.
Entre las dos empezamos a planear un plan de escape: primero, nos vamos a cambiar de lugar hacia la biblioteca, ya que esta está más escondida y también más cerca de la puerta; luego, vamos a esperar que vaya al baño la niñera; ¡zas! salimos de esta prisión para niños.
Solo tuvimos que esperar 5 minutos para poner en marcha el plan. Salió a la perfección, incluso ya nos encontramos caminando en dirección a la oficina de Phil en modo ninja, puesto que nadie nos puede ver rondando por estos pasillos. Llegamos a la oficina de Phil y tocamos la puerta.
—¡Adelante! — gritan desde adentro y entramos — Niñas, ¿qué hacen aquí?
—Hola, Phil— le dice Caro.
—Te queríamos hacer una pregunta—le digo.
—¿Qué sucede?
—¿Hoy vas a ir al entrenamiento de Mamá? —le pregunto.
—No, Fury me pidió que le tenga lista algunas cosas y no alcanzo a llegar… ¿Por qué lo pregunta?
—Es que queremos ir al parque, pero nadie nos puede llevar—le dice Caro.
—Y queríamos saber si tú nos puedes llevar—se ríe.
—Claro que puedo llevarla, pero un rato más cuando termine con todo lo que me pidió Fury.
—Yeiii—Celebramos las 2.
—Ahora vuelvan a la guardería. Las voy a buscar cuando termine.
Nos despedimos de Phil y volvimos a la guardería en modo ninja. Estuvimos jugando por un par de horas hasta que Phil llegó a buscarnos.
—Vamos, niñas, ya tengo la autorización de sus madres para sacarlas de este lugar.
Le puse la correa a Rajah y salimos de la guardería en dirección al parque. Al llegar, ya estaban Mike y Oslo esperándonos.
—¡Hola, Mike! —le grito.
—Chicas, pensé que ya no venían hoy… ¿Y quién es ese chiquitín que traes Alex? —pregunta Mike.
—Se llama Rajah y es mío…Hola, Oslo bonito—le rasco la panza.
Los perros se huelen sus traseros e inmediatamente se llevan bien y empiezan a jugar. Decidimos ir al parque para perros para poder jugar y soltarlos.
Con Caro estuvimos jugando todo el rato con los perros: los perseguíamos, les tirábamos sus juguetes, les hacíamos cariño y luego nos sentábamos en el pasto con ellos. La pasamos increíble.
—¿Alex?
—¿Qué pasa, Caro?
—Es que estaba pensando en que tú nunca has ido a mi casa. Te quiero invitar a una pijamada hoy en mi casa ¿Quieres venir?
—Yo… le tengo que preguntar a mi Mamá primero, pero si quiero ir
Justo en ese momento llegó Phil para decirnos que ya era hora de irnos. Le volví a poner la correa a Rajah, guardé sus juguetes y nos despedimos de Oslo y Mike. Luego partimos a la base de S.H.I.E.L.D. Al llegar nuestras madres ya nos estaban esperando.
—Mamá, Mamá—la llama Caro.
—¿Qué pasa, Caro?
—¿Alex se puede ir a dormir hoy a la casa? Es que queremos hacer una pijamada.
—Bueno, no hay problema, pero primero hay que saber que opina Nat.
—Si Alex quiere ir, puede quedarse—dice Mamá.
—Sí quiero ir.
—¡Yeiii! — celebra Caro.
Nuestras mamás empiezan a hablar sobre las horas, direcciones y todas esas cosas.
—Ok, chicas, nosotras vamos a buscar las cosas de Alex. Nos vemos en un rato más—les dice Mamá.
—Nos vemos— dicen las Sloanes al unísono.
Al llegar a la casa empecé a preparar una pequeña mochila con todas las cosas que voy a necesitar para la noche.
—¿Ya tienes todo listo? —Mamá entra a mi habitación.
—Eso creo.
—¿Segura de que quieres ir? Puedo llamar a Taylor y decirle que no.
—Mmm… sí,sí quiero.
—Entonces, vamos para que no se nos haga más tarde.
Tomo mi bolso para salir del departamento. El viaje en auto fue un poco largo, ya que ellas viven en una casa alejada de la ciudad. Al llegar Caro nos estaba esperando en la entrada de su casa.
—¡Alex, por fin llegaste! —me abraza.
—Llegaste justo a tiempo, ya están todas las cosas para comer listas— me dice Tía Taylor.
—Alex —me llama Mamá y me doy vuelta—, me tengo que ir. Nos vemos mañana—la abrazo—. Cualquier cosa no dudes en llamarme, milenka (mi pequeña). Te amo.
—Yo también te amo— nos soltamos del abrazo y Caro toma mi mano para empezar a llevarme adentro de la casa—. Adiós Mamá, cuida a Rajah.
—Pásenlo bien.
—Adiós, tía Nat— le dice Caro mientras entramos a su casa.
Al entrar la casa es muy linda y acogedora; me encanta.
—Alex, ven. Vamos subamos a mi habitación.
Caro tira de mi brazo por la escalera hasta el segundo piso. Llegamos a una puerta y entramos; la habitación de Caro es muy bonita.
—Mira, preparé el teepee para nosotras.
—Está muy bonita.
—¿Quieres hacer una maratón de las películas de Harry Potter? Las tengo todas.
—Por supuesto que sí. Amiga, eso no se pregunta.
Pusimos las películas y había dos bandejas con muchas cosas ricas para comer. La estábamos pasando excelente. Ya habíamos visto la gran mayoría de las películas hasta que de un momento a otro nos quedamos dormidas mientras la película se seguía reproduciendo.
Abrí los ojos y me encontraba en un salón muy conocido para mí ¿Cómo llegué aquí? Este lugar fue destruido. Empiezo a girar donde estoy parada y veo a Madame B sosteniendo a Caro del brazo.
—¡Suéltala!
—No cumpliste con tu misión de nuevo, Nóvikova—dice Madame B a modo de burla.
—¡Le vas a hacer daño!
—¿Tú me vas a hablar de hacerle daño a alguien? ¿Después de que mataste a todas esas niñas?— dice ella apuntando un montón de cuerpos que pude reconocer a algunas de las niñas que me obligaron a matar.
—Suéltala, por favor. No le hagas daño a ella.
—Nóvikova, tu misión está inconclusa. Sigue viva, entonces ¿la matas tú o la mato yo? — Madame B le apunta con una pistola en la cabeza a Caro —. Aleksandra, sabes que si no cumples con tu deber vas a sufrir las consecuencias.
—No, a la Habitación Blanca de nuevo no. Por favor, no quiero ir.
—Entonces, mátala sin dudar— Madame B tira a Caro a mis píes y una pistola aparece en mis manos. Mis manos se mueven solas para apuntar a la cabeza de Caro.
—No quiero hacerlo— contesto llorando en un susurro.
—Tienes que hacerlo, si no te van a castigar Alex—me dice Caro también en un susurro.
—No puedo.
—Claro que puedes, solo tienes que apretar el gatillo—Madame B se para detrás de mí.
—No puedo, no puedo hacerlo.
—Me cansaste, estúpida… Llévensela— Madame B me quita la pistola y dos hombres me sujetaron para llevarme a la Habitación Blanca.
—¡No! ¡Suéltenme! ¡Déjenme! ¡No le hagan daño! — grito desesperada e intentando soltarme del agarre, pero Madame B le dispara a Caro y ella cae al suelo — ¡Nooo! ¡Caro! ¡Despierta! ¡La matasteee!
—Qué inutil eres, Nóvikova. Parece que ya no me sirves—Madame B me apunta con la pistola—. Siempre quise hacer esto contigo— aprieta el gatillo y me dispara. Abro los ojos y estoy en la habitación de Caro.
P.O.V Autora
Caro llevaba ya un tiempo intentando despertar a Alex de su pesadilla, pero se le estaba haciendo bastante complicado. La movía y la movía, pero Alex no despertaba.
—Alex, despierta, es solo una pesadilla. Tienes que despertar.
Luego de varios intentos fallidos por despertarla, Alex abre sus ojos y se aparta rápidamente de Caro.
—Alex, por fin, me tenías preocupada— Caro se intenta acercar a Alex, pero esta se aleja más.
—No me toques. Por favor, no me toques—le dice Alex desesperada.
—¿Qué tienes, Alex?
—Si te acercas, te voy a hacer daño. No te quiero hacer daño, no te acerques.
—No me vas a hacer daño—Caro se intenta acercar más a Alex.
—No, aléjate—Alex se apoya contra la pared, pone sus rodillas en el pecho y esconde su cabeza. Alex empieza a llorar.
Caro sale rápidamente a buscar a su madre. Llegan un par de segundos después y Alex sigue en la misma posición llorando.
—¿Qué pasó, Caro?
—Alex tuvo una pesadilla y no me deja que me acerque, dice que me va a hacer daño si me acerco.
—Hey, pequeña, ven conmigo—le dice Taylor mientras se acerca lentamente a Alex— Shh chiquita, está todo bien. Aquí nadie le va a hacer daño a nadie—Taylor logra llegar a Alex y la abraza hasta lograr calmarla. Caro también se une al abrazo— ¿Quieres que llame a tu Mamá?—Alex asiente— Quédate con Caro mientras yo voy a llamarla— Taylor sale de la habitación para marcarle a Nat.
P.O.V Nat
La noche había sido demasiada extraña sin Alex. Ya me acostumbré a tenerla siempre conmigo. Cuando llegué me acosté a dormir inmediatamente, ya que me encontraba demasiado cansada. Me despertó el sonido de mi celular. Cuando vi quién era la que llamaba me preocupé.
—Hola—Me dice Taylor.
—¿Todo bien?
—Alex, tuvo una pesadilla y ella...
—Voy saliendo para allá—me levanto.
—Nos vemos, Nat—cuelga el teléfono.
Llegó a la casa de Taylor rápido ya que a las 4 AM las calles estaban casi completamente vacías. Taylor me recibe en la puerta y me guía hasta Alex.
—Hola, pequeña, ya llegué —le digo mientras me acerco a abrazarla—¿Mejor?— asiente, pero su respiración sigue siendo un poco irregular — Caro, ¿me puedes pasar el inhalador de Alex? Está en la mochila.
—Sí, tía Nat.
Caro me pasa el inhalador y ayudo a Alex a hacerse un puff.
—¿Quieres contarme qué es lo que soñaste?— Alex asiente y me cuenta un poco de su sueño. Me sorprendo un poco porque nunca le gusta hablar de sus sueños. No la solté hasta que terminó de relatar su horroroso sueño, todavía me sorprendo por todo lo que pasó en la Habitación Roja mientras yo no estaba con ella— Nunca vas a tener que volver a hacer ninguna de esas cosas, pequeña, te lo prometo. Siempre voy a estar cuidándote—le di un beso en la coronilla.
Luego de eso nos fuimos las cuatro a dormir y a la mañana siguiente Alex se levantó como si no hubiera sucedido nada, así que decidí no molestarla por ahora con el tema de sus sueños. Cada vez que lo pienso, más creo que son recuerdos reprimidos que sueños como tal. No es la primera vez que tiene pesadillas, en el último tiempo se han hecho mucho más recurrentes.
NA:
Los sueños de Alex son verdaderas pesadillas ¿cuando va a dejar de sufrir? ¿Qué es la Habitación Blanca?
Lamento lo tarde del capítulo, pero al menos lo subí aksjaajs.
Nos vemos el Miércoles 18 con el siguiente capítulo.
~Heima💜
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