
Unas gotas de lluvia
(Universo alterno escolar)
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—¡No quiero ir a la escuela mañana!
Poe miró confundido a aquel jovencito, presidente del consejo estudiantil y con quién había estado saliendo con demasiada frecuencia desde que llegó a ese colegio de Yokohama. Por alguna razón y en tiempo récord lo encontró derribando parte de sus barreras sociales para establecerse a su lado, sorprendiéndole el no haberse negado a tal intromisión e incluso encontrando agradable ese resplandeciente rayo de luz que revoloteaba a su alrededor con el nombre de Ranpo Edogawa.
—¿A qué te refieres? Tenemos el ensayo del festival escolar, no puedes faltar.
—¡No quiero ir!—Moviendo sus brazos al aire alzó la voz con un tono infantil para luego inclinarse más cerca de su compañero.—Vamos a faltar a clases, ¿Sí?
—¡¿Q-Que?!—Retrocediendo de manera inconsciente al contacto de sus hombros se pegó todavía más a la pared de esa tienda, en la cuál ambos se habían refugiado para dejar pasar la lluvia que los detuvo en su camino a casa.
—No vayamos a la escuela mañana.—Insistió Ranpo con su idea, pasando por alto la reacción nerviosa del otro.
Cuando Poe escuchó al más bajo gritar su deseo al aire no pensó que se trataba de un plan que lo estuviera incluyendo, en lo profundo de su corazón se sintió maravillosamente bien de ser tomado en cuenta y sólo por tratarse de Ranpo pensó que quizá podría permitírselo, pero se sentía demasiado avergonzado para declararlo en esa situación.
—No tenemos una justificación para eso.—Murmuró bajo y miró la expresión confundida de Edogawa pues el sonido de las gotas cayendo de manera abundante sobre el techo le impedían escuchar bien su voz, intentó subir un poco el volumen entonces.—¡N-No hay una excusa razonable para eso, Ranpo-kun!
El menor se llevó una mano al rostro en un gesto reflexivo y devolvió la vista hacia la calle, en silencio, ignorando que Poe se sentía morir por dentro al no comprender el motivo de su acción.
¿Se había enojado?
¿Tal vez pensó que invitar a alguien como él a seguirle en esa idea fue un error?
Incapaz de atreverse a preguntar se mantuvo quieto también, hundido en la mortificación de haberlo decepcionado con su falta de iniciativa. El golpeteo de la lluvia continuó por varios minutos como ruido de fondo para sus caóticos pensamientos hasta que sintió de nuevo el toque de Ranpo, su dedo índice picándole la mejilla, y se giró para prestarle atención.
—Dijiste que no teníamos una excusa.
—¿Sí?—Poe trató de brindar una respuesta sin estar muy seguro debido a su distracción.
—Entonces hay que crear una.—Esa preciosa sonrisa le hizo sonrojar y su estado empeoró al verlo acercarse de nuevo para tomar su mano.
De repente tiró de él para sacarlo de su refugio, esa risa traviesa apareció al ver el enorme desconcierto en su rostro y no se detuvo hasta llevarlo varios metros lejos de la tienda, apartados de la carretera Edgar casi resbaló con el pasto bajo sus zapatos.
—¡¿Q-Qué estás haciendo?!
—¡Un resfriado!—Respondió sin perder la expresión alegre.—Esa sería una buena justificación, ¿No lo crees?
—No, no, no.—El más alto se resistió a avanzar más, incluso ejerció un impulso inverso para tratar de llevarlos de vuelta.—Tú no debes enfermar, deja de jugar con eso.
—Anda.—Negándose a seguirlo el de cabello negro soltó su mano para retenerlo en un abrazo, sintió a Edgar quedarse de piedra y aunque no diría nada su posición le permitía escuchar claramente el rápido latir de su corazón.—¡Diré que fue culpa mía! ¡Me haré responsable y nos quedaremos en mi casa hasta recuperarnos!
—No quiero verte enfermo, Ranpo-kun.—Declinó la propuesta ocultando como podía su crisis ante el afectuoso gesto.—Además, tenemos actividades por el festival escolar.
—¿El evento de tu grupo te parece divertido?
Sin levantar el rostro aún Edogawa cuestionó eso con un tono más débil haciendo que el otro apenas pudiera escucharlo pero a pesar de eso Poe se esforzó en entender cada palabra. La lluvia se había reducido a ligeras gotas que, dadas las circunstancias, pasaban casi desapercibidas para ambos.
—Lo de la pequeña exhibición de baile de salón fue idea de Francis.—Respondió casi en el mismo volumen en que la pregunta había sido formulada.—Me eligió como uno de los participantes por mi altura y también porque se enteró que tenía cierta práctica en ello, quise negarme pero dijo que sabía cómo podría compensarlo.
—¿Con qué te sobornó?—Para expresar su curiosidad al fin mostró su cara apartándose del pecho de Edgar.
—Es un secreto.
Fue el turno de Ranpo de sentir sus mejillas arder tras contemplar la cálida sonrisa del más alto y se obligó a desviar la mirada mientras asimilaba el agradable pero extraño revoloteo en su estómago.
—Hoy pude ver un poco de tu ensayo, regresaba junto con Kunikida de una reunión de consejo y me acerqué al escuchar la música.—El tono bajo no lo abandonaba todavía, indeciso detuvo sus palabras unos segundos antes de hablar otra vez.—Estabas nervioso pero lo hacías genial, no pensé que tuvieras experiencia en ese tipo de cosas…Parece algo entretenido.
Poe se sentía mareado por las sensaciones que experimentaba en ese momento, el calor de su rostro le llegaba hasta las orejas y no podía articular palabra alguna, el caos mental acerca de la verdadera naturaleza de sus sentimientos hacia su compañero lo llevó a un largo silencio hasta que una pequeña flama de valor motivó a la recuperación de su movilidad.
Dió un vistazo a su alrededor, la lluvia reciente mantenía las calles vacías y el paso de autos era casi nulo en esa parte de la avenida, eso le dió la señal que necesitaba.
—¿Quieres intentarlo?
Por un instante Ranpo se encontró sin saber qué decir, una chispa de emoción se expresó sin querer al reforzar el abrazo pero trató de calmarse respirando profundamente, el aroma del perfume de Poe siendo un alivio y tormento para su corazón.
—Soy bueno en muchas cosas, sin embargo no creo que ser una pareja de baile decente esté en la lista.
—Puedo con eso.—Edgar se atrevió a bromear un poco.—¿Quieres una pequeña muestra de lo básico?
—Si te ríes voy a pisarte con toda intención.
—Bien.
Edogawa se separó todavía un tanto indispuesto, frente a él Poe se inclinó en una reverencia extendiendo su mano como solicitud y al recibir el contacto con la suya lo guío para acercarse de nuevo ahora en la posición adecuada para el ensayo improvisado de vals. Sin poder evitarlo se estremeció ante ese toque delicado que le ayudó a posicionar sus brazos como debía y la voz concentrada, casi profesional, que le explicaba con calma acerca de los pasos a seguir.
Comenzó la cuenta y aunque trató de atender a sus instrucciones su falta de experiencia se evidenció en sus extremidades rígidas, luego de un pequeño tropiezo con sus propios pies se detuvo por completo en medio de un suspiro derrotado.
—Oye, espera. No te rindas todavía.—Con gentileza volvió a tomar sus manos.—Acabas de empezar, no necesitamos que sea perfecto. ¿Podemos intentarlo otra vez?
Ranpo habría querido negarse, jamás fue fácil para él dejar en evidencia sus inseguridades y defectos pero esa mirada junto al firme agarre de sus dedos entrelazados con los suyos le dejaron claro que si se trataba de Poe no había necesidad de preocuparse por ese tipo de cosas.
En silencio retomó su posición, cediendo a conceder una oportunidad más a eso, Poe inició ese suave conteo y él se esforzó en concentrarse en las indicaciones básicas. Lentamente pudo encontrar el ritmo y abandonar parte de la cautela en cada paso, dejó de pensar en la tensión sobre sus hombros hasta soltarla para al fin poner atención a lo que hacía sin preocuparse por llevar una métrica correcta.
Levantó el rostro y no sabía decir si eso fue un error o no pero la mirada parcialmente cubierta de Poe poseía un encanto particular en ese momento, sumado a ello su sonrisa enternecida no tenía intención de burlarse de su falta de capacidades sino más bien atesoraba sus esfuerzos y esos labios que continuaban marcando el compás a seguir de repente estaban siendo el punto principal de su atención.
Y justo entonces el cielo brilló con la luz de un relámpago que cruzó entre las espesas nubes grises, el eco hizo estremecer a ambos rompiendo su burbuja en el momento menos oportuno.
—D-Dejemos esto por ahora, hay que irnos ya.—Sintiendo que la lluvia suave estaba por caer de nuevo con fuerza Poe aprovechó su agarre en la mano de Ranpo para apresurar su huida.—En verdad no quiero que te enfermes. Es mi primer festival desde que llegué aquí y quiero que nuestro querido presidente del consejo también lo disfrute.
Edogawa se dejó arrastrar sin decir nada de momento, todavía asimilando la ruptura del ambiente en el que ambos habían sido envueltos sin darse cuenta. Llevó la mirada a sus manos enlazadas y reforzó el agarre permitiéndose reír por la situación.
—Ya que lo pides de esa manera iré a verte sin falta, Poe-kun.
Y aún si cada uno fue recibido en casa con un severo regaño por aventurarse a salir a la calle en medio de semejante aguacero, ninguno resultó enfermo a consecuencia.
Un famoso dicho menciona que los tontos no se resfrían, ¿Quizá también aplica para aquellos que lo son en el amor?
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¡Estoy aquí!
Comienzo con esta pequeña escena RanPoe escolar porque le tengo un profundo amor a la temática y sus interacciones en ese tipo de historias se me hacen adorables.
La inspiración vino de parte del día número uno de la lista del Flufftober 2023 publicada por la página de facebook "Es de fanfics" y es una cuenta que yo recomiendo seguir ya que publica buenos memes de cosas con las que lectores o autores nos podemos identificar.
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