Esta historia no es mía, fue hecha originalmente por Albreght2 en furaffinity, lo pueden encontrar. Les presento una de las historias vore más lindas qué haya puesto aquí, de uno de los osos más ternos qué existen, Paddington, con eso dicho comencemos.

Es sábado 7 AM Los pájaros están despiertos y aún no están ahogados por el aullido de los autos de señalización y las empresas ruidosas. Las principales plazas de la ciudad están en su mayoría desiertas. Los rayos del sol bailan en sus ventanas. Una mañana cualquiera en las calles de Londres. Los rayos caen serenamente sobre los techos de las casas sin vida. Pero parece que la casa en 32 Windsor no es una de ellas.

La familia Brown tenía prisa por recoger las cosas más rápido e irse al campo a pasar bien el próximo fin de semana. Todos corrían por la casa buscando los accesorios necesarios. Ahora toda la familia estaba rebuscando en sus habitaciones, revisando todas las cosas olvidadas posibles. El ama de llaves se tomó unas vacaciones hace una semana. Entonces, para una familia como Browns, la ausencia de ella provocó una confusión.
Finalmente, después de una hora de recolección sin preparación, todos los bolsos, mochilas y trajes, todo estaba listo.
– "Entonces, muchachos, ¿de verdad están seguros de que no irán al campo con nosotros?" preguntó la Sra. Brown a Paddington y Johnathan, parados frente a ella.
– “Pero esta fiesta se realiza solo una vez al año. Solo allí puedo encontrar las más diversas mieles.” – *silencio*– "Pero si Johnathan quiere puede..."
– "No, lo decidimos. Sé lo que significa esta feria para ti, Paddy. Me quedo contigo." – interrumpió el niño al osezno.
– “En ese caso, que tengas un buen fin de semana solo, tonto.” – respondió la hermana con un hoon en los dientes.
– "¡Judy!" – la madre se indignó.

Finalmente, después de algunos juegos previos, los Brown se fueron. dejando la casa a disposición de los dos.

– "Jonathan..."
- "¿Eh?"
– "¿Lo eres de verdad?"
– “Claro, Paddington. ¿Creíste que dejaría solo a mi hermano? Vámonos. Tenemos que prepararnos para la salida.” – el chico se dio la vuelta y entró en la habitación a buscar algunas cosas.

La palabra "hermano" conmovió a Paddington. En su mayoría fue llamado por su nombre de pila. Y esta súplica cortó su corazón. El cachorro de oso rompió en una sonrisa.

– "¿Dónde estás?" – sonó una voz apresurada desde arriba.

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Estaban en esto Feria casi todo el día. Hubo degustación de miel. Como resultado, no es difícil adivinar lo que estaban haciendo.
Pero con el tiempo, Jonathan comenzó a evitar al oso y pasaba más y más tiempo en lugares menos ruidosos.
Finalmente, el niño desapareció de un campo de visión. Después de algunas búsquedas, Paddington encontró a Jonathan parado en la entrada, lejos de las festividades.
– “Oye, ¿cómo estás? ¿Estás bien?
– “¿Cuándo nos vamos de aquí?”
– “¡Pero la parte principal aún no ha comenzado!”
– “¡Estuvimos aquí todo el día! Es muy aburrido.”
– “¿Hablas en serio?”
– “Pero ¿y nuestros planes? ¡Queríamos tanto esto!”
– “¡Puff!” – Jonathan lo rechazó con un gesto. – “Solo tú querías en este festival de basura. Yo nunca. Oye, consigamos la casa. Has visto todo. Y si me preguntas, mis planes: encontrarme con el amigo en una hora".

Paddington mira a Jonatan con una mirada furiosa. Está enojado por el engaño que hizo su hermanastro. El cachorro de oso pensó que Jonatan canceló un viaje porque el niño no quería dejarlo solo. Todo el tiempo que tenían hoy, Paddington lo consideró como tiempo de unión entre hermanos. Pero resultó que todo lo que Johnatan quería era deshacerse de los parientes ruidosos por un tiempo.

– "¿Eeh, Paddington?.."

El oso se paró con película en los ojos y espuma alrededor de la boca.
De repente, con un movimiento brusco, atrajo a Jonathan hacia él y abrió la boca cien grados. El niño solo logró ver la lengua escarlata antes de quedar en la oscuridad total.
Las mejillas de Paddington se hincharon de la cabeza de un ser humano, cuyo miedo desbordó todas las fronteras. Cachorro de oso estaba golpeando la cabeza, jugando alrededor de ella por toda la faringe. La lengua áspera rodaba por la cara del niño y la rascaba. Paddington fue asesinado por el gusto de un individuo joven.

Se escuchaban fuertes chapoteos y golpes a la vuelta de la esquina. Pero todos fueron ahogados por la brillante celebración del festival que pasaba. No se podía oír nada desde el rincón remoto vacío.

En la superficie de la boca glotona, solo quedaban las piernas que pateaban con zapatillas gruesas, que también fueron tragadas ininteligiblemente por otro fuerte trago.
Pasando a través de las paredes resbaladizas del bulto del esófago con la ayuda de una enorme pata y un par de fuertes empujones desde arriba, entró en la barriga reventada, haciendo que la chaqueta azul se rompiera en las costuras.

–"Oooff..."– el osito hinchado suspiró y se limpió el sudor causado por el gran esfuerzo, luego de lo cual se quitó el sombrero y lo agitó alrededor de su hocico.
Ahora Paddington se sentía extraño. La sensación de un peso nuevo y además extraño en su interior era incomprensible y extraña. Los botones de la linda chaqueta se agitaban con crecientes bultos que se veían desde el exterior. El oso respiraba con dificultad y miraba fijamente los golpes constantes que cambiaban su ubicación de vez en cuando.

– BUUUUUUUUUUUAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAARRRRRRRR!!!!

Inesperadamente, el primer eructo rugiente salió volando de las chuletas, llegando a los mostradores más cercanos, obligando a quienes escucharon esta basura a arrancarse la cabeza.
El botón de la chaqueta voló hacia un lado.

El oso se quedó con los ojos bien abiertos y con las manos en la boca.
Acaba de devorar descaradamente al humano en el centro de Londres. ¿Qué les va a decir a los policías, si lo atrapan?
Por alguna razón, esta realización vino solo con este eructo fuerte y apestoso. Ahora, mirando su estómago revuelto, Paddington tenía miedo de respirar una vez más. La chaqueta estaba reventando en las costuras, extendiéndose casi hasta el suelo. Pero parece que fue bastante firme por otro lado. En cualquier caso, lo suficiente como para contener a una presa que protesta. Todos sus movimientos eran rígidos.
Cuando volvió en sí, el osezno se quitó las patas del hocico y dio un paso de transbordo hacia un lado. Contoneándose de un lado a otro añadió el nuevo. Con un fuerte estruendo, el vientre se inclinó hacia adelante, haciendo que el osito sucumbiera a la inercia. Paddington patinó hacia adelante y apenas se cayó.
Se encontró en un espacio lleno de gente. La atención de casi todos se centró en el oso bajo y regordete. Este último apenas podía soportar las miradas entrecerradas hacia él. Le parecía que todos los ojos de los que venían a este festival estaban enfocados solo en él.

– "Eeeeh… ¿Felices vacaciones?" - Fue en ese momento que se hizo un completo silencio, ya que el osezno parlante despertó el interés del público.
Al darse cuenta de que había cometido un error, Paddington continuó:
- "El Festival perfecto,

BEEEEEEELCH!!!

Otro eructo masivo interrumpió al osezno, haciéndolo sonrojar.

– "Eh.. ¡Je-je-je! Parece que comí un poco en exceso y mi comida está rogando por salir. ¡Je-je!"
Con estas palabras, el osito se rasca la parte de atrás de la cabeza y empuja con fuerza sobre el vientre, intentando darle a Johnathan la señal de que se calme.

El niño yacía hecho un desastre siendo ahumado por el gas, flotando sobre su cabeza. Al estar perdido en el espacio, luchaba y pateaba en todas direcciones. Pero el olor rancio y el espacio terriblemente estrecho lo agotaron rápidamente.
A pesar de su completa absorción, no pudo dar un rechazo serio. Todos sus golpes no causaron ningún inconveniente al oso. ¡OSO! Era un oso, un oso salvaje. Jonathan reflexionó sobre el significado de esta palabra. Se imaginó lo difícil que debe ser contener una fuerza similar durante mucho tiempo. Para frenar con la forma en que nadie no podía imaginar algo así.

Una nueva regurgitación extrajo el aire maloliente. Pero no se hizo más fácil respirar. La cantidad de oxígeno en el estómago del oso también disminuyó.
Sintiendo el peso aplastante de la pata que empujaba y la voz bondadosa de disculpa, Johnathan escuchó.

– “Estoy muy contento de tener la oportunidad de asistir cada año a este evento y encontrar mis variedades de miel favoritas. Y agradezco a los guías que permiten que el oso camine con fluidez entre cientos de personas”.
Al pronunciar las últimas palabras, Paddington puso énfasis en hacer una nueva insinuación a su comida en su tensa barriga.

Al darse cuenta de toda la situación, Jonathan se calmó y contuvo la respiración. El hecho de que se lo comieran le daba miedo. Pero la idea de que le abrieran el vientre a Paddington con cuchillas afiladas era más aterradora. Resignándose a su incertidumbre, el chico se quedó helado.

Sintiendo el debilitamiento en su medio, el osezno se calmó un poco. Se volvió ridículo, dejando tras de sí las miradas penetrantes.

– "¡Jonathan, psst! Estarás bien ahí dentro." - le susurró a la chaqueta abultada, cuando estuvo lejos de la concurrida plaza. - "Déjame llegar a casa".
No estaba claro si su hermano podía escucharlo o no. Para no arriesgarse una vez más, Paddington decidió guardar silencio. Debería salir de aquí.
En algún momento, todos los movimientos en el estómago desaparecieron por completo, lo cual era extraño. Jonathan debe haber sido incapaz de soportar el calor de las tripas sudorosas y se durmió. ¿O se desmayó? Aunque cual es la diferencia?? Las entrañas de los osos peruanos no pueden lastimar una cantidad tan grande de carne a la vez.
El largo camino a casa lo estaba esperando.

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Cuando Paddington estaba parado frente a su puerta, apenas podía mover las piernas. Una enorme barriga retumbante que apenas bloqueaba el campo de visión agotó a su dueño. Durante otros dos minutos, el osezno respiró hondo y apoyó el codo en la manija de la puerta.  
Finalmente metió la llave en la cerradura y la giró. Pero nada pasó. La puerta no se abrió. Pero en el mismo momento, se escucharon pasos apresurados y el sonido de llaves. El corazón de Paddington se hundió mientras miraba la manija que giraba lentamente.

En el umbral estaba el repugnante vecino Reginald Curry. Cuando sus ojos se encontraron, ambos se miraban con ojos saltones. Ambos no pudieron pronunciar palabra por la sorpresa. Es muy difícil juzgar de quién fue el impacto mayor. la de Paddington, que vio al forastero en su casa o la de Curry, que miraba fijamente a un oso con una barriga enorme, que le llegaba casi al hocico. La situación más ridícula en la que Paddington podría meterse sucedió. Hubo un largo silencio y un largo parpadeo de miradas, que duró alrededor de un minuto.

– "¿Señor Curry?" – el osito soltó una palabra.
– "¿P-paddington?.. ¿Qué haces aquí?"
– "¡¿En qué sentido?! ¿Qué haces en la casa de otra persona?"
En ese momento Paddington sintió los movimientos en su interior.
– "Uh... el señor Brown me pidió que cuidara la casa..."
La mentira era obvia.
Las paredes del estómago se animaron visiblemente y las huellas comenzaron a mostrarse a través de la tela de la chaqueta ajustada. Paddington, en la medida de lo que pudo, metió el estómago.
(Ooh, ¿pero por qué ahora, Jonathan?)– el oso se indignó con el niño que decidió despertarse en el momento equivocado.
– "Qué pasa contigo…"
– "Jonathan y yo comimos mucho en el Festival de la Miel."
Tras estas palabras Paddington se dio cuenta de que su preciada chaqueta estaba a punto de rasgarse. Los gruesos botones le frotaban desagradablemente el estómago.
– "¿Y dónde podría estar Jonathan?" – pregunta el molesto vecino.
La cabeza de Paddington iba a explotar. Se puso de pie sonrojado y mordiéndose las garras.
pfffffffffffffffffffffffftttttt
De unas nalgas redondas y tensas salió un diminuto pedo ahogado, haciendo que el osito sonriera por la vergüenza que se producía.
– "¡Aah! ¡No puedo!"

En ese momento, la grupa esponjosa de un oso suelta un pedo cascarrabias, lo que hizo que la parte inferior de la chaqueta del Paddington se agitara por la presión del aire caliente de abajo.
Luego de esto el botón colado se desprendió de la mezclilla, haciendo que el resto hiciera lo mismo. Y la gorda cúpula esférica, por el peso del humano, salió del estrecho espacio, temblando y rebotando con ecos de gorgoteos. La tripa panzuda seguía tambaleándose hasta que la mano de oso la aplastó. Chocó justo contra la protuberancia abultada. Pero a través de esta acción, los contornos del contenido se hicieron visibles. En la superficie del abdomen se podían ver rasgos sutiles de diferentes partes del cuerpo. Y cuanto más se hundía la pesada pata en la masa blanda, más a menudo y más grandes sobresalían los bultos. Murmullos se escuchaban desde allí.
Esta lucha duró hasta el momento en que el osezno perdió la paciencia y dejó que su estómago se retorciera.
– "Eehmm…"
– "OSO…QUÉ-DEMONIOS…"
– "Señor Curry, tengo una oferta necesaria para usted."

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Jonathan se despertó por ruidos fuertes y extraños afuera. También estaba rodeado de paredes estomacales. El estómago hinchado hacía ruidos de sorbos... Pero a ellos también se les unía algún zumbido nuevo. El niño trató de escuchar durante mucho tiempo, pero no podía entender lo que estaba pasando. Y sin saber de qué pero se sentía como si estuviera en un submarino. Finalmente, decidió dar señales de vida presionando su mano en la pared oscilante.
Inmediatamente, sintió una fuerte presión empujándolo hacia atrás.    
– "¡Oh! ¿De verdad has vuelto?"
– "¿Qué significa, Paddington? ¿Dónde estoy?"
– "Naturalmente en mi linda barriga, amigo".
– "¡¿Pero dónde estamos definitivamente?!" – Jonathan comenzó a enojarse por la broma lanzada por el oso. Esta conversación era generalmente repugnante para él. Y toda su conciencia se resistió a ponerlo en marcha. Para el niño era desagradable comunicarse con su hermanastro, a quien trataba mal. La conciencia de Jonathan comenzó a pesar sobre él por el acto que había cometido.
– "Ahora me estoy tomando un baño caliente. ¡Aah! ¡Qué relajación!"

Afuera, un Paddington relajado yacía en la bañera, inmovilizado por el peso de su barriga hinchada. Su parte superior sobresalía de la columna de agua. Por cierto, por culpa del agua, la voz del oso para el niño encerrado dentro sonaba diferente. El agua bloqueó todos los sonidos que provenían del exterior, por lo que Jonathan solo pudo escuchar las palabras pronunciadas directamente en la garganta del oso. Si miras hacia afuera, puedes ver un enorme charco de agua en el suelo. Fue desplazado por una serie de intestinos hinchados que se elevaban por encima de la superficie.

– "¡¿Qué baño, Pad?! ¿Estás bromeando?"
– "La casa del Sr. Curry".

Después de estas palabras, los ojos de Jonathan se oscurecieron. Recordó la basura que estaba pasando. Parece que Paddington con un vientre redondo fue atrapado por este vecino tonto.

– "¡Ja! ¡Relájate! Estaba bromeando. Estamos en casa.
– “P-pero… ¿Qué tal…”
– “No te preocupes. El señor Curry no nos delatará.”– Al escuchar el silencio en respuesta, Paddington continúa explicando, para no mantener a su hermano en la ignorancia. – “Ese chivo realmente tiene llave de nuestra casa. Decidió aprovechar nuestra partida para desenterrarme. ¡¿Imagínate?! Bueno, como puedes entender, hemos llegado a un acuerdo, no nos hemos visto . Si alguno de nosotros lo deja escapar, ambos terminaremos tras las rejas. En pocas palabras, este es un acuerdo de beneficio mutuo para todos.
Habiendo entendido la situación, Jonathan se calmó un poco.
– "Está bien, lo entiendo. Pero... ¿y yo, Paddington? ¿Cuándo me vas a dejar salir? Lo harás, ¿verdad?".
– "¿Dejarte salir? No, no. Exactamente no. Ahora vamos a tener un tiempo de unión de hermanos, hermano. Y no irás a ningún lado en el corto plazo".
Inmediatamente después de eso, Paddington se palmeó el estómago, causando ondas que se extendieron por toda la bañera. En general, el balanceo del estómago en el agua parecía divertido. La pesada cúpula redonda técnicamente no tenía peso bajo el agua, por lo que cualquier sacudida había estado causando el balanceo de la enorme barriga.
– "Está bien, Paddington. Lo siento mucho. Estaba actuando como un cerdo piojoso. Me da vergüenza. ¿Puedes perdonarme por favor? ¿Y dejarme ir finalmente?"
– "Considera que se aceptan tus disculpas. Conflicto resuelto."
– "Gracias. Y lo siento mucho."

Hubo un silencio, en el que Paddington disfrutaba de su barriga llena,

– "Ejem, Paddington… ¿Cuándo debo salir?"
– "Pero eso ya lo he dicho. ¡Ahora no! Aunque todavía no estoy muy seguro… ¿La próxima noche, tal vez?"
Al escuchar la respuesta, Jonathan comienza a asustarse.
– “Oye, Paddington, esto ya está yendo demasiado lejos. ¡Déjame salir ahora!” –
“Oye, oye, hermano, cambia el tono. Tú te quedas ahí.”
Y una zarpa pesada aterriza posesivamente en un vientre, haciendo mella en esta área. Al

no estar contento con esta situación, Jonathan retoma la resistencia contra la tripa apretada.
– “¡Oh! ¡Vamos! Sabes que no harás nada. ¡Cálmate ahí!"
Pero la lucha no ha terminado. Las huellas de las manos que se asomaban agitaron toda el agua, haciendo que se derramara por el borde cada vez más.
Después de tres segundos de esta broma, Paddington agarra y ahoga su estómago, obligándolo a desaparecer bajo la superficie del agua. Las patas de oso se aprietan en la misma pulpa de la carne rellena, todavía sienten los golpes de las contracciones. Pero inesperadamente para él mismo, el osezno sintió una inminente sensación de náuseas. Su hocico adquirió una expresión seria durante dos segundos, hasta que sus peludas mejillas se hincharon.

Con los ojos abiertos de par en par, Paddington pronunció un eructo desvergonzado e insolente que acalló a su presa que protestaba. Después de siete segundos de silencio y jugueteando con la barriga regordeta, sin sentir otros movimientos, el oso deja que la parte superior de la barriga flote hacia la superficie.

Debido a la caída de presión, la barriga emergente empujó otra capa de agua, después de lo cual se balanceó ligeramente durante un tiempo, haciendo que el agua ondulara.
Paddington se recuesta, extendiendo los brazos a los lados, tratando de recuperar el aliento por la brusca extracción de aire.
– "¡Ja! ¿Ves? No puedes hacer nada. Vamos a relajarnos. ¿No te sientes bien ahí dentro?"

En respuesta, Paddington solo puede escuchar un balbuceo vago. Sin entrar en lo que se dice, el osito le da un par de sabrosos cachetazos a su tripa farfullante. Mira por el rabillo del ojo a su centro y pasa por su cabeza los eventos del día pasado.

De repente, la mitad inferior de Paddington se pone tensa y empuja una burbuja explosiva hacia la superficie con un sonido sordo.

Mphmphmphmphmphmphmphmph !!!

Por el placer, el oso puso los ojos en blanco, sin prestar atención a una panza que se animaba. ¡Estaba demasiado feliz ahora para hacer algo!

– "¡Lo siento, hermano! ¡Mi trasero es increíble!
Después de estas palabras, el osezno deja escapar la siguiente serie de pedos y se recuesta relajado.
El osezno se alegró de dejar de lado la apariencia de cumplimiento de la ceremonia por un tiempo, que había tiempo suficiente para cansarlo por mucho tiempo.

Paddington acababa de sentirse completamente satisfecho. Parece que entendió el kaif de una barriga llena. Ya no le parece incomprensible. Al contrario: no entendía cómo podía existir. sin ella antes.-

“Dime, Jonathan, ¿no es eso felicidad?”

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Al salir de la bañera, Paddington se sacude, provocando salpicaduras en todas direcciones. Acariciando su estómago, el osezno toma una toalla para secarse hasta el final.
– "¿Está bien, Jonathan?"
No es que le importara la respuesta. Es tan perezoso escuchar el balanceo del vientre. Fue divertido un poco y algo nuevo. Su mirada se detuvo en el culo triangular, que vio en el reflejo del espejo retrovisor. Fue realmente grande. Ahora Paddington se dio cuenta de por qué los osos peruanos se miden el trasero.

– "Paddy, Paddy…"
– "Umm... ¿Eh?"
Solo después de que un dos de cabeza gira, el oso dirige sus ojos a una esfera parlante.
– "Creo que mis disculpas no fueron suficientes… Paddy, una vez más: por favor, perdóname".
– "Oh, está bien hermano. Ya me olvidé de eso. Puedes ser fácil".
– "¿Lo eres de verdad?"
- "Más que." – dice el osito, echándose una bata encima y palmeándose el estómago.

Tranquilizado por la respuesta, Jonathan se acomoda, comportándose en silencio.
– "¿Pero cuándo saldré finalmente?"
– "Gah… OK, te dejaré salir mañana por la mañana."
- "¡¿QUÉ?!"
– "Pero escuchaste la respuesta."
– "¡Pero no puedes!"
– "¿Quieres discutir?"
– "¡Paddington, ya aprendí mi lección! Ahora sácame de aquí. O yo mphmph..."

Paddington apretó el cinturón de su túnica con fuerza, escondiendo su vientre detrás de una suave capa de felpa y haciendo que el niño se amordazara. El cinturón aplastó su estómago en dos enormes protuberancias por encima y por debajo del mismo.

BEEEEEEEEEEELLLLLLLLLLLCHCHCHCH!!!

"Shhh, amigo. El momento de unión de los hermanos, ¿recuerdas?"

El cinturón mágico no restringió a Paddington de ninguna manera. Esto lo hizo delgado y, a diferencia de la chaqueta, no interfería con la respiración de ninguna manera.

"Hoy abrí una nueva frontera de mi personalidad y aprendí a disfrutarlo. Haz lo mismo, Joe Aahhhh...
Creo que te verás obligado a hacerlo".

Después de admirarse un poco más en el espejo, Paddington salió a la cocina, sosteniendo sus patas sobre su estómago con satisfacción.
Abre una nevera y se echa un tarro de mermelada de durazno en la boca.
Un eructo estrangulado vuela entre los dientes apretados, dando salida al exceso de aire.

"Lo siento. Simplemente no pude resistirme". ¡BWAARP! - "Suspiro…"

Después de pasar un rato más en la cocina y escuchar las quejas de Jonathan, Paddington se dirigió al dormitorio y se acostó en la cama.
Después de un pequeño acortamiento, el oso estiró el cinturón, lo que provocó que la barriga redonda sobresaliera y fluctuara por un tiempo.
El osezno dejó escapar un profundo suspiro de alivio, esperando a que la tierna masa se calmara.

Finalmente apaga la luz y permite que el silencio envuelva el espacio, deseándole buenas noches a su hermano. Aunque el silencio fue roto por el burbujeo de la barriga bien alimentada. Le dio sueño al osezno. El oso se puso de lado y cerró los ojos.

Jonathan hasta que yacía en el vientre caliente y ruidoso. Su estado de ánimo era molesto y decaído. Paddington le mostró mi fuerza y ​​le dejó claro que el devorador ocurrido no fue el último. ¡Ese osito tiene un apetito impresionante! Inflando sus mejillas, el chico trató de ponerse lo más cómodo posible.
De repente sintió que algo enorme lo atraía hacia él y lo acurrucaba. Fue muy acogedor y relajante.
Afuera, Paddington abrazó su barriga, apretándose hasta convertirse en pulpa caliente.
Jonathan sintió la huella de un bozal golpeando contra su cabeza a través de las gruesas paredes.
– "Buenas noches, Paddy. Que…"
ZZZZZZZZZZZZZZZZZ
El chico fue interrumpido por un fuerte ronquido. Él sonrió y finalmente se relajó.

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Despertar Jonathan se estira, bostezando. Pero no puede hacerlo. ¿Qué ocurre? Todo su cuerpo está constreñido y rígido. Y no puede hacer ningún movimiento. El gran peso lo estaba aplastando, apretándolo contra un colchón duro.
– "¿P-paddington? ¡Paddy!"

Afuera, Paddington yacía recostado sobre su vientre hinchado, babeando.
El niño intenta despertar a un oso que toma el sol. Pero sin éxito. Un estómago lleno da un sueño maravilloso.
Entrando en pánico, el niño intenta sacudir a su hermano con ligeros golpes y patadas. Pero el enorme cuerpo sigue untándolo.
Finalmente, el molesto parloteo hace que el oso abra los ojos.
Paddington no se da cuenta de lo que está pasando. Tiene demasiado sueño.

– "¡Mphmph!.. Relleno…" ¡

BUUUUUUUUUUUUUUURRRRRP!

El eructo masivo volvió a ahogar a Jonathan.
– "Oh, ¿eres tú, hermano? Te recuerdo allí".
El osezno se limpia los labios y mira la almohada salpicada de saliva caliente. Se da la vuelta, tratando de acostumbrarse a su nuevo peso. Frotando su voluminoso trasero sobre la cama, se levanta y se dirige al baño.
Allí se agacha y se lleva dos dedos a la boca.

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– "¿Cómo les fue, muchachos?"
– "¡Excelente! Todo estuvo bien."
La familia Brown se sentó a la mesa, almorzó y discutió el fin de semana pasado.
- "¿Qué pasó?"
- "¡¿Qué?!" Y el niño y el osezno dijeron al unísono, sorprendidos.
– "¿Qué pasó? Usualmente es imposible hacer que renuncies. Pero ahora estás en silencio."
– "Ah, está bien." – Paddington se recuperó primero. – "Era demasiado agotador".
– "Uwu, sí…" – continuó Jonathan.

Pero en un segundo volvieron a quedarse en silencio, metiendo la comida en los platos.

– "¡Además! Tu hermana ya lo sabe. Desde la próxima semana tenemos vacaciones juntas. Así que los felicito a ambos: ¡nos vamos a Cuba por dos semanas!"
Ambos abrieron la boca por la sorpresa e intercambiaron miradas un par de veces. Pero nadie podía pensar que fueran causados ​​por otra razón.

Lo mínimo que quedaba: encontrar una razón para quedarse en casa en una semana.

Espero que les haya gustado, recuerden yo solo traduzco estas historia más no las hago, si en algún momento hago una y la publico aquí lo sabrán