Thor #4
Capítulo cuatro: Turn your back on Mother Nature
Inmediatamente os separasteis y mirasteis a la ventana. Había un hombre pelirrojo, que parecía un bárbaro y llevaba ropas bastante antiguas. Tenía el pelo largo y una gran barba.
- ¡Te encontramos! – gritó.
Thor salió del coche diciendo "amigos míos" e inmediatamente fue abrazado por él y los otros tres que le acompañaban.
Saliste del coche, no sin antes haberte limpiado las lágrimas. Cerraste la puerta y rodeaste el coche para verlos a todos. La otra chica que había te miraba seria.
- Hemos venido a por ti – dijo el pelirrojo.
- Ya sabéis que no puedo volver. Mi padre está muerto... por mi culpa – parecía apenado. – Y debo permanecer en el exilio.
- Thor – le interrumpió la mujer. – Tu padre sigue con vida.
Thor frunció el ceño.
Miraste a lo lejos y veías como había una especie de torbellino.
- ¿Chicos? ¿Quién más viene? – preguntó el rubio.
Toda la gente de la ciudad miraba con atención a lo lejos. Erik, Jane y Darcy salieron de su casa e inmediatamente se acercaron a vosotros. Se quedaron un poco impresionados por ver a otros cuatro igual que Thor.
- Anya tienes que irte – dijo Thor. – Jane, Darcy y Erik también.
- ¿Y tú? – preguntó Jane.
- Yo me quedo aquí – respondió Thor.
- Lucharás a nuestro lado – dijo el pelirrojo.
- Solo soy un mortal, os estorbaría. Ayudaré a esta gente a esconderse – dijo Thor.
Entre todos os disteis prisa en alejar a las personas de la calle.
Los locales y las aceras quedaron vacíos para cuando algo metálico y de por lo menos tres metros se acercó. Lo que debería de ser su cara se abrió y una llamarada de fuego barrió a un local y después otra a tu coche, que explotó.
Los cuatro amigos de Thor (los cuales recordabas vagamente) fueron a por aquel monstruo metálico.
Los amigos de Thor finalmente fueron cayendo uno a uno. Ninguno podía derrotar a aquel monstruo; parecía indestructible.
Jane, Darcy, Erik, Thor y tú estabais escondidos entre dos locales; en un callejón. Thor se veía impotente, no podía hacer nada para salvar a sus amigos.
- Me busca a mí – dijo Thor. Hizo el amago de salir del escondite pero Jane le retuvo.
- No puedes, te hará daño – le intentaba convencer Jane.
- Tiene razón – asentiste.
- No pienso dejar que mis amigos mueran porque yo no me atreva a salir – dijo Thor. – Huid ahora, ¡corred!
Los cuatro corristeis hasta otro ligar, para estar más seguros. Thor, en cambio, se acercó a aquel monstruo.
- ¿Qué está haciendo? – preguntó Jane.
Lo que fuera que le dijese, eso pareció calmar a aquella bestia metálica. Dejó de echar llamaradas y se dio la vuelta. Pero pareció cambiar de opinión ya que le atestó un golpe a Thor que le hizo volar.
- ¡No! – gritaste corriendo a por él.
Thor tenía dos grandes arañazos en el pecho, y uno en la cara.
- Ya ha terminado – dijo Thor, casi sin aliento.
- No – susurraste. – Esto no ha terminado.
- Me refiero a que ya estáis a salvo.
- Ya estamos a salvo – asentiste.
Le dejaste un suave beso en los labios, ese que no os habíais podido dar antes. Le acariciabas la cara, él ya había cerrado los ojos.
Algo en el cielo te hizo dejar de mirarle. Era algo que estaba volando y parecía que se estaba acercando a vosotros. Erik Selvig fue a por ti y te alejó de Thor.
Aquello que estaba volando lo identificaste como el martillo de Thor, que volvía a las manos de su dueño.
Thor se levantó y fue a por la cosa metálica (jamás la habías visto). Aquello acabó en el suelo, sin vida. Los amigos de Thor le felicitaron. Tú y los otros tres le mirabais sorprendido por su ropa.
- Tengo que volver a Asgard. Tengo una charla pendiente con mi hermano Loki.
En la furgoneta de Jane conseguisteis entrar todos (fue bastante complicado a decir verdad). Os llevó hasta donde se abriría el puente de arcoíris.
- Te doy mi palabra de que volveré a por ti – te prometió Thor, dejándote un beso en la frente.
- Te estaré esperando justo aquí – sonreíste.
Se alejó de ti y se colocó en el centro del círculo.
- Heimdall abre el puente – pero no ocurrió nada. – ¿Heimdall?
Tras un poco tiempo de confusión de todos, Thor y sus amigos consiguieron irse.
En el momento que Thor se fue tenías una sonrisa en la cara.
Cuando pasó una hora ya no sonreías. Jane y el resto había decidido irse.
Cuando pasaron dos te habías sentado en el suelo.
Cuando oscureció habías perdido la esperanza.
Acabaste llamando a tu amigo Martin y él te recogió, para llevarte a tu casa.
No me gustó como quedó la mini historia, lo siento si no os gustó :(
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro