𝗛𝗲 𝗶𝘀 𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹
𝗛𝗲 𝗶𝘀 𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹.
— Jisung, ya te he dicho muchas veces que no necesitamos esa clase de tonterías, sólo estás gastando dinero de manera estupida— YoonGi le hablaba a su amigo.
— Lo necesitamos, nos protege de maldiciones y la mala suerte.
— No nos protege de-
— Déjalo, Yoon — Namjoon intervino— Es noche, dijiste que querías ir al club.
— Dije que iríamos.
— Si lo que sea- se dió la vuelta— TaeHyung nos está esperando.
Caminaron hacia la salida de la mansión y ahí estaba un auto esperando por ellos.
Subieron y se dirigieron a un club que quedaba a unos cuantos kilómetros.
Bajaron y entraron al lugar, en cuanto fueron reconocidos todos los saludaron. Yoongi se dirigió a la barra para ordenar lo que quería.
— Buenas noches— el chico detrás de la barra por fin volteó a verlo. Era hermoso, su cabello castaño, piel sin imperfecciones, nariz de botón extremadamente adorables al igual que mejillas y por último tenía unos labios rechonchos y rosados.
— Buenas noches, ¿Qué le sirvo?— preguntó, pero Yoongi pareció no escucharlo, su concentración estaba en el movimiento de aquellos labios que parecían tentarlo a saltar la barra para besarlo y averiguar qué sabor tenían.
— ¿Eres prostituto?— preguntó de repente.
— ¿Eh?
— Jin, yo me encargo aquí— su jefe lo tomó del hombro— ve y atiende al resto.
— Si— asintió y se fue para otro lado.
— Aquí está lo de siempre.— el sujeto le entregó una botella a Min.
— ¿Quién es él?
— Es nuevo.— contestó y trato se alejarse lo más rápido que pudo, no quería que algo le pasará a Jin, aunque sería muy difícil conociendo a YoonGi.
Se acercó a SeokJin que estaba sirviendo un trago para una mujer que estaba sentada frente a él.
— Jin, de esos sujetos son de los que te hablé. Eres lindo y amigable, ellos podrían malinterpretar las cosas y si ellos te quieren no podré hacer nada al respecto, así que cada vez que ellos vengan deja que yo me encargué, ¿Entendido?
— Esta bien.— asintió.
En la zona VIP se encontraba el grupo de amigos, tomando y divirtiéndose entre ellos, solamente que él más alto de los seis no podía sacar la imagen de un lindo castaño de su mente.
— ¡Bang chan!— llamó al encargado del lugar.
— ¿Qué sucede, Yoongi?— se acercó a preguntar.
— Necesitamos otra botella.
— Entendido, te traeré una de inmediato.
— Que la traiga el chico nuevo.— sonrió de lado.
— Él ya se fue.
— ¿Se fue?, Pero si yo desde aquí lo veo— señaló hacia la barra, donde SeokJin seguía atendiendo a clientes.
— Bueno, su turno ya termino así que pronto se irá— la mirada de Min se oscureció.
— Quiero que ese chico venga, yo decido si ya terminó su turno o no.— hablo en un tono grave- ¿Entendido?
— Si, Yoongi.— asintió y se retiró de la zona. Se dirigió a la barra y le entregó una botella a SeokJin.
— ¿Qué hago con ella?, Mi turno terminó y debo regresar a casa.
— Llévala a la zona VIP.— le tocó el hombro y después siguió con su trabajo. Se sentía culpable de no poder ayudar al chico que apenas había contratado.
SeokJin se dirigió a la zona VIP y ahí se volvió a encontrar con él sujeto que le hizo la estúpida pregunta si era prostituto.
Pensaba solamente dejar la botella sobre la mesa e irse rápidamente, Bang chan le había dicho que se mantuviera alejado.
Camino hacia ahí y cuando se inclinó para dejar la botella, sus caderas fueron tomadas y fue jalado hacia atrás, quedando sentado sobre la piernas de alguien, de inmediato se quiso levantar, pero ahora era abrazado por la cintura.
— Tranquilo, corderito~—le susurraron en el oído. Sus manos se aferraban con fuerza a la botella y comenzó a temblar, tal vez sea el pupilo de uno de los mejores detectives, pero aún no estaba preparado para una situación así.
— Suéltame— ordenó tratando de que su voz no temblará y evidenciará su temor.
— ¿Por qué?— pegó su rostro a la nuca del castaño, haciendo que este sufriera escalofríos por todo su cuerpo al sentir su respiración.
— Mi turno terminó, debo irme.
— Tú turno terminará cuando yo lo diga.— sus manos se escabullían por debajo de la camisa de SeokJin, mientras que dejaba pequeños besos en la parte posterior de su cuello y se detuvo por un momento.
— Por favor...
— Eres demasiado sensible, corderito, apenas te he tocado y ya estás temblando. Me gustas~— mordió en el espació entre el hombro y cuello del castaño, haciendo que soltará un pequeño gritó que fue ignorado por todos a su al rededor. Todos sabían que no debían molestar a Yoongi en ese tipo de situaciones.
— Listo~— soltó la piel de SeokJin y admiró la marca que había dejado— ¿Qué te parece si me acompañas a mi casa para divertirnos?— una de sus manos subió y pellizco uno de los pezones de Jin, este soltó un gritó que más bien parecía un gemido— ¿Quieres que lo hagamos en una de las habitaciones de aquí o en mi auto?— Preguntó sin soltar aquel botón rosa— aunque creo que un ángel tan bello como tú merece lo mejor~ —su mano libre la quiso meter debajo del pantalón del menor, pero se detuvo al sentir un pisotón en su pie. SeokJin al sentir que el agarre perdía fuerza salió corriendo.
— ¡Maldito hijo de perra!.—Yoongi gritó enojado por el dolor.
— ¿Quieres que vayamos por él?— sus amigos se habían levantó de inmediato.
— ¡No!— negó enojado.— Yo me encargo de ese corderito...
No iba a dejar las cosas así, si él quería algo lo obtendría de cualquier forma.
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