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17. Perfecto.


Dicen que los dioses tienen a sus favoritos; si aquello era cierto, Junmyeon definitivamente era uno de ellos.

A pesar de la sorpresa inicial que le provocó el atrevimiento de Junmyeon, sentir sus labios, suaves y cálidos, deslizarse entre los suyos fue tan placentero que Yixing no tuvo más opción que cerrar sus ojos y corresponder, aunque había un caos en su cabeza. 

¿Por qué Junmyeon estaba besándolo? ¿Por qué sus labios eran tan suaves? ¿Por qué sus lentos besos eran tan deliciosos? 

Yixing separó un poco más sus labios, aspiró ese suave suspiro que Junmyeon emitió y se estremeció cuando una de sus manos se posó sobre su espalda. Yixing subió las manos al pecho de Junmyeon y se aferró a las solapas del saco.

Junmyeon le tomó el rostro con su otra mano y lo sostuvo mientras succionaba sus labios uno a uno, lentamente, pero sin descanso. Estaba encantándole el sabor y la textura de sus labios, especialmente de su grueso labio inferior. Junmyeon quiso morderlo, deslizar su lengua sobre él, y así lo hizo, sonsacándole a Yixing un par de temblorosos suspiros.

—¿Qué haces? —Yixing preguntó sin aliento.

—Estoy besándote —Junmyeon susurró sobre sus labios y continuó besándolo.

—¿Por qué?

—Porque me gustas.

Yixing lo empujó suavemente y le dio una mirada llena de confusión y preocupación.

—Pero dijiste que no era tu tipo —murmuró.

—Porque seguías llamándome acosador.

—Entraste por la ventana y estabas mirándome...

—Es que tienes unas piernas preciosas —Junmyeon susurró sin aliento.

—¡Cochino! —Yixing le golpeó un hombro con su puño sin mucha fuerza—. No vuelvas a hacerlo, nunca más, ni conmigo, ni con nadie. ¿Olvidas que estás casado? —le pegó de nuevo—. Respeta a tu mujer.

Junmyeon abrió la boca, iba a explicarle que justamente estaba preparando todo para divorciarse, pero Yixing continuó.

—He estado del otro lado y sé lo que se siente —Yixing murmuró con los ojos brillantes por las lágrimas que se acumulaban ahí.

—¿Qué?

—Sé qué se siente cuando te engañan, sé lo que es que destrocen tus sueños de esa manera y no quiero causarle ese dolor a nadie.

—Entiendo —Junmyeon murmuró con un dejo de tristeza, él también lo sabía—, pero debes saber que voy a divorciarme.

Yixing rodó sus ojos y lo empujó un poco más lejos.

—Oh, por Dios, es la mentira más gastada de la historia —bufó incrédulo.

—Estoy diciendo la verdad —Junmyeon aseguró seriamente.

—Aunque fuera cierto, esa no es una razón para besarme.

—Esa no fue la razón por la que te besé —Junmyeon dio un paso hacia él, le tomó el rostro y lo miró con intensidad—. Me gustas, Yixing, me gustas mucho. Cuando estoy contigo yo... soy verdaderamente feliz...

Yixing negó con temor y puso una mano sobre sus labios.

—No, cállate, esto no está bien, yo no... te veo de esa manera.

Junmyeon le tomó la mano con la que le cubría los labios y la llevó a su mejilla

—¿Entonces por qué no te negaste inmediatamente?

Yixing abrió mucho sus ojos y apartó su mano del rostro de Junmyeon.

—Sentí tus labios correspondiendo a mis besos —Junmyeon continuó.

—Tienes que irte ya.

Junmyeon lo miró por un instante, Yixing parecía temeroso y a punto de echarse a llorar. Asintió, rendido. ¿Y si lo había interpretado todo mal? Se giró para marcharse, pero su curiosidad lo hizo detenerse al escuchar un enfadado murmullo.

—Además odio tu estúpida cara de conejo —Yixing siseaba sin mirarlo—. Odio tus estúpidos chistes aunque me hagan reír. Odio la forma en que me miras, odio que seas tan amable y no tener que preocuparme por como soy a tu alrededor, porque no me juzgas ni me haces sentir que no valgo...

La voz de Yixing fue apagándose a medida que sus propias palabras le ayudaban a comprender sus sentimientos. Alzó su mirada cristalizada y observó a Junmyeon, que tenía el ceño fruncido en un gesto de adorable confusión.

—Odio que seas tan perfecto y odio que seas casado —Yixing siseó con una mezcla de enojo y tristeza—, así que lárgate de aquí.

Contrario a la petición de Yixing, Junmyeon regresó en sus pasos y le tomó el rostro. Su brillante mirada se clavó en la de Yixing por un instante.

—También creo que eres perfecto para mí —Junmyeon musitó y luego estampó sus labios contra los del embarazado una vez más.

Yixing separó sus labios y permitió que lo besara, como había hecho la primera vez, pero en lugar de reprimirse, esta vez devolvió el beso con furor. Y fue por mucho el beso más destacable en su escaso historial de besos. Junmyeon succionó sus labios una y otra vez, llevándose su aliento, y cuando decidió dejar de hacerlo, fue solo para aplastar sus labios abiertos contra los suyos y usar su lengua para explorarlo. Yixing lo dejó pasar y sus lenguas se encontraron y enredaron como si fueran viejas conocidas. 

Antes no se había permitido imaginar si Junmyeon era un buen besador, pero ahora quedaba demostrado que era mucho más que bueno. Yixing subió los brazos a sus hombros y los cruzó sobre su nuca para atraerlo un poco más. Junmyeon avanzó un paso más y terminó atrapándolo contra la pared. Era curioso cómo su hijo no parecía interponerse entre ellos. 

Las manos de Junmyeon descendieron por sus brazos, levantando un suave estremecimiento a su paso, y se posaron sobre sus caderas. Yixing jadeó. Su cuerpo entero estaba reaccionando peligrosamente a ese beso. ¿Qué demonios tenía Junmyeon en los labios que lo encendía de esa manera?

Yixing hizo un esfuerzo por recuperar su cordura y lo empujó suavemente.

—Vete —musitó sin aliento.

—Vendré mañana —Junmyeon anunció, con la respiración igualmente agitada.

—No, deja de venir.

—Pero soy muy feliz cuando estoy contigo y con nuestro hijo.

—Aún estás casado, Junmyeon —Yixing siseó con el ceño fruncido—. No voy a ser tu amante, ni el de nadie.

Junmyeon lo miró a los ojos con intensidad.

—¿Es ese el único impedimento? ¿Y si no estuviera casado?

—Aún estás casado.

—¿Y si no lo estuviera? ¿Me dirías que sí?

—¿Sí a qué?

—A todo —Junmyeon susurró llevando sus manos de nuevo a las mejillas del embarazado.

El rostro de Yixing se tornó rojo.

—Largo —siseó.

Junmyeon sonrió y le besó los labios castamente antes de salir de ahí.


Cuando estuvo en su auto, tan nervioso y eufórico que sus manos temblaban, tomó su celular e hizo una llamada.

—Tengo todo lo que me pediste —anunció—. ¿Qué sigue?

Obligarla a firmar —una voz femenina muy parecida a la de su mejor amigo respondió del otro lado.

Junmyeon asintió emocionado.

—De acuerdo, te veo en media hora.

Al colocar su mano izquierda sobre el volante notó el anillo que aún llevaba puesto y se lo quitó. No planeaba volver a usarlo, aunque curiosamente no tenía miedo de volver a intentarlo, de hecho, estaría esperando ansioso por el momento en que pudiera usar otro, uno distinto y que hiciera juego con el que Yixing llevaría también.


🌸


—Contesta, contesta, contesta... oh, ¿por qué tardaste tanto? ¿Estabas haciendo cochinadas con el doc?

Algo así —Minseok murmuró con la respiración agitada—. ¿Qué sucede? ¿Pasó algo?

—¡Sí! —Yixing respondió al borde de una taquicardia—. ¡Junmyeon me besó!

¿¡QUE!? ¿De verdad? Cuenta, ¿cómo estuvo? ¿besa bien?

—Él... —Yixing murmuró.

¿Quién besa bien?

No es tu asunto.

No me trates así... ¿Quién es? ¿Yixing?

No.

Sí es él, ustedes dos siempre están chismeando.

Jongdae, es mi amigo no el tuyo, vete de aquí.

—De acuerdo, le llamaré a MI amigo, porque más le vale a TU amigo que nadie más se haya atrevido a besarlo.

Minseok suspiró del otro lado de la línea y retomó su conversación con Yixing.

Disculpa, a veces es como un niño... ¿Y entonces qué? ¿Te gustó?

—Sí —Yixing susurró y se desbordó en llanto.


🌸


Minseok tomó su mochila y su chaqueta y observó a Jongdae.

—Voy con Yixing —anunció—. No pude hacer que dejara de llorar.

—¿Tan mal besa Junmyeon?

Minseok le dio una de sus miradas de gato molesto.

—Es algo complicado para Yixing, más le vale a tu amigo que no esté jugando con él.

—Junmyeon no es ese tipo de persona —Jongdae aseguró seriamente.

—Más le vale, o se las va a ver conmigo, que no piense que Yixing está desprotegido.

Jongdae asintió y le arrebató las llaves.

—Si quieres puedo llevarte, sabes que odio que conduzcas esa motocicleta.

—Antes te parecía sexy.

—Tú eres sexy arriba de cualquier cosa, pero me preocupa su seguridad —Jongdae señaló su rostro y su vientre.

—Acordamos que podía usarla hasta cumplir los cinco meses.

Jongdae suspiró.

—Sé un chico bueno —Minseok llevó su mano a la corbata del médico y lo atrajo hacia sus labios, aunque no llegó a besarlo— y cumple tus promesas.

—De acuerdo —Jongdae soltó un suspiro y estampó sus labios sobre los de Minseok—, pero vuelve temprano.


🌸


Cuando Yixing abrió la puerta sus ojos estaban hinchados y su nariz estaba roja. Minseok se lanzó a abrazarlo y lo llevó al sofá.

—Yixing, no es tan malo —le dijo mientras sacaba una leche de chocolate de su mochila y se la ofrecía.

—Es que me siento tan culpable —Yixing sollozó—. Él está casado y yo... ¿Cómo pude fijarme en él? Me prometí que nunca haría algo así...

—Ay, Xing, si parece que los dioses le tallaron el rostro, ¿cómo no ibas a fijarte en él?

—No es solo eso, él es tan comprensivo y amable y dulce y... —Yixing señaló sus orquídeas en el fregadero—. Incluso me regaló a Hathor. Además cocina rico.

Minseok suspiró. 

—Amigo mío, eres tan inocente. Es evidente que ese hombre mañoso ha intentado seducirte. Cuando Jongdae quiere sexo siempre cocina algo especial...

Yixing medio sonrió y le dio un sorbo a su leche.

—¿Y qué te dijo? —Minseok indagó—. ¿O solo te besó y se fue?

—Di-dijo que yo le gustaba y que era feliz conmigo y con el bebé... —Yixing empezó a sollozar de nuevo.

—Bueno, si es así la solución aquí es el divorcio —Minseok declaró y sacó una servilleta de su mochila para limpiarle las lágrimas.

Yixing apretó los labios y lo miró.

—Me dijo que iba a divorciarse.

—¿En serio? —Minseok musitó sorprendido.

—Sí, pero podría no ser cierto —Yixing musitó limpiándose la nariz—. Y si lo es, no quiero que sea por mi culpa.

—No es tu culpa —Minseok dijo pensativamente—. Alguna vez Jongdae insinuó que su matrimonio era un fracaso, pero no me quiso decir por qué. Además a él no le agrada la esposa de Junmyeon, me di cuenta desde la primera vez que ella acompañó a Junmyeon a la clínica. Y mira que si a tus padres o a tus amigos no les agrada tu pareja debe ser por una buena razón, yo te advertí que no me fiaba de Kris.

—Ese imbécil, no me lo recuerdes ahora... —Yixing refunfuñó frustrado—. ¿Qué voy a hacer cuando vuelva a verlo? Me da tanta vergüenza.

—¿Por qué?

—Bueno, digamos que yo también lo besé —Yixing murmuró con las mejillas coloradas.

—Oh —sobre los labios de Minseok se extendió una traviesa sonrisa—. ¿Y cómo estuvo? ¿Sí besa bien? 

Yixing abrazó un cojín y escondió su rostro en él.

—Por supuesto que besa bien, parece que es el hombre perfecto, todo lo hace bien.

—Bueno, si de verdad va a divorciarse, tal vez pronto puedas confirmar si en realidad es bueno en todo lo que hace —Minseok dijo de forma sugerente.

Yixing se sonrojó aún más y le lanzó el cojín que abrazaba.

—¿Por qué tenías que mencionarlo? ¡Ahora no voy a poder sacarlo de mi cabeza!

Minseok rio cantarinamente y se levantó del sofá.

—Ven, te invitaré a cenar, necesito algo grasiento.

—Yo también.

—Vamos, tal vez tienen tortas a la Junmyeon.

—Oh, cállate, que seguro te mueres por unos chorizos a la Jongdae.

Minseok se echó a reír y asintió descaradamente. 

—Gracias por venir —Yixing musitó sintiéndose mucho más tranquilo con su presencia.



🌸

Gracias por leer!

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