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GITM

«En tiempo de guerra, cualquier "hueco" es trinchera»

Después de la ajetreada tarde de castigo, JongIn tenía la necesidad que tocar.

Había dejado al mocoso a su suerte en el excusado, pero ya llegará alguien a atenderlo, ¿no?.
Sus pantalones estaban un poco manchados, pero haber hecho lo que hizo, había valido un poco la pena. Sólo un poco. Poquito. 

El camino a casa fue rápido. Necesitaba llegar y darse una buena ducha, pero no contaba que encontraría a su querido amigo en la puerta de su casa.

-¿Regresaste tan pronto?
-Ow, ¿me extrañaste?- le preguntó burlón.
-No, ha estado todo muy tranquilo por aquí.
-¿Si? -se acercó demasiado lento, casi dibujando sus movimientos- ¿Y qué tal por aquí? - llevó su mano a la entrepierna del otro.
-Todo bien, muy bien.- se alejó y abrió la puerta de su departamento, dejándola libre para que el otro pase.
-JongIn, has sido malo conmigo, no siquiera llamaste. ¿Debería castigarte por ser mal amante?- le preguntó.
-Ya he tenido demasiado de castigos por hoy. Deberías ser bueno y preparar comida para mi.
-No soy tu empleado, corazón.
-Pero eres mi perra, ¿no?
-Uh, algo.- le dio el alcance al alto para poder lamer sus labios y desabrochar sus pantalones.

JongIn se sentía levemente caliente, aún así se dejó tocar. Al parecer su invitado se encontraba en apuros. Sus labios eran tomados y absorbidos por los otros y las manos ajenas recorrían su torso. Se sentían traviesas sobre su ropa, sin embargo, al momento de desabrochar sus pantalones y tomar su ropa interior todo se detuvo. Recorrió su mirada hasta su invitado y se percató que este le veía con cierta molestia en sus ojos.
-¿Qué has estado haciendo, JongIn?- levantó su ceja, prácticamente le pedía una explicación.
-Prepara la comida.- le sonrió.

Su amigo tenía ciertos problemas con compartir. Se podría decir que eran casi los mismos que el tenía, pero la diferencia estaba en que él los tenía de diferente manera. Es decir, su amigo se sentía casi dueño de él, no obstante, JongIn sólo le veía como el consuelo de siempre. No tenía más que su atención en la cama.

///

JongIn despertó junto a una malhumorada masa envuelta en sus sábanas. Ésta masa de flojera le pedía que se quedara a jugar con él, pero los deberes le decían que no debía faltar. Aparte, no quería que le descuenten el día.

Así que, con algo de esfuerzo se pudo arreglar. El problema estuve en estar bajo el agua. El excusado de su hogar lucía como una buen escenario para tener un poco de acción. Acción como la que tuvo con su alumno. ¿No se le considera abuso sexual, no? Uh, ya tendrá tiempo de pensar, tal vez cuando el recuerdo no se reproduzca en su mente y su erección reaccione ante tal.

La mañana en su centro de labor era la misma. Al parecer los maestros vivían una vida demasiado monótona. Pero ahí estaba BaekHyun, con problemas para caminar y una gran chalina que cubría todo su cuello.

-¿Buena noche la de ayer, Byun?
-Buena tarde la de ayer, Kim. Una estupenda tarde.

JongIn sentía curiosidad por los asuntos de su colega, pero tal vez le pregunte otro día. Por ahora debía concentrarse en la pequeña mirada curiosa de su alumno. Si, había salido antes para dirigirse al salón que le tocaba, pero no esperaba encontrar a Do apoyado en los casilleros.

-Buen día, Señor Kim.- algo saltó en JongIn. No respondió el saludo, sólo pasó de largo.- ¿No me saludará? Pensé que ya nos conocíamos mejor...- la paleta que tenía en la boca fue sacada de la misma con un 'plop'. Siendo lamida en la parte superior para después decir 'Uhm'.

-Yo no le conozco de ningún lado.- Trato de no voltear.

-Yo creo que sí. De hecho, me pareció que ayer nos llevábamos bastante bien.- de momento a otro, ya estaba detrás de su profesor, puso una mano en el hombro del mayor y susurró lo último cerca del oído contrario.

-¿Ayer? Yo no recuerdo nada. Debes estar confundiendo las cosas- JongIn volteó, no resistió.

-Claro. Puedo recordar su perfume. Puedo reconocer estas manos también y si, también recuerdo esa boca... es difícil que me equivoque.

-¿A qué juegas, Do?

-Aún a nada. Pero si de juegos hablamos, me fascinan 'las escondidas'. ¿A usted? - el condenado había mordido su labio inferior para mantenerlo entre sus dientes dejando así una tentadora imagen para JongIn.

-Ya estoy un poco grande para jugar.

-Creo todo lo contrario. La experiencia siempre es mejor en cualquier aspecto.- volvió a meter la paleta en su boca. -Ah, si, está un poco grande también...

-No sé que quieres, niño, pero estás pisando arena movediza.

-¿No sabe qué quiero? Yo creo que sí. Juguemos a las escondidas.

-Ve a clase, mocoso.

-Usted sólo hace que sea más divertido.

-¿Te divierto?

-Algo. Lo ideal sería divertirnos juntos, ¿no cree?

-¿Cómo podría yo divertirme con un mocoso?

-Sólo debe hacer memoria y va a ver qué divertido soy.

-Ve a clase.

-Señor Kim, no debería ser tan amargado en la mañana.- KyungSoo sacó la paleta de su boca para ponerla sobre los labios del otro- Se la regalo. Sabe bien. Nos vemos luego~

Ese tipo de reuniones se dieron cada cierto tiempo. El alumno se empeñaba en buscar a su maestro a cualquier hora del día. Era extraño, pero la manera sutil en la que se acercaba era demasiado 'buena' para evitar.
Las palabras o el modo de hablar del mocoso, siempre eran hechizantes. Tenía un toque de sensualidad en ellas y su lenguaje corporal era otra cosa que admirar. 

Siempre mantenía ese perfil de superioridad, que por cierto se le antojaba pisotear. KyungSoo era de esas personas que uno simplemente disfrutaría hacer caer. Su orgullo gritaba ser manchado a como dé lugar.

Los días de clase eran más interesantes de lo normal. KyungSoo siempre tenía preguntas respecto a alguna palabra o se quedaba viendo a su maestro toda la hora. A veces, trataba de llamar la atención. Le jugaba bromas a su maestro o le retaba con su resaltante ironía.

La tortura física comenzó a la segunda semana de rechazo tácito. KyungSoo parecía usar pantalones aún más entallados, las camisas dejaban nadaba la imaginación y sus estúpidos gestos estaban comenzando a molestar al maestro. Es decir, el mocoso dejaba suelta su corbata junto al botón de su camisa y con el cuello estirado pasaba su mano desde atrás hacia adelante. Su uniforme de deporte resultaba mojado en la parte superior y para terminar de calentarlo, el condenado mocoso pasaba sus dedos por sus hebras y dejaba que el agua goteara de la punta de sus cabellos. Ese mocoso tenía una manera muy 'candente' de refrescarse. Y no es que JongIn haya pasado tiempo observando, no. Es sólo parte de las casualidades de la vida.

El día a día se estaba volviendo 'pesado'. Llegar a casa con problemas físicos era demasiado. Lo peor era que su amigo estaba un tanto molesto por su diversión fuera de 'la pseudo relación' entre ellos.

Entonces, los sueños húmedos comenzaron a llegar. Los pensamientos era interrumpidos por susurros dichos en código. Las imágenes de contenido "adulto" llegaban cada nada y KyunSoo ahí estaba. Perturbando su vida y comenzando a manipular las piezas del juego.

JongIn estaba claramente reprimido. BaekHyun le había dicho; « Sexo, amigo. Te falta una buena follada». Y si, le hacía falta. El maldito amigo se hacia de rogar y eso no, jamás ha estado en los planes del moreno.

No había tenido más que indirectas de su alumno e interiormente deseaba que éste no se haya aburrido de perseguirle. Sin embargo, el alumno seguía a la expectativa. Estaba esperando el momento para atacar. No le bastaba con meterse en la mente del otro. Él quería que se metiera en sus pantalones y le haga todos los favores del mundo.

Los sutiles toques no le eran suficientes, sólo eran parte de la treta, pero sus fabulosas ideas siempre llegaban en tiempos de desesperación. Siempre ha sido un poco extravagante y llamativo, siempre a sido muy él. Por eso, debe ser innovador en sus movimientos.

Ese día, JongIn había planeado un "Listening activity" que consistía en escuchar y tomar todas las notas posibles para después escribir un ensayo al respecto. Todo iba bien por el momento, pero presentía su sufrimiento al leer ese cúmulo de basura que sus alumnos llaman 'ensayo'.

Con un suspiro cansino dio las indicaciones. Preparó el audio, amenazó a sus alumnos con; «De esto depende la nota del bimestre». Y se sentó a observar el intento de trabajo de sus idiotas.

Todo iba bien. Parecían atentos a las palabras, los oídos estaban como antenas y las manos se movían junto a los lápices. Si embargo, jodido sin embargo y maldito Do.

El mocoso parecía atento, si, pero atento a su móvil.

Tenía un audífono colocado en su oído y el otro colgaba sobre su camisa. El móvil estaba sobre el pupitre y no se había percatado, pero Do se había sentado en los pupitres vacíos. En esos que estaban alejados de todos el alumnado, casi en la esquina del salón.

Su concentración era tanta que mordía sus labios, sus ojos parecían perdidos en la pantalla del móvil, tan perdidos como su mano izquierda bajo el pupitre.

Extrañado se acercó. Dejó de lado a los demás en su asunto y él se sumergió al propio.

A medida que se acercaba podía notar la respiración agitada, el leve sonrojo y el inquieto movimiento en su mano.

JongIn estuvo alerta. La señal de alejarse estaba encendida.

No lo hizo.

La mirada de JongIn se centró en el móvil.
Luego en la mano del pequeño y por último en los ojos semiabiertos que le miraban

-Uh, ¿m-me ayuda?

Sus mejillas se veían bien. Sus labios estaban claramente abusados por sus dientes y la situación sólo incrementaba la excitación.

-P-por favor...

KyungSoo se veía tan solícito e indefenso que no era sano. El menor dejó su móvil descansando en el pupitre y tomó la mano de su maestro, lamió la palma, dedo por dedo y con cuidado puso la misma en su ereccion descubierta.

JongIn estaba perdido. No sabía en qué momento había posado sus dedos en el órgano de su alumno, pero sabe que después de ver el video que se reproducía en el móvil, su mano no necesitó ayuda para moverse. El mismo la movía al rededor de la dureza.

Las personas del video parecían estarse divirtiendo, uno tocaba al otro y ése mismo parecía disfrutarlo. Así como lo hacía KyungSoo. Él se limitaba a apoyar su cabeza en el brazo de su maestro, mordía sus labios y suspiraba cuando el mayor presionaba la punta de su sexo.

-¡AH-H!

JongIn rápidamente envolvió la cabeza de su alumno con su brazo libre. Apoyó la cabeza en su abdomen y metió sus dedos en la caliente boca del otro.

-Si gritas nos van a ver. Shhh~ no hagas que me detenga.- apretó su erección como amenaza y el otro sacudió su cabeza en señal de negación y desespero.

El vídeo seguía corriendo ante la mirada de JongIn y KyunSoo escuchaba los gemidos del actor porno, envidiando el hecho de no poder gemir a sus anchas. Sin embargo, su juguetona lengua se paseaba por los dígitos del alto, la saliva escurría y el climax estaba cerca.

JongIn había notado el desespero en si alumno siendo un paso más para el apuro. Movió su mano con rapidez, manchó sus dedos con el líquido que brotaba del falo y después de una fuerte presión liberada los hilos blancos aparecieron.

El video había terminado mucho antes, el audio de sus alumnos estaba a nada de terminar y su mano manchada a la boca de KyungSoo fue a parar.

El alumno lamió obediente, se sentía satisfecho mas no al máximo del placer. Aún quería estar lleno.

El audio ya había terminado y JongIn tenía que dejarlo, pero antes de eso, limpió la comisura de sus labios y se llevó cierto residuo a la boca para decir;

-Detención. No se permite el uso de móviles en el aula. Lo veo más tarde, Do.

Si, si el chiquillo quería jugar, era hora de enseñarle quién era el ganador indiscutible.

Hey there~

Mal capitulo, sip, pero ya comienza. Je, también termina xd no, aún falta para terminar esto y dejar de torturarles.
Lamento si no es lo que esperan y la demora más que nada. Ya actualizare los demás escritos.
Saludos sabor mandarina~
Beevit.

ooh_please
wickedgxme
-dazzl (No digan que no las consiento).

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