Entonceeeeeessss

"Abril" para 2012 y "Aby" para 2018 ? ¿Sí? Perfecto

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-¿Puedes creerlo Mayhem? todo esto se siente bien raro- Mayhem estaba oculto en su mochila bajo el pupitre, el pequeño ladeó la cabeza aún sin saber a qué se refería- seguro conoce a las tortugas, no sabré yo por qué siempre llego tarde- sonrió observando a la pelirroja con cuidado. Aquella Abril no pareció notarla, de hecho leía su libro de texto con especial concentración. Aby, como la llamaremos para evitar confusiones, ahora planeaba en silencio una forma de averiguarlo, no podía llegar y decir "Que onda, soy tu contraparte de otra dimensión, perdí a mis tortugas ¿me prestas a las tuyas? Digo, para ayudarme a encontrarlas". Claro, Aby no tenía idea de que sus hermanos de hecho estaban con estas tortugas, no podía sacar el tema y prefiere ser cautelosa, observar y planear, como el sensei le enseñó- ya lo tengo Mayhem- susurró emocionada, sacó un cuaderno y el pequeño yokai le alcanzó un lápiz- no se como es que pierdo el restó del estuche, a ver- anotó 'primero, conseguiremos el celular de la "Señorita O'neil" luego iremos a la sala de computación, extraemos un par de datos y conseguiremos la ubicación, ya luego debemos buscar alguna clase de arma, no vamos a andar por ahí a lo silvestre, y cuando estemos listos partimos, creo que lo más importante es hablar con Splints, así que…' anotaba rápidamente y sin darse cuenta sonó la campana.

Aby tomó su mochila y metió sus cosas con cuidado de no golpear a Mayhem por accidente, Abril ya se estaba yendo del salón y lo que menos quería era perderla de vista. Mientras todos los alumnos se escapaban de ahí Aby se deslizó con la mochila entre los brazos y siguió a la pelirroja. Caminaba casi al mismo paso, sus ojos oscuros clavados en ella hasta que la vió abrir su casillero y meter varias cosas en él, incluidos sus libros y un pequeño aparatito. Aby se movió a un lado ocultándose cerca de las paredes.

-Viste eso Mayhem- el yokai asintió- ¿crees poder teletransportarte ahí y traerlo?- Mayhem se puso una patita en la frente a modo de seña militar y a penas Abril cerró su casillero el animalito desapareció y reapareció dentro. Apenas tuvo que esperar un par de segundos y el pequeño regresó con lo que parecía ser un celular antiguo con la forma de un caparazón de tortuga- que discreto- rió guardándolo en la mochila a cargo de Mayhem y luego se puso la mochila al hombro- ahora solo hay que encontrar Au! Hey!- sus reflejos la hicieron cubrirse el rostro con los antebrazos justo antes de que un pequeño objeto chocara contra su rostro a gran velocidad, apenas lo detuvo lo recogió en el aire y lo lanzó contra la fuente de la que vino. Escuchó un quejido del chico que lo había lanzado- ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué andas jugando Hockey por los pasillos, Eh?!

-¿Cómo hiciste eso?- no hay que ser el mejor de los detectives para adivinar de quién se trataba…por las dudas, fué Casey, tenía esa mala costumbre y no era la primera vez que uno de sus discos le llegaba a uno de los desafortunados estudiantes, pero si la primera vez que alguien, no solo lo detenía, sino que además se lo devolvía interseptando el pedazo de caucho de un patada, estaba suficientemente impresionado como para ignorar el triple mega proyectil que le habían incrustado en el hígado.

-Podrías matar a alguien con eso- comentó la morena pasando a su lado, aunque se detuvo a tan solo un par de pasos- Oye "Viernes 13" ¿Dónde está la sala de computación"

-Amm, al final del pasillo- contestó Cass aturdido. Aby sonrió y siguió su camino.

-¿Quién era esa?- la pelirroja se acercó a Casey poco después, sujetaba los cuadernos de su próxima clase con ambas manos. El chico se levantó la máscara para tomar un poco de aire- ¿Qué tienes?

-Creo que me van a tener que cambiar los órganos- contestó con los brazos en el abdomen.

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-Que chico tan raro, me recuerda a esa chica intensa del club de Hockey, la rapada ¿recuerdas Mayhem?- Aby dejó su mochila en uno de los escritorios, el lugar estaba casi vacío (para su sorpresa). Mayhem salió de ahí con el dispositivo entre los dientes y asintió- See, bueno, no importa -encendió el computador y se sentó sin mucho cuidado- este computador es prehistórico ¿cómo lo hacemos? No tengo cable- el pequeño yokai chirrió ladeando la cabeza pero luego se levantó y desapareció- jm?...- un par de minutos después, ya cuando el computador estaba completamente iniciado, Mayhem regresó con varios cables en el hocico- :0! Bien hecho amigo- sonrió la chica tomando los cables, todos tienen entradas distintas pero entre ellos había uno que serviría, Aby acarició al animalito cariñosamente y conectó el teléfono a la torre.

-Hey, ¿quién se robó mi cargador?!!- se escuchó de fondo, a lo que Aby tiró el resto de cables bajo el escritorio.

-No tardo nada- Don le enseñó un montón de cosas en caso de emergencias, se preocupaba aunque no quisiese admitirlo, ahora, que esa preocupación lo llevara a enseñarle hasta como asaltar un banco desde el PC de su casa en algunas ocasiones tiene sus beneficios. Abril desarmó la seguridad del teléfono con facilidad, parecía estar hecho para ser desechable- mira Mayhem, tiene un sistema de autodestrucción y todo- sonrió explorando las funciones del aparato, entonces encontró el gps y el localizador- yyyy, lo tengo- anotó la dirección en su cuaderno y lo guardó- Eso es todo, regresalo a la pelirroja Mayhem- y así lo hizo, sin que nadie lo notara.
Volvió a sonar la campana, pero Aby no tenía intenciones de volver a clases, se escabulló entre los pasillos hacia el gimnasio sigilosamente esperando que no lo estuviesen usando, es una chica con suerte en ocasiones. Un bate era lo que buscaba, es un clásico y nadie le puede decir nada porque no es un arma como tal-jm, tienen de metal- sonrió a Mayhem, quien se posaba en su hombro- perfecto- lo tomó con ambas manos para sentir el balance y lo blandió en el aire a modo de prueba- ¿como te sientes amigo? ¿Crees poder sacarnos a los dos de aquí?- Mayhem se estiró como un gato y se sacudió, pronto recogió a la joven con sus poderes y ambos se esfumaron en el aire.

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Raph llamó a sus hermanos al dojo, cuando Leo le dijo que iban a entrenar no pudo estar más emocionado, ojalá su Leo tuviese el mismo entusiasmo por los entrenamientos. Eeeeeen fin, el rey rojo fué el primero en interrumpir el desayuno de sus hermanos para decirles (como si ellos no hubiesen estado aquí día a día con sus santos entrenamientos). Mientras Leon se atragantaba y Donnie tomaba registro de ello, Mike le explicó al gigante que ya lo sabían, y que tienen costumbres bastante distintas aquí, así que -no esperes algo parecido a lo que hacemos en casa Raphie.

-Ou, bueno ¿y qué opinan ustedes?- preguntó aún con su sonrisa.

-Creo que es bastante…amm, Dee ¿cual fue la palabra que usaste?

-inapetente

-mmm no

-belicoso

-nope

-soporífero

-Donnie, es una palabra que yo también conozco

-Más aburrido que discurso para sordos-comentó Leon cuando pudo respirar, pero pronto se atragantó de nuevo

-...autodestructivo? Conflictivo? Abrumador? Cuadrado? Confrontativo?

-Confrontativo, sí-Raph ladeó la cabeza.

-B-bueno, no puede ser tan malo chicos, tal vez sea la poca costumbre- se acercó a Leon y le dio un pequeño golpe en el caparazón haciéndolo escupir la semilla de aceituna que le obstaculizaba las vías respiratorias.

-Gracias jefe- levantó el pulgar respirando dramáticamente- pero ya lo verás, ya lo verás- Mike y Don asintieron.

Cuando llegó la hora del entrenamiento Raph fue el primero en entrar al dojo, aún asombrado por la apariencia de aquel Splinter (tranquilo Raphie, el sentimiento es mutuo), su cabeza estaba muy cerca del techo de la sala así que prefería andar encorvado, sus hermanos iban detrás de él casi arrastrando los pies. Leo y sus chicos entraron junto a ellos y siguieron la rutina de siempre, se arrodillaron en fila frente a su sensei, Leon, Mike y Donnie hicieron lo mismo de mala gana y Raph, que seguía de pie cerca de la rata pareció extrañado ¿qué pasa? ¿Nos van a castigar? O qué…El gigante rojo volteó hacia Splinter con la pregunta en la mirada, pero solo recibió un solemne gesto que lo invitaba a sentarse con los demás. Raph arrugó un poco el ceño, pero no protestó, está bien, son sus costumbres, hay que respetar las costumbres. Sus pasos retumbaban en el piso alfombrado y la madera crujió cuando se arrodilló a las espaldas de sus hermanos. Leon y Don se miraron entre ellos resistiendo el impulso de hacer alguna clase de chiste o mal comentario. Tras un breve intercambio de palabras Raph comprendió el por qué de sus palabras antes, tenían un sistema de entrenamiento por duelos y practicaban katas, osea, eso, eso no es malo ¿no? Digo es…se nota que son magníficos ninjas, hábiles y…amm. Raph fue dejado a un lado como un observador, debido a su tamaño sería complejo enfrentarlo contra alguien, más que nada por el espacio del que disponían.

Permaneció sentado con las piernas cruzadas, sus tonfas a sus costados y las manos en su regazo observando con seriedad, si, se aburría, pero al menos podía calmar sus ansias analizando el estilo de combate de las versiones de esta dimensión. Mike fue vencido por Leo en su primer combate y fué a sentarse en las piernas de su hermano mayor con una expresión molesta, Raph palmeó su cabeza con una sonrisa tranquila y observó el siguiente combate, Rafa contra Mikey, Mikey pierde, Donnie contra Leon, Donnie piede, Don contra Leo, Don pierde, Rafa contra Leon, Leon pierde, Leo contra Rafa…porque el aire se siente tan pesado de repente.

Sobra decir que casi todas las tortugas se amontonaban sobre el más grande como si fuese alguna clase de peluche gigante o un almohadón, Donnie y Mikey preferían mantener la distancia, pero parecían curiosos por su comportamiento. En fin, Leo vs Rafa es un tema familiar recurrente, Donnie y Mikey ya predecían cuál sería el problema, pero los demás no habían tenido oportunidad de apreciar este teatrito.

Rafa parecía particularmente serio el dia de hoy, como siempre la razón es incierta, tal vez sea por los problemas en los que se han estado metiendo, porque le hacen faltan sus noches de lucha contra el crimen para soltar el estrés, yo que sé, incluso podría sentirse algo minimizado por la apariencia de su contraparte, el punto es que a esos ojos verdes nadie le quitará el filo fácilmente. Leo reconoce esa actitud y suspira, a veces siente que la ira de Rafa es por él, otras que solo está enfadado con el mundo y otras, cuando Rafa había sido amable con él, cree que tal vez solo se levantó del lado incorrecto de la cama.

Splinter observaba desde debajo del árbol, Raph y los demás desde el otro extremo, y a penas la enorme rata dio comienzo a la pelea el sonido del metal chocando resonó en el dojo, el gigante de rojo se sobresaltó con el ruido, comparado con los demás duelos este iba en serio y eso se sentía...extraño.
Rafa enredó sus sais en las katanas de le tratando de quitárselas, pero Leo le hizo retroceder de una solo patada en el estómago, Rafa gruñó, pero volvió a atacar inmediatamente, sujetaba sus sais con tanta fuerza que sus nudillos parecían pintarse más claros, Leo se mantenía en posición defensiva bloqueando cada ataque, de pronto el de rojo empujo las espadas de Leo al suelo y con un giro rápido le dió una fuerte patada en el rostro que lo desequilibró casi haciéndolo caer al suelo. Leon sintió esa patada en su propio rostro, no literalmente, pero de solo verlo pudo imaginarse el golpe, Don volteó a ver a Leon de reojo con una expresión incierta. Mike miró a Splinter esperando escuchar algo al respecto, pero no dijo nada, luego volteó hacia Mikey y Donnie encontrándose sus rostros aburridos, como cosa de todos los días. Leo se recuperó rápido y blandió sus katanas con más energía, cada golpe sonaba más fuerte, y la expresión de Rafa lucía más furiosa con cada choque, Leo logró quitarle uno de los sais al rojo, pero igual de rápido Rafa le quitó una katana, a medida que avanzaba la pelea fueron quedando desarmados, mas ninguno quería rendirse.

¿Splinter no va a detener la pelea? Esto está llegando muy lejos, van a hacerse daño de verdad, no parece entrenamiento, tienen que dejar de atacarse así, pensó Raph apoyando sus manos en sus rodillas con el ceño fruncido, sus hermanos parecían pensar lo mismo, estaban tensos, podía sentirlo. Los golpes continuaron, aunque sea a puños y patadas, los gemelos tuvieron que encorvarse un poco al sentir a Raph inclinarse hacia adelante, su hermano mayor parecía querer hacer algo, pero se quedó ahí, con los ojos fijos en el tornado rojo y azul, Leo logró tomar a Rafa con una llave, pero el rojo se tiró al suelo liberándose, ya en el suelo le impidió al azul levantarse poniendo una rodilla sobre su pecho, empuño su mano derecha y sujetó uno de los brazos de Leo con la izquierda listo para tatuarle su puño en la cara, Splinter entonces detendría la pelea, daría a Rafa por ganador, pero agregaría una cuantas palabras sobre su comportamiento y todos serían libres de irse un rato. Sin embargo eso no pasó porque el puño del rojo jamás golpeó al azul.

Rafa fué levantado en el aire, sus ojos se abrieron como platos mientras pataleaba, no tenía idea de donde lo habían agarrado ni como demonios es que estaban flotando así de la nada. Leo se apoyó en sus codos viendo a su hermano temperamental con una mueca casi cómica.

-¡No te quedes ahí, ayúdame!- le dijo al azul, pero este ya había descubierto lo que estaba pasando, Raph había tomado una de sus tonfas y la usó para alcanzar al rojo con un brazo de energía mística, lo tomó por el caparazón y lo levantó. Mikey estaba fascinado con el nuevo poder y Donnie parecía ocultar una sonrisa mientras Rafa se retorcía. Splinter se encontraba confundido, incluso dio un par de pasos hacia el frente intercalando su mirada entre las dos tortugas de rojo. Raph lo movió un poco más lejos de Leo y lo bajó con mucho cuidado.

-Suficiente chicos- dijo con un tono ensombrecido, sus ojos demostraban autoridad y no debía levantarse para lucir imponente. Leo se puso de pié y miró al maestro Splinter esperando instrucciones, Rafa se sacudió e hizo lo mismo.

-¿Qué fué eso?- pregunto a la rata al gigante rojo, Don, Leon y Mike se apartaron de su regazo rápidamente y Raph se puso de pie algo apenado, pero no arrepentido.

-Es que, bueno, yo creí que, es que como solo estamos, estaban, entrenando, no peleando, creí que tal vez era momento de parar- habló tropezando sobre sus propias palabras no queriendo parecer irrespetuoso, Splinter levantó una ceja pensativo, Leon y Don estaban listos para ser "irrespetuosos" si la rata le decía algo feo a su hermano mayor, pero no fue así.

-Jmm, está bien, de todas maneras la pelea debía terminar- Splinter miró a Rafa un momento y regresó al gigante- pero debo pedir que por favor no utilicen esos…"poderes místicos" durante los entrenamientos- Raph suspiró y asintió- creo que podemos concluir el entrenamiento de hoy.

-¿No vamos a hacer nada más?

-NOPE- Leon tomó a Raph del brazo para sacarlo del dojo antes de que le de una idea a la rata.

-Pero…

-Vamos, vamos, que hay más cosas que hacer- dijo Mike haciendo lo mismo. De a poco todos fueron saliendo del dojo.

-Rafaél- llamó Splinter antes de que se fuera.

-¿Si maestro Splinter?

-Si vas a dejar tus emociones salir de control que no sea contra tus hermanos.

-Lo lamento Maestro, No es mi intención- se defendió, y era verdad, a veces se deja llevar, pero ya habían tenido esta conversación muchísimas veces.

-Discúlpate con Leonardo.

-¡Pero sensei!- fué una réplica vacía porque la seriedad en la expresión de su padre cayó cualquier cosa que fuese a decir-...Hai sensei…-bufó. Splinter suspiró y el rojo se fué.

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Abril caminaba sujetando las tiras de su mochila a un ritmo casi infantil, el mango del bate sobresalía y sonaban como campanillas al chocar contra el cierre a medida que avanzaba. Mayhem se sujetaba de su hombro tranquilamente, incluso de día había pocas almas en las calles. Un par de calles después entró al callejón que tenía apuntado, cómo es posible que todos los callejones de Nueva York, sin importar la dimensión, olieran igual de terrible. En fin, si tomaba esta alcantarilla y avanzaba un poco, debía bajar, luego tomar una salida a la izquierda…Repasaba los planos de las alcantarillas que había memorizado, no es como si al quitar la tapa y saltar caería directamente en la guarida ¿o sí? Ahora, esta cosa va a ser un poco difícil de abrir, si tan solo tuviera una palanca o algo así, tal vez su perro-cosa los puede teletransportar dentro.

De pronto Mayhem se alteró y comenzó a gruñir a algo a sus espaldas, la joven sabía perfectamente que eso no era nada bueno y tomó el bate de su mochila sin voltear aún.

-Jovencita, no deberías andar por estos callejones tu "sola"-escuchó esa irritante y asquerosa condescendencia que más de una vez había tenido que soportar, ¿escuchas eso? dos, no, tres, miró sobre su hombro confirmando el número de adversarios, efectivamente, son tres, el fondo del callejón está enrejado, podría perfectamente saltarlo y escapar, pero ¿por qué hacerlo?

-No deberías estar en la escuela?- comentó uno con una leve risa, Aby le dió una mirada rápida y que conveniencia la suya, tenía la palanca que necesitaba.

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Se convierte en un charco de tinta y desaparece*