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Intruso en las sombras

Aclaración:  Los chicos de Rise aún no tienen sus poderes místicos (ninpo) pero si sus armas (esas que para nada se robaron) esto porque si  los tuvieran contrastarían mucho con las tortugas de 2012 , demasiado poder para este lugar.

Y claro, por temas de comprensión lectora vamos a organizarnos un poco;

rottmnt: Leon-Raph-Mike/Angello-Don

2012tmnt: Leo-Rafa-Mikey-Donnie

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Leon los siguió a la distancia, el arte de ocultarse es una de las cosas que domina muy bien. Es bueno saber que el aire de las alcantarillas sigue oliendo a la misma peste de siempre. No pasaron más de cinco minutos para cuando llegaron a su destino, lucía como una estación de metro abandonada, pero estaba iluminada y perfectamente habitable, el olor parecía disiparse un poco aquí (o quizás su nariz se acostumbró, una de dos) Las cuatro tortugas que seguía le resultaban más familiares a cada paso, lamentablemente aún no había podido escuchar sus nombres, pero algo cosquilleaba en el fondo de su mente pero no descifraba el qué. Cuando el grupo entró al lugar supo que esconderse sería más difícil, asomó la cabeza por sobre los torniquetes y pudo dar el primer vistazo a su guarida, no era tan grande como a la que estaba acostumbrado pero no estaba nada mal, modesto, acogedor, retro, un poco MUY gris para su gusto pero nada que un poco de pintura y talento no puedan arreglar -ojalá tuviese a Mikey por aquí- Se separaron, uno de pañuelo anaranjado y pecas no perdió el tiempo y fue a la cocina por algo de comer, el de rojo ya le había dado un zape de camino aquí, ya no le debía nada. El morado (aunque parece más un púrpura o lila claros, Ejem) desapareció tras unas altas puertas a un costado de la sala, el rojo se sentó en lo que parece ser un sofá y asumo tomó el control del televisor, por último, el azul, se encaminó hacia unas puertas de papel o madera delgada, muy parecidas a las que se usan en japón. 

Con todos sus anfitriones involuntarios distraídos se deslizó al interior del lugar ocultándose en una esquina oscura. Sigue sin ser un buen escondite así que mejor buscaría otro sitio.

Mientras tanto con la tortuga de ojos zafiros; La luz tenue del dojo iluminaba su camino, fué a informar a su padre de su llegada, una vez hecho eso le dió un pequeño resumen de la misión sin contratiempos.

-Me alegro de que tu y tus hermanos se encuentren bien, pero de todas formas llegaron muy tarde.

-Me disculpo Sensei, nos distrajimos y perdimos la noción del tiempo- se disculpó bajando la cabeza inconscientemente.

-Ya no importa, tienen que descansar.

-Hai sensei- cuando estuvo en el marco de la entrada lo detuvieron.

-...Leonardo

-¿sí sensei?

-¿Abril vino con ustedes?

-amm, ¿no? solo nosotros cuatro.

-que extraño, me pareció haber escuchado a alguien más entrar, tal vez alguien los siguió aquí.

-le diré a los chicos- dijo alertado en el instante en el que la enorme rata terminó de hablar. Salió del dojo a paso veloz, su sensei permaneció de pie algo pensativo, tenía un extraño presentimiento desde un poco antes de que sus hijos volvieran a casa, no sabría diferenciar entre un peligro inminente o un mero misterio.

-Si vienes a ver tus "héroes espaciales" llegas tarde, el control es mío.

-Rafa- los ojos esmeralda levantaron la vista de la pantalla, el líder azul sujetaba una de sus katanas con una mano y con la otra indicaba hacia la cocina. A juzgar por la expresión en su rostro y su silencio, algo estaba pasando. Rafa fué por su compañero a la cocina mientras que el azul fue al laboratorio, las enormes puertas estaban entreabiertas, se podía ver la figura esbelta y algo cansada del miembro faltante.

-Donnie, el sensei tiene la sospecha de que alguien nos siguió- Dijo en voz baja.

-¿Donnie?-desde las alturas observaba el orejas rojas, aquí la luz era más tenue y servía para ocultarse, por fin pudo escuchar el nombre de uno de ellos, comenzaba a considerar seriamente una tontería que su hermano le había contado una vez hace tiempo, no quiere admitirlo, por favor no, apostó 20 dólares.

-No he visto a nadie entrar a mi laboratorio Leo, ni a nadie en general, ¿estás seguro?

-Yo tampoco vi a nadie, pero tenemos que revisar por si acaso- El más alto se levantó desganado y asintió.

-Leo...jmm, tal vez las teorías de Dee no estén tan mal- susurró.

-¿Qué fue eso?

-ipp- Leon se encogió en su lugar, estaba apenas afirmado ahí arriba, un movimiento brusco lo haría caer.

-¿Qué cosa?

-escuché una voz...

-Revisamos la sala y los dormitorios, no hay nadie.

-en la cocina tampoco- Los otros dos aparecieron más rápido de lo que esperaba, Azul, morado, rojo, naranja. Es obvio, era lo más obvio del mundo, como no se le ocurrió antes, es otra dimensión, JÁ...¿Cómo terminó en otra dimensión? aaaay, esto podría ser muy malo...o tal vez muy bueno. Podrían ayudarlo a encontrar a sus hermanos.

Se encontraba pensando en ello cuando sintió uno de sus pies resbalar por la pared y el resto de su cuerpo le siguió al perder el equilibrio. Hubiese sido un aterrizaje perfecto de no ser porque seguía aturdido, cayó al piso como un saco de papas, no se hizo daño, pero fue muy poco agraciado. Para cuando se incorporó tenía sais, espadas, nunchakus y lo que parece un simple palito apuntándole directo al rostro.

-e-emm...

-¡¿Quién eres?! ¡¿Cómo llegaste aquí?!-El de rojo lucía amenazante, pero debido a su altura a Leon no le hizo efecto, de hecho el solo imaginar que este pudiese ser una versión alterna de su hermano mayor le hacía mucha gracia, sonrió sin quererlo- ¡¿Te burlas de mi?!

-Tranquilo Rafa- dijo el azul pero el solo comentario hizo que explotara de la risa. Rafa estaba ofendido, vaya que sí, tomó firmemente sus armas y se abalanzó contra el intruso, Leon lo esquivo y pensó- si ya estoy aquí podría probar lo que estos chicos pueden hacer- su sonrisa no hizo más que ensancharse. Leon puso bien los pies en la tierra y saltó sobre ellos como un acróbata, tomó la empuñadura de su odachi con firmeza y lo sacudió frente a los ojos de sus oponentes luciendo su filo, se puso en guardia, listo para cualquier talento escondido que quieran mostrarle- Capturenlo- ordenó Leo apuntándole con una de las katanas. Los demás acataron la orden.

Tenía a dos de ellos atacando por el frente, los otros pasaron a sus costados para posicionarse a su espalda, estaba rodeado pero no atrapado, para sorpresa de sus atacantes Leon trazó un círculo a su alrededor pasando la punta de su arma por el suelo, lo miraron desconcertados, ¿que se supone que fue eso? una clase de bailecito, no es una técnica que conocieran. Un instante después la risueña cara del orejas rojas desapareció a través de un portal que se abrió a sus pies. La luz azul celestina que brotaba de ese círculo perfecto en el suelo iluminó el lugar.

-¡¿Qué es eso?!- Observaban boquiabiertos la escena sin percatarse de que otro aro del mismo tipo se abrió frente a la puerta del laboratorio.

-¡Holaaaa, estoy por aquí!-saludó burlesco apoyado en la puerta, los cuatro estaban muy sorprendidos.

-agujero de gusano- musitó el más alto. El rojo no demoró más y fue tras él, Leon dejaría que lo persiguiera un rato, de hecho se estaba divirtiendo.

-¿Qué fue eso Donnie? ¿Es un mutante siquiera?

-Así parece, es una Trachemys scripta elegans- Leo lo miro raro- una orejas rojas, es una especie muy común de hecho, amm, y eso fue un agujero de gusano, un portal, seguramente los forma con su espada, no se como, debe ser tecnología muy avanzada.

-Entonces tenemos que quitarle esa espada- sentenció el azul saliendo a ayudar a su hermano de rojo. Mikey, el pecosito de ojos claros, vio a Rafa perseguir a Leon por toda la sala en círculos y cada vez que parecía que lo alcanzaría se teletransportaba a otro lugar dentro de la sala.

-No creo que sea un enemigo-le dijo al azul pero este lo ignoró olímpicamente.

-Separense y quítenle esa cosa.

Leon se teletransporto al centro de la sala y se sentó sobre el televisor en vista de que parecía una caja gigante, en serio, ¿Qué año se supone que es aquí?

-No parece que lo estés intentando rojito- comentó consciente de que los ojos del más bajo estaban en llamas, Donnie corrió hacia él y trató de golpearlo con su bastón pero solo se escuchó el aire siendo cortado. Leon escapó del golpe dando una voltereta hacia atrás- tú en cambio casi me das- rio levantando su espada a punto de hacer un portal pero una cadena se enredó en la hoja y lo tiró quitándoselo de las manos-¿que?-Mikey ahora tenía la espada y no la soltaría fácilmente, la sonrisa del orejas rojas disminuyó un poco pero no se quedaría ahí sin hacer nada. En lugar de ir por el de naranjo arremetió contra su otra versión, tomándolo algo desprevenido, le dio una patada en uno de sus puños y se robó una de las katanas-gracias- canturreó, el de rojo lo atacó otra vez, desvió los sais con la espada y con un ágil movimiento de su muñeca se los quitó, no tuvo tiempo para burlarse por un fuerte puñetazo que impactó contra su pecho haciéndolo retroceder. Leon puso su mano en el pecho ¿quien pensaría que alguien tan pequeño tendría tanta fuerza? no tuvo tiempo de quejarse, una patada iba hacia su rostro velozmente, escondió la cabeza en su caparazón se alejó del rango de riesgo, Donnie y Leo iban a atacar de nuevo pero Leon cortó el aire frente a ellos con la katana que tenía a modo de advertencia, sacudió un poco la cabeza, de repente empezó a dolerle de nuevo. Escuchó el chirrido de unas cadenas detrás de él y se agachó, la cadena pasó de largo golpeando al de morado directo en la cara.

-Au ¡Mikey!

-Lo siento- se disculpó, el orejas rojas aprovechó el momento para tomar la cadena y robarla también, la sacudió en el aire para luego azotarla contra el suelo, justo donde habían caído los sais de Rafa impidiendo que este los recuperara, Mikey salió de detrás de Leon para cuando la cadena volvió a girar formando un perímetro peligroso. Leon estaba jugando pero al mismo tiempo estudiándolos, son hábiles, sus armas y técnicas son tradicionales, muy parecido a esas películas de artes marciales, se nota que no lo enfrentan con todo su potencial, es divertido...pero tienen su espada...

-¿Qué está pasando aquí?

-¡Sensei!-exclamaron los cuatro al mismo tiempo, Leon volteó intrigado, ¿sensei? ¿Quién es ese? alguna clase de, Aaaaay nooo, es Splinter...

"Una rata gigante" no es suficiente para describirlo, a diferencia de al que está acostumbrado, este Splinter es mucho más alto y más elegante, luce incluso más joven, vestía de un color rojizo oscuro que combinaba con sus tonos marrones y un curioso patrón blanquecino hacía su hocico blanco con bigotes del mismo color, sus ojos marrones, aunque lucían tranquilos lograron darle un escalofrío. Tuvo la sensación de que por nada del mundo debía hacerlo enojar. Leon se paró derecho y dejó caer la espada y cadena que le había quitado a los otros dos, incluso los empujó un poco con el pie como queriendo ocultar una travesura.

-¿y bien?-un repentino silencio inundó el lugar, Leon rio por lo bajo pasándose una mano por la nuca con cierto nerviosismo- ¿vas a presentarte jovencito?...

-a claro, sip, esto tal vez les suene uuuun poco raro, pero estoy casi, caaaasi seguro de que vengo de otra dimensión, Me llamo Leonardo Toma-HAMATO, si, Leonardo Hamato.

....ou, bueno, eso sí que fue inesperado.

-¿¡QUÉ!?

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Buenas noches

Se va a dormir*

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