Un nuevo comienzo
Estaban heridos pero felices de estar vivos y contar con su libertad. Estuvieron en su hogar hasta recuperarse. Hablaron con su padre y él aprobó dejarlos ir. Les dijo que cuando desearán volver podrían hacerlo, pues sus hijos siempre serían sus hijos sin importar donde estuvieran.
Iban con algunas cosas bajando la montaña. Rain llevaba en sus manos las riendas del caballo.
― ¡Vaya! Una vez más decide dejar la estabilidad para ir al peligro.
Ella rio.
―En todo hay riesgos Rain, sólo espero que Kyota sea un buen rey.
―Lo será estoy seguro y que, en la historia de su reino, su leyenda Mina sobrevivirá.
―Sabe, la única historia que me importa es en aquella donde soy feliz.
Rain sonrió.
―Algo me dice que tiene muy presente al Shogun.
Mina le sonrió divertida y Rain hizo lo mismo.
―Bueno, quizá un poco. Sabe, creo que el destino siempre espera por nuestra decisión para que se cumpla.
Rain asintió con la cabeza.
―Sí, hay que tener el valor de luchar siempre por lo que soñamos.
Ella volvió su vista a él, y notaba esa misma alegría en su mirada, la misma que ella sentía al ir a su lado. El sol le daba en su rostro, su cabello negro lacio adornando su rostro le instó a decir lo que pensaba.
―Rain siempre he creído que es un tipo atractivo.
Rain soltó una sonrisa traviesa. A Mina le encantó esa sonrisa.
―Gracias Mina, no sé porque tengo la idea que usted quiere comprobar algo. Además, quiero que sepa que para mí no hay nadie tan bella como usted, desde que la vi supe que estábamos unidos por el mismo destino...
Mina se sonrojó. Si se le había pasado algo por la cabeza, algo que llevaba en su corazón pese a todo. Pero se hizo la desentendida.
―Oiga, Rain, yo sentí lo mismo. ¿Por qué dice comprobar?
Rain detuvo al caballo y se volvió a ella.
―Desea besarme para comprobar si se equivocó con Kyota.
Mina abrió los ojos a más no poder sin saber que decir. Rain soltó las riendas que llevaba sujetadas y se paró frente a ella.
― Descúbralo, Mina. ― Susurró Rain.
Mina oscilaba de pies a cabeza. Ella lo amaba como su hermano, pero sentía esa duda. En su corazón deseó eso desde que lo vio entrenando con aquel Kusarigama.
Rain acercó sus labios a los suyos, ese beso fue una explosión en su corazón. Descubrió que lo amaba más de lo que ella pensaba, pero no quería ser limitada ni poseída, ella prefería tener un compañero de aventuras más que un esposo. Lo amaba, pero nada se comparaba al tenerlo como hermano y deseaba ser fiel a su condición de guerrera.
Rain estaba encantado con ella como maestro, amigo y hermano. Él estaba dispuesto a ser lo que Mina deseara, tal cual Kyota. Aunque quería seguir siendo un guerrero enamorado de su espada, Mina sin duda significaba más que una espada, simbolizaba la razón de ver la vida con mayor entusiasmo y coraje. Fue imposible para él no recodar las palabras de su padre: ser amado da fuerza, pero amar da el coraje necesario para vivir.
Al igual que Kyota, Rain, respetaría lo que había en ambos. Para él su felicidad sería acompañarla, nada mejor que compartir ambos el mismo camino.
Se apartaron mientras ambos no paraban de reír.
―No, no me equivoqué Rain. Mi corazón eligió ser feliz. Soy una guerrera que quiere siempre ser libre a su lado.
―Me alegra oír eso, Mina. Mi felicidad ahora significa acompañarla, Koishiteru.
Ambos se abrazaron.
―Hermanos, nos queda mejor así. ―Admitió Mina sonriendo.
Rain muy dentro de sí le había gustado mucho besarla, pero ella tenía razón nada mejor que ser su hermano. Guardaría en su corazón lo que sentía por ella.
Rain al verla dichosa a su lado retomar la caminata, él hizo lo mismo.
―Oiga Rain, ¿Qué significa Koishiteru? Creo que te quiero se dice de otra forma.
Rain la observó sin poder quitar esa sonrisa.
―En japonés hay tres formas de decir te quiero, cada una tiene diferente significado, la que elegí decirle significa que la quiero, pero del modo para pasar mi vida entera a su lado.
Mina lo veía reflejándose en su mirada lo mismo que ella sentía en su corazón por él.
―Koishiteru, Rain.
Rain se sintió muy animado al escucharla, sabía que a su lado iba lo que siempre deseó encontrar. Respiró profundamente al notar a Mina entusiasmada viendo al frente.
―Rain... ¿Qué significa Ashiteru?
Pensó un momento antes de responder.
―Significa te quiero también se usa cuando se tiene una relación seria con una persona muy especial.
Mina se quedó suspendida en sus recuerdos, Kyota le había dicho eso. Rain al verla corroboró sus sospechas. Prefirió cambiar de tema.
―Iremos a su pueblo, recuerdo que dejé dinero en su casa, por si lo necesitaba. Además, le presté unas monedas a mi padre, no creo que le molesté mucho ver que le faltan sólo mil libras de oro...
Mina lo observaba sin poder mencionar palabra alguna. Luego sonrió.
― ¡Ojalá que no! No sería buena idea ser perseguidos por todos esos guerreros Shinobi.
Rain sonreía ampliamente. En realidad, no eran mil libras eran cien y su padre se las había obsequiado.
― Quizá después de ir al pueblo podríamos ir a esos lugares, en donde dicen que hay hadas, sirenas y todo eso. ―La voz de Mina sonaba llena de entusiasmo con un matiz de alegría.
Rain asintió con la cabeza.
―Suena bien.
―Creo que juntos seremos imparables. Nada mejor que con quien compartir los mismos ideales...
Rain le echó la mirada entusiasmado.
―Indetenibles, Mina, su camino es el mío.
Rain sabía que ya sería momento de que Mina, tuviera la enseñanza en el Din Mak (el toque de la muerte) había demostrado que no era corrompida con la maldad, ni el deseo de venganza.
― ¡Hey! ―Ambos se volvieron a la voz masculina.
― Hola Ryu― Saludó Mina al verlo.
― ¿Qué? ¿Se irán?
Parecía sorprendido.
―Es lo mejor, ya sabes, ahora los Ninjas estarán menos en las sombras, contaran con el apoyo del emperador, todo estará en orden. Y te quedará bien ser el líder.
Ryu rió.
―Bueno, cuídense mucho, aunque ya está más que claro.
―Cuídate tú también y protege a nuestra familia― Mencionó Rain.
Ambos se estrecharon de brazos, y en cuanto Mina le extendió la mano para despedirse de él, Ryu haló de ella con fuerza y la besó.
Hasta Rain se quedó turulato.
―Cuídate Mina, pocas mujeres pueden ser como tú. Yo encantado me escaparía contigo, pero ya elegiste.
Mina le sonrió. Rain la abrazó y cojeando se dirigieron al bosque.
― ¡Vaya! Si son varios los hechizados por sus encantos.
Ella se sonrojó apenada.
―No creo, yo más bien pienso que les inspiro coraje.
Ambos soltaron carcajadas.
―Pienso que es probable. Quizá algún día Mina usted deseé volver, Kyota la esperará.
Mina lo negó con la cabeza.
―No, Rain, sé que es un buen hombre y que siente mucho por mí, pero no puedo corresponderle, aunque le confieso que me sentí tentada.
Rain la observaba sorprendido ante su honestidad. Pero lo encubrió respirando hondo
―Eso es normal. Pero ganó su honor.
―Por poco. ―Admitió ella sonriendo.
―Ah, entonces si había algo entre los dos.
―Quizá Rain, pero mi corazón ya tiene a quien amar.
Mina alzó su Kusarigama y le dio un beso. Rain sonrió.
―No puedo negarlo, hacen una buena pareja, o somos un buen grupo.
Iban hacia el pueblo con intención de buscar un carretón e irse de las bellas regiones de Iga y Koga.
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