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Jimin muestra una sonrisa forzada cuando una jovencita se le acerca con la intención de regalarle un hermoso collar con gemas presiosas, bañado en oro y exageradamente pesado. Úlimamente recibe muchos regalos, desde joyas, frutas hasta vestidos costosos, todo comenzó desde el día que Yoongi lo presentó y dijo que era su prometido.

Todas y todos le sonríen, esas personas que antes lo criticaban ahora lo tratan con tanto respeto y buscan quedar bien con él ofreciéndole regalos.

No le gusta; esto es incómodo, él jamás pidió nada de esto.

Acaricia su vientre mientras guarda el collar en la cajita. Se encuentra en el harem sentado en un barquito de tela azul, Jisoo se encuentra peinándolo mientras las demás concubinas hablan alegremente entre ellas, oh sobre eso...

─ Aún no me acostumbro a verlas como unas damas más ─ Jisoo hizo el comentario, haciendo trencitas en el cabello del Doncel.

Las cuatro mujeres quienes se habían estado arreglando las uñas entre ellas miraron en dirección a Jisoo y Jimin. Este último las miro con un poco de pena, ¿esto lo convertía en alguien egoísta? Jimin ni siquiera se había molestado en pensar en ellas, no se había detenido a analizar la situación con más claridad, ¿que tal si ellas habían desarrollado sentimientos hacia Yoongi?

Estas cuatro mujeres llevaban conociendo al rey más tiempo que él, habían estado cuando enviudó, cualquiera de las cuatro era mejor partido que él para convertirse en reina y aún así Jimin les quitó el único puesto que las hacía cercanas a Yoongi.

¿Ser rey lo haría una persona así de fría? Tenía miedo de convertirse en alguien que solo mira por sus intereses.

─ Es lo mejor que nos pudo pasar ─ la voz de Joy lo sorprendió, esta sonreía mientras decoraba las uñas de Jieung.

─ ¿Qué? ─ Jimin dijo confundido, honestamente no le sorprendería que más de alguna lo odiara, habían pasado de ser amantes del rey a unas simples damas, aunque su puesto aún seguía siendo alto, pues ser damas de la reina, en este caso rey era un puesto que no cualquiera tenía, todos los candidatos pasaban por un examen antes, eran evaluados y solo uno se quedaba con el puesto.

Yoonah sonrió despreocupada, como siempre mostró la madurez que la caracterizaba a través de su palabra.

─ Descuida Jimin, sin querer nos hiciste un gran favor, no es que nos desagradara ser parte del concubinato, pero siendo una concubina del rey la posibilidad de tener pareja, familia y salir a divertirnos se nos era negada, estábamos atadas a Yoongi en cierta forma, para nuestra suerte él nunca fue como los otros reyes, Yoongi nos trato bien desde el principio, no nos veía solamente como objetos de placer, él nos escuchaba y cuidaba por eso nosotras le teníamos un gran aprecio ─ miró sus uñas, ya casi se secaba.

─ Noona tiene razón ─ Joy también quiso expresarse ─ esto es como una segunda oportunidad para nosotras, podremos enamorarnos y ser chicas normales, claramente la realeza siempre contará con nuestro apoyo y fidelidad.

Jimin sintió un gran alivio al escuchar dichas palabras, un poco de culpa había disminuido pero igual siempre existía el miedo de olvidarse completamente de quien era, convertirse en alguien egoísta y orgulloso.

─ Ya quedo ─ Jisoo termina colocando un adorno en el cabello de Jimin.

Tomó el espejo que había estado sobre sus piernas y vio el trabajo que la chica había estado haciendo, sonriendo por el resultado agradeció amable y conforme.

Su cabello había crecido, ahora le llegaba a los hombros, ni siquiera se dio cuenta en qué momento había crecido tanto, pero le estaba gustando, claramente los mechones de enfrente y los costados seguían manteniéndose cortos.

─ Hola ─ todas las presentes observaron al príncipe el cual venía entrando con una sonrisa y agitando su mano en forma de saludo, más sin embargo también era muy obvia su búsqueda, pues miraba de forma disimulada hacia todas partes, como si buscara a alguien.

─ Hola príncipe, ¿que lo trae por aquí? ¿Necesita algo? ─ dijo una de las damas.

Dae negó ─ Yoongi no necesita nada ─ esta vez fue Jimin quien se vio curioso pero Dae volvió a negar.

─ Mi padre aún no sale de su reunión con los generales, creo que planea reclutar nuevos soldados ─ se encogió de hombros ─ Jimin creo que deberías comenzar a involucrarte en este tipo de asuntos, eso te ayudará en un futuro ─ dijo como consejo hacia el mayor.

El nombrado asintió de acuerdo, aunque no le gustara debería ir entendiendo un poco de cómo sería su vida como rey, Yoongi muchas veces necesitará de su orientación y el no puede ser alguien completamente ignorante cuando el momento llegue.

Dae miro hacia un costado luego hacia otro, suspirando en decepción cuando no encontró lo que buscaba.

─ ¿Busca a alguien? ─ preguntó Jimin al notar el extraño comportamiento del príncipe.

─ Eh... no, no es nada ─ sonrió ─ y no me trates de usted, recuerda que serás el rey, además eres dos años mayor que mi ─ quiso desviar el tema.

─ Perdón, es que es la costumbre ─ Jimin reconocía que comenzar a tutear a las personas le estaba siendo difícil, sobre todo a Yoongi quien siempre lo regañaba cuando lo trataba de usted.

─ Lo se ─ Dae sonrió al ver como el vientre de Jimin ya se podía notar debajo de la tela de su Hanbok ─ está creciendo mucho ─ se noto mucha emoción en su tono ─

─ Sí ─ tocó su vientre, son tres meses pero es muy grande, creo que será un niño ─ lo decía por su tamaño.

─ Para mi que serán gemelos ─ Si ya se podía imaginar a el enseñándoles cómo usar la espada a sus dos hermanos menores.

Cuando él era un niño siempre quiso un hermano, siempre fue hijo único y la compañía de un hermano o hermana siempre le hizo falta, han pasado años y aunque ya no es un niño está feliz por la llegada de un segundo bebé a la familia.

─ Eso solo lo sabré el día del parto ─ anhelaba el día que ese momento llegará.







Jimin se encontraba caminando en dirección a la Sala del trono, quería estar presente con Yoongi, hablarle sobre lo que había estado pensando, él desea ganar un poco de experiencia con el reino.

Era bastante tarde, era consciente que debería estar en su habitación esperando por su prometido, pero cuando una idea se le mete en la cabeza no está tranquilo hasta obtener lo que quiere, y está seguro que no podrá esperar a que el rey llegue.

Un terrible mareo lo hace detenerse, sus pies se tambalean y lo único que puede es sostenerse de la pared, el piso se le novio y su cabeza dio vuelta; aun no puede acostumbrarse a los repentinos mareos y eso que aún no pasa esa etapa.

El malestar comienza a disminuir, poco a poco abre los ojos los cuales no sintió a qué horas cerró, pero casi grita del susto cuando nota a alguien más parado a un lado suyo, inmediatamente se endereza y trata de seguir su camino, pero el hombre lo detiene.

─ Park Jimin, al fin nos encontramos ─ su voz le causa pánico, intenta parecer tranquilo pero sabe que no lo está logrando.

─ Anciano Choi... ─ habla bajito, su tono de voz es dudoso, desea que Yoongi aparezca en este preciso momento, no entiende porque la presencia de este hombre lo pone tan nervioso.

─ A sus órdenes, futuro rey ─ Choi lo mira de abajo hacia arriba, ahora que lo tenía tan cerca entendía porque Yoongi estaba tan cegado, la belleza del doncel es indescriptible, su piel se ve tan suave y blanca, siente unas extrañas ganas de tocarla.

Jimin se estremece al sentir esa incómoda y desagradable mirada sobre su cuerpo. Para su mala suerte el pasillo está completamente vacío, no hay ni un sirviente o guardia a la vista como en otras ocasiones. Quiere vomitar, su estómago se siente pesado y sus piernas débiles.

─ Y-yo iba a ver a Yoongi, con permiso ─ pero el cuerpo del mayor le obstruía el paso.

─ Vengo de ver al rey ─ su vista depredadora viajó al cuello de Jimin, ahí donde habían varias marcas, unas más rojizas que otras, el rey se había encargado de marcarlo como un recordatorio de que nadie podía tocar a su Doncel, a no ser que quiera morir ─ fui a felicitarlo por su boda y darle mis bendiciones ─ obviamente ni Jimin ni Yoongi creían sus buenas intenciones.

─ Gracias... iré con él ─ se hizo a un lado para poder pasar y siguió caminando.

─ No debería andar solo sin protección y a estas horas de la noche joven Jimin ─ dijo de espaldas. El nombrado lo ignoró y apresuró el paso, casi corrió.

Yoongi estaba saliendo él si venía con la servidumbre siguiéndolo, cuando vio a Jimin correr a abrazarlo se preocupó en gran manera, se detuvo cuando recibió al menor en sus brazos, este lo rodeó inmediatamente escondiendo su cabeza en su pecho, buscando refugio a través de este abrazo.

─ Jimin, cariño ¿ocurre algo? ¿Te sientes bien? ¿Por qué no está en nuestra habitación? ─ Yoongi no pudo evitar la cantidad de preguntas, tomó el rostro del Doncel para que este lo viera y le respondiera si le pasaba algo, en sus ojos había mucha preocupación.

─ Yoongi... me encontré a ese señor ─

─ ¿Choi? ─ frunció el ceño ─ ¿ese imbécil te hizo algo? ─ su quijada se tensó, estaba dispuesto a correr hasta encontrarlo, no dudaría en cortarle la cabeza si se atrevía a tocar o dañar Jimin.

─ No, pero el me pone muy incómodo ─ volvió a recargarse sobre su pecho, así es como quería estar.

─ Estás seguro Jimin, no me mientas ─ hablo serio, no quería mentiras.

─ Solo me lo encontré cuando venía para acá, no me hizo nada, pero su presencia me pone nervioso ─

─ Así es él, no te preocupes, si llega a hacerte algo no vivirá para contarlo ─ dijo acariciando su cabello, sintiendo las trencitas que lo adornaban.

─ Vámonos, quiero descansar ─ mencionó tomándolo de la mano y reanudando su camino.



Era medianoche, la luna esta vez estaba renuente y se escondía entre tanta nube, el frío era terrible, pero no fue impedimento para que dos hombres se encontraran en lo alto de un edificio.

─ Este será tu lugar, solo tendrás una oportunidad no falles ─ habló Choi, no había necesidad de hablar tan alto, pues gracias al silencio se podía escuchar perfectamente.

El contrario era un hombre mayor y de apariencia un poco descuidada.

─ ¿Dudas de mi experiencia? ─ alzó una ceja indignado. Choi negó pero era mejor dejar todo claro, lo que se llevaría a cabo dentro de pocos días no era algo fácil, al contrario era peligroso.

─ Eres un gran arquero, de eso no tengo ni la mínima duda, pero ya sabes, nunca está de más un recordatorio ─ miró hacia abajo, se podían ver casas y la parte delantera del Palacio y obviamente la plaza donde se presentaría el Doncel.

─ Te escucho ─ le siguió la corriente, se cruzó de hombros y guardó silencio.

─ Bien ─ se paró de frente ─ Jimin y Yoongi estarán en el centro, la aglomeración de personas estarán al frente, todos de espalda poniendo atención a la presentación ─ apuntó la plaza, a unos pasos estaban los portones del Palacio, la diferencia era de unos pocos metros, pero eso no era un obstáculo ─ aprovechando la distracción tendrás que disparar, asegúrate que la flecha atraviese su corazón y no quede posibilidad de sobrevivir, tendrás que ser hábil y alejarte lo más rápido posible, no dudes en que Yoongi investigará de dónde vino la flecha, solo tendrás minutos para bajar y ponerte a salvo ─ ya podía ver la escena, a un Yoongi sosteniendo el cuerpo inerte del Doncel y la sangre manchando sus manos y ropas, desea poderlo ver ya.

─ ¿Tengo que esperar una señal o algo? ─ de eso no habían hablado.

─ No, todo correrá por tu cuenta, tu serás quien decida cuando sea el momento correcto ─

─ Entiendo... todo está claro, lo que no veo es mi adelanto, ¿lo recuerdas? ─ Choi habla prometido una fortuna, el dinero no era problema para el anciano.

─ Claro, que distraído soy ─ de su Hanbok sacó una pequeña bolsa oscura y se la dio al arquero ─ solo es el cuarenta por ciento, el otro sesenta lo tendrás una vez hayas terminado el trabajo ─ aclaró.

─ Me parece justo, es un gusto negociar contigo ─ dijo encantado al ver la cantidad de monedas de oro en aquella bolsa vieja.

─ No me falles, cualquier error nos podría costar la vida ─ obviamente no podía ignorar ese hecho, pero todo estaba perfectamente planeado, nada podía salir mal.













Hello, ¿que tal su inicio de semana? El mío estuvo horrible, me duele todo el cuerpo y me estoy callendo de sueño.

Al final de la historia se darán cuenta que significado tenían las preguntas del capítulo anterior.

Si ya leyeron el anuncio que publique ayer saben que estaré ausente unos días y si no pues les invitó a revisar mi bandeja de anuncios para que sepan el motivo... Nos leemos al rato, añioo.

19/07/21.



































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