El silencio en aquella sala era incómodo de cierta forma, el nuevo Doncel hizo una pequeña reverencia cuando llegó al centro junto a su tío.

Yoongi levantó una ceja, analizándolo de pies a cabeza, su cabello caía libremente sobre sus hombros, sus rasgos delicados lo hacía lucir hermoso, sus ojos rasgados y pequeños al igual que su nariz fina, unos labios delgados y rosados los cuales mantenían una leve sonrisa, su piel tan blanca y suave como la porcelana misma. Si, era hermoso no lo negaba, pero su belleza era muy común, ya estaba acostumbrado a eso.

Pero Daehyun no pensaba lo mismo, pues el príncipe sentía que caminaba entre nubes en estos momentos, su vista no podía despegarse del chico de los tulipanes.

─ Choi chunghee es su nombre, acaba de cumplir los 22 años y creo que es el mejor candidato para gobernar a su lado ─ Choi habló rompiendo el silencio.

─ ¿Perdón? ─ Yoongi juraba haber escuchado mal.

─ Cumple con todo lo que usted busca, es un joven y hermoso Doncel, fue criado en un templo, con la mejor educación y modales que alguien de la nobleza debería llevar, imagínese los beneficios que esto le traería al Reino, desposar a un Doncel bendecido por los mismos dioses atraería la buena suerte sin duda ─

Yoongi jamás pensó que podría salir tanta estupidez junta viniendo de un solo hombre.

─ Agradezco tus buenas intenciones pero creí que ya te lo había dejado claro anteriormente, en estos momentos no está en mis planes un matrimonio ─ no importa a quien le trajera, nadie lo haría cambiar de opinión.

Choi sabía que esto pasaría, sabía que el rey sería renuente y se negaría a su propuesta, pero él ya tenía pensado todo lo que haría.

─ Su Majestad con todo respeto no está en condiciones de negarse ─ lo reto, la tensión comenzó a sentirse.

─ Como te atreves ─ la cien de Yoongi pálpito en naciente furia, Daehyun supo que era el inicio de una discusión.

El hombre no dijo nada y solamente estiró su mano a uno de sus hombres el cual se le acercó con algo que a simple vista parecía un papiro atado con una cinta.

Inmediatamente lo tomó y comenzó a desatarlo bajo la atenta mirada de Yoongi, cuando lo tuvo abierto su mirada fue al pálido quien lo miraba con el entrecejo fruncido.

─ Aquí están las palabras escritas de su abuelo, el difunto rey lo escribió hace ya muchos años y lo dejó en mi poder. Si insisto en que debe casarse no es por gusto mío, solo trato de cumplir los mandatos del antiguo rey ─

Yoongi no sabía de la existencia de dicho papel, si tenía conocimiento de que su abuelo dejó varios papiros donde se expresaba y dejó plasmado varios de sus deseos, pero todos se encontraban en el templo ¿porque uno estaría ahora en las manos del anciano?

─ No te creo ─ seguramente era otra de sus artimañas.

─ ¡Jamás mentiría con algo tan serio como esto!─ alzó la voz fingiendo indignación ─ Puede verlo usted mismo y comprobarlo, creo que conoce la letra de su abuelo, ha leído sus papiros miles de veces que ese no será problema, y si no le basta solo con eso del lado derecho tiene el sello del reino ─ solo los sacerdotes y la realeza tenían acceso a dicho sello, Yoongi lo sabía.

Un hombre se acercó al rey y le dio dicho papel, Daehyun vio como los músculos de su padre se tensaban a medida que leía, fue imposible no darle un vistazo, su curiosidad pudo más y ahora que lo hacía entendía el comportamiento de su padre.

Ahí se explicaba claramente el hecho de que si el rey no tenía esposa y pasaba más de tres años sin conseguir una, el consejo tomaría el derecho de escoger una mujer, de manera sabía, y que era casi una obligación que un rey tenga a su compañera.

Yoongi se tomó el tiempo de leer cada una de las palabras allí escritas y cuando terminó de hacerlo había una gran batalla dentro de él, porque no parecía ser falso pero era demasiado raro que hubieran estado en manos de Choi todos estos años y los sacerdotes ni siquiera se habían dado cuenta.

─ Porque nunca revelaste la existencia de este papiro ─ su tono de voz fue tan frío y serio, provocándole escalofríos incluso al Doncel quien se encontraba nervioso, pero lo disimulaba tan bien que nadie lo había notado.

─ No es una novedad el hecho de que su abuelo y yo éramos buenos amigos, fue él quien me nombró líder del consejo por la gran confianza que me tuvo hasta el día de su muerte, si yo lo había tenido en mi poder es por la confianza que él me tuvo a mi solamente, este papiro fue escrito específicamente para que el consejo cuidará de él, los sacerdotes no tienen nada que ver ─ Choi no se dejaba intimidar, tenía una postura bastante firme.

─ Y decidiste utilizarlo a tu conveniencia ─ la vena en la sien de Yoongi ahora se resaltaba por el enojo que se instaló en él.

─ Solo buscó el beneficio del reyno, es mi deber ─ se defendió.

Yoongi se puso de pie de forma brusca, ganando un mareo repentino.

─ No, ese es mi deber, el tuyo es servirme y hacer las cosas más fáciles para mi, pero tratas y tratas de jugar a ser rey que te lo estas tomando muy enserio y no te corresponde a ti ─ Yoongi intimidaba, los demás hombres bajaron la cabeza al sentir el poder emanar de aquel hombre.

El piso se le movió y debido a eso se tambaleo hasta caer de nuevo en la silla del trono, Daehyun se le quedó viendo preocupado.

─ Creo que ha sido suficiente, como pueden ver mi padre no se siente bien, por favor retírense todos ─ se sorprendieron al recibir una orden del príncipe.

─ Esta conversación aún no termina, perdón las molestias rey Min ─

Yoongi empezaba a odiar esa voz, solo quería que se callara, las náuseas y el dolor de cabeza no ayudaban.

─ Padre se siente bien, está pálido ─ Yoongi negó.

─ Estoy bien, solo fue el calor del momento, podrías dejarme solo por favor ─ fue amable, pero quería estar solo.

Daehyun asintió y sin eliminar la preocupación del todo hizo lo que su padre le estaba pidiendo, cuando estuvo afuera le pidió al guardia que estuviera pendiente y que no dejara entrar a nadie hasta que su padre se sintiera bien.

Jimin se encontraba contemplando el hermoso estante de agua cristalina que poseía el harem, suspiro desganado al recordar las hirientes palabras del Guardia esta mañana, aún resonaban en su cabeza haciéndolo sentir mal y dándole un aspecto deprimente.

Ya sabía que no era importante, que solo era uno más, pero no hubiera sido tan cruel al expresarse de esa manera.

Sinceramente no entiende en qué estaba pensando al creer que era especial, ya de por si estaba recibiendo más de lo que alguna vez imaginó poder tener, no debería ser tan egoísta y desear más, no debía, pero como engañar a su corazón que lo único que anhelaba era poder ser el único, poder ser el dueño de sus sonrisas, el único que lo complaciera en todo, el único que despierte sus celos, lo primero que vea en las mañanas y lo último al dormir, cumplir sus más placenteras fantasías, quizá sí era un egoísta y ambicioso.

Miro los pequeños pececitos nadar de un lado a otro, las plantas acuáticas flotaban sin ningún problema sobre el agua.

─ Oh Jimin creí que te irías con las chicas ─ el Doncel pudo observar al príncipe caminar en dirección a él.

─ No, preferí quedarme aquí admirando el estante ─ fingió una sonrisa, para ser franco no estaba interesado en baños de burbujitas y todas esas cosas que habían mencionado antes.

─ No se porque no me sorprende ─ Dae sonrió, poco a poco iba conociendo a Jimin.

─ No lo había visto príncipe ─

─ Me encontraba en la sala del trono con mi padre y los del consejo ─ respondió y fue imposible no recordar la discusión anterior, se preguntaba cómo seguía su padre.

─ ¿Ellos vienen muy seguido? ─ pregunto curioso.

─ Prácticamente viven aquí ─

─ Entiendo... la última vez el rey no se veía muy contento de recibirlos ─ recordó la vez que Yoongi no permitió que se quedará escuchando la conversación hace algunos días.

─ En realidad está teniendo muchos problemas con ese grupo, incluso está enfermando debido al estrés ─

Eso llamó la atención del Doncel ─ ¿está enfermando dice? ─

─ Así es, Yoonah dijo que presenta algunas náuseas y dolores de cabeza, Jin lo verá esta noche, como ya dije puede que sea estrés ─

Aun así Jimin no pudo evitar no preocuparse, Yoongi no le había conversado nada al respecto.

─ ¿Cree que sea algo grabe? ─ deseaba que no.

─ Sé que mi padre es fuerte, pero todos somos propensos a enfermarnos, tranquilo dudo que sea algo grave, de ser así sabes que será bien atendido ─ De confiaba en Seokjin, no por nada era el mejor médico del pueblo.

La noche había caído, Yoongi se encontraba en sus aposentos ya con su ropa de descanso.

Jin guardó sus herramientas después de haberlo revisado ─ no encuentro nada fuera de lo normal, su pulso está bien, sus pupilas no se encuentran dilatadas y sus reflejos son buenos, puede que haya comido algo que lo ha enfermado, tiene que tener cuidado con su alimentación ─ dijo mirando al rey quien se encontraba sentado en la suave cama.

─ Ok, gracias de todas formas ─ sabía que no era la gran cosa, pero era mejor tomar medidas.

─ No ponga mucho peso sobre sus hombros, puede que esté cansado y es la forma en la que su cuerpo le da a conocer que necesita un descanso ─ Yoongi lo miró pensativo, había algo de verdad en sus palabras.

─ Cualquier cosa mandeme a llamar, estoy a su disposición ─

Dichas estas últimas palabras Yoongi volvió a quedarse solo, dejó suelto su cabello y se dirigió a su cama, había sido un día cansado, el sueño lo estaba matando, lo que daría para que esta noche fuera más larga ya que sus horas de sueño le resultaban tan limitadas.

Suspiro cuando su espalda tocó el suave colchón, percibió un aroma en los cojines, uno que no pertenecía a él, hundió su nariz en la pequeña almohada café y se permitió cerrar los ojos dejando que el dulce olor del doncel lo relajara, y vaya que funcionaba, sus ojos se estaban cerrando, de alguna forma se sentía como si Jimin estuviera ahí.

Cuando estaba a punto de dormirse pudo escuchar dos sutiles toques en la puerta, quiso ignorarlo, quien sea que lo busque que regrese mañana, no está de ánimos para ver a nadie, los toques prosiguieron, provocando que su ceño se juntara en una expresión de molestia.

¿Tan difícil era respetar sus horas de sueño?

A regañadientes se puso de pie, su cara no era nada amigable.

Camino hacia la puerta y la abrió de una, pero su expresión se ablandó cuando vio de quien se trataba.

Jimin se encontraba en pijama en la entrada de su habitación, su pequeño cuerpo tiritaba a causa del frío y sus mejillas estaban teñidas de rojo por el clima frío, pero lo que más llamó su atención fue ver que en sus pequeñas manos traía una taza humeante de algo que a simple vista parecía un té, pero su color era un poco más oscuro.

─ ¡Jimin! ¡por los dioses te estás congelando! ─ lo tomó de la muñeca y lo adentro junto con él.

El menor camino al centro luego se dio la media vuelta para mirar a Yoongi a los ojos.

─ Perdón si lo desperté ─ pronunció apenado, por el tiempo en el que se demoró para abrirle la puerta supuso que a lo mejor ya estaba durmiendo.

─ No te preocupes ─ le resto importancia ─ mejor dime que traes en las manos ─ sentía curiosidad.

Jimin no sabía si hacerle un remedio casero al rey estaba bien, incluso se había preparado mentalmente para que el mayor lo rechazara.

─ Y-yo le he preparado algo para sus dolores de cabeza, Daehyun me habló que ha estado un poco enfermo y quise hacerle algo para que se sintiera mejor ─ levanto un poco la taza que traía en manos Yoongi pudo reconocer el olor a yerbas ─ mi madre me lo preparaba cuando me sentía mal y siempre me funcionaba ─ lo había hecho con buenas intenciones, buscando de alguna forma ayudar a su mayor.

Yoongi la tomó con una mano, estaba caliente y para ser sincero no olía bien, pero es que en realidad el olor de las yerbas nunca le ha gustado, pero el simple hecho de haber sido preparado por Jimin ya lo hacía especial para él y le resultaba difícil negarse a tomarlo, más si el menor lo miraba con esos ojitos inocentes y expectantes a lo que haría.

Respirando hondo lo tomó todo de una sola, Jimin agrandó sus ojos asombrado, sintiendo maripositas en su estómago, creyó que Yoongi lo rechazaría pero se equivocó, quizá estaba algo sorprendido pero feliz después de todo.

─ Descanse, verá que mañana se sentirá mejor ─ sonrió, sus mejillas se elevaron provocando que sus ojos se hicieran más pequeños, Yoongi amaba esa sonrisa.

─ ¿Regresaras a tu habitación? ─ preguntó ignorando lo que anteriormente había escuchado.

─ Si, no quiero causar más molestias ─ jugó con sus manitas en su vientre.

─ Quédate, hace frío afuera, no quiero que te enfermes ─ se excusó, él solo quería mantener al menor a su lado, era una necesidad la cual no podía explicar.

Si el había llegado hasta su habitación era por algo, no lo dejaría ir, además que un Doncel caminara solo a esta hora incluso dentro del palacio era arriesgado, aunque todos sabían que estaba estrictamente prohibido faltarle el respeto a cualquier miembro del concubinato del rey.

Jimin pareció pensarlo, en realidad él también quería dormir con el rey, quizá ser abrazado por detrás y esconder su nariz en la curvatura de su cuello.

─ Si quiero, quiero quedarme con Yoongi ─ sus mejillas ganaron color, esta mañana había estado bastante deprimido por lo que le habían dicho, pero ahora no quería pensar en eso, quería creer que por esta noche Yoongi le correspondía solo a él.

El mayor tomó su muñeca y ambos caminaron a la cama, Jimin se metió bajo las suaves y cálidas sábanas, en eso el rey aprovechó para apagar la pequeña lámpara sobre la mesita de noche, no tardó mucho para envolverse también junto a Jimin quien ya parecía un pequeño ovillo abrazando el cojín, ahora sabía porque siempre dejaba su aroma impregnado.

Perdón el retraso, espero haya sido de su agrado, ahora q ya termine no me deseches las actualizaciones seran más seguidas, espero...

Cuídense mucho.

Añioo.

4/05/21.