─ Aquí tiene su Majestad ─ mencionó el criado mientras le ofrecía el té de hierbas a Yoongi.

Agradeció al sirviente y este se retiró de la sala del trono dejándolo solo con Yoona, esta le informaría sobre el avance de Jimin sobre la educación que había estado llevando los últimos meses en el palacio, el Doncel había asistido a varias clases sobre vocabulario, escritura, expresiones y actitudes que tendría que tomar viviendo en el palacio y siendo parte del concubinato.

Yoona era la candidata perfecta para enseñarle todas estas cosas, la mujer aceptó sin ningún problema, aunque Yoongi no se lo pedía como tal no dejaba de ser una orden la cual tenía que acatar sin quejarse.

─ Entonces qué me dices, ¿ha mejorado? ─ aunque él pasará bastante tiempo con el menor la opinión de ella era importante.

─ En efecto, el muchacho aprende rápido, no he tenido ningún problema con el, es un poco inquieto y se ríe mucho en momentos serios pero lo ha sabido recompensar con su buen desempeño, el vocabulario del pueblo no lo ha votado completamente, aun hay palabras las cuales se le escapan, sin embargo aprende de esos pequeños errores ─ mencionó con sinceridad.

─ Claro, es entendible, ha vivido toda su vida afuera, no cambiará de la noche a la mañana pero por ahora estoy satisfecho con tu reporte ─ bebió de su té.

─ Me alegra ver que también se vea más saludable, es decir, cuando llegó al palacio estaba muy delgado y con ojeras bajo sus ojos ─ expresó la chica recordando al menor cuando recién había llegado ─ se miraba tan marchito y roto, pero con el paso de los días fue tomando fuerza, esas ojeras desaparecieron y en su lugar sus mejillas fueron ganando color, ganó peso y se le vio más alegre, creo que eso ya es mucho ─ agregó la joven mujer jugando con su largo y trenzado cabello.

Yoongi sonrió al escucharla, le alegraba saber que no era el único que lo había notado.

─ Así es como debe ser. Gracias por tu ayuda hasta ahora, espero lo sigas apoyando ─ la miro y esta asintió rápidamente.

─ oh, perdone mi pregunta pero ¿para qué es ese té? sé que no le gusta la combinación de tanta hierba ─ preguntó curiosa al ver que apenas y lo había tocado, a todas estas se le enfriara y lo tendría que beber frío.

─ Últimamente he estado sufriendo Dolores de cabeza y producto de eso algunas náuseas ─ dijo con una mueca de asco.

─ Entiendo, no deje que el estrés lo sofoque, puede que sea a causa de eso ─ se mostró preocupada, Yoongi es un hombre de agenda ocupada, casi no tiene tiempo para el mismo, entiende que tiene un compromiso con el pueblo y sus obligaciones son muchas, pero no tendría nada de malo que se tome un día libre y se desestrese un poco.

─ Lo se, pero sabes que el deber me llama, esto mejorará una vez Daehyun tome el trono, aunque para eso aún falta mucho, a no ser que algo me pase ─ en realidad estaba preparado para cualquier cosa, teniendo tantos enemigos cerca.

─ No diga eso, usted aún es joven no piense de esa manera ─ mencionó exaltada la mujer.

Yoongi sonrió por la expresión de la menor ─ Oye solo era una broma, de cualquier forma no pienso morir todavía ─

Pero había algo que no era una broma y era el hecho de que sus enemigos estaban cerca, incluso eran personas importantes de las cuales nadie sospecharía.

Jimin frunció el ceño cuando el guardia le dijo que no podía entrar a ver a Yoongi.

─ ¿Por qué? ─ dijo con molestia en su expresión, no le gustaba el tono que había usado el hombre.

─ En estos momentos se encuentra ocupado con Yoona, él ha dicho que cuando está con ella no le gusta que lo molesten ─ dijo el más alto de forma seria y sin dejarse intimidar por el más pequeño.

Lo que decía el hombre de armadura era verdad, sin embargo Yoongi lo mencionó hace mucho tiempo, antes de que Jimin viniera a vivir al palacio.

─ Vamos niño no eres el único con el cual el rey se divierte no pongas esa cara ─ mencionó de manera burlona. La mirada de Jimin se opacó, algo dentro de él dolió al escuchar sus palabras, había olvidado que no era el único concubino.

Quiso ignorar las enormes ganas que tenía de estar al lado de Yoongi, últimamente había estado muy pegado a él, se sentía tan agusto a su lado, tan cómodo y completo, pero estando en esta situación comenzó a pensar que a lo mejor estaba siendo muy molesto y empalagoso, lo mejor era que le diera su espacio al mayor, si no quería terminar aburriendolo.

Se tragó las ganas de llorar y viendo por última vez los enormes portones cafés, decidió darse la vuelta y retirarse.

No tenía caso seguir ahí, después de todo el guardia había sido claro, Yoongi estaba ocupado con Yoona, sin embargo era doloroso el imaginarse lo que sea que estuvieran haciendo ahí adentro los dos a solas. Jimin siguió su caminar con la mirada baja, seguramente tenía los ojos llorosos y no quería que lo vieran en ese estado.

Quizá estaba muy sensible y no era motivo para llorar.

Llegó al harem y con pudo ver a sus damas junto al resto de las concubinas, al parecer charlaban animadamente ya que sus expresiones eran tranquilas y risueñas, camino hacia ellas pues no hablaba con nadie más dentro del palacio. Estas al verlo borraron la sonrisa de su rostro, Jimin traía la cara roja y un puchero en sus labios, si no fuera por esas lágrimas que comenzaban a salir podrían decir que se miraba adorable, sin embargo su expresión era de tristeza.

─ ¿Jimin que le ocurre? ─ las suaves manos de Jisoo fueron hacia sus mejillas y comenzaron a retirar las lágrimas, de las cuales el menor no se había percatado.

Negó tratando de reprimir todas sus emociones, se sentía como un tonto por llorar por algo así, pestañeo varias veces con la intención de cortar las lágrimas, tendría que irse acostumbrando a sentir ese doloroso sentimiento, después de todo el guardia tenía razón, no era el único con el cual Yoongi podría entretenerse, fue su error al creer que era especial y que solo el tendría la atención del mayor, incluso se sintió egoísta, pero no podía evitarlo, se sentía celoso y herido.

─ Estoy bien Jisoo Noona, por favor no me pregunte más ─ sorbió su nariz, no quería hablar de eso, de lo contrario el llanto no pararía jamás.

Las mujeres se miraron entre ellas, claramente preocupadas, nadie lloraba sin motivo, mucho menos Jimin, algo le ocurría al Doncel, pero si seguían insistiendo lo harían sentir mal y no era lo que querían.

Unas horas después de esa dramática situación el rey se encontraba junto a su hijo, el príncipe ya se encontraba mejor, en realidad había sanado completamente, sin embargo seguían sin encontrar al responsable de su accidente.

─ Padre, es mejor que olvidemos lo sucedido, si hubiera un causante no cree que ya hubiera dado con él, creo que solo fue un accidente ─ dijo el menor, Yoongi negó inmediatamente.

─ Eres muy joven para entender el peligro que nos acecha, Dae tienes que aprender a no confiar ni en tu propia sombra, ¿sabes la cantidad de enemigos que tenemos? Allá afuera de estas murallas hay personas que buscan eliminarnos ─ sus palabras tocaron algo dentro del menor, el solo quería llevar una vida tranquila, libre de guerras y violencia.

─ Pero somos el reino más fuerte de todos, tenemos grandes aliados a nuestro lado como el rey de silla y otros gobernantes poderosos ─

─ Si, pero no por eso tienes que bajar la Guardia, estamos propensos a una traición de parte de cualquiera, tienes que tener eso presente ─ agregó el pálido, su hijo aún seguía siendo un poco ingenuo en ese aspecto, confiaba en que sería un gran gran rey debido a su inteligencia, pero el que fuera demasiado blando y confiado le preocupaba.

─ Tiene razón, perdone mi inmadurez padre ─ mencionó un tanto apenado.

Antes de que Yoongi respondiera la puerta se abrió llamando la atención de padre e hijo, se trataba del Guardia que cuidaba la entrada.

─ Mi rey, el Consejo está aquí, piden hablar con usted ─

Yoongi junto el entrecejo, habían pasado ya varias semanas desde su última discusión, desde ese día no habían puesto un pie en el palacio e incluso había olvidado la existencia de ese grupo.

─ Diles que pasen ─ sabía que no se irían hasta hablar con él, hasta en eso los conocía tan bien. Observó cómo el guardia cerraba los portones, aprovechando el momento a solas cerró sus ojos un momento y con sus dedos masajeo su sien, el dolor de cabeza había disminuido solo un poco, quizás Yoonah tenía razón y debería tomarse un día libre, su padre solía hacerlo muy seguido, el difunto rey nunca dejó que sus obligaciones lo consumieran.

─ ¿Padre desea que me retire? ─ pregunto el menor, siempre que Yoongi hablaba con ellos lo hacía a solas no sabía si era prudente su presencia.

─ No, quédate ─ ya era tiempo de que el menor se fuera involucrando en asuntos del Reino, conversaciones que le convenía escuchar.

Los portones se abrieron y con pesar abrió los ojos nuevamente, vio al anciano Choi caminar hacia el, detrás de él los demás del consejo que lo seguían fielmente, se acomodo en la silla y los miro de forma seria.

─ A qué se debe tu agradable visita ─ Choi noto algo de sarcasmo en su comentario, sin embargo solo sonrió haciéndose el desentendido.

─ Estoy aquí primeramente para pedirle una disculpa, creo que la última vez que nos vimos fui irrespetuoso con su Majestad, lo lamento ─

Yoongi no se tragó para nada su disculpa, ni siquiera se esforzó para que se escuchará sincera, incluso Daehyun supo que se trataba de una actuación. ─ Que bueno, pero podría apostar que no vienes solo a disculparte ─ era mejor ir al punto sin tanta pérdida de tiempo.

─ Nada se le escapa ─ levantó el rostro ─ estuve pensando en lo que menciono ese día, sobre los Donceles y yo más que nada se lo valiosos que son y qué bendición sería que el rey conociera a uno, pero no uno cualquiera, más bien uno que lleve la protección y bendición de los mismos dioses ─ Choi hablaba muy seguro de sus palabras, no había duda ni miedo en lo que decía.

Yoongi lo miró con confusión, ahora de qué Diablos hablaba el anciano.

─ Mi hermana fue una fiel sacerdotisa, sirvió al Dios Jumong toda su vida, era una mujer verdaderamente hermosa y amada por quienes la conocieron, hasta que una noche fría y nevada, partió al mundo de los muertos, sin embargo nuestra divinidad la bendijo con un hermoso hijo, un Doncel el cual es la viva imagen de ella, el pequeño creció y ha vivido sus veintidós años dentro del templo ─

La expresión de Yoongi se ablandó, sorprendentemente le pareció interesante lo que Choi estaba diciendo, la idea de la existencia de otro doncel aparte de Jimin llamó su atención.

Pues se conocían tan pocos jóvenes con ese don, incluso algunos los consideraban creaciones divinas debido a su belleza.

─ Considerando lo que dijo la otra vez decidí traerlo, si usted me lo permite quisiera hacerlo entrar, es algo tímido y quiso quedarse afuera ─ mintió, en realidad todo era parte del plan.

Yoongi alzó la ceja, de verdad se preguntaba qué era lo que planeaban esta vez, ¿por qué tanto misterio?

─ Esta bien, hazlo pasar ─ quizá ese fue su gran error.

Sonriendo Choi le indicó a Taeho, su hombre más joven que fuera por su sobrino, este hizo lo que el mayor le pidió.

Daehyun quien se había mantenido en silencio sentía todo esto tan extraño, como si detrás de todo había segundas intenciones, miró a su padre este tenía la expresión sería, era tan difícil saber sus pensamientos cuando todo el tiempo tenía esa cara.

Su mirada fue hacia el frente cuando nuevamente los portones fueron abiertos y el miembro del Consejo volvió a aparecer pero detrás de él venía alguien más, alguien que él ya había visto.
Sus ojos se agrandaron en asombro cuando logró reconocer al chico, por un momento el aire escapó de sus pulmones cuando sus miradas conectaron apenas unos segundos, Dae no podía apartar su vista del Doncel, y no era el único Yoongi también lo veía solo que este último con menos intensidad y no tan anonadado como su hijo.

Holiis que tal pasaron sus vacaciones??

Se nos viene un enredo medio feo, les abiso para que estén preparadas, se que muchas piensan que el nuevo doncel tendrá algo que ver con Yoongi, pero tranquilas eso no pasará, nuestro rey esta loquito por Jimin, pero si será el causante de muchos problemas que perjudicará principalmente al Yoonmin.

También leí que muchas de ustedes desconfían de las concubinas, pero no, ellas son buenas e inofensivas.

Bueno yo me despido, linda noche.

5/4/21.