La luz del sol entraba por la ventana e iluminaba la habitación de Jungkook y Taehyung, porque desde que habían empezado a salir no había una sola noche en que no durmieran juntos, con Taehyung aferrado al cálido cuerpo de Jungkook, porque Taehyung ahora no debía de buscar una excusa para poder dormir al lado de Jungkook.

Jungkook admiraba a Taehyung mientras que el castañito dormía, tenía su rostro un poco hinchado y sus labiecitos abultados, un mechón de cabello caía por su frente así que Jungkook lo retiró para poder seguir apreciando el angelical rostro. Jungkook se sentía tan afortunado por poder tener a Taehyung en sus brazos y poder presumir que ese lindo chico era su novio.

Taehyung se removió y gimió bajito demostrando que estaba por despertar, estaba por suceder el momento favorito de Jungkook, cuando Taehyung se despertaba y le observaba con aquellos preciosos ojos achocolatados que le miraban con amor. Amor, era lo que sentía por Taehyung, lo amaba tanto, simplemente lo amaba con todo el corazón.

—Kookie~ — Taehyung le observó con una sonrisa enternecida que solo provocaba más amor en Jungkook, Taehyung lo tenía tan enamorado y el omega solo seguía haciendo que Jungkook lo amara más.

—¿Qué pasó mi amor? — Llevó su diestra a las mejillitas de Taehyung para poder limpiar el pequeño rastro de baba, Taehyung se sintió apenado por eso y trató de esconder su preciosa carita entre las almohadas, acción que provocó una profunda risa en Jungkook, su pequeño era tan lindo. — ¿Dormiste bien bebé? — Susurró la pregunta cuando acercó su rostro a la cabeza de Taehyung.

—¡Sipi! Siempre que duermo con Kookie duermo súper duper bien. — Sacó su carita de entre las almohadas y Jungkook se pudo deleitar con una preciosa sonrisa rectangular.

Sus rostros estaban tan cercas que Taehyung se sintió apenado y sus mejillas se colorearon, había descubierto un nuevo mimito que le gustaba más que los demás, ese mimito era recibir besitos de Jungkook, besitos de pareja, de esos besitos que solía ver en las películas de amor. Los besitos eran suaves y lentos, provocaban maripositas en su pansita y sus manitas solían hacerse puñitos por la emoción.

Jungkook y él duraban horas dándose besitos y otros mimitos, le gustaba tanto recibir besitos, pero siempre le apenaba mucho pedirlos a pesar de que Jungkook nunca se negaba a darle besitos, pero es que su pansita se llenaba de tantas maripositas que se ponía nervioso de llegar a hacer algo mal.

—¿En qué piensas tanto? Bebé. — Taehyung hundió su rostro en el cuello de Jungkook para que el alfa no pudiera observar su sonrojo, sin embargo ya era muy tarde porque Jungkook ya lo había observado. — Vamos bebé, cuéntame. — Animó mientras acariciaba los mechones castaños.

—E-es que qui-quiero... — Jungkook no pudo escuchar correctamente ya que Taehyung había hablado bajito y seguía sin salir de su escondite.

—No te escuché mi amor, por favor dilo una vez más. — Taehyung lo meditó un poco antes de animarse a salir de su escondite, sus mejillas se habían coloreado aún más fuerte.

—E-es que yo... — Taehyung cubrió su carita y suspiró mientras se animaba mentalmente a decirlo, y vaya que lo dijo. — ¡Quiero besitos! — Gritó mientras destapaba su rostro tan rojito como tomatito.

Jungkook sonrió en grande mientras su pecho se llenaba de felicidad, Taehyung simplemente no podía ser más tierno y perfecto.

—Te daré muchos besitos, te daré tantos besitos que te cansarás de ellos. — Taehyung rió y negó con su cabecita.

—Kookie, jamás podría cansarme de tus besitos.