—¿Ya hiciste tu tarea? — Jungkook le preguntó saliendo de su habitación, Taehyung estaba acostado en el sillón con una sudadera del alfa y un pantalón de pijama, era un sábado por la tarde y el menor estaba aburrido.

—No, pero es que es muy aburrido hacer la tarea. — Jugó con sus manitas mientras hacía un pucherito. — Aparte tengo ganas de jugar, podríamos jugar un poco y entonces quizás haga mi tarea. — Sonrió en grande por su gran idea y se arrodilló en el sofá para poder observar a Jungkook quien caminaba a la cocina.

—Lo siento TaeTae, pero si no haces tu tarea no podemos jugar, la última vez dijiste que la harías después de jugar y al final no la hiciste. — Sacó del refrigerador una jarra con jugo de naranja y se sirvió en un vaso después sirvió otro para Taehyung.

—Pero Kookie, esta vez sí la haré. — Hizo ojitos de cachorrito y trató de convencer a Jungkook.

—Haz tu tarea y jugaremos todo lo que quieras, ahorita debo ir al gimnasio. — Fue en ese momento que Taehyung lo notó, Jungkook estaba vestido con su típica ropa deportiva que usaba cuando iba al gimnasio y cuando el alfa iba al gimnasio Taehyung se quedaba solito lo que le ponía muy triste.

—Mejor no vayas y ayúdame a hacer mi tarea. — Pidió bajándose del sillón para después correr y abrazar a Jungkook.

—Sabes que no te puedo ayudar porque yo no sé nada de diseño de modas. — Taehyung hizo un puchero aferrándose a Jungkook y aspirando su aroma a café. — ¿Qué te parece si después de que regrese y revise que hiciste tu tarea entonces jugamos lo que tú quieras? Incluso te daré muchos mimos. — Jungkook tomó entre sus manos la pequeña cintura del omega.

Taehyung lo pensó un poco antes de acceder, le gustaba su carrera pero no le daban ganas de hacer su tarea, era mucha y le robaba el tiempo que podría pasar con Jungkook.

—Bien, pero me darás muchos mimos y besitos. — Sonrió feliz cuando Jungkook dio un asentimiento, amaba recibir mimos de Jungkook y la mejor parte era cuando le daba besitos en sus cachetitos o en su pancita.

—Toma tu jugo, ya me debo ir para poder regresar pronto, cuídate y no abras la puerta. — Jungkook le dió un besito en la frente y caminó hasta la entrada en donde tomó su mochila de ir al gimnasio y después abandonó el departamento.

Taehyung tomó su vaso de jugó y después corrió a su cuarto de donde tomó su mochila y su laptop, después, con las cosas en mano, corrió a la habitación de Jungkook y dejó todo sobre el escritorio. Respiró y sonrió, la habitación olía a Jungkook y eso le daba mucha paz y felicidad. Siempre que Jungkook se iba, él corría a la habitación del alfa y se acostaba en su cama para estar rodeado del aroma de Jungkook.

Él quería mucho a Jungkook, ambos eran amigos desde cachorros ya que se habían conocido en preescolar, Taehyung siempre fue un torbellino desastroso, olvidaba sus cosas, se quedaba dormido a cualquier hora y hacía berrinches cuando las personas no le daban lo que quería. Durante ese tiempo Jungkook era muy reservado y no solía hablar con los demás niños, pero un día mientras ambos esperaban a sus padres para ser llevados a sus respectivas casas, un grupo de niños mayores se habían burlado de Taehyung por llevar un peluche de tigre, Taehyung había empezado a llorar y lo único que quería era un abracito de sus papás, pero ellos aún no llegaban. Siendo la única persona cercas, Taehyung corrió a abrazar a Jungkook, fue así como ambos empezaron a hablar, Jungkook lo había consolado dándole una calcomanía de Ironman.

Taehyung rió por el recuerdo y se sentó en la silla del escritorio en donde empezó a hacer su tarea, debía apurarse y hacer bien su tarea para que Jungkook se sintiera orgulloso de él. Pasó poco más de una hora cuando Jungkook regresó al departamento, se sorprendió de no encontrar al castañito viendo la tele, dejó sus cosas en la entrada y fue a su habitación a sabiendas de que ahí encontraría a Taehyung.

Cuando entró a su habitación observó a Taehyung dormido con sus brasitos de almohada sobre el escritorio, se veía tan calmado mientras dormía, como un angelito, Jungkook se agachó hasta quedar su rostro a la altura del menor. Observó cada detalle de la hermosa piel contraría, sonrió con ternura por ver el cachetito aplastado y el ceño levemente fruncido; la respiración era calmada y se escuchaban bajos sonidos salir de la boquita de Taehyung, aquella boquita humedecida que Jungkook deseaba besar.

Llevó su mano a los cabellos revueltos de Taehyung y acarició suavemente.

—Es hora de despertar bebé dormilón. — Le habló con tono dulce sin dejar de acariciar la cabeza de Taehyung quien poco a poco abrió sus ojitos dejando ver sus preciosos orbes que se iluminaron al reconocer a Jungkook.

—Kookie~ Tengo sueñito. — Murmuró con las palabras arrastradas demostrando su punto.

—Lo sé bebé pero no te puedes quedar a dormir ahí, después te va a doler tu cuellito. — Taehyung se acomodó correctamente en la silla y talló sus ojitos.

—¿Ya me darás mimitos? — Pasó su lengua por sus labiecitos y observó con completa atención como Jungkook se ponía de pie.

—¿Acabaste tu tarea? — Preguntó caminando hacia Taehyung quien le extendió las manitas queriendo ser cargado por el mayor.

—No, pero quiero mimitos y después la haré. — Jungkook suspiró rendido, por más que intentara ser firme no podía, cargó en sus brazos a Taehyung y lo llevó a su cama en donde se sentó con Taehyung sentado encima.

—Te daré mimitos pero después harás tu tarea o me enojaré. — Sentenció y Taehyung asintió feliz.

Esa tarde Taehyung recibió muchos mimitos y Jungkook terminó ayudando a Taehyung con su tarea.