২ capítulo 04
Todo el sábado y domingo se la pasaron acurrucados viendo películas entre besos y caricias, el mejor fin de semana para ellos. El lunes por la mañana se encontraba a Yoongi sentado en la cafetería de la Universidad puesto que había terminado su última clase del día por lo que se dispuso a esperar a su novio.
Vio la hora en su teléfono marcando las 11:15 AM y Jimin terminaba su clase a las 11:30 como quería adelantar los últimos minutos restantes, estaba muy emocionado e inquieto, quería darle una pequeña sorpresa al de hebras rubias y anhelaba que le gustara. Movía sus pies de manera involuntaria producto de su tic nervioso cuando una figura se sienta frente a el percatándose de que era Choi Minho uno de sus compañeros de facultad.
- ¡Hola Yoon! - lo saludó Minho, dedicándole una enorme sonrisa - ¿Esperas a a alguien?
- ¡Hola! espero a mi novio - para nadie era un secreto que Jimin no le caía bien para nada porque le quitó su oportunidad de tener una relación con su Yoonie, por ende su sonrisa decayó cambiándola por un semblante de disgusto.
Giró su cabeza viendo que un rubio acababa de irrumpir en la cafetería prontamente haciendo contacto visual, Jimin frunció el ceño, no le gustaba cada que Choi se acercaba a su bebé, y eso Minho lo sabía, este elevó una de sus comisuras formando una pequeña sonrisa, volvió su atención hacia el azabache y para su suerte este aún no se había fijado en el tez morena por consiguiente, llevaría a cabo su "inocente" plan.
Condujo de manera lenta su mano derecha hacia las de Yoongi que permanecían juntas y extendidas sobre la mesa mientras que con la otra tomó y acaricio su mejilla haciéndolo salta y estremecer bajo el tacto.
- Mi-Minho, ¿Q-qué estás haciendo? - balbuceó en un suave murmuro.
- Solo estoy adorándote, es que eres muy hermoso Yoonie. - los abultados mofletes del menor se tornaron de un suave color rosa por la incomodad del momento; intentó quitarse sutilmente la mano de su cachete. Oh, sí tan solo Jimin hubiera visto eso.
Minho sonrió observando al mayor salir del lugar.
- M-me tengo que ir, Jimin debe estar esperando afuera. Adiós. - con su cuerpo aún temblando guardó sus pertenencias de manera torpe saliendo espantado. Quizá para algunos eso era una actitud estúpida pero para Yoongi era diferente, ya que no era fanático del tacto a menos que la persona sea de extrema confianza como lo es Jimin.
Al salir quedó en la entrada de la Universidad esperanzado de encontrarlo afuera, grande fue su sorpresa notando que la motocicleta no estaba donde su Hyung la situaba, se acercó a Seokjin, amigo de su novio, cuando estuvo detrás de el tocó su hombro para que se percatarse de su presencia.
- ¡Oh! Hola Yoon.
- Hola Jinnie, una pregunta ¿Sabes dónde está Jiminnie?
- Bueno... el ya se fue.
- ¿Q-qué? ¿Estás seguro? ¿T-te dijo a dónde se dirigía? - Jimin jamás se iría sin el sin avisarle antes.
- Estaba muy enojando cuando lo vi salir, le pregunté que le pasaba y solo siguió de largo, tal vez fue a su casa.
- E-entiendo gracias Jinnie, adiós... - se despidió cogiendo curso hacia la casa del mayor, lo más sensato sería tomar un taxi pero dejó su dinero en su hogar.
Unos minutos después gotas de lluvia comenzaron a caer, «Por un demonio lo que me faltaba» corrió lo que le faltaba para llegar, ¿Es que acaso había hecho algo mal?
⋅ʚ♡ɞ⋅
Jimin estaba más que arrepentido, ¿Cómo pudo dejar a su niño botado así como así? Solo se dejó llevar por las emociones de ver a Yoongi y Minho tan allegados, trató de llamarlo varias veces pero el menor permanecía no respondía.
El timbre lo sacó de sus pensamientos, fue directamente y abrió la puerta topándose con su pequeño novio empapado de pies a cabeza, con los ojitos hinchados del llanto y tiritando del frío. «Oh mierda»
- Ji-Jiminnie Hyung, ¿P-por qué te fuiste sin mi? ¿H-hice al-algo mal? - tartamudeó sorbiendo su nariz rojita. - el rubio lo agarró del brazo atrayéndolo hacia un abrazo.
- Claro que no amor, no has hecho nada mal, yo soy el idiota lo siento tanto. - besó su cabeza tranquilizándolo. - Debiste llamarme, pescarás un resfriado. Ven vamos a darte un baño caliente.
Estando ya en el baño con Yoongi en la tina, Jimin daba relajantes masajes en su cabecita y en todo su cuerpecito.
- Ahora si me dirás porqué te fuiste Jiminnie. - se tensó, le daba un poco de pena revelar la causa de su enojo.
- ¿Me prometes que no te vas a reír? - el menor extendió su dedo meñique.
- Lo prometo por la garrita. - el moreno unió sus dedos con severa ternura.
- Bien, es posible que haya estado un poquito celoso. - Yoongi ladeó la cabeza mostrando confusión.
- Te vi a ti y a Minho en la cafetería muy cariñosos y parecías disfrutarlo. - el azabache abrió sus ojos atónito.
- O-oh Jiminnie, no es lo que parecía me encontraba muy incomodito por la situación, sabes que no me gusta que me toquen mucho; lo único que quería era salir de ahí y verte solo a ti, honey. -rio ante el meloso apodo.
- Soy un idiota lo sé, hablaré contigo primero antes de malos entendidos amor.
- No te preocupes Hyung, además quería darte un regalito, podrías pasarme mi mochilita. Please. - acató órdenes cogiendo la mochila mojada y entregándosela, lo vio sacar una pequeña cajita.
- S-se que dijiste que no lo querías, pero se que no era así, por lo que ahorré y te lo compré. Ten. - extendió la cajita con las mejillas ruborizadas, el mayor la tomó abriéndola quedándose pasmado por un instante.
- E-es el reloj Rolex que te quedaste viendo ese día en la vitrina cuando salimos al centro comercial.
- Oh mi amor no tenías porqué, gracias encanto. - se arrimaron en un profundo ósculo que transmitía tantos sentimientos de por medio y que solo ellos podían darse.
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