Milo jamas tuvo una relación seria con ninguna mujer, como caballero y guardián del 8vo templo del zodiaco debía permanecer en guardia 24/7 sin importar nada más, su única misión era el bienestar del santuario...oh lo era hasta que athena llego acompañada de esas 5 doncellas guerreras que vencieron a ares y eris, rescataron a la hermana de una de ellas e hicieron del santuario un lugar mas seguro para la verdadera athena.
Gracias a ellas recuperaron a los hermanos que creyó perder y esa jovencita de cabellos como el fuego le hizo regresar al buen camino, como protector de la diosa de la sabiduría.
Nunca creyó que volvería a ver a la niña que rescato hacia tantos años y que ella se volvería tan importante en su mundo.
Primero quería tirarse por el barranco de aioros, él enamorarse de una niña de 15 años le era impensable, después se dio cuenta de que nunca podría verla junto a otro hombre que no fuera él. Así que se dedico a conquistarla sin saber que shoko sentía exactamente lo mismo por él.
Cuando término enamorado de ella? Ni el mismo lo sabia, solo sabia que jamas podría estar sin ella, sin esa niña adorable que lo hacia sonreír cada día.
Shoko era única en todos los sentidos, incluso cuando tenía sus momentos, la amaba.

La shoko seria la que rara vez veía, solo en misiones, pero le agradaba, le daba un aire adulto a su pequeña pelirroja. La gustaba verla en su papel de líder.

La shoko dulce era la que veía todos los días, la que llegaba a su habitación a hurtadillas y lo despertaba con pequeños besitos en la mejilla para luego llevarlo a desayunar, la shoko que lo cuidaba.

La shoko inocente era la que no entendía cuando deathmask insinuaba onsenidades sobre su relación y la que le provocaba sin siquiera darse cuenta.

La shoko pervertida era la que lo sorprendía vistiendose con pijamas de lo mas sexys para provocarlo y la misma que se entregaba a él con pasión y amor.

La shoko miedosa era la que se ocultaba entre sus brazos cuando tenia pesadillas, la que lloraba recordando cuando murió su hermana, la que el amaba consolar.

La shoko tímida era la que se sonrojaba los primeros días de su relación cuando él se acercaba o la besaba, la que lo miraba con dulzura y le acelaraba el corazón.

La shoko celosa era la que mas ternura le causaba, la que lo besaba de forma posesiva y le decía que él era solo suyo así como ella era solo suya.

La shoko enojada era a la que mas temía, jamas la vio tan molesta como cuando una amazona despistada lo beso frente a shoko sin saber que eran pareja.
La pobre tonta termino en la fuente de athena con graves heridas y él termino sin acción nocturna por dos meses, esa shoko le daba demasiado miedo.

Si, amaba cada una de las facetas de su chica, amaba verla sonreír, amaba consolarla, amaba cuidarla, amaba mimarla, amaba la forma en que lo besaba, amaba abrazarla, amaba estar siempre con ella. Amaba por sobre todo a su doncella.