Algunas horas después
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Milo aún seguía sin creer lo que veía, es que jamás se espero eso de sus compañeros pero ahí estaba en una habitación del templo de acuario, la cuál había sido decorada especialmente para su bebé.

- no debieron - susurro sorprendido.

- ¿Te gusta?, no esta tan decorada como a mi me hubiera gustado pero... luego tendremos tiempo para prepararla bien.

- ¿de que estas hablando Cam?, Me encanta esto es muy hermoso - afirmó sorprendido.

- me alegra mucho saberlo amor - le dijo mientras se acercaba para abrazarlo.

- pero aun no le perdonó el no habernos dicho nada - fue lo que escucharon de una voz conocida para ambos, así que se separaron.

- ¿Hyoga? - dijo Milo sorprendido.

- y también Yo... - dijo el peli verde mientras aparecía salvajemente.

- Shst... esta dormida - dijo Camus mientras señalaba a la bebé.

Por su parte los otros dos al verla rápidamente se acercaron a verla, quedando fascinados por al fin conocerla, aunque debían admitir que aún quería como era que ambos caballeros habían terminado así.

- ¿Oigan y piensan darnos más hermanos? - preguntó curioso Isaac a lo que Milo bajo la mirada con un gran sonrojo mientras Camus vio a sus dos alumnos de forma desaprobatoria - ¿Que?... - preguntó nervioso Isaac.

- no nos digan que se quedarán solo con ella, es muy triste estar solo - decía Hyoga.

- Ustedes no son quien para decidir eso - fue lo que molesto respondió Camus.

- dentro de un año más... - susurro Milo provocando que los acuarianos lo voltearan a ver - Si su maestro lo desea, le podremos dar un hermanito dentro de un año - volvió a decir mientras los otros dos se vieron sorprendidos. Aunque Camus se veía un poco nervioso respecto a eso.

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Seis años después...

9:00 AM.

Cierta pequeña se encontraba tratando de pasar desapercibida por el coliseo, por lo cuál se escondía detrás de cada roca grande que encontraba.

- ¿Donde esta? - preguntó la niña, para después agacharse y comenzar a gatear, buscando a alguien entre los que entrenaban - Papi... papi... - decía la niña buscando.

Por otro lado.
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Templo de acuario.
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Por su parte Milo terminaba de sacar unas galletas que había estado preparando en el horno. Las dejo en la isla de la cocina y paso a prestar más atención a su entorno...

Silencio...

Curioso observo aquello, sus máquinas de ruido no se estaban tanto tiempo quietas por lo cual dejó lo que hacía y fue a buscar al cuarto donde ellos dormían, para su sorpresa solo se encontró con sus gemelos de cinco años.

- ¿Dónde está su hermana? - preguntó.

- dijo que iría a buscar a papá - susurro el mayor.

- ¿a buscar a su padre?, hay esta niña ahora vuelvo Camilo cuida a tú hermano.

- Chi...

- ahora vuelvo - dijo con intención de irse pero el más pequeño de los gemelos soltó su juguete y se fue corriendo hacia el mientras decía.

- Chi... una aventura - dijo mientras se colgaba a su pierna.

- ¿Que?... no - decía él mientras trataba de quitarse a su hijo de la pierna - Albert suéltate... - pedía el.

De vuelta con Eir.
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La niña había llegado a otra parte del santuario, una en donde sólo habían aprendices los cuales entrenaban cuerpo a cuerpo, por lo cual se veía fascinada.

- Son los aspirantes a nuevos caballeros - dijo mientras sus ojos se iluminaban - que cool, ¿por que mis papás no me dejaran hacerlo también?, quiero ser un caballero que defienda a Athena - decía ella. Se puso de pie para después con una sonrisa comenzar a pasearse por el lugar, mientras veía a los demás aprendices eran niños y niñas de todas las edades, tamaños y colores, tan distraída iba que no se fijo bien por donde caminaba hasta que chico con alguien él cual intencionalmente la hizo rebotar y caer al suelo - auch... - manifestó con dolor.

- oye, deberías tener más cuida... ¿eh?... - no termino de hablar cuando se dio cuenta de un pequeño detalle - ¡oye que haces te mataran! - anuncio preocupada la pequeña, para después dirigir una de sus manos a su pequeña bolsa de la cuál saco una máscara - ten ponte la, siempre tengo una de repuesto - le explicó mientras le ponía la máscara - si la maestra Shaina te ve así te asesinara, ¿no sabes que un caballero femenino no puede andar por ahí sin máscara? - le reprochó mientras que del brazo la ponía de pie.

- eh... no perdona aquí hay un... - le taparon la boca.

- Shsss. De rodillas, de rodillas - dijo la niña mientras la arrodillada junto a ella.

- ¿oye que?... - la otra interrumpió.

- es la señorita Athena - dijo ella, para después ver pasar a la joven diosa siendo escoltada por el caballero de acuario el cual conversaba con ella mientras ambos llevaban algunas bolsas.

- es papá, ¡hay no si me descubre me va a castigar, recuerdo perfectamente habernos dicho que no quería que nos acercaramos a los aprendices a caballero - pensó la pequeña.

- hay... como quisiera ser hija de un caballero dorado - hablo en un suspiro la niña.

- ¿hm?...

- solo imaginalo, los hijos de caballeros al cumplir los ocho años tienen un entrenamiento especial con ellos, además que tienen la oportunidad de conocer más de cerca a la señorita Athena - decía la peli azul.

- ¡ja!, la señorita Athena no es que muestre muy amenudo sus verdaderas intenciones para con los caballeros dorados, se la pasa molestandolos cada que puede. Pero no de una mala manera, al contrario se la pasa revelando las cosas que hacían en el noviazgo con sus parejas para que nos riamos de nuestros padres por unos minutos - respondió recordado la cena de ayer, donde por casualidades de la vida se enteraron que su "frío" padre se la pasó apretando una pelotilla anti estrés cuando sus hermanos nacieron.

- ¿y tú cómo sabes eso? - preguntó confundida.

- em... etto, yo... - susurro nerviosa.

- ahora que te veo bien. Te pareces mucho al caballero de escorpio, al señor Milo nos a ayudado un poco a todas cuando necesitamos algo. La única diferencia entre tú y él es el color de cabello, ojos y piel... - dijo ella confundida.

- será porque él es mi madre - se dijo mentalmente - si me lo dicen muy a menudo - respondió nerviosa.

- me llamo Sakura - dijo la pequeña.

- mi nombre es Eir, mucho gusto nueva amiga...

- ¿Eir?, nunca lo había escuchado, ¿es de otro país? - preguntó.

- así es, es nórdico según me dijeron mis padres y significa Paz o misericordia - explicó.

- ¿y lo eres?...

- ¿Que?...

- ¿eres misericordiosa o por lo menos pasiva? - preguntó la niña.

- claro, o eso dicen mis hermanos menores - comento sonriendo.

- el mio significa flor de cerezo, me nombraron así porque mi personalidad florecer solo con personas de personalidad cálida - dijo ella mientras la menor la vio sorprendid.
a.

Ambas guardaron silencio por un tiempo para después ver a Shaina, la peli verde traía una bara de bambú.

- vamos niñas... - pidió la chica para después llevarse a todas las niñas del lugar, Eir se fue con ellas por mera curiosidad aunque sabía sabía sus padres se volverían locos al no encontrarla.

Continuará...