3
Eran las 5.30 am, me levante a hacerme un café porque no me podía dormir más, fui al baño y luego me dirigí al comedor a paso firme, pero de pronto pare al ver a Amélia dormida en una silla con la cabeza apoyada en la mesa y a su al rededor la mesa llena de libros, hojas y fotocopias.
Me acerque a ella para despertarla, en una hora debía levantarse y prefería que pudiera seguir durmiendo cómoda en su cama.
—Ame, Ame despertate —dije tocando su hombro moviendoló un poco para que despertará. Así estuve unos minutos hasta que levantó su cabeza y con toda su cabellera roja despeinada me logra mirar
—Mmm... que hora es? —dice con voz ronca de dormida mientras corrió su pelo rojizo de su cara
—Son las 5.30, tenes una hora para seguir durmiendo anda para tu habitación
—No, no voy a ir a la escuela —contestá mientras se resfriega la cara para despavilarse
—No podes faltar, ya faltaste ayer. ¡Hoy tenes que ir! —digo firme
—No tengo ganas, no dormí bien. Además no sos mi Papá para obligarme
—Es verdad pero tu Mamá te va a obligar a ir —termino de decir mientras empieza a toser fingidamente
—Que lastima que sigo enferma —menciona volviéndose a recostar en la mesa y mirándome con sus penetrantes ojos azules
—Si vas a la escuela, te prometo que a la tarde vamos por un helado —como intento de convenserla
—Mmm... sin mis hermanas, no?
—Si, sin tus hermanas
—Me convensiste —dice sonriente mientras se levanta de un salto y se va a su habitación
Bueno misión cumplida pensé entre mi. Era un riesgo cubrirla otro día más, y con mi Mamá debíamos cuidar el trabajo.
Me hice el café mientras comía uno de los chocolates que me había regalado la peliroja, ya eran las 6 am y a esa hora se levanta mi Mamá a preparar el desayuno.
—Hola hijo, que haces tan temprano —me pregunta Nora
—Me desperte y no pude seguir durmiendo —respondó mientras comía mi chocolate
—Veo que la niña te dejo una caja de chocolates. A mi también me dejó una con una notita que decía "Gracias por cubrirme"
—Enserio? Me pregunto porque es tan distinta a sus hermanas?
—Vaya uno a saber hijo —dice Nora mientras entre ambos juntamos las cosas de la mesa que dejó Amélia
—Esto es de ella, hace un rato la encontre acá dormida en una silla —digo dándole un sorbo a mi café
—Se abrá quedado toda la noche estudiando?
—Al parecer si, aúnque por alguna razón no le gusta ir al colegio
Luego de un rato las niñas ya estaban listas, para ir y como siempre las tres menores se sentaron en la parte trasera del auto y Amélia se sentó en el asiento del acompañante como solía hacer.
Y a diferencia de sus hermanas la ví con cara de dormida y despeinada, no se había arreglado solo se puso su uniforme y ya. En cambio las otras chicas se arreglaban excesivamente, hasta se maquillaban
—Alguien se pelió con el peine hoy —habla Alfonsina mientras las demás ríen
—A diferencia tuya hermana, no necesito ir con 2kg de maquillaje a estudiar
—Lo que no entendes hermanita, es que yo siempre me voy a ver glamurosa vaya a donde vaya, no hecha una vagabunda como otras
—El glamour no sirve de nada, sino tenes neuronas
—Pobresita, escuchenla, usa el recurso de la inteligencia porque de belleza no tiene nada —Contesta Alfonsina y sus hermanas como siempre se ríen
—Al menos te hubieras planchado el pelo, no se te ve para nada bien —agregá Delfina
—Simplemente no tenía ganas —dice Amélia
Yo me contuve y no dije nada, porque ya iba a empezar a Alfonsina que yo no podía opinar y demás. La verdad no aguantaba más su voz chillona y quería evitar que hablará lo menos posible, su voz me causaba dolores de cabeza, realmente esa chica era insoportable en todo sentido de la palabra.
Llegamos a la puerta del colegio, las tres chicas de atrás se bajan rápido dando un portaso a las puertas. Y en cuanto a Amélia espero unos segundos en bajar, ya que estaba revisando su celular muy atenta, pero antes de bajarse me dió un beso en la mejilla y me dijo
—Acordate de lo que me prometiste —mirándome con una sonrisa para luego abandonar el auto
El día fue rutinario, llevar a las niñas a la escuela, luego buscarlas, llevarlas al centro comercial y a donde se les encaprichará ir.
A eso de las 18 pm, se acerca la peliroja que hacía horas no la veía
—A donde estabas? Te estuve buscando para ir a la heladería
—Si, ya estoy lista vamos —dice ignorando mi pregunta
Conduje hasta una prestigiosa heladeria de la ciudad, mientras la chica ponía canciones de rock nacional en el esterio y las cantaba con su perfecta voz toda afinada.
Llegamos al lugar y me dice...
—Queres bajarte vos, pedir 2/4 y venir. No tengo ganas de bajarme a comer adentro de ese lugar, mejor en el auto, que además podemos pasear
—Porque no te queres bajar?
—Mmm... no se, no es mi ambiente —dice frunciendo la cara
—Perdón, pensé que si, bueno tus hermanas... —me interrumpe poniendo un dedo en mi boca en señal de que me callará
—Es enserio, todavía no te diste cuenta que no soy como mis hermanas —me dice en un tono no muy agradable
—Si, tenes razón mala mia. Podemos ir a otra heladaria si queres
—La verdad prefiero comer en el auto
—Bueno esta bien, ya me bajo y pido, que gustos queres?
—Frutilla a la crema, Chocolate oreo y el tercero lo elegis vos, quiero que me sorprendas —pronuncia con esa sonrisa tipa de ella
No se a que se refería con que la sorprenda, pero tenía miedo de meter la pata y elegir un tercer gusto que odiará y me tire el pote de helado por la cabeza
—Sólo para estar seguro, que gustos no queres que traiga
—Ninguno, el último lo elegis vos, no va a haber problema sea cual sea
—Okey... —Y quedó pensativo mientras me bajó del auto
Estuve esperando unos minutos hasta que me atendieron
—Buenas tardes! 2/4 porfavor
—Si dígame los gustos señor
—El primero, de Dulce de leche, granizado y marroc. Y el segundo de Frutilla a la crema, chocolate oreo y... déjame pensar lemon pie digo al fin
—Aquí tiene serian $1700 pesos —me dice la empleada mientras sacó mi billetera y le pagó
—Muchas gracias, hasta luego
Me subo de vuelta al auto y Amélia se acomodó de perfil en su asiento mirando hacía mi, en el momento que le daba su helado
—A ver cual fue tu elección —dice entusiasta
—Lemon pie? Me consideras ácida? —ríe
—Fue lo primero que se me ocurrió —respondo
—Bueno, igual me gusta
—A donde queres ir? —le preguntó
—No lo se, soló quiero pasear
Arranque el auto y me dirigí al paseo costanero de la ciudad, siempre es lindo recorrer la costa del rió
La chica estaba muy concentrada en su helado, hasta que en un momento me habla
—Contame de vos, que es de tu vida?
—No hay mucho por contar, somos mis hermanos, mi Mamá y yo. Somos bastante humildes, yo por ser el mayor tuve que trabajar de chico para ayudar a mi mamá y que así pudieramos comer
—Te entiendo, mi mejor amiga tiene una realidad muy similar a la tuya. Lo importante es no rendirse nunca
—Exacto, soló me faltan dos años del secundario, ahora con el de adultos se que lo voy a terminar
—Que te gustaría hacer después, pensas seguir estudiando?
—Me gustaría ser ingeniero, soy muy bueno con las matemáticas
—Que suerte la tuya, yo soy muy mala
—Cuando quieras me podes pedir ayuda, y vos que pensas estudiar?
—Gracias te tendré en cuenta. No se que estudiar, a mi me gustaría seguir con la música, amo cantar y tocar la guitarra, pero en mi familia está mal visto. Pero claro ser mantenida por un hombre millonario como mi hermana mayor que esta con un jugador de fútbol y mi madre parece ser lo ideal —dice esto último con ironía
—Debe ser muy complicado lo queres en la familia que te tocó
—Creeme que lo es, si fuera por mi me quedaba en Italia, sabes allá podía hacer lo que me gustaba, tocaba con una banda en bares y obras artística. Pero se acabó, soy menor de edad y mi madre me quería de vuelta en casa, no me pude quedar más
—Pensa que sólo te quedan 2 años para ser mayor de edad, luego vas a hacer lo que te gusta
—Más bien un año, en un mes cumplo 17. Más allá de eso, no es nada fácil tendría que empezar mi vida de cero
—No es fácil pero lo vas a lograr, sólo seguí tu propio consejo y no te rindas nunca
La conversación fluyó sola, era la única en aquella mansión con la que se podía tener una conversación desente. Aunque no era eso y ya, me di cuenta que había disfrutado ese rato con ella más de lo que hubiese imaginado.
Hasta que mire el reloj, ya eran casi las 20 pm y teníamos que regresar porque ya estaba oscuro y la señora Ivanna era algo estricta con los horarios.
Llegamos a la mansión y me tope con mi jefa
—Amélia, te estuve buscando, donde estabas?
—Fui a lo de una compañera de clase, teníamos que terminar un trabajo
—Me olvidaba, esta es la más estudiosa de todas, se la pasa preparando cosas del colegio —me comenta Ivanna mientras Amélia se va a su habitación
Me quedé un rato pensativo, si ella quería estudiar música, porque su madre decía que se le pasaba estudiando.
¿Quizás le ocultaba a su madre a donde iba siempre y esto era algo habitual? Me preguntaba en mi mente, después de todo dentro de lo poco que la conocía, solía mentirle a Ivanna, primero fingiendo que estaba enferma para no ir a la escuela, sin contar que casi lo hace dos días consecutivos, hoy con lo del helado. Bueno es verdad que si le decía a su madre que habíamos salido por un helado no le iba a gustar nada.
Más allá de todo, me daba la sensación de que ocultaba muchas cosas. Esa pequeña peliroja era un verdadero misterio, pero de pronto dejé de pensar en eso era su vida, y a mi no me tendría porque incumbir.
El día estaba llegando a su fin y me senté a comer en la mesa de los empleados, siempre con Mamá e Isabella, el portero comía sólo era un hombre solitario, aunque debo decir que me parecía algo extraño. Podría definirlo como un antisocial.
Estábamos comiendo un rico guiso hecho por mi madre, quien tomó la palabra
—Chicos, saben que hoy me pareció un poco extraño lo que ví. Al rato que las chicas volvieron de la escuela, la ví a Amélia salir de la mansión algo nerviosa y se fue sola caminando para algún lado. Yo estaba afuera sacando la basura cuando la ví
—Sola? Que hacía saliendo sola? A las chicas siempre las llevó yo a donde sea que vayan —dije
—Exacto, por eso me pareció extraño, además su madre no quiere que vayan solas caminando a ningún lado
—Que extraño —dice Isabella
—Y el portero? —pregunto yo
—El tiene que saber, estoy segura que la cubre, es el único que le puede abrir la puerta
—Bueno, esto me parece muy raro, ese tipo no me genera confianza y Amélia no se porque habrá hecho eso
Es noche dormí muy poco, me quedé pensando en lo que dijo mi madre. ¿A donde fue Amélia? ¿Tendría un novio y lo veía a escondidas? Seguro era eso, sino que más sería pensé.
Sabía que no me correspondía, pero había algo en mi que quería averiguarlo y.. ¿Porque carajos confiaba más en el ese portero que en mi? Eso me molestaba mucho, Juan parecía que hasta se esforzaba por ser callado y mirar mal a todo el mundo, que generó que ella confiará en ese sujeto. Mientras más lo pensaba más lo odiaba.
Seguí brotado un largo rato, hasta que en algún momento de la madrugada logre consiliar el sueño.
________________________________________
A mis lectores... ¿A donde creen que habría ido Amélia?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro