Tomás

Después de mi día franco tenía que volver a la mansión, sólo pensaba en que hacer con la situación que pasó entre Amélia y yo, hacía varios días que me ignoraba y no me hablaba en ni siquiera en los viajes hacía la escuela.

Quería hablarle, pero lo que había pasado no se podía repetir aunque intentará decírselo ella entendería que no le gusto y ese es mi maldito problema que me encantaría que no me gustará así seria todo más fácil, pero aún así la deseo.

Más allá de todo entré a la mansión decidido a poner foco sólo en mi trabajo y nada más, pero ese pensamiento se desmoronó en cuestión de segundo cuando ví a Pilar hecha un bollito con cara de haber llorado horas, no podía ignorarla y listo así que solo por ser educado le pregunte que le pasaba aunque sabía que su respuesta sería que no me meta en sus asuntos.

Para mi sorpresa Pilar se abrió como nunca y me contó muchas cosas. Me dio cierta pena por ella, estaba realmente mal porque ni siquiera pudo finjir que no le pasaba nada, pero en su cabezita no era para menos su mundo de princesa se estaba comenzando a derrumbar.

A pesar de eso, lo que me dijo de Amélia me dejo totalmente consternado y me hizo sentir aún peor de haberla besado, o sea la chica esta enferma y yo me aproveche de ella por mi estúpido sentimiento de verla como algo más que una de mis patronas.

Necesitaba aclarar mi mente y me dirigí al auto para chequear que este todo en orden y mientras pensaba en el tema, observo que el asiento del conductor estaba corrido para adelante y los espejos también. Rápidamente me di cuenta que alguien uso el auto ayer, con miedo de que haya sido Amélia volví al comedor donde seguía Pilar

—Pilar, no es por preocuparte más... pero alguien uso el auto ayer —Apenas lo dije me miró con los ojos bien abierto y luego dejo hechar un suspiro de alivio

—Si Tomás, yo lo use

—Pero no tienes licencia o si?

—Era una emergencia, perdón si?

—Que emergencia, si se puede saber?

—Cual es tu problema de querer saber todo de todo? —Bueno, ya estaba volviendo la Pilar normal aúnque a diferencia de otras veces esta vez me lo dijo con simpátia y una risita que no es común de ella

—Me preocupe pensé que había sido Amélia

—Entonces será mejor que la próxima no dejes las llaves tan a mano... Ah y perdona si queres decile a Nora que venga más tarde no hay nadie en casa y yo no voy a comer —Puse cara de desconcierto en ningún momento me había dado cuenta de eso

—No me quiero meter pero... —Me mira con cara de ya saber lo que voy a decir y me interrumpe

—Tranquilo Amélia esta con mis hermanas, que están con mis tíos que vienen al país una vez cada muerte de obispo

—Una mansión sin gente, eso significa que podemos hacer una fiesta —Sólo lo dije para ver si la podía hacer reír, pero o se reía o me tiraba con algo

—Si ahora invito a mis amigas las más falsas que un billete de dos pesos a que vengan e inviten gente todavía más falsa de la que me rodeaba —dice sarcástica

—Aún si vinieran me ven lejos de sus estándares y si van —digo siguiendo el juego

—Para nada te usarían como esclavo  —dice mientras se ríe

—Bueno al menos te hice reír, estas mejor?

—Eh podría estar peor, así que si digamos que me siento mejor

—Bueno, cualquier cosa estoy afuera —le menciono mientras me voy al patio nuevamente

Me parecía raro desde que llegué que Pilar este actuando así, entiendo que esta mal pero recién me siguió una broma que en otro momento le hubiera molestado. No le dí más importancia al asunto y encendí la aspiradora para limpiar el vehículo.

Al rato, veo que Pilar se acerca a donde estaba yo así que le pregunto si necesita algo

—Estoy aburrida y el día esta lindo como para quedarme acá a llorar

—Queres ir a algún lado? —asiente con una leve sonrisa

Guarde todo y me acomode para sacar el auto, mientras Pilar abre la puerta de atrás

—Porque mejor no vas adelante? —Le sugerí

—Si, tenes razón —dice mientras se acomoda en el asiento del copiloto

—Bueno señorita, a donde vamos?

—Mmm no lo sé, sólo maneja a donde te lleve el viento

Me río de lo que dijo —Estas segura que te sentís bien? No cambiaste de cuerpo con Amélia?

—Ja ja, muy gracioso y nunca dije que me sentia bien

—Cuanto crees que tarde en volver la Pilar normal? —Seguí haciéndome el gracioso, pero quería ver que me decía

—Cállate idiota y maneja, querías a la Pilar normal bueno ahí la tenes —dice seria

Lo cual me empiezo a tentar de la risa y ella no tarda en hacer lo mismo, nos reímos por un buen rato y cuando paramos le digo

—Hasta te olvidaste de hablar en inglés

—Ay no es, verdad —y volvimos a reírnos

Luego llegamos a un parque de la ciudad que a mi me gustaba mucho, ya que no me dijo un lugar específico fuimos ahí

—Queres que nos quedemos acá?

—No se

—Como no se? Decime si o no

—Tomás —Hace una pausa y me mira fijó, debo decir que me puso un poco ansioso

—Que pasa? —Me mira mucho y no me decía nada lo cual aumentaba mi ansiedad

—No se, me siento rara hoy, nunca pensé que podia llegar a hablar tanto con vos y contarte lo que te conte hoy, y ahora no se que hago acá con vos

—Queres que te lleve a la mansión de vuelta?

—No se que quiero, no me conosco nunca supe que de verdad quería y que no, siempre creí saberlo pero la realidad es que no

—Te doy un consejo, no es muy difícil saber lo que queres sólo trata de poner la mente en blanco y olvídate del que diran y pensa en lo que vos sentis lo que sentis es lo que tenes que hacer

—Definitivamente quiero ser maquilladora artística y diseñadora de arte y definitivamente quiero una vida más real y menos de muñeca —Me dice mirandome con una sonrisa

—Bueno vas bien, no sabía que te gustaba el arte

—Es mi pasión, y siempre tuve miedo a que se descubriera por el que dirán, no queria ser rara, pero si me encanta pintar en lienzo, en cuerpos y hacer mañualidades también diseñar  —mientras me contaba todo esto super entusiasmada me mostró una foto de como la maquillo a Amélia y la verdad es que tiene un talento único que no pude desperdiciar por lo que piensen otras personas

—Vos sos conciente del talento que tenes?

—Si, gracias a Amélia lo pude ver

—Entonces si sabes lo que queres

—Si pero me da miedo que a nadie le guste, que no me acepten y que me quedé sola

—Eso no va a pasar y lo sabes, sos una Volker una de las hijas de una de las familias más adineradas del país

—Pero eso también es un peso, porque tras ese estigma tengo que aparentar ser de una determinada manera

—A ver Pili tenes que trabajar mucho el amor propio, si vos no te aceptas y vas para adelante con lo que queres el resto tampoco lo va a hacer

—Es la primera vez en toda la charla que me decis Pili —rié —me gusta

La miro esperando que siga hablando —Tenes razón, yo creía que el amor propio era comprarme ropa nueva todos los días, y sabes que? Se termino esa Pilar —dice con felicidad

—Bueno, ya es un avance

Nos acostamos en el pasto de la plaza un rato para tomar un poco de sol, y luego volvimos a la mansión.

La sentí cercana a Pilar y eso fue muy raro, ella siempre era así? definitivamente no la conocía porque nunca hablaba conmigo, pero hoy fue todo lo contrario, ya que Amélia me ignoraba después de lo del beso era bueno poder hablar con alguien.