CAPÍTULO 13
Laszlo bostezó e intentó moverse sobre la cama, pero el peso de Kassia se lo impidió. La chica dormía tranquilamente recostada sobre su pecho. Él sólo sonrió y besó la frente de la joven, ella sólo murmuró algo entre dientes, estrechándolo firmemente entre sus brazos. El hombre suspiró y cerró los ojos para volver a abrirlos casi de inmediato. No tenía porque volver a dormir, ¡tenía que trabajar! Ese mismo día tendría una reunión muy importante y no podía darse el lujo de faltar. Laszlo apartó delicadamente los brazos de Kassia y se levantó con suavidad de la cama.
-¿A dónde vas? - Balbuceó Kassia, completamente amodorrada.
-Tengo que irme, cariño - Murmuró Laszlo besándole la frente - Vuelve a dormir y...
-¡Ni creas que voy a dejarte ir, Laszlo! - Exclamó la chica tirando de él.
El hombre cayó sobre la cama, lanzando una carcajada, los brazos de la chica se aferraron de nuevo a su cintura, mientras ella comenzaba a besarlo.
-¡Nos reencontramos apenas ayer! - Protestó Kassia - Luego de un mes sin vernos... - Suspiró - ¡No es justo que me dejes así! - Murmuró dedicándole una mirada llena de ternura.
Laszlo también la observó, perdiéndose en sus hermosos ojos verdes. Delicadamente repasó el fino rostro de la chica con su dedo, finalizando en la silueta de sus labios entreabiertos que dejaron escapar un pequeño jadeo. El hombre sujetó la barbilla de la chica y se inclinó, rozando apenas los labios de la joven con los suyos. Ella contuvo la respiración, pero no se movió, extasiada por el embrujo de su proximidad.
La boca de Laszlo cubrió la de Kassia, sujetándola por la nuca. Ella cerró los ojos, y se entregó ante las magníficas sensaciones que se despertaban en su interior. Los labios del hombre se movían suavemente sobre los de ella. Kassia se aferró al cuerpo de Laszlo y su calor masculino la excitó. Ella gimió al experimentar la dureza de sus músculos contra sus senos y los pezones se le endurecieron de inmediato.
Laszlo acarició la pequeña espalda de Kassia, gozando de la tersura de su piel. La recorrió lentamente hasta apoderarse de uno de sus senos, lo palpó con cuidado y su pulgar trazó un círculo sobre su areola. Ella se arqueó y dejó escapar un jadeo de satisfacción ofreciéndose a él, deseando sentir sus labios sobre su piel.
Él la contempló maravillado, la blanca piel de la joven brillaba bajo la luz diurna, lentamente deslizó sus grandes manos sobre los pequeños y redondos senos de la mujer, se inclinó y la besó de nuevo, con mayor intensidad; su lengua penetró su boca y ella lo recibió, enredándose con él, mientras clavaba sus dedos sobre su amplia y desnuda espalda. La boca del hombre dejó los labios de la chica para posarse en su delgado cuello, el cual cubrió de besos y continúo su descenso hasta sus pechos para acariciarlos con su barbilla.
Kassia gimió con sonoridad cuando la áspera barba de Laszlo se paseó por sus senos. ¡Era una sensación indescriptible! Y cerró los ojos para dejarse llevar por el placer. Él le susurraba tiernas palabras; la voz de Laszlo era grave y seductora; ¡le encantaba escucharla! La excitaba y la ponía al límite. La chica se encontraba sumida en un profundo éxtasis, embriagada por el placer que esas caricias le proporcionaban.
Las manos de Laszlo la tomaron por la cintura, recostándola sobre las almohadas y él se puso de pie. Kassia abrió los ojos y lo contempló frente a ella; desnudo como la mañana de primavera, deslumbrante, hermoso, perfecto y seductor. Kassia gimió paseando sus ojos por el fuerte cuerpo y deteniéndose en su virilidad erguida. La chica volvió a gemir, arqueando su cuerpo, dándoselo como ofrenda. Laszlo gruñó y le acarició la cintura, inclinándose para besar su estómago mientras sus manos se dirigían a los pechos de la mujer, después acarició sus costillas y continuó deslizando las manos sobre su cuerpo y llenando de beso su piel. Kassia suspiró cuando el tibio aliento del hombre rozó su pubis; la piel se le erizó y volvió a gemir.
Laszlo abrió las piernas de la mujer y deslizó su lengua sobre su feminidad, deleitándose con sus mieles, gruñendo satisfecho de saber que ella estaba muy excitada. Kassia lanzó un gritito de placer, abriendo aún más sus muslos. La lengua de Laszlo jugueteaba con sus pliegues y sus perfectos labios le succionaban el clítoris. La chica tiritó y respiró con velocidad, llevando sus manos hasta sus senos para masajearlos y estrujarlos. Ella intentó decir algo, pero le fue imposible, su garganta estaba seca, sólo podía gemir cada vez más alto, arqueando la espalda; era presa de esas emociones que nunca antes había experimentado.
Kassia jadeó y acarició los cabellos de Laszlo mientras él continuaba succionando la feminidad de la joven. Ella se mordió el labio inferior para controlar la fuerza de sus gemidos que ya habían aumentado de volumen y jaló el cabello del hombre al tiempo que experimentaba una detonación dentro de ella. Sus caderas se menearon a un ritmo violento, deseando saciar esas ansias que crecían y crecían. Laszlo deslizó sus manos bajo sus nalgas y le levantó la cadera para chupar con avidez, sintiendo las primeras oleadas del orgasmo de la mujer.
Laszlo sonrió satisfecho y besó el vientre de Kassia y sus senos, hasta llegar a su boca jadeante. La cubrió con la suya y volvió a besarla, envolviéndola en sus fuertes brazos. La mujer le echó los brazos al cuello y correspondió ante ese beso impetuoso y erótico que le robó el aliento. Se separaron respirando entrecortadamente y se miraron a los ojos, ella lo abrazó con fuerza, recargando la cabeza en su pecho.
-¡Te amo! - Murmuró Kassia levantando el rostro y buscando la boca del hombre con desesperación.
La chica lo besó y acarició su rostro, succionó el labio inferior y lo mordió; mientras que sus senos se frotaban contra el musculoso pecho. Laszlo sonrió, acariciando el rostro de la chica y dibujando sus labios carnosos con la punta de su lengua. La recostó sobre las almohadas y se colocó entre sus muslos, inclinándose para chupar sus pezones. Kassia gimió y lo abrazó con las piernas. El rubio se apoyó en las palmas de sus manos, levantándose y la miró a los ojos, ella también lo miró y volvió a gemir, deseando sentirlo dentro, duro y aterciopelado. Laszlo tiritó y se estremeció; tomó su miembro viril y lo deslizó por la feminidad de la joven, quién cerró los ojos y levantó las caderas. Lentamente la fue penetrando; Kassia abrió los ojos y dejó escapar un sonoro suspiro, abrazándolo con fuerza y arqueó la espalda, enterrando las uñas en sus hombros.
Laszlo comenzó a moverse de manera lenta. La besó en los labios y continuó penetrándola. Kassia cerró los ojos y lo siguió moviéndose a la par de él. De su boca escapan fuertes gemidos los cuales se mezclaban con los gemidos del hombre. Ella se aferró con fuerza a la cabecera de la cama para moverse con mayor violencia. Sentirlo dentro era como estar en la gloria.
Laszlo besaba el cuello de la chica, mientras seguía balanceando sus caderas. Los movimientos de su cuerpo se tornaron más salvajes y Laszlo comenzó a moverse al ritmo que el cuerpo de Kassia le exigía. Ella poco a poco se iba liberando, dejando a un lado las inhibiciones para convertirse en una mujer sensual y atrevida. Kassia se sujetó de su cuello y levantó con más impulso sus caderas, rozando sus piernas a los musculosos muslos del hombre. Él la besó con intensidad en los labios, empujando su pelvis con mayor violencia para dejarse llevar por su propio placer. Kassia estaba loca de gozo al sentir cómo la piel de Laszlo la rozaba y cómo era llenada por él, ese suculento vaivén terminó por arrebatarle la cordura y también colapsó junto con Laszlo, gritando ante la liberación de ese insuperable orgasmo.
***
-¿Y me vas a dejar así? - Murmuró Kassia haciendo un puchero - No deseo que te vayas, ¡quédate por favor! - suplicó la chica.
Laszlo la contempló y lanzó un hondo suspiro al contemplarla. Realmente no quería irse, y mucho menos viéndola así, desnuda y cubierta apenas por la sábana, arrodillada sobre el colchón. Él podía ser capaz de regresarse, tomarla entre sus brazos, besarla y hacerle el amor con tal intensidad que nadie iba a ser capaz de interrumpirlos pero... ¡tenía trabajo que hacer! Había muchos pendientes y algunas reuniones debían llevarse a cabo. Él tenía que estar presente en cada una de ellas. Si no lo hacía, las cosas podrían salirse de control y lo que menos deseaba era tener más problemas en su cadena de hoteles.
Patrick le había llamado, interrumpiéndolos de su idilio, sólo para recordarle que faltaba poco más de una hora para la junta de ese día y él debía volver a su casa, cambiarse y estar a tiempo en el hotel.
-No quiero dejarte, mi amor - Suspiró el hombre y le besó las manos - Pero...
-¡Ya, no me hagas caso! - Sonrió Kassia y le besó la mejilla - Nos veremos esta noche, ¿sí? - Dijo ampliando esa encantadora sonrisa.
-Estaré aquí a las siete - Dijo el hombre y la besó fugazmente - ¡Te amo! - Exclamó antes de abandonar la habitación.
***
Kassia se acurrucó en la cama, tratando de volverse a dormir pero, ¿cómo conciliar el sueño después de lo sucedido hacía un rato? ¡Era imposible! La joven se cubrió con las sábanas y suspiró, aún conservaban el aroma de Laszlo, su perfume tan sexy y exquisito. La joven rodeó su cintura con sus brazos y tiritó, su piel estaba muy sensible después de tantos besos y caricias.
Kassia se incorporó y bostezó, no podía quedarse en la cama para siempre... a menos que estuviera junto a Laszlo. La chica dejó escapar una risilla traviesa y decidió que era hora de espabilarse, tomarse una ducha, ponerse guapa y comenzar a trabajar en su libro de cuentos o en unos diseños que tenía olvidados.
Cuando la joven se sentó frente al ordenador, su teléfono comenzó a sonar. Ella hizo una mueca de desagrado al descubrir que quien llamaba era Verónica.
-¡Esa zorra! - Gruñó antes de responder - Me las va a pagar la maldita.
-¡Hola, Kassia! - Se escuchó la voz de su amiga - ¿Ya desayunaste? - Preguntó.
-Hola... no - Exclamó la joven - Estaba pensando encargar algo de la cafetería a la que fuimos el otro día...
-¡Vamos a desayunar ahí! - Murmuró Verónica con efusividad - ¡Yo invito!
Kassia lo pensó por unos segundos, ¡debería aceptar! Así hablaría con Verónica y ajustaría cuentas con ella, pidiéndole una explicación del porqué le mintió respecto a Laszlo.
-¡Claro, me encantaría! - Dijo Kassia por fin - Nos vemos en media hora.
Verónica se despidió y Kassia decidió cambiar su atuendo ya que aún estaba en piyama. Se vistió a prisa, eligiendo unos mom jeans en color azul, un bustier color beige con estampado de una especie de emojis en tonos café y una chaqueta a juego. Se calzó unas sandalias color naranja metálico y decidió ir sin maquillaje, sólo aplicó lip gloss para salir casi corriendo de su casa y reunirse con Verónica.
Cuando Kassia entró en la cafetería, la gente inmediatamente giró el rostro para verla; algo que a la joven le pareció un poco incómodo. Hacía mucho tiempo que la gente no posaba su mirada en ella de esa manera. Trató de ignorarlos y caminó lentamente hasta donde estaba sentada Verónica, quien al verla se puso inmediatamente de pie y silbó.
-¡Te ves radiante, Kassia! - dijo mientras la abrazaba - ¿Qué te hiciste? - preguntó - ¿Fuiste al spa? ¿Un nuevo tratamiento facial? - exclamó la chica en espera de una respuesta.
-¡No me he hecho nada! - fue la respuesta de Kassia - Si quieres saberlo, sólo libré endorfinas. - dijo mientras se separa de Verónica para sentarse frente a ella.
-Pues te ves espectacular, ¡me encanta tu tono de piel! - murmuró su amiga - Esa nueva base de maquillaje es divina y la sonrisa de tu rostro ¡guau! - suspiró - Hace unos días te vi muy apagada y ahora estás llena de vitalidad, de luz. - dijo la mujer y la tomó de las manos - Algo estás haciendo y no quieres pasarme la receta.
-Sólo tuve sexo - fue la seca respuesta de Kassia - Si es lo que querías saber, ayer cogí - Murmuró - ¡Y no sólo fue sexo! - Dijo la chica con expresión soñadora - fue un viaje cósmico, una experiencia mágica y maravillosa... ¡hubo amor!
-Espera - Exclamó la chica con sorpresa, esperaba que Kassia ya se hubiese olvidado de Laszlo, para enfocarse en alguien mejor - ¿Estás saliendo con alguien? - Preguntó - ¿De quién se trata?... ¿por qué no me lo dijiste? - Le reprochó.
-Porque no te incumbe - Dijo la joven y frunció el ceño.
-¡Claro que sí! - Chilló Verónica sintiéndose ofendida - Soy tu mejor amiga, tu conf...
-¡Pues no se nota! - Murmuró Kassia y se cruzó de brazos, dedicándole una mirada de reproche y molestia - Y no te voy a decir quién es porque estoy molesta contigo.
Verónica la miró y su mandíbula cayó al piso. ¿Por qué Kassia actuaba así? Que ella recordara, no había hecho nada que molestar a su amiga, siempre la procuraba, la cuidaba y le contaba todo; no le ocultaba absolutamente nada. Ella siempre mostró confianza a Kassia, le brindó su cariño, su apoyo. ¿Por qué la chica estaba enojada?
-¿Y yo qué te hice ahora? - Preguntó Verónica con seriedad.
-¿Y todavía me lo preguntas? - Respondió la chica lanzando un gran suspiro - ¡Eres una desgraciada! - Gimió - Fuiste mala, Verónica - Exclamó - Conmigo y con Laszlo... te portaste de la peor manera
Veronica iba a protestar, pero al escuchar el nombre de Laszlo, guardó silencio. Así que Laszlo ya estaba de regreso y la había buscado inmediatamente, ¡pues si que su hermano fue rápido! Entonces, ya estaban juntos y él no se dio por vencido. ¡Eso era lo que ella quería ver de su hermano! Que se movilizara de inmediato y que no encontrara pretextos para no continuar con la búsqueda... o lo que era peor, que la culpara a ella por no ponérselo tan fácil.
-Así que ya regresó - Murmuró la mujer - Y cómo dio contigo si...
-Él encontró la manera - Respondió Kassia cruzando los brazos - Ya que ni tú ni Patrick quisieron ayudarlo...
-¡Lo siento, en serio! - Suspiró Verónica - Pensé que lo de Laszlo era sólo algo pasajero - Murmuró - Y que al primer obstáculo que se le presentara iba a buscar a otra.
-¡Pero qué mala! - Protestó Kassia - Y yo pensando lo peor, sufriendo porque creía que era culpa suya - Gimió - ¡Pero fue tu culpa!
-¡Ya, lo siento! - Chilló la mujer - Te estoy pidiendo perdón y en verdad estoy arrepentida de lo que hice. ¡Pero era una prueba para mi hermano! - Inspiró - Me dolía ver que tu estabas sufriendo y que él también. Aunque también deseaba saber de lo que él sería capaz por ti.
-Bueno, le di un par de sombrillazos en la cabeza - Dijo Kassia y se mordió el labio inferior.
Verónica y Kassia se miraron la una a la otra y estallaron en carcajadas. Al menos parecía que Kassia la estaba perdonando. Pero, ¿Laszlo la iba a perdonar? Tenía que hablar con él y pedirle disculpas. Vero estaba feliz de que Kassia y Laszlo comenzaran una relación, sin embargo, estaría vigilándolo.
-Entonces... - Dijo Vero con timidez - ¿Me perdonas?
-¡Claro que sí, tonta! - Rió la chica mientras abrazaba a su amiga - Te quiero mucho y, si algún día Laszlo y yo ya no tenemos nada que ver, ¡nuestra amistad no se va a acabar por eso!
-¡Me alivia tanto escuchar eso! - Murmuró Verónica con emoción - Aunque... ¿estás así por Laszlo?
-¡Obvio! - Suspiró Kassia con aire soñador - Jamás me había sentido así, tan feliz, tan enamorada y tan deseada... ¡amada! - Chilló - Creo que voy a llorar de la emoción.
-¡Y yo lloraré contigo! - Exclamó Verónica - Sabes que te adoro y estoy muy consciente de todo lo que te ha pasado. Que lo único que quiero es que seas feliz - Murmuró la chica mientras un par de lágrimas brotaban de sus ojos - Y si mi hermano es parte de esa felicidad, ¡adelante! - Rió - Aunque, no está de más darle sus advertencias y...
-Tengo mi sombrilla por si acaso - Murmuró Kassia y ambas chicas comenzaron a reír otra vez.
***
-Laszlo - Patrick prácticamente corrió para alcanzarlo - ¿Puedo hablar contigo?
Su amigo lo había estado evitando desde que llegó a la oficina y durante la junta apenas si le dirigió la palabra. Sólo para cuestiones de los hoteles y cuando Pat intentó hablarle, lo ignoró completamente, pasando de él. Patrick deseaba aclarar las cosas con su mejor amigo y decirle que todo había sido parte de un plan ideado por él y Verónica, además de disculparse.
-Lo siento, pero estoy ocupado - Exclamó el hombre con desdén.
-Mira Laszlo - Bufó Patrick - Ya deja de ser tan infantil y habla conmigo, ¿quieres? - exclamó el hombre - Dijiste que hablarías conmigo y que me contarías los pormenores de tu visita a Kassia.
Laszlo lo miró fijamente. ¡Era cierto! Él había prometido hablar con Heinrich y con Patrick después de arreglar las cosas con Kassia. Pat había intentado disculparse, pero él llevaba prisa y lo único que deseaba en esos momentos era aclarar las cosas con su amada. Para su fortuna, todo había salido de maravilla con Kassia y era el momento para hablar con su amigo y aceptar sus disculpas.
-¡Pues hablemos! - Gruñó el hombre - Vamos a almorzar porque me muero de hambre - Contestó cortante.
Los amigos caminaron hacia el restaurante del hotel, ordenaron un suculento almuerzo y empezaron a conversar.
-¿Y bien? - Exclamó Laszlo - ¿Qué es lo que quieres decirme?
-¡Qué estoy arrepentido, Laszlo! - respondió Pat y suspiró - Sé que lo que Verónica y yo te hicimos no tiene perdón. - exclamó el hombre y posó su mano en el hombro de Laszlo - Sabía perfectamente que tú estabas desesperado por encontrar a Kassia y yo no quise ayudarte. - dijo y apretó los ojos - No quise ayudarte, me comporté como un vil gusano, ¡no fui tu amigo! - y apretó los puños - Pero tampoco quería tener problemas con Verónica, ella me suplicó que no te dijera nada. - murmuró - Tú la conoces muy bien y ella hubiera sido capaz de buscarte, reclamarte todo y sacar a relucir lo que según ella has hecho mal. - suspiró de nuevo - ¡Lo siento mucho! Fui un cobarde, no debí hacer caso de lo que Verónica decía, yo debí ayudarte y no debió importarme nada. - exclamó con tristeza - Sabía que mi relación estaba en juego, pero gracias a ti fue que conocí a Verónica. Tú y yo fuimos amigos primero antes que cuñados. - dijo mientras se llevaba las manos al rostro.
Laszlo suspiró, Patrick estaba realmente arrepentido. Él conocía muy bien a su hermana y sabía que Verónica no se iba a morder la lengua. Y ella no deseaba que Kassia se involucrara con él, pero ambos estaban enamorados y Verónica debía darse cuenta de ello. Además Laszlo estaba dispuesto a cambiar y demostrarles a todos que ya no era el mismo de antes.
-Acepto tus disculpas, Pat - respondió Laszlo y abrazó a su amigo - Conozco a mi hermana y ella hubiera hecho una tormenta en un vaso de agua. - exclamó el hombre - Hablaré con ella también, quiero que sepa que no le haré daño a Kassia - dijo - Estoy enamorado, Patrick y me siento muy feliz de ello. - murmuró Laszlo y sonrió - Ya te lo había dicho, Kassia es la mujer que yo había estando buscando y aprovecharé esta oportunidad para cambiar.
-Me alegra escucharlo - respondió Patrick - Sabía que en algún momento ibas a encontrar a tu alma gemela, a alguien con quien compartir los buenos y malos momentos de la vida y me alegra que sea Kassia la mujer a la que amas - Exclamó, feliz - Y dime, ¿cómo te fue ayer con ella?
-Fue la mejor noche de mi vida - Suspiró Laszlo - Aunque, en un principio no me quería ver, obvio. Me corrió de su casa y después yo me colé por la parte de atrás y recibí un par de sombrillazos en la cabeza.
-Nada mal, nada mal - Se rió Patrick.
-Arreglamos todo, eso es lo importante - Comentó Laszlo - Estamos juntos, nos queremos... ¿qué podría echarlo a perder?
-Creo que nada - Sonrió Patrick - Y ¿para cuándo la boda? - Peguntó.
-Será después de la tuya - Murmuró Laszlo echándose a reír - Pero de que me caso con Kassia, me caso.
-Entonces - Exclamó Pat tomando su copa - Brindemos por ello.
Laszlo tomó su copa y la chocó con la de su amigo para apurar su contenido. Le daba gusto estar en paz con todos, especialmente con su amigo. Ahora le tocaba hablar con su hermana, pero eso sería después, tenía planes para esa noche. Quería algo especial para Kassia.
***
¡Otro capítulo más termina! Parece que Laszlo quiere algo muy serio con Kassia y hasta ya habla de una boda. ¿Creen que terminen casados? ¿O algo interferirá en su relación?
Espero sus respuestas y gracias por su apoyo. No se olviden de votar y comentar.
Maria Decapitated
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