.  .  .

Fighting in only your army, frontlines, don't you ignore me
I'm the best thing at this party (you're losing me)
And I wouldn't marry me either
A pathological people pleaser
Who only wanted you to see her

┍━━━━━━━━╝✹╚━━━━━━━━┑

05. FIGHTING IN ONLY YOUR ARMY

•  •  • ✴  •  •  •

PETER Y SIRIUS ARRASTRARON A JAMES AL COMEDOR. Era la hora de la cena y el Potter se rehusaba a bajar. En cambio, unas muy decididas Lonie, Lily y Willa agarraron algunas piezas de comida y, envolviéndolas con cuidado en una cesta de mimbre, se las arreglaron para escabullirse en el ala opuesta de Hogwarts. Inflitrándose en la enfermería justo cuando Pomfrey hacía su pausa para ir a comer junto al resto de profesores. London conocía a Beth tan bien como su propio plan de quidditch de aquel año, la castaña primero preferiría morir por un Avada Kedavra que probar la comida desabrida que daban en la enfermería. Dicho y hecho, los ojos de la ravenclaw se iluminaron cuando las tres chicas cruzaron la puerta impregnándo el salón con el olor de unas empanadas de calabaza recién horneadas.

La inflamación en su cabeza había mejorado notoriamente. Ahora apenas había una mancha roja en la piel bajo la gasa que rodeaba su cabeza. Beth notó de inmediato como la atención de las chicas viajó a su vendaje. Entornó los ojos volviendo a agobiarse por su rostro.

—¿Cómo me veo? Pomfrey no ha querido darme un espejo. —se palpó la cara preocupada por su aspecto.

—Hambrienta. —Lily sonrió cambiando con rápidez el tema y abriendo la cesta. —¿Jugo de calabaza?

Beth la miró estrechando los ojos y aceptando con recelo la comida.

¿Desde cuando Evans y su novia aficionada al quidditch eran tan amigas suyas?

La verdad, Beth siempre admiró la gracia de Lily. Su cabello rojo era un sueño. La chica era hermosa como una flor —y Beth amaba las flores.— tenía una sonrisa delicada y una risa armoniosa, es lo que pasa cuando todas tus facciones parecen piezas de porcelana. Nunca se metía en problemas, jamás bajaba el promedio y, cuando caminaba era capaz de convertir el entorno en una pasarela. Todos la miraban, todos suspiraban por ella. El único defecto que podía tener Lily Evans, según Beth, era su amistad con Potter.

—¿Cómo estás? —la pelirroja se inclinó a su lado en la cama.

—Bien. Creo... —el olor a fresas proveniente del cabello de Evans la aturdió.

—¿Qué recuerdas?

—No mucho. —London se removió, una mezcla de incomodidad y preocupación se instaló en su pecho. Esperó a que su amiga devorará con gusto las porciones hurtadas del pastel de zarzamoras que había en la cesta para preguntarle más sobre el accidente.— Todo está un poco confuso, hay como borrones en mi mente.

La puerta se abrió llamando la atención de las chicas.

Probablemente había sido el aire puesto que nadie entró ni apareció del otro lado.

Beth continuó contando.

»No recuerdo lo que hice ayer ni, en toda la semana. —balbuceó. Lily y Willa se miraron entre sí. —Todo está... oscuro.

Bueno, aquello no era tan malo. Pensó London.

Era una catástrofe.

No solo por James —el pobre.— sino que su amiga tendría que trabajar duro para alcanzar todos los contenidos. Beth dependía emocionalmente de sus calificaciones, si bajaba el promedio iba a estar triste todo el verano y sus padres decepcionados de ella. Tenían que arreglarlo.

—¿Y qué ha dicho Pomfrey?

—Algo sobre descansar y que todavía no sabía qué tanto me ha afectado el hechizo. —repitió la chica bebiendo el chocolate caliente y embarrándose el espacio entre sus labios y su nariz. Lily rió y le limpió el bigote. —Por cierto, ¿qué hechizo dices que me lanzaron?

Lonie carraspeó mirándose las manos. No quería ser ella la encargada de decirle a Beth que le borraron la memoria.

—Bueno...

—¿Qué están haciendo aquí? —Pomfrey entró tomándolas por sorpresa. Lonie soltó un suspiro de alivio. —Beth necesita mucho descanso. Vamos. Todos afuera.

London, Lily y Willa se apuraron en recoger todo y salir pitando de la enfermería. Afuera, Pomfrey se preparó para darles la regañiza por escabullirse de la cena y colarse a escondidas en donde no debían.

—Vuestra amiga se ha dado un golpe bastante fuerte, eso y el hechizo la han dejado delicada. Espero poder decirles mañana con seguridad si... —Pomfrey miró a su izquierda, juraría que vió algo moverse ahí. De todas formas no había nada, sacudió la cabeza regresando a lo que decía. Aquellos magos y brujas iban a enloquecerla algún día. —Espero poder decirles mañana con certeza si la amnesia de Beth es temporal o... permamente.

Lonie asintió lentamente.

—Está bien. Estaré aquí en mi primer descanso para verla.

—Ahora iros a descansar. —dijo suavizando la mirada. —Sois unas amigas maravillosas, pero Beth necesita emociones tranquilas hasta que su mente deje de estar tan alterada por la falta de recuerdos.

Dicho eso, Pomfrey regresó a la enfermería cerrando la puerta y dejando a las tres chicas solas en los pasillos.

—Amigo. —dijo Sirius saliendo de la nada. Lonie echó la cabeza hacia atrás cansada de volver a ver al Black. —Estás perdido si Beth tiene amnesia permamente.

James y Sirius salieron de debajo de la capa de invisibilidad cuando Pomfrey no estuvo.

Lonie le dió un buen golpe en la nuca al Black y Lily prosiguió a regañarlo, ¿cómo iba a decirle eso a James? Las cosas estaban muy delicadas en aquel momento.

Willa, en cambio, caminó hasta su buscador. Vale que se pasaba el año gritándole y exigiéndole que entrenara bien para ganar los partidos, pero verlo tan preocupado por la amnesia de Beth le llegó a su corazón de piedra. La chica le dió unas palmaditas en el hombro a modo de compañerismo.

—¿Crees que Beth va a recordarme? —a él, no al James bromista con el que se peleó media vida desde que llegaron a Hogwarts. Las cosas que habían vivido desde el verano. Todo eso no podía perderse, ¿verdad?

—Supongo que mañana lo averigüaremos.