TaeHyung tenía su ropa empapada, su cachorro necesitaba un baño y era un poco más inquieto conforme pasaban los meses. El agua le gustaba y, de la emoción, pataleaba, lo que provocaba que salpicara al Omega.

— Shin-Jae, basta bebé, me has mojado todo — Lo sacó con cuidado de la bañera y lo secó con una toalla para luego arroparlo bien y darle su chupete.

Bajó a la sala con el bebé en brazos y se sentó en el sofá para ver algo de televisión mientras intentaba dormirlo, lo cual no logró, pues casi ya no quería estar en sus brazos y renegaba mucho.

Escuchó la puerta principal abrirse y, por ahí, entró JungKook con una sonrisa en el rostro.

— Cachorros, he llegado — Se inclinó para besar a TaeHyung cortamente y tomar a su bebé en brazos.

— Cielos, estaba agotado — Dijo el Omega, recargándose en el respaldo del sofá y estirando sus brazos — No había dejado de llorar hasta que lo bañé.

— ¿Comió bien? — Dijo, llevando al bebé a su pecho mientras lo mecía.

— Sí, bastante, de hecho — TaeHyung tocó sus pechos un poco sensibles e hizo una mueca.

JungKook asintió y se dedicó a observar a su bebé. Había perdido el miedo de cargarlo o arrullarlo, ahora le encantaba tenerlo siempre en brazos; con él se dejaba un poco más.

Le besó la mejilla rápido y olió su ropita a lavanda, leche y TaeHyung.

— ¿Cómo te fue, Alfa? Pedí comida china hace rato, no tenía ganas de hacer algo.

— Bien, Tae, no te preocupes, comeré al rato.

TaeHyung asintió y vio a JungKook ir escaleras arriba, con el bebé dormido.

— Eso no es justo — Hizo puchero — Conmigo solo llora y pide de comer.

— Le encantan los brazos de su papá.

TaeHyung lo siguió y acomodó la cuna de su bebé para que el Alfa pudiera recostarlo. Lo dejó con cuidado y luego ambos salieron de su cuarto rumbo al suyo.

JungKook se desvistió y se cambió por algo cómodo, luego se recostó en la cama.

TaeHyung lo vio con el ceño fruncido, pues él ya se había acomodado en el nido a la otra orilla de la habitación, y JungKook ni siquiera lo miró.

— Koo... Puedes venir, Alfa, está bien.

— Lo siento, Tae, creí que vendrías aquí.

— No, me gusta más el nido y lo sabes.

Se acostó en el pecho del mayor y suspiró, mientras sentía su espalda ser acariciada.

— ¿Estás cansado, Omega?

— Ujum — Cerró los ojos — Me gustan los niños, pero no creí que tener uno propio sería tan difícil.

JungKook rió y asintió, totalmente de acuerdo.

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El monitor en el cuarto del cachorro se escuchó, el bebé estaba llorando.

TaeHyung fue el primero en despertar y ver a JungKook, que estaba despertando también.

— Ya voy — Dijo el Omega, pasando por encima del Alfa para levantarse e ir a la habitación de Shin-Jae.

Lo vio en la cuna, acostado y moviendo sus bracitos y piernas mientras lloraba. Lo tomó entre sus brazos y lo acercó a su pecho, tratando de calmarlo.

— Shh, bebé, ya. ¿Tienes hambre? — Se sentó en la pequeña cama que había ahí y se levantó la playera de JungKook con la que dormía, intentando darle el pecho.

Shin-Jae lo tomó y comenzó a succionar de él, mientras cerraba sus ojitos.

— ¿Tenía hambre? — Preguntó JungKook, apareciendo por la puerta. El cachorro abrió sus ojos de inmediato al oír a su padre y lloró en su dirección, hasta que JungKook lo cargó.

— Genial, solo me usa — Dijo TaeHyung con sarcasmo, bajando la playera y acomodando su ropa.

— Tranquilo, Omega, es un bebé caprichoso, es todo.